Niña mala

La puerta de mi habitación se abrió de la nada, y si hay una cosa que puedo asegurar en el mundo es que jamás imaginé que podría sentir emoción de ver a Alexandra, pero es justo lo que siento en este momento, y doy gracias al cielo que Lior está a lado de mi habitación o este sentimento no lo podría disfrutar.

Alex entró apenas a mi cuarto, si bien no ha perdido su belleza ni elegancia, lleva un brazo en un cabestrillo y su rostro está más pálido que de costumbre.

Fui hasta ella y la abracé con cuidado para no lastimarla más, cuando me separé noté las lágrimas en su rostro.

—La chica de hielo tiene sentimentos —digo mientras la llevo para que tome asiento conmigo— ¿Qué te ha pasado?

—Eso es lo de menos, yo quiero saber cómo es posible que ame tanto este momento, y ¿por qué no me odias? Estuve allí cuando moriste, no he dejado de pensar en eso un sólo día.

—No querías que muriera, intentaste salvarme, al final fuiste una buena hermana, no podría odiarte.

Es verdad, Alex fue honesta conmigo al final, y rogó que no muriera, recuerdo ese momento tan nítidamente, ella estaba sobre mí, desesperada, intentando hacer algo, mientras mis ojos se cerraban.

—Amit... —la voz de mi hermana suena a un poco de vergüenza, pero al fin suelta la duda—¿Tienes idea de quién fue?

Yo niego con mi cabeza, en verdad, por un momento culpé a Dara, pero no, su energía no es tan poderosa, y no la sentí igual a la cosa que me atravesó, ahora ella no es parte de mi lista de sospechosos.

—Bien, encontraremos al responsable y lo haremos pagar...

Sonrió con un poco de esperanza, en verdad también quiero hacer pagar a esa persona.

—Tienes una interesante misión, vas a ir de disco... Ojalá pudiera acompañarte, pero tengo órdenes de reposar —dice mostrándome su herida, abre un poco su blusa y me deja ver una cicatriz gigante— cortesía de tu ex...

Cuando dijo eso no la comprendí hasta que hilé los cabos, se estaba refiriendo a Helios, mis ojos se abrieron tanto por la sorpresa, y porque no podía creer que Helios se haya atrevido a eso.

—Era para mamá —dice cerrando la blusa— Pero no iba a dejar que la Suprema Astram muriera, estaba tan enojada con ella, por haberme mantenido en secreto lo de nuestro hermano, que por un segundo no me iba a arriesgar, pero, es mi madre al fin y al cabo.

—¿No sabías lo de Ander tampoco? —pregunto algo confundida, mientras dejo de sentir el aire que me rodea, y todo el color de mi alrededor se vuelve más opaco.

—No —dice cuando mi cuerpo parece convertirse en un saco de piedras, y una profunda tristeza baña mi ser.

—¿Lior salió? —pregunto sorprendiendo a Alexandra quien abre bien los ojos para al fin responderme.

—Creo que salió con Ámbar...

—¿Quién es Ámbar? —pregunto sintiéndome colérica— Y de nuevo tengo ganas de comenzar a torturar a Helios, pero esta vez, no tan intensamente, es como si en mi cabeza se hubiera instalado la imagen de su rostro al llamarme «Yeru» y no quiero sentir eso, no quiero sentir culpa.

—Digamos que sería como su novia, y digo como, porque realmente, Lior es un chico de todas, capaz y hayan ido por un poco de felicidad...

—¿Sexo? —pregunto sin poder quitar la imagen del rostro de Helios. Sigue allí, malditamente no se borra.

—Sí ¿Te encuentras bien Amit? —pregunta cuando yo niego con la cabeza.

—No siento nada, y es una sensación desesperante, porque me hablas, quisiera ponerme feliz, pero no puedo, quisiera enojarme con Lior por haberse ido sin decirme y no puedo, pero más me enloquece que en mi cabeza está la imagen de Helios y eso sí me provoca un sentimento, y es una angustia terrible, como si hubiese perdido algo.

—Lo siento, si quieres voy por Lior... —dice tocando mi mano, y me duele que no la pueda sentir.

—No —respondo neutral— quiero saber si aquí, tengo enemigos, como lo fue Dara para mí en los Dominis.

Alex ríe, y se pone más cómoda en mi cama para mirarme a los ojos con fascinación. Como si me admirara, y yo fuese una estrella de cine.

—Aquí de la única tipa que debías temer era yo, pero he de confesarte que Ámbar es poderosa, no sé si esté a tu altura, pero es una víbora, y creo que en verdad quiere a Lior.

—Otra loca obsesiva —bufo mirando a mi hermana que ríe, parece que lo que dije tiene gracia, yo no lo siento así, yo no siento nada.

—Paulina está loca por Hugo, te odia, pero no te haría nada, Ella está loca como una cabra, pero sabe que la despedazarías.

>>Dana te ama, a pesar de que le hagas la vida dura a su hermano, pero, está enamorada de Lior también, Ross...

—La que acuchilló a Fran, es evidente que el problema será mío con ella.

—Sip, y bueno, alguna vez estuvo enamorada de Hugo... Niña, estás metida en una caja de puro veneno, sólo me tienes a mí para tu desgracia, el resto de los Nemosorum da igual, todos te servirán.

—Entonces... estoy en medio del odio.

—Pongámoslo así; tú eres la manzana de la discordia y le has quitado todo a todos, la verdad para mí es interesante.

Alex se lleva un dedo en la barbilla y sonríe, quisiera poder hacer lo mismo, pero no sale expresión alguna de mi ser, eso me da pavor, no quiero ser así, necesito que Lior regrese pronto.

—Bien ¿Qué tal si en vez de hablar tanto te ayudo a vestirte esta noche?

Alex enloquece con ello, en verdad me quiere preparar para la fiesta, yo no sé qué quiero, pero tampoco quiero quedarme sola en mi cuarto con esto, no quiero no tener idea de si hace frío o calor, de si me gusta u odio algo, así que voy a aceptar la oferta de mi hermana.

—Pero yo no sé ser tan sensual, sólo ten en cuenta eso para vestirme.

—Tranquila vaquera, te estaré de niña mala, ese es tu estilo, y dentro de una semana yo iré contigo, así pasamos tiempo de calidad hermanita.

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