Perdido...
—Hugo, despierta —es Dana quien llama—. ¡Hugo, Hugo!
—¡Mierda! —digo abriendo los ojos y frotando mi cabeza, me duele todo— ¿Cuánto tiempo me durmió el idiota de Lior? —pregunto mientras tomo asiento.
—18 horas exactas —reponde pasándome una botella de agua.
—Jodéme —respondo abriendo la botella mientras Dana me da una palmada en el brazo.
—Deja de ser tan grosero —insiste entrecerrando sus ojos.
—Lo siento... siento como si tuviera una resaca —me llevo ambas manos a la cabeza, una sostiene la botella en mi sien.
—Agradece que sólo sientas eso, un humano promedio ya estaría muerto.
—¿Por qué me despertaste Dana? —digo arrojándome de nuevo a la cama—. Hubieras dejado que duerma bien, son las 23:33... maldita mierda ¿Qué es esa música? —protesto al oír una fiesta proveniente de algún lugar de por aquí.
—La razón por la que te despierto, Alex está haciendo una fiesta al más puro estilo suyo, y llaman a cenar, quería que te buscara.
—Festejamos noche buena y somos los lacayos del mal... eso es hipocresía.
—Como si los humanos no lo fueran Hugo... —dice ella estirándome para que me ponga de pie.
Sigo a mi hermana hasta la puerta cuando mi tío y mi tía nos toman por sorpresa en la entrada de mi habitación.
—¿Estás bien? —dice el tío Candy— ni bien llegamos, Ross nos contó lo que ocurrió y...
—Estoy bien —digo disgustado— no tengo cabeza para hablar, acabo de despertar. Rayos, esa música está matándome.
La tía viene hasta mí y coloca una mano en mi cuello; me está pasando su energía. Ella es doctora, bueno, era doctora, y sabe cómo curar cualquier tipo de herida, menos las del corazón, es lo que siempre dice.
Mi cuerpo se refresca de inmediato, cuando ella nos empuja de nuevo a la habitación.
—Irás a bañarte, te afeitarás, y te pondrás elegante, quiero que calles a todos, quiero que Lior no sea el que lleve todas las miradas, ¡quiero que seas tú! —miro a mi tía con la boca abierta, pero a fin de cuentas no podía decir que no, ya me arrojó al medio del baño entre empujón y empujón, así que no me queda de otra.
En fin, hice todo lo que ella me pidió, me desvestí, me metí bajo la ducha, me afeité el rostro, enjaboné mi cuerpo unas 15 veces con mi jabón característico de canela y jengibre, me lavé la cabeza y por último me pasé una toalla a la cintuta, al salir tenía en la cama una ropa muy decente; un vaquero azul marino y una camisa blanca, me vestí rápidamente y salí directo a la selva.
En el piso de abajo las luces de colores golpeaban mis pupilas, la música era ensordecedora y la gente estaba ebria, todos son Nemosorum, todos tienen tatuado el símbolo en alguna parte de su cuerpo, hay jóvenes y adultos dejándose llevar por la fiesta, bebiendo alcohol, fumando, otros drogándose. Intento apartar de mi cabeza la imagen de la joven inclinada sobre la mesa de vidrio, porque ya sé que lo que hace es inhalar coca y camino hasta Dana quien se está tomando un helado de esos en paleta.
—Nunca hizo una fiesta con tantos Nemosorum —digo ya a lado de mi hermana mirando a las personas enloquecer.
—Nunca —repite—. En fin, sólo disfrutemos de la noche... ¿te parece?
—Sólo estoy aquí para hacer de figura —respondo mientras tomo algo de aire.
Entre música y música, siento un destello pasar ante mis ojos, las sombras de mi interior se agitan, suele pasar en estos días festivos, los humanos se ponen más sensibles, y los suicidios, asaltos y asesinatos crecen, eso hace que nuestras sombras pidan salir, ahora la fuerza es mayor, pues a las sombras las modifiqué para que pudieran acercarse a los Dominis, así que al final, termino liberando algunas, y veo que muchos hacen lo mismo, pero nadie se inmuta.
Segundos después, el destello vuelve a mis pupilas, cierro los ojos con fuerza, sacudo la cabeza cuando siento una mano sobre el hombro, es Enzo, un Nemosorum relativamente nuevo, se ha incorporado al escuadrón principal luego de que descubriera que su habilidad principal es la de destruir moléculas de oxígeno en el aire.
—Hugo —me llama— ¿estás bien?
—Es sólo el cansancio —responde Dana—. Recuerda lo de ayer es... ssssssssss.
