Capítulo 37. Cada segundo

Escuchaba los latidos se mi corazón, mi cabeza retumbaba, como si estuviera en un estanque lleno de agua, mis ojos estaban clavados en Zafiro, mientras que mis manos apretaban con fuerza el vacío.

—Esperamos Órdenes —Anuncia Abigail mientras se pone a mi lado, pero mi cabeza no daba más, yo sólo quería destruir a ese par y traer a mi Zafiro de nuevo.

Cuando vi que su rostro estaba cubierto de sangre mi cerebro dejó de trabajar, pero cuando me percaté que de sus ojos brotaban litros y litros de lágrimas, supongo que la rabia me motivó a pensar y a moverme de una buena vez.

—Abigail... llevate a Liza, Andree y Ander, quiero que monten una red de energía capaz de...

—No digas más, ya lo tengo—Abigail tomó a las personas que mencioné y se perdió entre los espesos árboles.

—Aldebaran... —él también entendió mi plan con tan solo mirarlo, finalmente le apunto a Gizah, Saskia, Nadir, Fran y Fer.

Ellos desaparecen y me dejan a mi y a Dara ante Dorot y Zarag.

—No importa que que hayas planeado—Advierte Dorot—Aquí no nos vas a ganar Helios Anta.

—Es justamente esa una de las razones por las que creo que sí voy a ganar Dorot, yo no he planeado nada. Fue mi impulso el que me trajo hasta aquí. 

Zarag al parecer tomó mis palabras con amenaza, porque retrocedió unos pasos, soltado a Zafiro, pero no dejó de verme directo a los ojos, mientras que Dorot, se adelantó esos pasos que su compañera retrocedió. 

Apreté los puños y la mandíbula cuándo vi a Dara quien, estaba a mi lado, por una parte me daba una tranquilidad saber que contaba con su apoyo, pero por otro lado el miedo me invadía, me invadía tanto que podría decir que mi alma se iba, porque no tengo idea de cómo ella va a actuar o reaccionar si esto se pone peor. 

De la nada Dorot se acercó a Zafiro, mientras mi sangre hervía al ver que acomoda el cabello de ella tras su oreja, y sin más él se arrodilló ante ella, y le susurró algo al oído. Desde donde estoy puedo percibir como salen de su boca unas manchas de tintas, que se meten en su interior, luego en el interior de Ebe y por último en Joel. 

Dorot volvió a ponerse de pie, y en ese acto silbó, como si alguna melodiosa cayera sobre su marañosa cabeza, pero lo realmente terrorífico del hecho, es que ese silbido melodioso realmente se estaba metiendo en la las cabezas de sus presas. Dorot chasqueó la lengua y ello las cadenas que tenían las manos de sus prisioneros se cayeron, y al son del sonido ellos se levantaron, poseídos, hechizados, títeres de la nada, estaban parados ante Dorot y Zarag como una muralla que defendieran sus pechos ante cualquier ataque que pudieran llegar a recibir. 

—Helios...—Dara retrocede al ver que Zafiro se pone en posición de ataque, y a decir verdad yo también lo haría, siento su energía colosal, y con ello la locura a la cuál acaba de someterla Dorot. 

Ahora entiendo porqué decía que yo no podría ganar aquí, que estaba destinado a perder desde el comienzo, él sabe que yo no sería capaz de hacerla daño y que es tan poderosa que no importa lo mucho que nos esforcemos los presentes, nos será muy dificil ganar a semejante destinada. 

Pero la verdad es que yo no vine pensando en que esto iba a ser fáfil, yo vine preparado, sabía que esto iba a ser un ataque gigante a mi persona y a mi moral, por sobre todo, un golpe bajo a mis sentimientos. 

—Dara, sea como sea debemos llegar hasta él, si logramos acercarnos a Dorot, lo tendremos hecho.

—Primero deberías purificar las sombras que están en ella—Dice Dara, a quién miro sorprendido, pues tiene razón— Tú puedes trasformar energía, creo que lo más sensato que puedes hacer es...

—Acercarme primero a ellos...eres muy inteligente Dara. Es exactamente eso lo que voy a hacer. 

