El príncipe del mal
Ámbar me pidió que la acompañe a arrancar almas, si bien ella no me necesita, es el momento perfecto para que pueda hablar con ella.
Estamos en medio de un barrio precario, por todas partes está pintado la marca de "Hay drogas" es el lugar perfecto para armar un pequeño disturbio y robar tantas almas negras como ella quiere, prácticamente es un festín.
—Entonces... ¿Qué harás esta noche Lior? —pregunta cuando abre su tambor y los destellos acompañados de una gran balacera vinieron hasta el objeto de la chica, yo apreté mis labios con fuerza, es la primera vez que voy a formular esta pregunta en serio.
—Ámbar ¿Qué crees que hay entre nosotros? —ella cerró abruptamente el tambor y me miró seria, pero con algo de miedo a la vez.
—¿Quieres terminar algo que ni siquiera ha empezado? —pregunta acomodando su cabello— Sabes que podría tenerte en mis manos, con tan sólo desearlo, puedo usar mis artilugios Lior, no me obligues a hacerlo.
—¿Lo harías? es decir ¿En verdad usarías energía para manipularme Ámbar?
—Yo tengo todo lo que quiero Lior, siempre, y ahora te quiero a ti. Y esa chica no será lo que se interponga entre los dos.
—Bien, ese es un buen motivo para terminar esto —libero mis sombras y sostengo a Ámbar del cuello, mis sombras sujetan sus manos para evitar que abra el tambor— Puedes intentar lo que quieras conmigo, pero aléjate de Amit.
—¿Ahora la vas a cuidar como si fuera una niñita? —Sus ojos se cargaron de ira y dolor, mientras que yo sólo podía mantener mi fuerza.
En verdad si hablamos de mi vida divertida y libertina, Ámbar es una de las mejores experiencias, pero ahora mismo, yo no me voy a permitir distracciones, ya logré mi objetivo número uno, eliminar a Dara de la ecuación. Amit nunca más me ligará a ella, creerá que la chica intentó salvar a Helios, y que apareció allí de manera fortuita.
Ahora, no permitiré que Ámbar me arruine nada con Amit, lo huelo, esta chica es peligrosa, y sé que podría en cualquier momento traicionarme, tal como Dara lo hizo con Helios, y yo no cometeré el mismo error que el iluso Dominis, para mí estará primero la seguridad de Amit, la diversión puede esperar.
—Sólo aléjate —La solté y en vez de estar asustada Ámbar parecía divertida.
—Tarde o temprano terminaremos enredados los dos Lior, no puedes escapar de tu naturaleza de mujeriego, tú no eres Hugo, tú no te enamoras, a no ser de los placeres del mundo, el resto es sólo puro relleno en tu vida.
—Si terminamos enredados, será como víboras Ámbar, intentando inyectar veneno el uno al otro, asi que, ni se te ocurra meterte con ella.
Cuando terminé de decir esas palabras me ocupé de aparecer de nuevo en mi habitación, y con ello el peso terrible de lo que acabo de provocar, Zafiro ya tiene muchos enemigos, ahora acabo de sumar una más a su lista, sí, es verdad, Amit es una herramienta, es sólo una herramienta, pero algo en mí, dice que la debo cuidar, más de lo que cuidaría a cualquier persona sobre la tierra.
Es como un sentimiento nuevo, como un descubrimiento dentro de mi ser, en verdad no quiero que le pase nada, y quiero su bienestar y si debo luchar contra el mundo por ello, juro que lo haré.
Salgo de mi habitación para ir junto a ella, en el pasillo me cruzo con Iam, quien lleva la cara del muerto, y creo saber porqué, quizás no fue tan buena idea enamorarse de una Dominis, es más, el amor es una mala idea.
Abro la puerta de la habitación de Zafiro, y veo a la chica en ropa interior a punto de ponerse un vestido que Alexandra le estaba pasado ¡Oh por Dios! rápidamente cierro la puerta de nuevo, y puedo sentir todo mi cuerpo acalorado y lleno de sorpresa. Por lo general soy del tipo de chico que diría algo así como ¿Las ayudo? pero no, esta vez me quedé congelado.
Inmediatamente la puerta de la habitación vuelve a abrirse por Alex quién me inspecciona de arriba a abajo.
—No hueles a sexo, te ves prolijo, tienes los ojos normales, ¿estás enfermo?