Los ojos de Dana se sirven de una chispa azulada, ella tiró la paleta que tenía en la mano y comenzó a mover la cabeza como si estuviera explorando, ella está viendo algo, esa es su habilidad, las sombras le pasan información directa. Lleva la cabeza hacia atrás y mira al techo, sus mechones de cabello rubio caen a los lados dejando ver en su clavícula el símbolo de los Nemosorum.
Se vuelve a mí y con extrema preocupación me habla sin dejar de ver lo que sea que ve.
—Sacaron el sello... ellos están expuestos, se están moviendo, y Zafiro liquidó miles de sombras en un sólo acto.
Sus palabras me caían, pero no la comprendía, quizás por la sorpresa, abrí la boca, lo único que me sacó de mi estado fueron las manos de Rossana cerrándomela con un suave movimiento en mi mandíbula. La miré y me pregunté cómo fue que llegó hasta mí, entonces ya estaba rodeado de Lior, Alex, Paulina, Iam, Enzo, Romaia, el chico que nunca habla, vino con Enzo, al igual que Lourdes, ellos son los que integran nuestro escuadrón comando.
—¿Qué hacemos ahora? —pregunta Alexandra a la recién aparecida en la escena... Ader— Evidentemente es un señuelo, ella desintegró sombras en un resoplido.
—Se volvió muy fuerte en apenas 6 horas —reclama, mientras intento ubicarme en lo que está aconteciendo, la música aún me aturde—. En definitiva debieron conseguir una piedra.
—Zafiro... ¿lo consiguió, ah? —Lior suena seducido y eso me asquea por completo, porque no puedo comprender nada aún a excepción de que voy a ver de nuevo a Zafiro—. Hugo, vamos a tener que ir, ¿sí o no?
Me sacudo con la pregunta formulada, y lo que hago a continuación es mi trabajo, es lo que debo hacer, aunque no quiera, me siento en una de las butacas que tengo cerca y sin pensar dos veces, paso energía alrededor de mi brazo, como si lo que hiciera fuera a acomodar una tela, poco a poco voy visualizando la información que surca el mapa que acabo de crear.
Esto lo podemos hacer muy pocos, casi nadie tiene la habilidad de brújula, y gracias a ésta capacidad es que podemos hallar más Nemosorum y definir estrategias concretas. Observo el mapa hasta que me concentro en una zona de mayor afluencia de sombras. Están separados en tres grupos, no veo a Zafiro ni a Helios... eso quiere decir que él está haciendo un buen trabajo, lastimosamente el mío es desordenarlo, derribarlo.
—No veo a Zafiro ni a Helios —digo en lo que todos me observan como si los minutos apremiaran—. Están divididos en tres grupos según su energía.
—¿Zafiro no está con Ebe? —pregunta Ader extrañada, yo sacudo la cabeza para indicarle que no—. Helios es un maldito genio, quisiera saber qué pasa por su cabeza...
—Igual yo —responde Lior—. ¿Qué recomiendas?
—Enzo, Paulina Romaia; quiero que ataquen a éste grupo —señaló donde se encuentran 3 chicas— una de ellas es Ebe, la otra, la hermana menor de Helios, quizás así logremos hacer que salgan de sus escondites, lleven unos cuantos Nemosorum de aquí con ustedes, la idea es moverlos, asustarlos en número, Dana, Lior, Iam, vayan por el grupo donde está este chico… Fer, estarán cerca de Gizah, Andree y Dara, estén listos por si deban luchar con ellos... Alex, tú los acompañarás...
—Gizah tiene la daga —digo, a lo que los ojos de Ader se dilatan, esa daga la puedo ver gracias a todo el tiempo que invertí metiéndome energia de los Naim en mi cuerpo.
—Ader, tú llevaras a Fran, es la única manera que podrás acercarte, lo usarás como un conductor... de paso, podremos ganar puntos con él allí.
—¿Ya quieres que vayamos? —Paulina suena deseosa a que dé la orden.
—El primer grupo que salga en media hora, el segundo en 2 horas, Ader tú y yo saldremos en 3 horas de aquí.
—¿Por qué? —pregunta Enzo— ¿No es darles ventaja?
Las miradas se cruzaron en el salón, es evidente que es nuevo, y que no sabe cómo trabajo, estoy por decir algo cuando Alexandra se sacude el vestido y muy maliciosamente habla.
—Sé que mi madre confía en ti a ciegas Hugo, y que quizás Lior ya haya entendido la estrategia...pero yo también quiero saber.
