Capítulo 31. Importante
Llegué al colegio luego del primer receso, por que fui con mi padre para que veamos los detalles del viaje de mañana, aún no podemos realizar saltos directamente, porque hay muchos miembros que no tienen idea de lo que va a ocurrir en Ojo de mar.
Para mi mala suerte me cruzo con Tamirá quien estaba con Julia, Oksana y aquel niño de 7mo gradobcon quien me había cruzado la última vez.
La chica ofrece una sonrisa amable y los abandona con rapidez para venir hasta mi. Estaba por subir las escaleras cuando ella me detiene, parpadea unas cuantas veces, y no puedo evitar poner mis ojos en blanco.
A este momento horrible, le podemos sumar el hecho de que tengo a Dará mirándome desde el balcón y en sus ojos se nota el enojo, porque en todos estos días la he ignorado y no me he dignado en enviarle un solo mensaje.
—¿Qué carajos haces aquí?—Tamirá me susurra, y eso me da más miedo.
Me retiro los pequeños auriculares que llevaba puesto, los guardo en su caja y seguidamente la caja en mi bolsillo. Intento hacer tiempo y tratar de inventarme una excusa, pero recordé que sería en vano intentarlo, es Tamirá.
—No lo sé, dime tú...—digo mientras me encojo de hombros.
—Te dije que estaba perdiendo mis pode... — Ella miró sobre mi cabeza, entonces creo que le funcionó si don, por que ella respira profundo y se toma de la cabeza y comienza a negar. — La besaste.
Comencé a subir las escalares para intentar evitar el sermón, pero es imposible, la verdad es que sé que me va a dar el sermón quiera o no oírlo.
Tamirá me sigue y con rapidez y su perorata se va haciendo cada vez más y más fuerte.
—¡No debes involucrarte con ella! A caso no lo entiendes? Esa niña está fuera de tu alcance.
—Nadie está fuera de mi alcance—Respondo mientras sigo caminando hacia el salón, cuando estamos en el pasillo, siento los ojos de Dará clavados sobre mi, pero no más intensos que los ojos de Tamirá, y no hablemos de su rabia acumulada hacia mi.
—Tú sabes a qué me refiero, es obvio que Zafiro está loca por ti, se nota a kilómetros...
Me frene de golpe antes de entrar al salón y la miro tan rápido termino su oración.
—¿Lo dices en serio?
Tamirá vuelve a parpadear con rapidez y comienza a reír pero con indignación.
—Es increíble que lo único que tomes de mi sermón sea el hecho de que se nota que ella está loca por ti ¿A caso estás enamorado Helios?
Guardé silencio, mientras tiró mi mochila en la silla, me tomo de la cabeza para girar de nuevo hacia Tamirá, ella está negando y parece que la he liado, por que mi silencio es todo lo que ella necesitaba para perder la cordura.
—¡Mierda!—dice mientras se arroja sobre la silla y se aprieta los labios con la yema de los dedos. Niega, y parece que mi silencio fuera más una mala noticia que un simple problema.
—¿Cuál es el maldito problema con que la chica me guste de más Tamirá? A parte de que no puedo dejar de pensar en ella, en que me he desvelado toda la noche pensando que la volvía a besar... una, y otra... y otra vez.
—Ojalá y fuera solo eso el problema... —Ella niega mientras se pasa la mano sobre la cara—¿Leiste todo el libro?
—Sí...
—Entonces ya sabes de las condenas... ¿Qué pasa si el amor no es confesado a tiempo?...
—No confundamos esto con amor Tamirá...
—¿Si no la amas entonces que puede justificar tus acciones estúpidas? Es obvio que estás súper enamorado de esa chica...
—¿Cómo?—Tamirá y yo miramos hacia la dirección de donde venía la pregunta. Ver a hecha cenizas en este preciso momento parecía el menor de mis problemas, sin embargo, por la expresión de Tamirá, esto no es insignificante.
Intente emitir alguna que otra palabra, pero para ser honesto mi cabeza era puro silencio, por que estaba siendo azotado por los recuerdos de a noche.
Finalmente Tamirá se puso de pie, pero antes de que ella pueda dar palabra alguna, Dara retrocedió con los ojos húmedos para salir prácticamente corriendo del salón.
