Sólo amigos

La música de la discoteca me traía recuerdos de la última vez que pisé una.

Aquella vez venía a la defensiva con respecto a Alexandra y ahora simplemente ella me preparó la ropa y me peinó.

La gente comenzaba a llegar cuando apenas daba las 22:00 el reloj, desde este balcón podía distinguir quienes eran Nemosorum, quienes venían por primera vez y quienes ya tenían el alma oscura.

Recorro el pasillo del balcón hasta llegar al Box en donde se encuentra Lior, rodeado de chicas por cierto, cuando la música golpea mi pecho llenándome de una rara sensación, como si quisiera ir a esa pista y bailar.

—¡Y está muy bien así, por hoy no pienses más, yo sé que lo necesitas! —gritan las chicas en coro cantándome, como si yo fuera su amiga.

Ellas continuaban la música de Tan Biónica cuando Lior viene hasta mí con un vaso de licor. Yo lo tomo mientras lo veo contonearse, en verdad es un buen bailarín.

—Recuerdas cuando te canté, me gustas...

—Tanto, de Babasónicos, no, no lo olvido, fue una de las más raras experiencias de mi vida. —río cuando pruebo el licor, es la primera vez que tomo eso.

—En verdad me gustabas un montón, no era simplemente capricho —me asegura cuando me saca el licor y lo bebe— Confieso que te espiaba...

—Aquella noche en Ojo de Mar, cuando llamé a Hugo...

—Sí, estabas en una bifurcación, yo estaba allí, ví los cortes que te hiciste, pero sólo te miraba los pechos, lo siento —él se mata de la risa cuando le vuelve a dar un trago al licor, me lo pasa y lo rechazo.

—Lo sospeché, es decir, en verdad creí que sí, estabas allí, pero, bueno cuando eso no tenía idea de que podías hacer esas cosas.

—Ni Hugo sabe que hice eso, yo estaba loco, muy loco, sólo tenía ganas de ver más de ti.

Miro a la gente que está en la pista bailando y me pregunto qué pasará por sus cabezas, estarán confinados a una existencia llena de incertidumbre como yo ahora, o simplemente están olvidando penas, conociendo gente o liberando hormonas.

—Me dices todo esto ¿por? —inquiero al fin.

—Aquí te enteraste que Hugo era un Nemosorum —alza la voz sobre la música— Esa noche estaba aquí mismo, viéndote, ¿lo recuerdas? —Afirmo con la cabeza mientras da otro trago— Esa noche rogué que a Hugo le saliera mal todo, hasta que Helios apareció, fue un regalo del cielo para mí.

>>Hugo estaba herido, Helios furioso, tú confundida. Para mí fue el mejor éxtasis de la vida, tú simplemente te convertiste esa noche en un objetivo, y dejé de verte como alguien a quien quería. No, no estoy enamorado —asegura riéndose, y en parte oír eso me alivia, porque en verdad quiero a Lior, pero no sé si lo quiera así, es decir, tenemos un vínculo, uno muy importante, pero por un lado me hubiera gustado escuchar que sí lo estaba. Digamos que es Ego.

—Entonces ¿ya no te gusto? —pregunto apoyándome contra el barandal.

Lior me mira de pies a cabeza y se acerca mucho a mí, la verdad su cercanía no me molesta, ni me sorprende. Se siente divertida, y cálida.

—Eres veneno Amit —confiesa mirándome con los ojos cargados de lujuria—. Ya no me gustas, me encantas.

El ritmo de la música me provocaba, era como si prácticamente me invitara a querer estar con Lior, a jugar este juego tan peligroso con él. Al fin y al cabo todas las noches nos tocará venir a ensuciar almas.

—¿En verdad? Es decir, lo dices en serio, o sólo me ves como tu oportunidad para romper a Hugo en mil pedazos —me acerco a su oído para susurrarle— Ya vi a Hugo mirándonos desde el otro box, no soy tonta.

Lior me agarra de la cintura y termina levantándome el mentón, yo quedo mirándolo un tiempo cuando se le escapa una risa, la cual termino acompañando.