La música de fondo hacía que esto en serio pareciera un operativo de esos que se ven en las películas donde todos los movimientos estaban fríamente calculados y coordinados, no es que sea algo bueno, al contrario, esto anuncia la guerra.
—Si atacamos todos de una vez no podremos entender a Helios, no lo podré encontrar, yo necesito que esto se haga de manera gradual, así como necesito encontrar a Zafiro y apartarla de Helios, o Ader no podrá acercarse...
—Hugo —interrumpe Lior— Hoy Zafiro fue atacada por sombras en horas de la tarde —mierda, pienso, pues recuerdo que modifiqué las sombras con un tipo de energía extraída de los humanos, esa que trasmite negatividad, las instalé en forma de agujas para que se introduzcan en sus víctimas y así usarlos como si fuera un gps—. Helios volvió a desintegrarlas... él la volvió a salvar... sé que la llegaron a tocar... ¿crees que sea posible que le hayan dejado rastro?
—Es muy probable —digo metiendo aire en los pulmomes, ya tranquilo y sorprendido a la vez— y ella acaba de destruir sombras de una vez... eso es raro... ha incrementado su energía en muy poco tiempo... el punto, gracias a ese dato, es probable que los encuentre más rápido...
El silencio era sepulcral, yo estoy seguro que todos probablemente duden en que yo esté siendo objetivo, pero eso me importa poco y nada, ahora mismo en verdad debo hacer bien mi trabajo, si todo sale como lo he planeado, Zafiro saldrá ilesa y lo más importante, la podré apartar por completo de éste mundo de energía, de sus hermanas y de su madre, tal vez nunca sea mía, pero será libre de ésta condena.
—¿Qué hacemos si vemos a Helios? —pregunta de nuevo Paulina, sinceramente me desquicia.
—Nada —digo con énfasis, Lior sonríe con esto.
—¿Defendiendo al rival? —pregunta él con una risa mal intencionada.
—Protegiendo al que te dará una paliza —ladro— ya que yo no puedo... pero NO, Ader me ha pedido que Helios se mantenga con vida, hasta poder extraer todo su poder y encontremos una forma de destruir su capacidad de trasformar... así que lo necesito ileso... ¿entendido?
Pregunto a todos los presentes quienes me dieron su confirmación. Suelto aire de nuevo mientras se dispersaban de nuevo en la fiesta, algunos ya a pedir ayuda, Ader es la única quien está ante mí analizándome mientras yo sigo observando en mi brazo.
Trago saliva porque sé que nada bueno puede venir de esta mujer cuando está en silencio, así que aparto un segundo mis ojos de mi trabajo para observarla, está tomando una bebida de color lila brillante... es energía robada, energía de quien sabe qué inocente niño o niña a quien ofrece la libertad de ser un Nemosorum... libertad claro.
—Ader... ¿qué planeas?
—Yo nada, sólo que aún recuerdo lo de ayer... —responde entre risitas, su rostro se tornaba malévolo en verdad.
—Que... ¿Qué parte? —pregunto enojado—. ¿Cuando me tiraste al suelo o cuando Lior me dejó medio muerto?
—No exageres… —ésta vez me muestra sus dientes blancos— pero... digamos que todo a la vez... en fin querido Hugo! Haz un buen trabajo y te perdono tus actos de insolencia.
—Sabes que no busco tu perdón...
—¿Por qué amas a mi hija Hugo? —pregunta poniéndose delante de mí, observándome atentamente mientras las personas de nuestro alrededor desaparecían lentamente para ser solos ella y yo.
—Porque ella me dió luz en un mundo lleno de oscuridad, porque ella me da mucho más de lo que cualquier droga me ha hecho sentir...
Ader se sacude el vestido, me brinda otra sonrisa y desaparece, dejándome solo, observando la nada, aprieto con fuerza mis ojos para meter todo el aire que pueda a los pulmones, no sé porqué pero de repente recordé a Tamirá, y en los Pérfugas, el bolso lleno de piedras, todo comenzó a romper mi mente en fragmentos, retazos de ideas.
—Señora Odeim —la llamo y ella se detiene en seco— ¿cree que los Pérfugas se posicionen en contra nuestra?
—Ellos nunca se ponen a favor de nadie —dice con el rostro lleno de confusión— por lo que siempre están en contra de todos... pero no los veo atacándonos...
—Querían llevarse a Tamirá... —le digo mientras la música suena más fuerte— traman algo... y algo me dice que ellos intentarán llevarse a Zafiro...
—No lo permitiré —sonríe.
