Todo el día estuve jugando con bastón, y escribiendo con Andrea, quien me contaba la maravillosa historia de cómo su mejor amiga Rebecca se despidió de ella, y subió a avión.

Me pasó su número, lo registré, y vi su foto de perfil por largo rato, la verdad es que es muy linda, el cabello blanco, a ras del mentón, su piel Blanca, es... interesante, pero definitivamente, no mejor que Zafiro. ¡De nuevo esa chica en mi cabeza!

Tomo la almohada y me tapo el rostro con ella, esperando que mi cabeza se calme, pero cómo es posible calmarme, siendo que cada vez que cierro los ojos, me viene la imagen de su rostro.

Y podré ser un impertinente, pero todavía recuerdo y muy bien, como se bajo el cuello de su blusa para mostrarme el tatoo... y río de la nada, porque ella me mostró piel, pero no soportó ver la mía descubierta.

Niña tonta... hermosa, niña tonta.

Froto mis manos apuntando arriba, intentando descifrar la sensación que me invadió cuando ella tomó mis manos, era como una especie de sacudida, un recuerdo que no se hace claro, un miedo que no se hace concreto.

De nuevo tomo el libro y lo comienzo a leer, la verdad es que ayer me quedé en un capítulo muy interesante.

El bien y el mal

Las almas, que al reino del mal pertenezca entregaran en la balanza al joven, representando en la apuesta aquello que es pecaminoso y oscuro, las almas del bien, en manos del anciano deben ir, representando la tristeza de los justos y buenos.

En esta batalla que los bandos involucrados verán, hay objetos que deben juntar a medida que el tiempo avance, ellos no lo saben, pero yo si, porque ya he visto la guerra en otro universo, porque ya vi la sangre que se derrama, y mi intención, muy por encima de ayudar a otros, es simplemente que me liberen, y la única forma de hacerlo, es que sepan que deben buscar.

En cada mundo, hay tres piedras, esas piedras son como los engranajes que se ajustan en un cantro, que sería como un cerrojo.

Las piedras:

Amatista: Piedra energética por excelencia con propiedades extraordinarias, muy utilizada para la limpieza del aura, poder curativo, protección de las envidias,celos y rabias, por lo general, lo lleva un miembro curador.

Cuarzo: es bueno para captar y transformar la energía. El cuarzo se caracteriza por su soporte, es decir, por la cantidad de energía que puede soportar. Es importante porque también la guarda en su interior y la expande a su alrededor.

Obsidiana: se le relaciona con el elemento fuego y se considera una "piedra que actúa al igual que un espejo cuya luz hiere a los ojos del ego que no desea ver su propio reflejo".

Acompañada a estas rocas, el universo debe darle joyas a las custodio, quienes son las personas que la portan, por lo general, una de ellas es la designada.

Por otro lado, los guardianes deben encontrar y cuidar a la llave, la llave por lo general es una persona que contiene energía infinita en su interior, está en reserva para abrir la bóveda. La llave debe ser resguardada, y ya sean Nemosorum o dominis deben mantener sumo cuidado con la llave, por que si se rompe, el universo quedará encerrado y las almas se pudriran en su interior.

Otro objeto importante, es la balanza, esta por lo general se guarda en el mismo territorio en donde guarda la energía y el sello dominis, suele ser cerca de una gran masa de agua con formación peculiar.

Por lo que he observado, designada y guardián deben estar en armonía, pues mientras haya entendimiento en ambas partes, es fácil coordinar la apertura de la bóveda.

Si bien en los mundo existen más grupos, los realmente responsables sobre la entrega de almas son o los Nemosorum o los dominis, esto no quiere decir que otro grupo no lo haga.

Lo que sí, está estrictamente claro, es que no puede haber un involucramiento directo de naims o personas de otros universos ayudando a cualquier bando.

Las consecuencias suelen ser terribles para quien violare las reglas, sin embargo, es un caso menos frecuente, de 18 universo, solo 2 han caído en devastadores finales para los guardianes y designadas.

Uno de mis más grandes descubrimientos, en esta línea entre el bien y el mal, ha sido que existen seres como los Astram, y algunas que otras profesias que circulan tras su existencia, a pesar que hasta ahora, es un mito, porque en ningún universo he visto alguno.

Dicen que un Astram es una persona que muere y revive con su Alma, esta misma perdona puede practicar este ejercicio, pero en vez de convertir más Astram, lo que termina generando son algo llamado piedras Rojas.

