Fiesta

—Noooo, Bruno, así no —digo cuando vuelvo a tumbar al niño—. Debes bloquear mis ataques, no esquivarlo siempre, o volverás a caer al suelo.

—Sí señor —responde poniéndose de pie.

—Deja de llamarme señor, suficiente tengo con Julia —digo fastidiado cuando lo ayudo a ponerse de pie para el siguiente round.

Bruno se levanta y volvemos a practicar, energía por todos lados, golpes, golpes y más golpes, en su rostro ya se enmarcaba el cansancio, su respiración era fuerte, esto debe acabar por hoy.

Doy unos golpes más, bloqueo con energía, hombro, hombro, estómago, tórax, y al suelo.

—Hoy no es tu día campeón —vuelvo a pasarle la mano y lo ayudo de nuevo a ponerse de pie.

—Si no quiere que le diga señor ¿cómo le digo? pregunta secándose el sudor con una toalla, para luego beber agua.

—Helios, sólo Helios —comenzamos a caminar hacia la casa, pues ya está oscureciendo, y el chico está muy cansado.

Mientras caminamos debemos bajar una colina un poco empinada, a Berenice le encanta esto, elegir lugares con alturas y cerros, según ella es lo que nos brinda seguridad y nos permite tener mayor control sobre la zona, y tan equivocada no está.

Cuando llegamos a los corredores de la casa, el viento sopla con fuerza, aparentemente se acerca una gran tormenta, algún que otro relámpago ilumina el cielo y el aire se siente frío, cargado de lluvia.

—Ve a bañarte muchacho —le digo mientras le doy palmadas en la espalda y él se queja de dolor— a las 20:00 para la cena, sé puntual que hoy es la despedida de los equipos.

—Si señor... Helios, Helios —se apresura a corregir cuando le ofrezco una mirada de enojo.

El chico entra a su habitación mientras yo sigo caminando hasta la mía. Mañana por la mañana enviaré a los equipos y nos daremos un descanso de una semana hasta recibir al siguiente equipo que Nadir y Saskia reclutaron.

Al final las órdenes para estos equipos son la captura de Dara y toda persona que esté con ella, bloquear a los Nemosorum y buscar cualquier indicio de la llave, la cual no tiene conexión alguna aún con lo que tenemos.

Lastimosamente las cartas que recuperó Berenice no son suficientes, y no he podido contactar con la Nona de Zafiro, pero según Ander es mejor que nos enfoquemos primero en esto y luego veamos en qué nos ayudarán los Dominis Domo y los padres de Zaf.

—Hey —Andree viene trotando hasta mí— ¿Has visto a Gizah? —me pregunta apresurado.

—No... —respondo extrañado— La buscas ¿por?

—Bien, mira... —abro la puerta de mi habitación y él entra conmigo— El cumpleaños de Zafiro es en 15 días, y me creerás loco, pero todos los años, el día de su cumpleaños íbamos hasta la disquera y ella podía elegir un vinilo, el que más le gustaba —sonreí, porque sabía de su tradición, luego de eso, iban por helado de leche de coco y terminaban comiendo pizza en la casa de los Zappatinis— Quisiera saber si nos das permiso de ir.

Lo miro extrañado, no entiendo el punto, ir a la disquera ¿para qué si Zafiro no estaba? ¿qué pretendía Andree?

—Iba a cumplir 18 —repara apoyándose sobre mi cómoda— Y con Gizah, el año pasado habíamos mandado hacer un vinilo especial. Sería genial que lo podamos tener, y alguna vez podamos hacerle escuchar, quizás...

Fantasear, es un pecado terrible del ser humano, te imaginas al mundo perfecto, en un gran ideal, planteándote hipótesis, sueños que aparentemente son imposibles, pero en nuestras cabezas se ven y sienten tan bellas.

Quisiera ser racional ahora, decir que es una pérdida de tiempo, pero recuerdo que todos los años iba a buscarlos a la heladería y los llevaba a la casa de Yeru para que ellos continúen su fiesta. El retrovisor era mi mejor amiga cuando eso, ella se veía feliz y hermosa. Cientos de veces quería felicitarla, pero nunca me salían palabras, sólo me quedaba mirando la escena, pensando cómo ella podía aparentar ser tan perfecta y algo tan insignificante como esa salida le llenaba de luz.

—Ok, pero con una condición —digo caminando ya a mi sanitario— Iremos Tamirá, Ander, Ebe y yo con ustedes. Claro si EBE quiere pasar así su cumpleaños.

—¡Genial! —dice él frotando sus manos— Seguiré buscando a Gizah para organizarnos. En 15 días, no lo olvides, y separar esa fecha para cualquier misión, quizás tengamos suerte y ella aparece.

—Soñar no cuesta nada Andree —le digo cuando él se va y yo tranco la puerta del sanitario.

Mientras aún me desvisto ya abro la ducha y dejo caer el agua caliente para que amenice el ambiente.

Saco del cajón mi afeitadora eléctrica y le cambio las pilas, para luego encenderla y pasármela por el rostro.

Como hago esto todos los días no me lleva mucho tiempo, así que a continuación me meto bajo la ducha.

No hay nada más placentero después de un arduo entrenamiento que meterse bajo el agua. Me lavo la cabeza, echando algo de shampoo sobre la cabeza y cuando comienzo a masajear mi cuero cabelludo el mundo cae sobre mí.

El destello azul del hilo estaba claro, y brillaba intensamente, lo habrá hecho de forma inconsciente, porque simplemente la sentí, la vi.

Me apresuré en sacarme el jabón para concentrarme en el hilo, y como lo hice en el pasado cuando intentaba saber de ella me metí en el hilo, creé una especie de bifurcación en él.

—Amit, es una locura —Alex le estaba hablando, mientras ella estaba recostada en la cama cruzando las piernas, se veía tan sexy, algo que antes no hubiera dicho de la tímida Yeru. En su boca llevaba una paleta al igual que Alex, quien por cierto se ve bastante bien, a excepción de que lleva un cabestrillo.

—Es en serio, luego de eso, saltaron estas 6 piedras a mi mano, Pero bueno, ahora el problema es que no he podido hablar aún con Lior, no sé qué pasó anoche con Hugo, pero el chico estaba furioso, colérico realmente.

—Y esta noche regresan ¿será que me dejar ir?

—No creo que debas ir de fiesta aún Alex...

La conexión se acabó, es como que el hilo decidió apagarse nuevamente.

Mi corazón daba saltos, no por la conversación, o porque sé qué hará hoy, si no, por que la vi, realmente estaba muy hermosa, y sea lo que sea que se haya hecho le sienta muy bien.

La verdad ahora mismo lo único que me interesa es ese comportamiento extraño del hilo, es decir, nuestra conexión aún existe, sólo es cuestión de que ella se siga descuidando y que yo siga entrando, hasta volver a establecer un vínculo fuerte y ya no pueda apagar el hilo.

Me termino de duchar y ahora estoy más emocionado, ya sé lo que haré luego de la cena. Iré a una fiesta.

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