—Quiero que el grupo de Paulina salga ya... —dije girando sobre mi propio eje— Y que me digas dónde está la bolsa que te traje ayer.
—Aún faltan 15 minutos y está en la habitación de Lior.
—No importa... mándala ya. —no esperé respuesta alguna, simplemente me fui camino a la habitación de Lior.
En mi camino me crucé con algunas Nemosorum que me deboraban con la vista, todas bellas y jóvenes, ninguna me interesaba, subí las escaleras y al abrir la puerta de la pieza de Lior lo veo a él, besando a una bella joven quizás un año o dos mayor que nosotros, él la tenía contra la pared recostada, al oír la puerta abrirse, rápidamente se separó de ella y me observó de pies a cabeza.
—Preciosa —le susurra con su voz de galán— te pediré que me dejes a solas, prometo que luego voy a terminar con esto.
La joven mira con desconfianza pero con un toque de esperanza, aunque bien sabe que Lior es un hombre de aventuras, tiene una tonta idea de que quizás ella sea la afortunada y Lior termine en verdad con ella... como si eso fuera a pasar, ¿Lior con una sóla mujer? Jamás. La joven se retiró de lugar y yo cerré la puerta ni bien ocurrió eso.
—¿Qué haces en mi habitación? —pregunta tirándose en su cama—. Aún falta tiempo para que yo salga para el campo ¿no?
—Quiero las piedras —digo cortante, él se levanta bruscamente y mirándome con una media sonrisa va hasta su placard.
—¿Estás nervioso porque la volverás a ver? —pregunta mientras tira la maleta delante de mí.
—Estoy histérico porque no olvido tu acto de estupidez de ayer, ya me lo vas a pagar, lo juro.
Digo esto mirando con desdén a Lior y tirando las piedras sobre la alfombra roja de su habitación, las comienzo a esparcir, mientras él queda en silencio observándome con atención. Paso un poco de energía sobre las rocas y éstas comienzan a saltar una tras otra, como si fuesen peces recién salidos del agua. Lior se quita la chaqueta que traía puesta y se afloja la corbata, sus ojos almendrados se iluminan al ver lo mismo que yo.
De éstas comenzaron a salir imágenes de personas que nunca en mi vida había visto, todas son Pérfugas, lo sé por el tatuaje que llevan, en una de ellas, sale la imagen de aquella mujer con la que alguna vez me encontré, para luego desaparecer.
En el suelo las piedras se fusionaron y quedó una especie de piso, los símbolos se unieron para formar letras, lo único que era entendible en esta tablilla de extraño idioma era el verdadero nombre de Zafiro... "Amit Lamied"
—¿Qué carajos es eso? —pregunta Lior sonriendo.
—No tengo idea... —respondo cuando escucho el nombre de Lior siendo gritado por Alexandra desde el pasillo.
La puerta se abre de golpe y ella entra a la pieza para mirar con asombro la nueva alfombra de Lior, se coloca las manos en los bolsillos de su extraño vestido onda gótica, su boca está abierta y sus ojos iluminados por tal descubrimiento.
—¿Qué es? —se pone en cuclillas para ver mejor la tablilla.
—Ni Puta Idea —respondemos al unísono Lior y yo.
—Se ve genial... en fin —se reincorpora— yo sólo vine a avisar que el primer grupo ya salió, y Lior, tu niña acaba de ir con el grupo de Paulina.
—Descuida —responde— Esta noche me deleitaré con algo mejor.
Se refiere a Zafiro, pero no haré caso tan siquiera a su estúpido tono lascivo, simplemente iré a comer algo antes de terminar saltando hasta donde ellos están, al fin y al cabo es verdad que veré a mi niña, a la joven que tiene mi corazón en sus manos.
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La cosa es así, son las 5:30 de la mañana, en toda la noche mis soldados han intentado atacar a los Dominis, ha sido difícil sacarlos de sus escondites, pero con nuestra llegada al campo de batalla las cosas cambian, Iam es bastante fuerte y con sus ataques hizo que la pelea iniciara en verdad, ahora mismo estoy con Ader, Alex y Lior, quienes acaban de llegar junto a mí luego de atacar a Gizah, pero no contábamos con que estarían más fuertes, yo estoy sentado en una roca mirando el mapa de mi brazo intentando localizar a Helios y Zafiro, he rastrillado la zona, pero no los veo por ningún lado.
Si bien mi plan está resultando como debe ser, aún me cuesta encontrar a Helios, malditamente es un jodido genio, miro mi brazo en total silencio de mis acompañantes, mientras Dana me pasa informe de que los ataques que lanzamos van en ventaja nuestra.
