Todas las cartas sobre la mesa
Estaba furioso por haber perdido los cabales ante Helios, pero más me enfurecía que Lior haya salvado la situación.
Teníamos al Inmortal y al Perdido encadenados. Ámbar en compañía de Aramí los estaban interrogando y gracias a eso tenemos información vital.
Los Inmortales desean que la bóveda no se abra, pero quieren meter en la fisura provocada por la muerte de Zafiro a varios demonios para que consuman almas y así alimentarse energéticamente para destruir a la humanidad, entonces al abrir la bóveda, la pelea divina será entre Iluminados, Inmortales, Demonios y Ángeles, lo cual será beneficioso para ellos, tendrán tantas almas putrefactas que su energía será ilimitada y destruirán a los Ángeles.
Si eso se cumpliese, la tierra será el primer paso para conquistar el mundo y el escalón que los llevará a otros universos, para así crear su propio paraíso.
Lo otro que nos enteramos es cuán importante es despertar a Zafiro, y que para hacerlo necesitamos a su hermano, pues él talló el bastón.
El Perdido soltaba está información mientras Aramí le introducía energía en medio del pecho y los gritos se escapaban de todo su ser.
«Los hemos seguido, y sabemos cómo despertarla, sólo usa el maldito bastón, necesitas la sangre de Ander y repetir la invocación de los Inmortales»
Todo estaba claro, los cabos atados, ahora sólo me faltaba esperar el momento exacto.
Reuní al grupo de chicas, más a Lior, mientras Ader e Iam se encargaban de Alex.
Quien por cierto, está mejor, gracias a que la piedra la ayudó a sanar, nuestra deducción es que la piedra sintió su herida y fue hasta ella. Lo cual es un punto más, ahora sabemos que esa piedra le corresponde a Alex.
—¿Es arriesgado? —pregunta Dana mientras pasa su dedo sobre la mesa, recorre el plan palabra por palabra, y luego me observa detenidamente mientras vierto algunas sombras sobre un cubo.
—Lo es, es la primera vez que usaremos esta técnica fuera de entrenamiento, pero es nuestra oportunidad.
>>El efecto de la daga Naim sobre Tamirá durará sólo unos días, y si Ebe hizo un gran trabajo curando a Helios, nos queda menos tiempo, debemos aprovechar ahora que su sangre sigue fresca en la daga.
—¿Y que hay de Zafiro? ¿cómo la despierto? no tenemos la sangre de Ander.
—Pero tenemos esto. —Iam viene de la puerta hasta nosotros, dejando un pedazo de cristal—Estaba en el bosque de ojo de mar, es la sangre de Zafiro, acabo de mezclarla con un poco de la sangre de Alex, no la traerá de regreso, pero la despertará por unos segundos, lo suficiente para romper el muro que la protege.
—¿Cómo está Alex? —pregunto cuando Ross toma las sombras que van regresando y las mezcla en el cubo.
Las sombras que están volviendo son las que yo liberé luego de la batalla con Helios, ellas lo que hicieron fueron unos túneles en el aire, con la energía que liberaba Helios, para poder de esa forma unirnos a él en cuanto yo termine el cóctel de energía que vengo mezclando.
—Ahora, Lior, ve por Dara, estoy seguro de que a esta hora ella debe estar cargada de rencor y odio hacia Helios.
—¿Por qué estás tan seguro? —pregunta él encendiendo un cigarrillo.
—Porque no dejará que una traidora esté en su escuadrón.
Estoy más que seguro que Helios no permitirá que Dara continúe estando con los Dominis, y muy probable le dé un castigo ejemplar, este es el momento para aprovechar.
—Vamos, no hay tiempo que perder, ya siento débil la conexión.
—Volveré junto a Alex. —Iam se retira, dejándonos al escuadrón principal.
Las chicas van por sus cosas, dejándonos en la sala sólo a mí con Lior. Comienzo a preparar la combinación del bastón con el cristal de la sangre de Zafiro.
—¿Qué pasa si la despertamos con eso? —pregunta Lior acercándose más, acariciando el bastón.
—Muy probable se genere algún tipo de vínculo, con quien la despierte. Pero no lo sé, el tiempo es muy corto, esto no bastará para que ella en verdad despierte.
—¿Tienes idea de qué es lo que ella pensará?
—No, hay más cosas que sólo despertarla, es decir, aparte de eso, debemos averiguar cómo redireccionar lo que siente, es difícil, no me gustaría que fuera como su madre. Pero sí sé que es muy probable que despierte con una mezcla de emociones.
—Interesante, esto dejará un terrible hoyo en el autoestima de Helios, y ni qué decir al golpe terrible que representará a los Dominis.
Yo no puedo de tanta felicidad, pues es verdad.
Termino mi mezcla de energía y sombras, para pasar el cubo a Lior. El bebe lo que hay dentro, esa sustancia viscosa y vaporeante se ve asquerosa.
—Llévaselo a las chicas —ordeno mientra me giro para también dar la piedra a Lior— Ustedes llevarán la roca, mientras vas por Dara, yo iré por Zaf...
—Tengo una mejor idea —la palabras de Lior vinieron acompañadas de su brazo rodeando mi cuello—. Es mejor que te quedes a descansar jefe, no te preocupes, traeremos a tu preciada niña...
En eso me aplica energía en el cuello, paralizando por completo mi cuerpo, parecía como si me estuviese sumergiendo en el agua.
Maldita sea, Lior acaba de ver todas mis cartas sobre la mesa.
—Y amigo, no te preocupes, ya encontré a Ander.
Fue lo último que escuché para al final caer ante la oscuridad de mi ser, la luz se apagó y la desesperanza se apoderó de mi corazón.
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