En verdad, Hugo me mintió, me hizo sentir una tonta, porque yo no quería ver, lo que todos me gritaban, lo defendí hasta el final y la verdad a mí no me molesta que encontremos la forma de molestarlo.

—Si bien —me dice sin soltarme— Amo torturarlo, yo en verdad quiero besarte esos labios color durazno desde que te vi esta tarde en la habitación.

Un beso, sólo Helios lo había hecho, y en parte me da miedo, olvidar lo que sentí cuando Helios lo hizo, pero ver a Lior morderse el labio inferior, no puedo negar que se ve muy bien.

Y para ser honesta, me encanta estar cerca de él porque las sensaciones son más reales, no parecen de mentira, mientras más cerca estoy a él, más capto la brisa y las emociones.

—¿Y qué esperas? —pregunto en un suspiro cuando me suelta al fin.

—No lo sé, al fin y al cabo creo que te tengo miedo... o que todo esto se vuelva raro —dice con verdadero miedo en sus ojos.

Sonrío, y sé a qué se refiere; que me ha pasado más de una vez, y he sufrido por ello, si bien fueron sólo horas la sensación de que todo se vuelva nada al segundo es horrible.

—¿Comenzamos? —pregunta Lior cuando me agarra de la mano y libera sombras de su cuerpo.

—Claro —respondo soltando energía, y en menos de un parpadeo, las sombras se multiplicaron y la oscuridad invadió toda la disco, las almas eran negras, tan negras que no hacía falta hacer nada más.

Al rato todos estaban gritando de felicidad, el alcohol salía más rápido de la cantina y la droga corría de mano en mano como esquela de 7mo grado.

—¿Decías en serio lo del beso? —pregunta Lior acercándose más a mi costado— Quiero decir ¿quieres que deje de esperar?

Sonrío con algo de timidez, si bien Lior es mi vínculo de muerte y un buen amigo, es sexy, y sí, muero por hacerlo, porque me llena de sensaciones, que cuando se aparta dejo de vivirlas.

—Si nos besamos ¿seguiríamos siendo sólo amigos? —pregunto mordiéndome el labio y mirando los suyos, quizás es el pecado del lugar, la música, o los ojos de furia de Hugo. El licor... o todo junto, yo sólo quiero vivir una locura ahora mismo.

—Podría convertirme en el mismo ejemplo de pureza si me dejaras besarte, olvidar mi nombre, y ser hasta tu perrito faldero si quisieras.

—Me conformo con tu palabra de que seremos sólo amigos...

No debí recibir respuesta alguna, Lior me volvió a estirar, y sin esperar me llevó a sus labios.

¡Oh cielos! El muchacho sabe lo que hace, y con ese simple acto, más sombras salieron de su cuerpo, y del mío la energía se liberó a todos los sentidos.

Mientras Lior me agarraba de la cabeza y me sacaba el aire, lo podía sentir, tan emocionado, su respiración se agitaba y todo su ser se volvía fuego.

Me encanta, porque siento mi cuerpo de nuevo, y el aire que entra en mí se siente fresco, nada parece de plástico, si no que realmente me siento viva.

Cuando él se separa de mis labios, ninguno de los dos podía dejar de sonreír, hasta que a mis manos saltaron piedras negras, acababa de convertir almas negras en las preciadas piedras que necesitaban los Nemosorum, tenía como 6, creo que tengo un gran alcance ahora.

—¡Vaya! —dice mirándome maravillado— ¿Me volverías a dejar hacer eso mañana?

—Tal vez...

El sonido de vasos rompiéndose me dio la pauta de que acabamos de molestar a alguien. Me giro y veo la mesa del Box de Hugo tumbada en el suelo, creo que a él no le agradó ni un poco lo que acababa de ver, y sinceramente eso me da felicidad absoluta.

El único problema de esto, es que acabo de despertar un terrible recuerdo. Lior es genial besando, pero esto no se compara de ninguna forma a lo que viví con Helios, creo que deberé besar más a mi amigo para borrar este terrible recuerdo.

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