—El sol saldrá pronto —dice Alex bostezando—. Creo que esta noche no será la nuestra.
—Yo por el contrario creo que sí —dice la voz de una joven, los 4 volteamos a ver cuando Lior le lanza un puño de energía, la cual ella no hace mucho esfuerzo para esquivarla, y un grito horrible se escapa de sus adentros. Sin embargo no tiene grandes heridas y sigue acercándose a nosotros.
Dara... la recuerdo, es la novia de Helios... creo.
—No ataques —dice Ader a Alex y a Lior mientras empuja a Alex para que camine en dirección a la joven—. Creo que viene a ayudarnos.
—¿Qué es lo que quieren hacer con Zafiro? —pregunta llevando las manos en sus bolsillos.
—Querida —responde Alex, no hace falta ser expertos para entender que Dara está actuando por celos y si nosotros le damos una solución a sus problemas será capaz de ayudarnos y develarnos la ubicación de Helios y Zafiro— queremos su energía —responde al fin— nada más, la quiero dejar vacía.
—¿La quieren matar? —pregunta temblando.
—Jamás mataría a mi propia hija —responde Ader con una sonrisa y la cara de Dara se iluminó, si por alguna razón Zafiro se escapa de nosotros ella tendrá nuevo material para dañarla emocionalmente.
—Entonces… —saca de su bolsillo una piedra que jamás en mi vida había visto pero estoy más que seguro se trata del cuarzo del cenit como lo llaman los Pérfugas, el cuarzo que se utiliza para abrir la bóveda— quiero darte esto.
Ni bien dicha esas palabras, Alexandra saltó a la roca antes de que existiera alguna trampa, pero no, Dara entregó la piedra como si se tratara de un regalo sofisticado y elegante, entonces ocurrió lo inesperado, Dara comenzó a herirse la piel con energía y comenzó a gritar tan fuerte como si fuera que otra persona la estuviera torturando, todos quedamos espectantes ante esto, o la chica es una verdadera sádica o simplemente está lo suficientemente loca de amor para hacer esto, definitivamente cuando el ser humano se deja llevar por las emociones, comete una sarta de estupideces, pero gracias a esta estupidez ahora tenemos una piedra.
Cuando terminó el espectáculo de colores ofrecido por Dara, ella terminó corriendo a los matorrales desesperadamente.
—Vayan por ella —dice Ader en un susurro a sus sombras, las cuales se desprendieron de su cuerpo y fueron tras Dara.
—¿La vas a matar? —pregunto levantando una ceja de manera sujestiva.
—No hay forma, esa chica podría servirnos bastante en el lugar donde está, pero quiero que las sombras intenten instalarse en ella.
—Y sí que tienes una mente malvada madre —Alexandra observa el cuarzo mientras se va acercando a nosotros, lo que yo veo es una revelación, su energia se multiplicó mil veces más.
—Alex —la detengo y ella me mira con insertidumbre...— Acércate más —pido y ella obedece, las luces de mi brazo comenzaron a intensificarse... en eso los gritos de Dara volvieron a bañar el lugar, pero ya los encontré, Helios estaba comenzando a alejarse de Zafiro, ellos no están muy lejos de aquí.
Alex me observa anonadada, pues no comprende muy bien cómo es que esto funciona, pero lo importante es que ahora puedo ver claramente cómo Helios reforzó el hilo que lo une a Zafiro, mierda de inteligencia, lástima que esto haya caído en nuestras manos.
—Lior, Helios va en dirección a Dara, quiero que los sigas, y mantén bien lejos a Helios de Zafiro todo cuanto puedas.
En esto rastreo la zona donde estaba Zafiro, tracé un diámetro de 1 km alrededor suyo, es hora de actuar, a mí me corresponde ahora cercarla.
—Ader, ve por Fran, Alex, tendrás que esperar a que yo termine con el campo —ni bien dicho esto, el estruendo de las batallas libradas a unos kilómetros de nosotros se intensificó.
Nadie preguntó nada, Lior fue en la dirección que le había marcado, Ader desapareció y Alexandra comenzó a caminar hacia la zona donde comencé a generar el campo, el trabajo no es mucho ni cansador, pero debo hacerlo con precisión cuando mi idea es mantener alejado a Helios de Zafiro, así que comencé tirando hilos de energía en el suelo hasta que terminaron recorriendo bajo los estratos, delineando un perfecto círculo.