De repente estaba viendo la escena ante mi y a Abigail al mismo tiempo.

—Esto no se ve fácil —Dice ella cuando en mi campo de visón también entra Aldebaran.

—No lo es—Advierte él quien aparentemente está tras Dorot y Zarag en el escenario.—La chica a la que tiene sometida es muy poderosa, hasta aquí siento su energía, esto no se ve nada bien...

—No, no se ve nada bien—Me apresuro a hacerle saber que tiene razón —Esa chica, es la más poderosa de todos los universos, y Zarag... bueno, ella ha matado a cada designada y guardián que se ha interpuesto ante ella.

—Wow, una pérdida poderosa entonces —Abigail alza una ceja para apuntarme finalmente hacia los matorrales que están tras ellos—Voy a ir a su derecha, cuando tu ataques, nosotros salimos a la ofensiva... ¿Estamos ok?

—¡Lo estamos!—Digo mientras afirmo, pero la verdad es que el miedo corre por mis venas, cual sangre llena de veneno.

La bifurcación se acabó, y con ello, me doy cuenta que las hojas de los árboles caen, cual danza en el aire, apenas, lentas, suaves, casi como si alguien la estuviera echando.

—Esto no se ve bien—Anuncia Dara quien comenzó a pasarme energia mediante el hilo.

La verdad es que ella tiene razón, algo no anda bien, pero no tengo tiempo de averiguar que es. Así que terminó corriendo en dirección a los tres escoltas, Dara hace lo mismo, y casi como en una danza casi perfecta los dos nos coordinamos en nuestros ataques, Zafiro, EBE y Joel estaban atacando con todas sus fuerzas, y al parecer no será fácil llegar a acercarnos, pues les basta con arrojarnos energia.

Sin embargo las que llegan a mi desaparecen al instante, y las que llegan a Dara  se transforman ella las vuelve a enviar a nuestros atacantes.

A medida que seguíamos con nuestro ataque, más y más hojas caían y nos dificultaban la visión.

Pero realmente lo frustrante, es que mis atacantes son demasiado poderosos que apenas y nos dejan acercarnos a ellos, los ataques se hacen más y más fuertes, y no sé si solos los dos podremos resistir.

Dara me pasa energía, y la la verdad que es muy buena para no haber recibido entrenamiento, coordina cada paso conmigo y ataca con fuerza mientras intentamos abrirnos paso.

Finalmente logramos reducir unos 2 metros de distancia, y con eso tenía casi cara a cara a Zafiro ante mi. ¡Puta madre que no era mentira! La chica es demasiado poderosa, y gracias a ello, Joel también.

—Voy por los dos—Me anuncia Aldebaran.

Cuando más hojas caían más, en mi cabeza sonó esa alarma que te avisa que el desastre estaba a la vuelta, así que me detengo bruscamente para gritar.

—¡No lo hagas!

Pero mi advertencia fue en vano, y un gran error porque me distraje y con ellos Zafiro logró golpearme en medio del pecho con sus manos.

Aunque eso trajo algo bueno, cuando ella me tocó, las sombras que estaban en ella desaparecieron y fueron hasta Dorot, pero así también, fue la ventaja de él ante Aldebaran.

Esas sombras lo atacaron, así como a sus acompañantes, mientras que comenzaron a caer desde los árboles más y más personas, eso era.

Había personas esperando a aparecer, y cuando al fin Aldebaran decidió atacar  ellos se aparecieron a cuidar a su líder.

Comenzaron a atacar com fuerza a mis soldados, tanto, que Abigail debió abandonar su posición para ir a ayudarlos.

Por mi lado Zafiro se unió a Dara para eliminar las sombras de Joel y de Ebe.

Es hora de que vaya a ayudarlos, así que me intento poner de pie, pero ante mi aparece Zarag, quien me da una tremenda parada en el pecho y me vuelve a tirar al suelo.

Si bien Dara me paso una gran cantidad de energía, no sé que hizo la chica, pero ahora estoy casi inmóvil.

Zarag viene hasta mi y me toma de la cara, apretando mis mejillas con fuerza.

