—Amit —Lior entraba a mi cuarto mientras yo estaba jugando con mi energía, realmente estaba jugando con unas sombras que vinieron a mi habitación, les cargaba de energía y hacía que creen una sombra, como una sombra bebé, era gracioso, al menos para mí lo era. Lior miró atentamente mi juego y quedó con las manos sosteniendo su tablet, como si fuera algo que le ayudaba a tener equilibrio— ¿Cómo carajos hiciste eso?

—No sé, yo sólo estaba jugando y bueno, es divertido.

—Estás creando sombras de sombras.

Me encogí de hombros, es decir ¿y? yo puedo hacer lo que sea evidentemente pero la gente se sigue sorprendiendo, ya pasé esa etapa de mi vida, ahora sólo quiero divertirme con lo que vaya descubriendo, no asustarme o rechazar lo que sé hacer.

—¿Tienes un problema con ello?

Lior negó con la cabeza, como si algo bueno pudiera salir de todo esto, así que sólo apreté mis labios y me volví a encoger de hombros, como esperando a que reaccione, a que deje de mirarme como tonto al menos.

—Amit, cada día me gustas más —sonríe al fin, y esa es la reacción que yo esperaba, no quería que llame a todo el mundo a contar esta habilidad, o que me diga que era especial, o que no debería hacer eso o en contra partida que debía dedicarme a hacer eso, en fin, no quería un sermón, ni adulaciones, simplemente quería disfrutarme.

Lior baja la tablet sobre mi mesita de luz y se recuesta de mi lado, yo lo miro con algo de recelo, es decir, algo trae entre manos, lo siento, mi piel se eriza cuando hay algo tras él. Se acerca más a mí, y ahora termino sonriendo, porque no voy a negarme que me gusta este chico, por favor, es bellísimo y por eso le sienta bien ser un promiscuo.

—¿Qué quieres hacer esta noche? —me pregunta muy suavemente, permitiéndome explorar algo de placer en su voz ¿cómo lo hace? Volví a encoger mis hombros, supuse que volveríamos a la disco— Ader me dio libre esta noche, me corrijo, nos dio libre.

—¿Hugo ya no da las óordenes? —pregunto alejándome un poco más, si bien me encanta su cercanía, nunca estuvimos tan pegados en un sitio tan íntimo, en consecuencia él terminó acercándose más a mí.

—Sigue, pero las da a través de Ader, él no está en la casa, fue a buscar a Dara, tengo entendido, y algún indicio de la llave.

—Deberíamos ser nosotros los que busquemos a Dara —respondo mordiéndome el labio.

— No hermosa, el trabajo sucio dejalo a él, tú tendrás tu venganza luego bella ragazza mía.

— ¡Oh Grazie amore! —respondo algo llena de añoranza, en casa mamá y papá solían hablar en italiano. <<Che sarà sarà>> decía mamá cuando estaba en un pico de estrés alto a causa de tanto trabajo. Los extraño.

—Bene placito. —no pude evitar sonreír al escucharlo decir eso, es más, me encantó, su tono fue tan subido que sonaba a puro coqueteo— Amit... —susurra— ¿Te ha gustado estar conmigo estos días?

—Por supuesto —respondo mientras él acorta más la distancia— He vivido algo nuevo, nunca me imaginé que estaría con alguien en una disco...

—Y la besarías a cada rato, mientras tomas un poco de alcohol... —completa— Ahora estás muy sobria —Se sube sobre mí mientras yo voy deslizándome en la cama hasta quedar totalmente acostada, ¿qué diablos estoy haciendo? pero me encanta este lado pasional y carnal, hormonal diría yo— Pero aún así no me alejas...

—Lo dices como si me hubiera emborrachado las noches anteriores.

—No hace falta, vi como a la gente el simple hecho de estar en un lugar con la música a tope las trasforma, es como una droga...

—Y crees que sólo me dejé llevar con la locura...