—Alex —llamo a través de una bifurcación a la joven— la daga que robaste a Gizah, esa tiene rastro de Naim, puedes llamar a tu madre mediante la teleportacion de sangre que habíamos estado practicando.
—Ok —dice y la veo meterse entre unos arbustos, ¿cómo rayos puede caminar en una zona rocosa con tacos altos?
—Cierro el círculo, te dejo sola, está demás decirte que sólo debes quitar la energía a tu hermana, y cuidar ese cuarzo.
—Dale Jefe... —sarcasmo... de nuevo, pero vamos, tengo razón. Cierro el círculo y la energía rodea la zona como si de un domo se tratara.
Ni bien termino de hacer eso salgo corriendo, debo ir hacia donde se encuentre Lior y evitar que haga algo estúpido con Helios, emprendo mi carrera y la verdad me llama bastante la atención que los sonidos de pelea se hayan intensificado, suena como si estuvieramos muchos más en la zona de batalla, así que sin dudar meto en una bifurcación a Paulina.
—¿Qué pasa? —pregunto, ella está herida, en la pierna tiene una tajada de daga desde la cadera hasta la rodilla, la sangre la está empapando.
—Pérfugas —dice— son muy fuertes, estoy en una cueva, son demasiados, Iam está lidiando aún con ellos al igual que los Dominis, ellos sólo llegaron y nos atacaron sin distinguir Nemosorum de Dominis, eso es muy raro Hugo...
No puedo tan siquiera creer que los Pérfugas estén aquí, así que primero lo primero; genero energía sobre la pierna de Paulina para que al menos deje de sangrar. Paso mi mano delicadamente en lo que ella me observa, está perdiendo mucha sangre y debo cerrar la herida si o si, realmente estoy perdiendo mucho tiempo, pero si no cauterizo podría morir, la verdad es muy peculiar la manera en que hicieron la herida; es como si hubieran metido hierro a alta temperatura en los músculos de Paulina, así que sostengo un poco más hasta que la herida al fin comienza a sanar.
—Tienes manos fuertes —dice casi en un susurro, rápidamente me separo de ella, yo sólo le estaba haciendo un favor, estaba curando a mi soldado.
—Llama a Ader y avisa lo de Iam —digo en lo que carraspeo algo incómodo y nervioso, me suelto de la bifurcación y ya me veo cerca de donde están Lior y Helios, llegué a tiempo...
—Te mataría ahora si no fuera que quiero verte sufrir por cómo te deja —Lior está hablando con veneno... ¿que raro no?, yo aún no los veo, debo atravesar los matorrales. En eso, escucho a Lior retorcerse de dolor, al fin lo veo tirado al suelo... paso la mirada a Helios y no sé cómo putas me da esta sensación de ira... ahora dimensiono que el muy imbécil la dejó sola... idiota, si no la hubiera dejado sola yo no los podría separar tan fácilmente... de nuevo un escalofrío recorrió mi espalda.
—¡Lior! —grito... y siento debilitarse mi campo...— ¿dónde está Zafiro? —pregunto ahora para saber si él la ubica con rapidez, el temor se apoderó de mi cuerpo— Hay Pérfugas por aquí... —digo casi desesperado, tengo miedo y un mal presentimiento.
—¿Y eso qué? —preguntan ambos al mismo tiempo, dándome ganas de liquidarlos.
—¿Los dos son idiotas de nacimiento o por los golpes quedaron imbéciles? —pregunto enojado, ¿cómo rayos pasan por alto este hecho?— Los Pérfugas nunca se dejan ver, si están aquí o es por el cuarzo, o es por Zafiro... quieren algo... da igual —miro con reproche a Helios por haber dejado a Zafiro, es un imbécil... luego paso la mirada a Lior— yo no me meteré en su pelea absurda... pero... sabes que aún no debe morir... —estoy enojado, ¿cómo carajos no dimensionan o huelen el peligro?
Entonces la misma mano fría que cayó sobre mí, cayó sobre el rostro de Helios, sé que el miedo ahora se instaló en sus ojos y casi como un llamado, ante nosotros aparece energía demasido fuerte en forma de pétalo.
—¿Eso es de Zafiro...? —pregunto admirado por la fuerza y temeroso por el hecho—. ¿ella ya no está dentro del campo? —¿por qué ya no están en el campo? Maldita sea ¿Qué está pasando? me llevo las manos a la cabeza en lo que la energía de Zafiro termina restaurando a Helios por completo.