En el siguiente capítulo, hablaré sobre las teorías de cómo se puede generar un Astram.

Por último, tengo dos objetos más queemcionar, la tablilla, la cuál es el libro sobre el que se escribieron las condenas y las profesias se encuentran en un universo en donde hay un planeta llamado tierra. Y es en el único universo en donde se encuentra Un collar recolector de almas capaz de proteger a las personas que lo portan, de aquellos demonios que salgan al abrirse la bóveda. Si uno de esos demonios llegará a matar a los presentes, no hay forma de reclamar su Alma.

Cierro el libro abruptamente, de repente siento que la lectura se me hace pesada. Siento que me están tirando tanta información que no tengo la capacidad de procesar nada. Pero a la vez, el miedo me llena las venas, Zafiro mencionó que estaba prohibido que me ayudara, ¿Entonces? Por qué está aquí.

Muerdo mi labio y retengo la respiración por un buen rato, cuando oigo romperse el aire, mire mi reloj, y es justo las 23:00 en punto, como ella dijo, aquí esta, pero esta vez, intenté no ser tan tonto y pensar un poco más lejos de su belleza.

-Buenas noches-digo cuando ella sonríe al verme que estoy con el libro en regazos.

-Llegaste a esa parte ¿no?-de la nada su voz se hizo más madura y oscura, supongo porque lo que dice aquí es peligroso, y porque de verdad no quiero un final trágico, estoy seguro que mi rostro lo refleja.

-¿Qué haces en mi universo?-Salto de la cama con un poco de miedo, frustración y enojo.

La chica se acomoda el cabello tras la oreja, para finalmente cruzarse de brazos.

-Es hora de que te cuente una historia, guardián...

-Soy todo oídos...

-Mejor usemos todos tus sentidos...

Arrugo la frente al escucharla decir eso, pero, en menos de un segundo, ella me tomó de ambas manos, y los dos estábamos e un lugar muy, muy extraño, esto no era mi cuarto.

Había árboles gigantes, mucho más grandes de lo que alguna vez haya visto, las hojas me triplicaban en tamaño, y por los aires volaban pájaros, ¿hadas? Cosas brillantes que iban de un lugar a otro.

-¿Dónde estamos Zafiro?-Pregunto a la chica algo confundido, aún sin soltar su mano.

-Este es mi mundo... Helios Anta, el mundo al que mi guardián y yo cuidamos y protegimos, ahora es un lugar libre...

No puedo evitar mirar a sus ojos y evitar que mi interior se derrita, pero intento centrarme en lo importante. Así que la suelto para concentrarme, recorro el lugar, y al fin sus palabras me dan en el cerebro.

-Aquí ya no hay bóveda...

-No, ya no hay-ella se lleva las manos atrás, y se pone en una posición muy imponente, es como si ahora, aquí, ella fuera poderosa.

Finalmente, me fijo en su brazalete, ella tiene el cuarzo, ella al ser la designada, es poderosa, absolutamente poderosa, estoy seguro que le bastaría con mover un dedo para hacerme volar, pero una cosa es ser poderosa en su mundo, otra muy distinta es serlo en el mío.

-Escucho Zafiro...

-La historia... de mi universo, esta bañada de momentos oscuros, pero la verdad no es la historia de como conseguimos la libertad lo que te quiero contar.

Ella truena sus dedos y el lugar cambia, todo está el llama, los árboles carbonizados, los animales corriendo, de un lugarva otro, el lugar olía a muerte, sangre, dolor.

La miro sorprendido y trago fuerte, y no sé cómo actuar, porque sus ojos se agauron, y mi corazón se achicó.

-Eramos un mundo libre, con almas puras, los nemosorum no lo consiguieron aquí, es más, nuestra batalla con los Nemosorum fue la más limpia y justa de todos los universos hasta ahora.

-¿Entonces esto quien lo causó?

Zafiro me mira y se seca las lágrimas con rabia.

-La persona que quiere destruir tu universo también... su nombre es Zarag.

Ese nombre me resonó en la cabeza, como si alguna vez lo hubiera escuchado, me siento enojado, y me pregunto, como un universo libre pudo sufrir esto.