Dara y Zafiro intentaron acercarse  pero tan pronto se movieron más sombras y personas aparecieron ante ellas  impidiendo que pudieran llegar hasta mi.

—Mirate Anta  la verdad que eres guapo...—Zarag me despeinada con su mano, y la verdad es que me siento intimidado.—MMM tienes la piel perfecta, y una linda cara... podrías ser una mascota genial.

—Creeme, soy como los pollitos, al comienzo parezco tierno, pero si me conservas,  me convertiré en uno de esos gallos sin plumas en ma cabeza.

—Incluso al borde del peligro eres gracioso Anta... ahora entiendo porque están locas por ti... a decir verdad, yo también lo estaría, pero tengo más miedo que deseo. Y eso es raro.

>>En un comienzo—Dice sacando una navaja de su bolsillo y acercandolo a mi cuello—Pensé que estaba viendo una premonición... un futuro posible  y en ese escenario me matabas... y aún creo que es una posibilidad, así que me dije...  ¿Por qué no lo elimino yo primero?

—¿por que el mundo va a lamentar la pérdida de un chico tan hermoso como yo?—No, no es el momento, mucho menos cuando el filo de la navaja comienza a agujerear mi piel.

—¡Helios!

Gritan mis hermanas quienes me ven desde lejos, estoy seguro que ver como cortan a tu hermano ha de ser traumático.

— Nunca sucumbe ante el miedo.

—Lo hago... pero a decir verdad creo que aunque tengas el cuchillo en mano, me sigues teniendo miedo.

Ella levanta una ceja y se acerca más a mi rostro, a una distancia muy incómoda por ser ella, porque estoy seguro que esta sería la distancia perfecta con Zafiro.

Toma con fuerza mi cabello, y tira para atrás mi cabeza, mientras con la mano en la que lleva el cuchillo genera un hilo de energía. Lleva su mano para atrás, y cuando está por darme el golpe de gracia.

Todo se detiene, cual película a la que pusieron en stop. No me hago de tiempo para entender que es lo que acaba de pasar, simplemente me escapo del agarre de la chica, cuando veo a mi alrededor con gran sorpresa como todos estaban en medio de una guerra casi apocalíptica, pero en medio de esa locura, veo el miedo en los ojos de Zafiro quien tiene una expresión de horror hacia donde se supone que estaba a punto de ser ejecutado.

—Puedes darnos las gracias luego—La voz de Tamirá llamo mi atención.

La chica estaba ante mi, vestida como si estuviera en medio de la guerra y la verdad lo estábamos, a su lado, estaba el niño este del 7mo, y Saskia, tras ella, también estaba Oksana y julia quienes estaban conectadas a Bruno.

—Te explicamos la lección en casa... ahora—,dice con una sonrisa—Usa tus poderes y llevamos a todos a ojo de mar, que tus nuevos soldados se deben bautizar.

—¡Carajo! Ya me ponías feliz con el café todos los días, creo que cada vez te amo más...

—Me alegra saber que eres Hetero y que yo soy más lesbiana de lo que puedes soportar... anda nene, únete a todos, y vayamos de aquí, estos chicos se están cansando.

—¡Bien!

Genero energía en las manos  y pienso que estos se deben hacer hilos  y eso mismo pasa, los arrojo al suelo y esos recorren la arena hasta dar con todos mis aliados.

Cierro mis ojos, y sólo pienso en lo que dijo Tamirá... Ojo de Mar.

A los 5 segundo, estaba escuchando el sonido del agua rompiéndose en mi oídos, volvimos a caer en el agua, pero esta vez, algo era diferente, porque las voces me volvieron  a hablar, pero con un tono frío y oscuro.

Bajo el agua abri mis ojos  para darme cuenta que tenía a Zafiro cerca mío, los sonidos se hacían más intensos  y el reclamo de un joven me arrebataba La Paz.

—Me debes esas almas, me las debes, ella me las debe, y si quieren vivir, las van a pagar.

Mi corazón latía a mil, pero no acabo allí, nunca acaban tan fácil, las pesadillas se van haciendo más nítidas, cada segundo que pasa, esto es una mierda de locura... ¿He hecho lo correcto?

La verdad es que cada segundo lo dudo más. 


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