Giyuu no puede comprender, siquiera creer, que él, esté vivo. Casi ileso.

Después de todo, la fortaleza de Muzan se derrumbó al matar a aquel demonio de nombre Nakime. Además, está frente a Muzan, el enemigo de todos.

(Cazadores de demonios, pilares, Oyakata-sama, el mundo entero...)

A Tomioka le perturba y de alguna forma, le hierve la sangre el verlo a él así, tan pacífico, tan tranquilo, seguro y confiado de sí mismo; imperturbable.

No puede evitar recordar por un instante sus frívolas palabras, excusándose de no tener la culpa de provocar tantas muertes, dolor y tristeza, de ser inevitable; aprieta con fuerza el mango de la rota katana.

Pero no debe dejarse llevar por la ira, no debe. Sin importar las inmensas ganas de matarlo, de vengar la muerte de todos sus compañeros caídos, su hermana y sabito.

Sin embargo, él habló.

Muzan, habló. Con voz calma y semblante imperturbable dijo, que Tanjiro Kamado, estaba muerto. El shock le aborda, y sólo incrementa cuando ve el cuerpo de él, Tanjiro. A unos metros de ahí, quieto.

El chico que peleó con él por evitar que matase a su hermana en el primer encuentro. El chico que cruzó una larga travesía para poder ser un cazador de demonios. El chico que se enfrentó a dos lunas demoníacas, casi al borde de la muerte; él quien, le hizo darse cuenta de que el sacrificio que su mejor amigo y hermana hicieron por él, no fue en vano.

No puede evitar sentir dolor al ver el rostro de Tanjiro. La mitad de su rostro, carbonizada, y una expresión de... ¿Sorpresa? ¿Terror? ¿Dolor? ¿... Agonía?

No lo sabe, sólo sabe que, lo que ve, no puede ser verdad.

Giyuu no quiere créelo. No puede. No quiere comprender que... Tanjiro Kamado, está muerto. Que ya no respira, que no está con ellos, que no está con él.

¿Por qué Tanjiro y no él? ¿Por qué? ¿Qué iría a pasar con su hermana? ¿Y los demás?

¿Por qué? ... ¿Por qué el mundo se empeña en quitarle lo que ama? ¿Lo que le importa?

El pecho le duele, le está costando respirar con calma y concentrarse. En serio Giyuu quiere, creer, que esto no es más que una mala broma.

Un maldito chiste.

Pero los acelerados latidos de su corazón, la confiada actitud de Muzan, le gritan en cara que: Esta es la realidad.

Que Tanjiro Kamado, se ha ido.

El sol, está muerto.

Y sólo hace frío.

Y mentalmente, Giyuu se promete a sí mismo que de una forma u otra, Muzan Kibutsuji, morirá ese día. Para que finalmente el mundo, pueda vivir y respirar en paz.

(Para que la calma en él, perdure.)

-Traumada Taisho

Me dolieron los spoilers. He aquí mi dolor. Nos vemos.