Una verdadera pesadilla
Las 4:23 de la mañana, y escucho abrirse la puerta del garaje, acaban de llegar, y como a Lior le gusta presumir su auto fueron y vinieron en él, así que si o si, deberán pasar por el gran gimnasio antes de llegar a la casa principal.
No soy un psicópata, lo juro, pero ahora mismo no sé que es lo que me está pasando, quizás y sea la rabia, simplemente, yo no puedo con este sentimiento.
Me paro en la puerta que da al patio, esto no es una buena idea, no lo es, en ningún sentido lo es, pero ¡Dios! La besó, y quizás sienta cosas por ella, quizás, pero seamos honestos, lo hizo para provocarme, para hacerme sentir basura, como si hiciera realmente falta. Ya me tiene como miserable, ahora también me humilla.
Las risitas me anunciaban que se estaban acercando, y sea lo que sea que tenía dentro de mí se hizo más grande, intenté calmarme, respirar profundo. ¡Con un demonio! Que todo eso se vaya a la basura.
Cuando lo ví supe que no había fuerza en el mundo que pudiera pararme, ellos me miraron sin sorprenderse, como si esto fuera tan predecible. Yo no podía creer que los ojos de Zafiro se tiñeran de una fría oscuridad, pero esa era la versión que estaba viendo ahora mismo.
—¿Aún despierto? —me pregunta ella enarcando una ceja, ¿me odia tanto? mi corazón se hace añicos, como si lo tomara en sus manos y lo volviese polvo.
Sé que la niña está enojada, y aún, no teniendo ese lado tierno y tímido me enloquece, ¿cómo es posible que la quiera tanto? cuando ni siquiera me mira como lo hacía antes ¿Por qué me invade la cabeza? ¿Qué pecado es el que cometí que merece tal castigo?
Quisiera agarrarla, tomarla entre mis brazos y borrar ese beso o al menos quisiera haberlo hecho antes que Lior, pero no, mi vida está marcada por la amargura.
—Necesito hablar con Lior —digo cayendo en sus encantos, Dios, siendo tan fría me derrite el cuerpo por completo, como si su seguridad la hiciera más atractiva.
—Habla pues —contesta colgándose del brazo del muchacho.
—Yo no necesito pedirte permiso Zafiro —respondo con autoridad a ese gesto— Soy el líder de los Nemosorum, y tú eres una invitada a esta casa, y si yo digo que necesito hablar con Lior es porque estoy siendo amable contigo. ¡Vete! —ordeno enojado, cuando Lior la toma de la mano y la separa de él.
—Vete Amit —pide Lior con la voz queda, mientras se revuelven mis tripas por escucharlo tan tibio.
—Me iré —Zafiro me mira a los ojos desafiándome, y por todos los cielos, eso hace que la desee más— Porque me lo pide Lior, el rey de los Nemosorum, no por que lo hagas tú Hugo.
Ella se marchó a pasos tranquilos, cuando vi que ya entraba a la casa, me pasé la mano en el cabello y quedé frente a frente con Lior quien no paraba de sonreír, sus ojos estaban iluminados y llenos de felicidad. Lo cual me daba más ganas de romperle la cara.
—Tienes un problema un Hugo... —dice triunfante— Yo siempre fui el chico malo y libidinoso, tú le mostraste a un niño enamorado, y luego descubrió que siempre fuiste el villano, es imposible resarcir tu alma así.
—Me estás diciendo que por eso te prefiere a ti...
—Te estoy diciendo —se acerca a mí tanto que sus ojos están a centímetros de los míos— ¡que te alejes de ella! Ella ya no te quiere, ni siquiera le causas dudas. No te quiero cerca, pero debo admitir que tuvo sus ventajas que hayas estado en la disco, gracias a eso fue ella quien me pidió que la besara...
No debió decir una palabra más, mis puños estaban sobre su rostro, lo golpeé tan fuerte que no tardé en volver a encestarle otro, él se defendió, dándome también algunos puñetazos, cortándome la piel con cada golpe.
—¡Mereces morir Lior! —digo cuando lo tumbo al suelo— Si no fueras un Nemosorum juro que te arrancaría la piel, hasta que me pidas perdón.
—Hugo, no importa lo que hagas —ríe desquiciadamente mientras escupe sangre de la boca— Nada podría cambiar el hecho de que ella me besó, fue como comerme la fruta más deliciosa del planeta, sus labios son suaves... y tú nunca sabrás lo que se siente. ¡Jamás!
Lo volví a golpear con tanta furia, pero estoy luchando contra un Nemosorum, y reglas no existen así, me rodeó de energía y me arrojó contra la fuente del patio, luego corrió hasta mí, pero yo lo tomé de la camisa y comencé a pegar su estómago mientras intentaba meter aire, nada calmaba mi furia, ni ver que tengo más fuerza que él.
Cuando estaba por noquearlo me quedé quieto, mi cuerpo entero se paralizó, al igual que el de Lior, quien estaba riendo apenas, su rostro estaba hecho puré, pero aún así tenía fuerzas suficientes para reírse de mí.
—¿Qué se supone que están haciendo? —pregunta Ader mirándonos, como ninguno hablaba nos inyectó energía para que sufriéramos y terminemos hablando. Ambos gritamos de dolor, pero al fin Lior soltó una risa y habló.
—Verá señora Odeim, creo que Hugo está un poco celoso, porque su ex novia me besó, o yo la besé, el punto es que nos besamos.
Ader lleva sus ojos hasta mí, cuando aprieto mis labios con fuerza, confirmando con mi silencio que lo que él dice es verdad.
—Amit no es un botín de guerra —dice Ader cruzándose de brazos— Si van a pelear, háganlo fuera de aquí, y la próxima, intenten ser leales a sus juramentos. No me importa quien empezó, o si el culpable de esto es Lior, no podemos pelear entre nosotros, eso derriba la unidad de los Nemosorum, y si quieres recuperar a tu ex novia más vale que busques la forma, matando a Lior sólo empeorarás las cosas.
Ella nos suelta y al fin podemos movernos. Ader nos mira con reproche y desaparece de la escena, dejándonos de nuevo solos. Entonces vuelvo a sostener la camisa de Lior y lo traigo hasta mí.
—Te haré sufrir, como sea —amenazo— Me vas a pagar haberme engañado para quedarte con ella, y tarde o temprano voy a usar tus puntos débiles en tu contra, no te creas tan seguro imbécil, tú también la estás engañando, y si yo en verdad quisiera, se lo diría... no olvides que puedo encontrar a Dara más rápido que otro, y si lo hago Lior, más vale que me mates, porque juro que haré que Zafiro lo sepa todo. ¿Quién será el que quede mal allí? Rey de los Nemosorum...
Cuando dije esto fregué mis nudillos con fuerza, lo único que me tiene feliz es que soy más fuerte que Lior, por el momento. Pero en verdad, si yo no recupero a Zafiro, haré hasta lo imposible para que sea otro el que lo haga, aunque me duela el alma. Al fin y al cabo, estoy en medio de una verdadera pesadilla, lo otro no sería tan doloroso como esto.
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