Al digerir bien mis palabras a causa de los nuevos estallidos de lucha que acaban de surgir, él se dispone a teleportarse junto a Zafiro, pero Lior termina arrojándole una especie de cadena alrededor de la pierna, su rostro se escuece de ira por lo que se dispone a atacarlo, estoy seguro de que si lo hiciera acabaría con Lior, y antes que nada, es mi compañero, él arroja su energía y yo me interpongo desviando el ataque con un movimiento de manos, tirándola lejos.
Entonces, en su rostro se intensifica una especie de preocupación, pero no por mi fuerza, si no por los sonidos, los cuales se incrementaron al sur y al este, pero los del norte cesaron por completo.
—Esos no son Nemosorum contra Dominis —vuelvo a decirle para que comprenda que en verdad esto es más peligroso de lo que creíamos...— Los Pérfugas están atacando... nos están atacando.
Al oír eso, Lior libera a Helios y ambos se reincorporan, en lo que el sonido de una persona corriendo en los matorrales nos trae de nuevo un ambiente de tensión, más al ver que se trata de Fran quien con ese rostro de flaqueza y desespero se acerca a Helios entregándole el cuarzo.
—Debes ir por ella —dice agitado, su rostro está casi morado, miro a Lior porque hay varias cosas que no están bien en lo absoluto—. Saltó con Alex al cerro, y ya no la siento, no la siento... —vuelve a decir, la sangre se me hiela con la escena que estoy viendo ahora.
—Fran cálmate —dice Helios atajándolo de los hombros, entonces Fran palidece, sus ojos se abren como platos y mis piernas, mis órganos, mi todo comienzan a estar como Fran... al límite del pánico.
—Tu hilo... —es lo que logra formular. Malditamente horrible... yo sé que el hilo existe, pero nadie lo puede ver, y ahora todos los presentes estábamos viendo el hilo que colagaba de la muñeca de Helios, esa no es una buena señal.
—Cómo lo puedes... —no terminó su fórmula, porque él cayó en la cuenta de que el hilo cambió a un rojo intenso, lo cual no debería estar pasando.
El silencio era abismal, todos los presentes sabíamos que eso no debería estar pasando.
—¿Qué pasó? —pregunta Lior en lo que yo doy pasos agigantados hacia atrás intentando no pensar, intentando no creer que en verdad ocurrió eso, porque si vemos el hilo, es una muy mala señal.
—Debemos ir allí. —es todo lo que logro formular, tomo del brazo de Lior y salto junto donde se encuentra Alexandra.
Ver a Alexandra llorando a mares y gritando "hermanita" con desespero era lo único que podía comprender, todo volvió a pasar en cámara lenta, todo pasó cuadro por cuadro, ver a Lior correr hasta Alexandra y el cuerpo tirado en el suelo de donde un río de sangre se extendía a lo largo, me hizo pensar en nada.
Corrí hasta Alex y el cuerpo inerte de Zafiro, la imagen estaba ahí, así la conocí ¿y así va a terminar?
Lior dice algo que no logro comprender, porque simplemente es el rostro de Zafiro el que tengo ante mí, mi cabeza ha explotado y mi corazón a corrido a kilómetros en otra dimensión, recordando cada segundo que había vivido con ella.
—No... —logro decir en lo que tomo su frágil mano en las mías— No... mírame Zafiro, mírame.
—Hugo... —Lior también suena dolido, entonces golpeo el suelo unas cuantas veces cuando siento que alguien rompió el aire y llegó con un salto, me giro para verlo con odio... es su culpa, es tu maldita culpa Helios.
Sus ojos están desorbitados como los míos, juro que tengo ganas de matarlo ahora, pero no lo haría, Zafiro lo amaba... sería incapaz de ir contra eso... entonces Lior se encargó de sacarnos de la escena más horrible de mi vida.
Cuando llegamos al patio, giro sobre mis pies mirando todo pero no reconociendo nada. Alexandra está en cuclillas hasta que Ader se hace presente ante nosotros, rápidamente toma a Alex entre sus brazos pero ella la aparta de golpe, en eso yo me tiré contra el gran árbol de Sauce, mientras las lágrimas me consumían.
—Esto es tu culpa —grita Alexandra a su madre— Me duele por tu culpa —Ader sólo levanta la mirada e intenta no dejarse llevar por el llanto, sus ojos también están rojos y cargados de lágrimas— Mi hermana, ¡no la puedo odiar Ader! —grita— creí que la quería muerta, pero en verdad la quería tener cerca, quería saber de mi hermana... y ahora está muerta... ¡y te odio! Porque si no fuera... si no nos hubieras separado... ¿por qué? Yo solo... yo solo...