—Sí... —dice bajando hasta mi rostro— Si no quieres que te bese, es el momento de alejarme.

Quedé en silencio, sintiendo su calor, su perfume, esperando a que lo hiciera, no lo voy a negar, me hacía sentir una persona real cada vez que me besaba, y ahora, esta situación, hasta me hace creer que la sangre en verdad circula por mi cuerpo, y que no es realmente sólo la energía la que la empuja en mí, si no que soy una persona normal, con impulsos normales.

—Dime lo que sea Amit... —suplica más cerca.

—Hazlo —ordené cuando atacó, como si yo fuera el manjar más delicioso del planeta, sus labios eran gruesos, y provocaban que mi cuerpo entero sintiera su furia, su placer, y eso me encantaba.

Al final terminó tirándose por completo sobre mí, permitiéndome reconocer su peso, su forma, mis manos inmediatamente subieron a su espalda y él enloqueció, como si acabara de darle lo mejor de la vida, el beso se volvía más intenso, causándome sensaciones que no sabía podía experimentar, mi cuerpo se volvió fuego, y de nuevo sentía mi corazón.

La respiración de Lior me traía de nuevo al mundo de los vivos, como si eso me permitiera estar completamente sobre la tierra, como si me ayudara a ser real.

De pronto bajó a mi cuello, y su mano fue a mi cadera, bajo mi remera, tocando mi piel, pero terrible el destino que nos castiga, justo tocó un recuerdo. Mi piel sangrando, las manos de Helios sobre mi piel, él enojado porque acababa de cortarme.

—Espera —ordené, y cuando lo dije Lior saltó de la cama, se veía en su rostro algo de arrepentimiento, pero el placer había hecho su trabajo en otro lugar de su cuerpo ¡Demonios! Soy una tonta, lo tengo todo con él ¿por qué me pasa esto?— Lo siento —digo sentándome de golpe en la cama y tapándome el rostro— Yo realmente lo estaba disfrutando Lior, juro que lo estaba disfrutando.

—NO, no, no, no —Se vuelve a acercar a mí sonriendo— Lo siento yo —sonríe amablemente— Tengo un hábito un poco desagradable de que antepongo necesidades...

—Fisiológicas... —completo sonriendo— Yo lo estaba pasando bien, pero...

—Recordaste algo... —aprieta sus labios y creo que es lo que se imagina.

—No, Lior, yo nunca me acosté con nadie...

—Lo sé, y eso lo hace aún más doloroso —vuelve a sonreír— Pero déjame decirte que me encantas, y quizás no deba ser así nuestra relación, es decir... quizás no deba corromper tu vida...

—A mí me gusta —digo cuando le doy un beso apasionado.

—O —habla como embriagado— Sólo debo esforzarme un poco más para ser yo el único.

—Eres el único —aseguro— Sonríe.

Lior se levantó de nuevo, rodeo mi cama y tomó su tablet, para luego aclararse la garganta mientras yo lo miraba con atención.

—Voy a salir, no tardaré Amit, sólo, no hagas nada sin mí...

—¿Te vas? ¿Dónde? —pregunto con miedo cuando viene a darme un beso en la frente— Tengo algo que hacer, tengo un socio, estratégico, que aún no puedo revelar quien es, pero te adelanto eso, ¿si? Piensa a dónde quieres ir esta noche, te llevaré.

—¿Y si sólo quiero que terminemos esto que iniciaste?

—No hermosa, por hoy, sólo un baño de agua fría para mí y para ti, hasta que superemos esos incómodos recuerdos.

—No quiero bucles —digo recordando que Helios hacía eso.

—No mi amor, borraremos eso escribiendo nuevas historias sobre tu piel. Nos vemos luego, y no olvides pensar a dónde iremos.

Solté mi respiración resignándome a su partida, y preparando mi cuerpo a no sentir nada por las próximas horas, ojalá no tarde tanto.