Rompecabezas

—¿Sientes tu cuerpo?

La voz me era muy familiar, yo miraba alrededor pero mis ojos no lograban enfocar en nada.

—¿Sientes tu cuerpo?

Repite y esta vez su voz se va como eco, se difumina con el sonido del agua goteando sobre agua. Reconozco la voz, es de ese hombre que aparecía en mis sueños; de mi padre. Lo busco desesperada, cuando al fin su figura se dibuja ante mí.

—¿Papá? —mi voz es un hilo, mientras que el frío invade todo mi ser.

—¿Sientes tu cuerpo? —repite mientras camina hasta mí.

—Sí... creo —respondo confundida.

—¿Cómo te sientes ahora?

—Horrible, tengo náuseas, mi cabeza parece un panal de abejas.

Llevo mis manos hasta mi cabeza que realmente no ha parado de zumbar, mi padre viene hasta mí y coloca su mano sobre ella, la presiona levemente provocándome la sensación de que se descomprimió.

—¿Estás mejor? —me encojo los hombros, porque no se qué es sentirse mejor en este preciso momento— Bien, lo importante es que estás a salvo, Lior ya te llevó hasta la guarida de los Nemosorum, asi que, estás segura de los Pérfugas y los de la Orden de la las Rosas.

—Aldebarán —le digo apretando con fuerza ni puño— ¿Qué haces aquí? me visitas cuando sabes que soy una Nemosorum y que he tomado el camino del mal, sabes que voy a entregar el collar a Dorot, y que pretendo abrir la bóveda... ¿Por qué estás aquí?

—En realidad, eres tú la que apareció ante mí —dice serio— Yo no podía acercarme a ti, pues eres una Astram, como tu madre, por ende, es como si me cancelaran las visitas, pero aparentemente algo cambió en ti, quizás Ander logró ejecutar su plan, no lo sé, sólo apareciste, y por más malas decisiones que tomes, eres mi hija, no dejaría que te ocurra nada malo siempre y cuando pueda evitarlo.

—¿Pudiste evitar mi muerte? —pregunto desesperada.

—No mi amor, es más, no fue hasta hace poco que me enteré que habías muerto.

—¿Pero cómo?, yo te vi cuando mi alma se iba, tu estabas allí.

Mi padre acaricia mi rostro y me invita a caminar, yo lo sigo, pues necesito saber qué es lo que tiene para decirme.

Realmente me duele esta situación, y a medida que vamos dando los pasos me pregunto si hubiésemos sido una bella familia, si nada de esto pasaba, si Ader no moría, ¿íbamos a estar ahora sentados en casa? ¿Ellos me enseñarían a usar mi energía de la forma correcta? ¿Mis hermanos y yo seríamos unidos? todas esas preguntas me comen el alma.

—Realmente, viste un augurio hija, no me viste a mí. Es decir, es como tener una pequeña visión de un futuro muy lejano.

—Estabas tú y la niña, Nuria, ambos parecían tristes, como si me estuvieran despidiendo.

—Quizás en algún futuro algo así ocurrirá, y cuando estemos allí será la única forma de saber lo que ocurrirá.

—ENTONCES... ¿Todo está predestinado?

Mi padre sonríe cuando hago esa pregunta y se para en medio de la nada para luego voltear a mí y ofrecerme asiento en las rocas que rodean este inmenso desierto.

Las luces de los hilos que atraviesan los 17 universos brillan con mayor fuerza y todo mi ser se da al placer de disfrutarlo.

—No, nada está escrito, nada, ni lo que los Naims, los Pérfugas o Tamirá vea en futuros posibles, tu muerte bloqueó todo patrón legible del futuro lejano.

Él se acomoda en la roca, para luego remangar su camisa y mostrarme que en la muñeca llevaba un tatuaje, el de las 4 hastas, ese símbolo que veía en las cartas de la Nona.

—Hija, así como existe la Orden de las Rosas, también estamos los Dominis Domo, somos un grupo de personas que decidió velar por los Dominis, cuidarlos, protegerlos, y guiarlos, somos la primera organización de personas que saben bien qué es lo que ocurrirá o lo que debería ocurrir, para que las cosas salgan bien... o mal.

—¿Por qué me cuentas esto? Yo soy el enemigo papá —aseguro, si bien quiero más información, me gustaría entender por qué me la revela sabiendo que soy una villana.

—Porque debes saber que lo que conoces es un grano de arena en un inmenso desierto.

»Dominis Domo, significa Cuidar Dominis, en el idioma de los antiguos, y es lo que hemos hecho, hasta que te fuiste.

»Hija, hay una tablilla, que tiene Hugo, sólo tu puedes leerla, pero leerla realmente, es muy importante que la traduzcas y sepas realmente qué es lo debemos prevenir, Qué es lo que debes hacer, como Nemosorum o como Dominis, en esa tablilla encontrarás las respuestas a las preguntas que nos hemos hecho todos, debes buscarla.

—No entiendo nada, es decir, si voy por esa tablilla, ¿qué se supone que voy a traducir? yo no sé el idioma de los antiguos.

—Es lo que tú crees, sólo tú puedes resolver este rompecabezas.

Cuando mi padre me dijo eso, el brazo me volvió a arder, mientras que mi cuerpo entero se entumecía.

—Esa es Lucía —dice tomando mi brazo y pasando su energía para calmar mi dolor.

—¿Cómo? —no entiendo su acusación, yo no vi a Lucía hoy.

—Recuerdas en el campamento, cuando estabas en la casa de tu tía Vicky...

—¿Mi tía? ¿La tía de Andree? —él me afirma con la cabeza y quedo más confundida.

—Es mi hermana —revela, cuando mis preguntas se acrecentaron— Pero no.recuerdas cuando ella te atacó y arrojó esa aguja de energía.

—¡Mierda! Sí —lo recordé, me arrojó eso y me dijo que vaya donde croan los sapos.

—Bien, cuando ese Pérfugas te hirió con su uña te introdujo algún tipo de toxina, que te debilitó y activó ese bucle, Lucía en verdad quiere hacerte daño Amit.

—¿Y que hace esto? —pregunto desesperada— Digo, qué beneficios saca con esto.

—No lo sé mi amor, pero la única que puede bloquear eso, es Berenice, así que busca la forma en que tu abuela te ayude.

¡Maldita mierda! Cómo me acerco a Berenice, resuelvo este rompecabezas y continúo siendo una Astram en medio de todo este lío.

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