Mamá

Jugaba con el hilo de mi muñeca, donde sea que esté Helios, estará sufriendo, lo hacía aparecer y luego lo apagaba, repetía esto sistemáticamente cada cinco minutos, me daba cierto placer.

No sé si Helios piense aún en mí, o tan siquiera recuerde el beso que nos dimos, pero tenga, o no tenga sentimientos encontrados con mi persona, esto, estoy segura, lo está matando. No tener el control, no saber dónde estoy, no sentir lo que siento al 100%.

Para ser franca, quisiera romper el hilo, y no tener nada más con Helios.

Anoche no podía dormir, sólo miraba la puerta desde el sofá, hasta que Lior vino junto a mí. En realidad se despertó porque la abstinencia lo está matando, y sólo un cigarrillo podría ayudarlo, y hablo de la abstinencia sexual.

Me preguntó algo que quedó en mi cabeza, y eso fue la detonante de estar haciendo esto ahora.

<<¿Qué te hizo Helios? ¿No habían mejorado las cosas entre ustedes?>>

Por primera vez, me hice de la desentendida, no quise responder la pregunta así que sólo me encogí los hombros, y nos quedamos toda la noche hablando de cosas sin sentido, de cosas que me gustaban a mí, antes de morir, y las cosas que quiero ahora.

Para ser honesta, no creo que haya dejado de ser una inmadura, aunque esto de volver a la vida me dio otros ojos, otras ganas, otros antojos. El punto es que sé muy bien qué me enoja.

Vamos, el chico es líder de los Dominis, su principal tarea es cuidar a todos, pero él me prometió no dejarme, él debía cuidar mi vida, si bien, creyó que hizo las cosas como debía, ¿acaso no me dejó sola, en medio de un lugar que dispersa energía, donde no podría ni siquiera usar mi bastón para defenderme? ¿Acaso no dió la piedra a Dara? Confió en ella, aún sabiendo que jugó sucio conmigo desde el principio.

Hizo la vista gorda cuando cambió mi almuerzo, cuando me llamó perra, cuando me provocó y la golpeé, la defendió a ella, se acostó con Dara, cuando en teoría me quería a mí, y aún la acogió luego de mi muerte.

¿La habrá juzgado? ¿Ella sigue siendo parte de los Dominis? ¿La sigue protegiendo? ¿La sigue llamando mejor amiga? ¿Dió fe de su testimonio en cuanto a la piedra?

Helios siempre la defendió, y me llena de furia, saber que la muy perra entregó la piedra, por un hombre ¿cómo puede una mujer ser tan básica? La ame o no, ¿por qué me hizo tanto daño? ella tenía las de ganar desde siempre, pero se comportó como una zorra conmigo, por Helios, por sus celos, por tenerlo.

Helios me mintió tanto tiempo, que ahora que volví, no recuerdo lo que sentí con nustros besos, porque está grabado en mí como sufrimiento, más que como alegría, y la verdad pesa más en mí sus mentiras que todo lo que podría ofrecerme.

Anoche, me decía, quizás no es lo que hizo, o no que no hizo, si no son celos, porque otra vivió más de él, de lo que yo viví. Me mintió, nos mintió a todos, es un estupendo actor.

Hirió mi alma de tantas formas, que ahora sólo recuerdo eso, el dolor, que me dejó en las entrañas.

No puedo dejar de pensar ¿Que habrá hecho luego de mi muerte? ¿Escuchó a Dara y la contuvo? ¿Qué retorcida versión le contó ella?

—Lior —llamo al chico mientras tomo mis rodillas— Vamos afuera...

Lior entraba a mi habitación cuando se lo pedía, dió una calada a su cigarrillo, y quedó medio segundo pensando.

—¿Estás segura? yo comprenderé si aún quieres esperar, un mes, dos, tres...

—No —aprieto más mis piernas— Quiero ir, recorrer, ir hasta el mar, sin que me importe nada.

—Ok, pero...cambiate, ponte algo cómodo, unos jeans, si vas así, los ojos de todos estarán sobre ti...

Salió de mi habitación al decir eso, no sé ni por qué, y sólo necesito chasquear para que todo mi atuendo cambie.

Elegí de nuevo el negro, unos jeans ajustados, y una blusa algo escotada. A continuación fui hasta el espejo y me peiné, hasta alzar mi cabello en una coleta.

Salí a la sala, para ver a Lior prendiendo otro cigarrillo, el chico parece nervioso, O frustrado, y no entiendo muy bien por qué.

—Lista —él se gira para verme, y su mano comienza a temblar, como si acabara de recibir una terrible noticia— ¿Estás bien? —pregunto confundida.

—No —sonríe—. Me da miedo lo que pueda llegar a pasar. Ayer, no quisiste salir, y yo lo entiendo, pero hoy soy yo quien tiene miedo.

—¿De qué? —arrugo mi frente porque siento que está actuando extraño.

Él se acerca a la mesa y pone sobre el cenicero su cigarrillo, entonces se saca la remera que lleva puesta y me muestra sus dos sellos, ambos dibujados en medio de su pecho.

—Vales mucho para mí Amit —habla entre dientes— Me costaste parte de mis padres, perdí sombras por tenerte, y no te quiero perder.

>>Afuera, hoy o mañana, podríamos llegar a encontrar cosas fuera de nuestro alcance, me podrían matar, o tú podrías decidir irte. No tengo garantías.

>>Y no te las estoy pidiendo... —me mira de nuevo, esta vez con mayor desesperanza— Amit, yo prometo darte todo, pero dime por favor —Lior se arrodilló ante mí, y me mira a los ojos en un acto desesperado— Que cuando salgamos al mundo, no me dejarás, no te irás, o cambiarás de opinión.

—Lior, ¿por qué haces esto ahora? —lo ayudo a levantarse, mientras él agacha la mirada y vuelve a ponerse la camisa.

—Porque tiene miedo a que vuelvas a elegir, y esta vez vengas conmigo.

—Mamá... —Ader estaba parada en la esquina de la casa, mirándonos, todo este tiempo ella calló, esperó a que Lior se humillara, para luego dejarme saber que ella estaba aquí— Si hay algo, que no haré ahora que regresé de la muerte, es confiarte a ti mi vida, Ader.

—Te lo dije Lior, la niña tiene agallas y no te dejará, es la única razón por la que sigues vivo... —ahora lo mira a él— Tienes suerte de haber hecho muy bien las cosas, o a estas alturas, tú ya no estarías aquí.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top