-Esa mujer llegó a mi universo, con un batallón llamado la orden de las rosas, pasa que esa mujer va a los universos a conquistarlos, a quitarles su vida, para luego renegociar dicen que, con la bestia, otros creen que solo quiere matar a la bestia y volver a hablar con el joven y el anciano.

-Aguarda, se del joven y del anciano, pero ¿la bestia?

-El libro que tu estás leyendo lo escribió él, en todos los universos hay una copia, ya, sabrás más adelante su historia, ahora, tú quieres saber que hago en tu universo.

Vuelve a chasquear y aparecemos de nuevo en mi cuarto, estamos demasiado cerca, y, su rostro se pone tan rojo y estoy seguro que el mío también se pone así, sin embargo, evito pensar en ello, por que de verdad me interesa saber si vale la pena arriesgarme a vivir una tragedia.

-Esa mujer, quiere destruir tu universo, es el último, y lo va a lograr si no la detenemos, yo quiero ayudarte a que no pase... quiero evitar que pase lo mismo que paso en mi mundo... el problema, es que ella está aquí, nosotros, llegamos tras ella.

Retengo el aire y me alejó de ella para caminar de un lugar a otro en mi habitación, no sin antes revolver mi cabello y despeinarlo.

-Esa mujer no tiene escrúpulos Helios, y yo, tengo la obligación moral de evitar que destruya este lugar, mis hermanas, Joel y yo, hicimos la promesa de que no la dejaremos destruir este lugar.

-Yo... ni siquiera he sido entrenado Zafiro, a penas estoy conociendo de esto... y me dices que afuera hay una mujer capaz de quemar a mi mundo como lo hizo con el tuyo. Si vas a ayudarme, más vale que seas clara conmigo, y que me digas exactamente qué debo hacer.

-Primero y antes que nada, yo debo ser tu más grande secreto, nadie puede saber que soy una designada-ella se vuelve a acercar a mi y coloca una mano en mi pecho, eso hace que mi corazón lata a mil por hora-Nadie debe saber que estamos aquí, al menos, no aún.

-Si te ocultas ¿cómo me vas ayudar?

-Así...-Ella me pone un hilo de energía en la muñeca y al cabo de unos segundos, el hilo se oscureció, y ahora parece una cuerda. -Yo voy a combatir con Zarag, y tú te ocupas de lo tuyo, pero estaremos en contacto con eso... cuando me necesites y estés solo, llámame, y yo vendré sin dudar a ayudarte en lo que sea que necesites. Incluso entrenar.

-Me estas pidiendo que mienta...

-Te estoy pidiendo que me omitas, yo no quiero otra cosa que no sea cuidar s tu mundo, no quiero que esa mujer vuelva a salirse con la suya...

-Y también deseas vengarte...

-Eso es más que obvio...

Ella camina hacia la ventana de mi habitación y mira el paisaje, yo la sigo, y no voy a negar que busco su cercanía.

-¿Por qué el Hilo? No te conseguiste el celular-Digo riendo.

-No... de todas maneras, las cosas de tu mundo, si bien me llaman la atención, ahora mismo no son una prioridad entenderlas.

-Ok, ok...-Cruzo mis brazos mientras ella me mira, de nuevo volvió esa timidez y en esos ojos se observa la curiosidad hacia mi.

No puedo evitar reír y dejar que mi ego suba.

-¿Piensas venir mañana a la misma hora?

- ¿Crees que haga falta?

-No lo digo por eso, lo digo por que al parecer son un buen alimento para tus ojos...

Ella se sorprende, y queda con la boca abierta por un segundo, pero cuando intenta excusarse decido que quiero que en verdad venga mañana, así que me apresuro antes de que diga algo más.

-Dejando eso de lado, sí, quiero que vengas mañana, pues, inicia mi día uno de entrenamiento, seguro que tendré muchas preguntas. ¿Te espero a la misma hora?

-Si no fuera por que estás diciendo eso, nunca más me hubieras vuelto a ver Helios.

-¿Por decir la verdad?

-¡Por ser un tonto! ¡Buenas noches!

-¿Quieres un beso de buenas noches?

-Mejor y cállate, nos vemos mañana tonto.

-Hasta mañana Zaf...

-¡Para ti Soy Zafiro!

Y con esas palabras se fue, no, no me arrepiento ni un solo segundo, amé cada palabra, hasta de su nariz arrugada por el enojo. ¡Vaya! ¡Dios! Necesito compostura ante tanta locura.