—¿Entiendes —dice Ader acercándose— que me siento peor que tú? Era mi hija...
Las lágrimas que caen de los ojos de Ader son reales, y mi corazón se parte aún más, ya que eso me dice que es real, la muerte de Zafiro es real. Y nada de lo que yo haga puede cambiar eso, me llevo las manos en la cabeza en lo que caigo en la cuenta de que unos brazos me rodean, era Dana quien me tenía secuestrado en medio de sus cálidos brazos.
—Quiero a esa mujer sufriendo lo peor del universo —grita Alex—. Quiero que esa mujer sienta el dolor que me hizo sentir. —¿A qué se refiere?
—Alex... ¿Qué pasó? —pregunta Lior, algo inteligente, algo que a mí se me pasó.
—La estúpida de Zafiro estaba a punto de suicidarse para encriptar su energía en ella y que yo no se la pudiera quitar —vuelve a sollozar con fuerza— pero yo fui hasta ella y se lo impedí, en eso aparece una mujer encapuchada y se para sobre las rocas que Zafiro sacó del suelo y le arrojó la energía que acabó con su vida…
—¿Viste algo más? —pregunto en lo que ella camina hasta mí y se arroja entre nosotros intentado refugiarse en nuestra pequeña bola de abrazos, no dudé en abrigarla, porque después de mucho, ella me comprende.
—Solo un mechón de cabello rubio... —dice quebrada.
—Quien haya matado a Zafiro, lo hizo en contra nuestra y en contra los Dominis... —Ader se seca las lágrimas, pero está temblando, está devastada, sin embargo, intenta no quebrarse y mostrar compustura.
Lior aún sigue mirando al vacío, como intentando asumir algo, o digerir, pero hasta aquí puedo leer su inconformidad, su tristeza, aunque intente no mostrarlo.
—¿Crees que fue Dara? —pregunta al fin en lo que una lágrima se acumulaba en la esquina de su ojo derecho, pero lo seca rápidamente.
—No lo sé —responde Alex acurrucada entre mis brazos y los de Dana quien está llorando a mares— no sé si fue ella, pero si entregó el cuarzo, estoy segura que pudo haberla matado también. Esa chica no está bien.
El silencio nos tomó a todos de nuevo en lo que mi cabeza comenzó a digerir la idea de que no volveré a ver a mi Zafiro nunca más, el corazón se me achicó, la garganta comenzó a dolerme, quería gritar, quería ser yo quien esté muerto... y aunque no lo diré en voz alta, porque mi trabajo era encontrarla y no puedo decir más que yo soy culpable en parte... pero más culpable es Helios por haberla dejado sola, por haber confiado en Dara, por no haber pensado con cautela... fui un idiota.
Mi Zafiro está muerta... me levanto del suelo dejando a Alex y a Dara allí, y entre que seco mis lágrimas, a grandes zancadas salgo de la casa.
"ME DEJÉ LLEVAR POR UNA TONTERÍA...PENSÉ QUE TE QUERÍA UN POCO MÁS QUE A MÍ"
Me rasco los ojos y sé a donde quiero ir, voy sin vacilar, cruzo la puerta, las personas están en las calles haciendo su vida, caminando hacia el trabajo, hacia sus casas, hacia su mundo, nadie aquí puede saber qué me pasa a mí, nadie entiende la confusión de mi cabeza, de mi ser, levanto la cabeza y miro al cielo.
"PUDE VER LA SOLEDAD TAN CERCA Y A TI TAN LEJOS DE MÍ"
—Sin ti... no sé vivir... —susurré, cuando estaba por pisar la calle, las cálidas manos de Alex me estiran de nuevo dentro de la casa para atraparme entre sus brazos, entonces mi alma se quiebra por completo y lloro tan desconsoladamente, como nunca en mi patética vida lo hice.
—Ella cuidaba de ti —dice también llorando— No voy a dejar que lo hagas, no Hugo, ahora nos necesitamos enteros unos a los otros, debemos saber quién y por qué.
Me separo de Alex para arrojarme de espaldas contra la pared que tenía detrás. Me acurruco en mí mismo y dejo salir de mí toda la tristeza en forma de llanto ruidoso y desesperado.
—La amo Alex, como no te imaginas, ella lo era todo, todo para mí y ya no está. Ya no está.
—Hugo... por eso... la vamos a traer de nuevo...
Los ojos de Alex se iluminaron, y mi corazón se detuvo, en verdad... en verdad ella quiere volver a traer a Zafiro...
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