— Siempre tan graciosa, quizás deberíamos ir a tu cuarto y me curas ¿No crees?
— Después de ver a mi hermana como la viste entiendo que te apuren las ganas, pero no entiendo cómo no entraste a hacer tu gran acto Lior. En fin, espera a verla cuando salga de esa habitación, encerarás el piso con tu baba, más de lo normal.
Alex está a punto de retirarse cuando se detiene en medio del pasillo y regresa hasta mí colocando una mano en mi pecho.
—No vuelvas a irte sin avisarle, nunca más, ¿sabes qué era lo único que podía sentir cuando te fuiste? —yo niego con la cabeza, por miedo a lo que pudiera oír— Duda, tenía a Helios aquí —dice señalando su cabeza— No queremos que se deje llevar por el amor ¿O si?
—Por supuesto que no.
Miro mis pies, todo mi miedo hecho real, Alex me acaba de confirmar que no es para nada una buena idea que Zafiro vuelva a ver a Helios, y yo estoy seguro de que va a intentar acercarse a su amada, y me enfurece, me desquicia pensar tan siquiera que él me la puede quitar, y con ella llevarse todos mis sueños.
Finalmente golpeo la puerta, cuando la voz de Amit me dice que puedo pasar, así que abro la puerta y Alex tenía razón, mi corazón está latiendo a mil por segundo, sus ojos bellos estaban delineados con un trazo fuerte de negro, y sus labios pintados de un dulce durazno, llenándome de ganas de morderlo.
Al final no llevaba el vestido, el cual está sobre la cama ahora, tiene puesto una camiseta de esas que son abiertas a los costados, dejando ver su brasier de encaje, estoy seguro de que fue elección de su hermana, el mismo está dentro de un short vaquero negro lo suficientemente corto como para que sus piernas luzcan sexys sin ser vulgar, y unos calzados que van un poco más arriba de la rodilla con el caño, en donde tiene atado dos finos moños de los cordones, sólo una mujer sabe cómo ponerse uno de esos. En su pequeña cintura tenía atado una camisa a cuadros, sólo para darle un toque de moda, sin ninguna otra función.
Su coleta arriba, y su rostro angelical me pintaban a una niña jugando a ser rebelde pero que no puede desprenderse de su ternura.
—Wow, te ves hermosa —dije en un suspiro.
— Lior, ese repertorio, no va conmigo— dice enojada— Yo sé que soy hermosa, y no soy una más para tu lista.
Sus palabras me dolieron, no lo voy a negar, sí, mi ego es gigante, y me lo está inflando más al hacerme saber que me ve como un casanova, bueno, lo soy, y no se puede negar.
—¿Estás enojada? —digo tomándole de la mano cuando ella intentaba ir a guardar el vestido de su hermana.
—Me dejaste, y fue horrible, sólo sufría porque Helios no salía de mi cabeza, yo no quiero tenerlo en mi cabeza —me dice apenas mientras se suelta de mi mano, en menos de lo que creía me fijé en todos los gestos que hace cuando está enojada, arruga la nariz y los labios, se ve tierna cuando hace eso.
—Lo siento, te prometo que la próxima te haré saber si voy a salir.
—Eso espero, y más si vas por sexo, no me importa con cuantas, con quien o dónde, sólo no me dejes inesperadamente, yo necesito prever que no estarás.
—No fui por sexo, pero lo tendré en cuenta ¿Entonces es una relación abierta? —pregunto divertido.
—Uno —dice riendo mientras la estiro de nuevo para abrazarla— No soy tu novia y esta no es ninguna relación, dos, eres el príncipe del mal, puedes hacer lo que quieras, menos dejarme.
—¿Y no te gustaría ser mi princesa del mal? —pregunto levantando su mentón ¿Qué diablos estoy haciendo?
Ella se desprende de mí y sonríe con timidez, wow, está colorada ¿cómo un Astram puede ponerse así? no lo sé, pero me encanta ver eso.
—Deberías hacer muchos sacrificios si quisieras que fuera tuya de esa manera Lior, bien, ahora, hazme el favor de vestirte para la noche, nuestra primera misión nos espera.
Y ella me aniquiló en 2 segundos, mientras intentaba entender por qué actúo tan tontamente cuando estoy a su lado, creo que tan príncipe del mal, no soy.
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