—Y ese, es otro gran problema...—,Tamirá me mira con desesperación, la verdad es que tiene razón, ese se va a volver un problema para mi.
Tamirá respira profundo, mira al techo y se lleva las manos a la cintura para finalmente hablar. Cada palabra que salía de ella me estremeció y a decir verdad me hizo tener miedo y desesperación.
—Que estés enamorado no es un problema, el problema es que sea de esa chica, y que tú tengas otra niña dándote vueltas, y para empeorar el panorama, esa chica es tu designada.
>>¿Tienes idea de lo que va a pasar cuando entren al agua? No, claro que no lo tienes... Dara estará más enamorada de ti que niña de 7mo grado, en su primer amorío.
>>Dara te va a atraer y es natural, será por la cantidad de energía que su cuerpo emita, pero el verdadero problema va a ser el hecho de que tú realmente vas a estar tan locamente enamorado de otra chica... vas a tratar bien a Dara... causando que ella se confunda contigo, y termine odiandote tanto...
>>Pero no irá tras de ti por que estará tan cegada y enamorada... ¿de tras de quién crees que irá?
Comienzo a negar, intentando buscar un buen argumento, y estoy apunto de decirle a Tamirá que no debería sacar conclusiones sobre nada, al fin y al cabo solo está sacando conjeturas... pero cuando veo a Nadir pasar frente a la puerta de la clase corriendo hacia el baño, me cae la ficha de dos cosas.
Tamirá no me está hablando a bases de conjeturas, ella ve las probabilidades, y perdiendo o no sus poderes, me está hablando en base a lo que ve... y lo segundo, es verdad... Dara nunca iría contra mía. Lo hará personal, y no se detendrá hasta saber quién es la chica.
No me preocupo por Zafiro, la chic es fuerte, extremadamente fuerte. Me preocupa la integridad de mi equipo. Una designada con el corazón negro y cargado de sed de venganza no suma para nada a mi roll de líder.
Ni siquiera a comenzado mi trabajo y ya hay problemas.
Tamirá viene hasta mi, me pone la mano en los hombros y me mira directamente a los ojos, ella sabe que acabo de entenderlo todo.
—Ahora no hay vuelta atrás...si esta enamorado de Zafiro, deberás afrontarlo, y si Dara está enamorada de ti, deberás oírlo.
>>Tú eres el líder, tú decides, es verdad...pero necesito que te centres, no deberías estar aquí, mañana es ti gran día.
—¿Y qué se supone que debo hacer?
—Meditando en tu casa... despejando la mente y terminando de leer ese libro para que mañana nada te haga actuar como idiota y comiences a enviar señales falsas a tu designada...
>>La verdad no te culpo, Zafiro es muy hermosa, por fuera y por dentro, a decir verdad es muy difícil que una chica así no le guste a alguien...pero ten en cuenta que no eres el único con esos sentimientos, y te vas a encontrar con mil obstáculos más.
>>Me permito darte este consejo, si encuentras la respuesta contigo, apresurate a decirle lo que sientes, pero no desde la pasión o esos juegos egocéntricos que te caracterizan, sé honesto, o estaremos en más batallas de las que estamos pensando participar
—Algo me dice que no será tan fácil nada a partir de mañana.
—Si en algún momento creíste que iba a ser sencillo... me decepcionarias...
—Nunca, nada lo es... pero honestamente —Agarro mi mochila y me la vuelvo a poner— No creí que iba a ser un infierno...
—Siempre es un infierno Anta... de verdad.
—Nos vemos en tres dias—Le extiendo la mano y ella la sostiene.
—No... nos veremos mañana por la noche... no vamos a perder ni un segundo de tiempo bebé, a demás, ya te tengo nuevos reclutas para tu segundo anillo de soldados... Buena suerte jefe...
—Gracias Tamirá, no sé que haría sin ti.
—Obviamente, no estarías donde está sin mi.
Tamirá sonríe, suelta mi mano, y con eso me da la señal de que debería volver a casa ya. Emprendo mi camino, pero la verdad es que no puedo ir a casa a meditar como ella me lo está pidiendo... cuando llegue a casa, tengo una llamada que hacer... y creo que es una llamada más que importante.
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