Cerré la ventana y me metí de nuevo en la cama.
Esa cosa... esa cosa estaba ahí, lo sabía, lo notaba.

***

??:??
Todo está oscuro. Ví en las noticias que todo se normalizaría hoy, pero no es así. TODO sigue igual.

08:37 p.m.

La señal... la señal de la televisión se ha perdido. No tengo más televisión.
La señal de la TV se ha ido, y... sigo oyendo ruidos afuera. Estoy empezando a perder la noción del tiempo. Estoy ASUSTADO. Muy asustado.

Levanté la vista de mi teléfono y miré por la ventana.

Gente.
Mucha gente.
Avanzando como zombis en esos videojuegos que tanto le gustaban a mi sobrino. Lentos, silenciosos... y se dirigían calle abajo, donde unas luces rojas que parpadeaban se movían de lado a lado.

Por dios.

Cogí una linterna que tenía en un cajón de mi cocina y salí por la puerta trasera, al pequeño "bosque" de coníferas y brotes que tenia detrás de mi casa. Mi casa no me parecía segura, y la curiosidad era increíblemente persistente.

Cerré la puerta con sumo cuidado y salí al exterior, cuidandome de que nadie me viese ni me oyese.

Cuando caminé ya un buen trecho, encendí la linterna, alumbrando el manto de hojas que adornaba el suelo.

Me pareció oír algo.

Encendí la cámara de teléfono y empecé a grabar, con el dedo justo encima del botón de apagado de la linterna.

Tracktracktracktrack.

Bum.

Apagué la linterna y sostuve el teléfono en dirección hacia donde había oído el ruido.

"La curiosidad mató al gato" recordé oportunamente.

Puse un pie detrás mía,  para poder salir corriendo si... si... hubiese algo.

¿Cómo iba a ser eso posible?, no sería nada. Seguramente un gato o una ardill-...

TRACKTRACKTRACKTRACK.

Ahora había una luz roja. Roja como la sangre.
Roja como mi sangre.

Esa cosa venía a por mi sangre.
Lo sabía.
Lo notaba.

Salí corriendo en dirección a mi casa, con la luz persiguiéndome a solo unos metros detrás mía.

Corrí en círculos para despistarla, luego me metí debajo de un puente viejo (el cual estaba desde hace un par de años e iban a derrumbarlo la semana que viene), desde donde observé.

Tracktracktracktrack.

Eso estaba encima del puente.

De repente, la luz roja hizo acto de presencia. Alumbró cada rincón del riachuelo donde estaba yo, salvo allí, debajo del puente.

La luz se acercaba cada vez más a mí.

3 metros.

Tracktracktracktrack.

2 metros.

Tracktracktracktracktracktracktracktrack.

1 metro.

Y, casi cuando la luz me iba a tocar, oí un grito a lo lejos.

La señora Fisherman.

Esa voz... era muy reconocible, junto con sus gritos. La señora Fisherman se pasaba todos los domingos gritando al repartidor por los desperfectos de los paquetes (que a veces ella misma se mandaba), y por eso yo... reconocía ese grito.

Su grito.

La luz tembló un poco, solo durante algunos instantes, y entonces, despareció. Al instante oí como algo saltaba al riachuelo; estaba muy oscuro, pero pude vislumbrar algo de esa cosa... era una... masa extraña que chapoteaba con el agua, tenia algo muy fino que le salia por todos lados, y... tenía unas patas de... ¿metal?

Esa cosa parecía un pulpo gigante.

Al rato volví a mi casa sin más percances y subí el video a Twitter.

01:40 a.m.
He... salido. He salido fuera, y he visto algo muy extraño que no puedo explicar... pero que sí les puedo enseñar.

***

Después de una oleada de mensajes de ayuda, decidí hacer algo que muchos de ellos me pedían.
Subiría al segundo piso y haría una foto del cielo.

Subí las escaleras, llegué a la ventana de mi despacho y me asome por la ventana cautelosamente.
Miré hacia arriba.

No podía ser.

Desde mi zona, las estrellas se veían bien, incluso a veces, muy bien. Me había pasado noches enteras viendo las estrellas con mi sobrino.

Pero el... el cielo, el firmamento, estaba completamente a oscuras.
No había nada.

??:??
No se ve nada. El cielo está completamente oscuro, sin estrellas ni planetas.
Todavía tiemblo por... por esa cosa, por lo que ví afuera. Eso era... horrendo. No sabía que era esa luz, pero me seguía.

***

??:??
Día tres. Todavía sin rastros de luz solar... el ambiente está enfriandose.

—¡Aaaaargh! —oí en la calle.

Solté el teléfono y miré por la ventana.

Oh.

Un chico, de poco más de... ¿Qué,  dieciséis años? Estaba corriendo calle abajo, perseguido por... no una, sino dos luces rojas.

Agarré el teléfono para grabarlo, pero el chico ya se había ido.

Me senté en mi sillón favorito, hecho de imitación de cuero.

Pobre chico.

¿Qué eran esas cosas?, ¿por qué perseguían a los seres humanos?

Ay dios.
¿Y si eran unos seres humanos haciendo una broma o algo así?

¿¡Por qué remarcaba todo el rato seres humanos!?

Me desplomé en mi cama y me dormí.

Ésta historia está basada en "hechos reales", pero hay detalles inventados (como la persecución o la señora Fisherman) para el deleite del lector.

Al fin y al cabo, nadie quiere leer algo aburrido, por lo que se podría decir que... estoy tergiversando la verdad hasta cierto punto.

Yo no soy el primero ni el último que dirá que esta historia es verdad, por lo que diré: ...¿Y si es verdad?

~KDickwars705