Con el corazón partido

Han pasado 20 días del encuentro con Zafiro, su cumpleaños se convirtió en el día más trágico para todos.

Ese día no sólo ella amenazó con eliminarnos, si no que también comenzaron batallas contra los Perdidos y los Pérfugas, aparentemente tienen una extra alianza. Atacaron 2 campamentos, el de Sofía y el de Ada, gracias a Dios sin bajas.

Eso me ha tenido muy ocupado, aparte de que la Orden de las Rosas nos han dejado mensajes en cada lugar al cual vamos de misión, creo que mi madre se las ha ingeniado para seguirme el rastro y de esa manera fastidiarme.

Ellos quieres mis piedras, y al parecer también quieren a Zafiro, sólo que ella se ha permanecido en la incógnita. Y casi todos los Nemosorum.

Nadir y Saskia me dieron un reporte de 100 almas contaminadas por hora, aparentemente, Yeru ayuda en eso, pero lo hacen tan en silencio, que no dejan rastros. Hugo debe estar en la cima de su círculo de amigos. Si bien Lior era parte importante de su equipo, apuesto que está feliz porque no tiene a su rival en el mismo escenario.

Con Yeru tan expuesta a la nada, le debe ser fácil tener todo bajo control.

Por los rastros que ha dejado en cada movida, mi rompecabezas sólo me deja ver que el hombre es un verdadero ajedrecista, me está tapando los caminos. Ebe y Franco pueden purificar hasta 100 piedras por día, muy por detrás de los Nemosorum.

Hugo me tiene con las manos atadas, porque no puedo ver su siguiente movimiento, pero ya estoy cansado de perder. A mí no me gusta perder. Es más, sólo he perdido una vez y fue contra Andree en las elecciones del Consejo Escolar, y fue porque elegí mal a mis acompañantes de campaña. Dara en el Comité de Bienestar Estudiantil, ahora no me parece que haya sido la mejor decisión, debía querer demasiado a esa chica como amiga, para no darme cuenta de que siempre le gustó pisar a los demás.

Y es por eso que ahora me he rodeado de buenos amigos y de la sabiduría de Berenice y Etiel. Ellos me dicen que debo estar tranquilo, si quiero ganar esta batalla, pero cada día los Perdidos no sólo se acercan más a nosotros, lo hacen también a las ciudades, han asesinado ya a un centenar de personas para robar sus almas y convertirlas en energía suya.

He parado unos cuantos ataques, gracias a Tamirá, Bruno y Nuria, ellos son mi combo de oro, por suerte, cuento con ellos para esos casos.

Miro la mesa con los papeles tirados, con mil mapas y estrategias trazadas para combatir varios frentes, y para ello, debo de si o si... hacer caso a la carta de Rebeca.

Ir la fecha pactada a Kururu kua y llevar a mi equipo de nuevo a Ojo de Mar.

Así que que, sólo estoy esperando que lleguen todos los líderes de los sub grupos, hoy los llevaré a ellos y a mi equipo grande, y luego se encargarán de hacer lo mismo con sus equipos.

Alzo mis pies sobre la mesa cuando me llevo una taza de café a la boca.

—Helios —la voz de Nadir me trae de nuevo de mi momento de abstracción.

—¿Sí? —pregunto cuando el tatuaje de energía de mi brazo se intensifica en potencia, ambos lo miramos extrañados pero de la nada vuelve a la normalidad— ¡Que extraño!— digo al ver que no hay cambios, los Nemosorum siguen sin verse, y todo se mueve con normalidad.

—Tengo un reporte urgente —dice casi temblando, yo la miro esperando que hable— Hay rumores en los suburbios, hay Piedras Rojas nuevos, dicen que los hizo Yeru, que su madre la ayudó a montar su ejército, y según murmuran las almas de las calles, esta noche será el gran golpe.

—¿Cómo? —pregunto sin entender— ¿qué son las almas de las calles Nadir? —nunca antes había oído el término.

—Vagabundos, Helios, gente que vio y sabe de los Perdidos, de los Piedras Rojas, son humanos, que fueron instruidos por los Perdidos a usar energía y así no morir de hambre.

—Nunca me contaste de eso —recalco cuando me levanto de la silla— En fin ¿crees que sea cierto?

Nadir mueve la cabeza afirmando, la verdad que nunca me ha mentindo, sus reportes siempre son 99% certeros, ella es una excelente cazadora de información, quizás por eso me cuesta a veces pensar cómo nunca reportó a Dara, pero Andree me dijo que la chica tiene muchos bucles en su cabeza. ¿Quién sabe cuántos secretos de Dara tiene escondido?

—Bien, ve por Fran, que todos estén listos para ir en una hora a Ojo de Mar, de allí, iremos a la ciudad. ¿Qué crees que sea el gran golpe? —inquiero algo nervioso, es el primer rastro seguro que tenemos de los Nemosorum, y si es verdad estaré ante Hugo, y quizás me encuentre con Yeru.

—No lo sé —su voz suelta a un hilo— pero Helios, hay algo más —dice ella mirándome con miedo— Se rumorea que ella es cruel, y que las almas contaminadas por su mano han sufrido tanto, que por cada alma, ha producido miles de sombras. ¿Sabes lo que eso significa?

Yo niego con la cabeza, porque no quiero tan siquiera imaginar lo que quiere decirme con eso, es decir... Yeru, mi tierna y tímida Yeru, ¿cruel? ¿cómo es posible? es decir... ella odiaba que la gente se matara entre si, que sean tan crueles entre los humanos ¿Cómo es posible que ella haya cambiado así?

—Bien, sea lo que sea Nadir, no importa ahora, ver por Fran, necesito que vaya por los líderes lo más pronto y nos metamos a Ojo de Mar, ya.

Cuando doy la orden, camino hasta el armario en donde tengo guardada la carta de Rebeca y las piedras, las almas en forma de piedra, las rocas de los padres de Zafiro y su celular. Miro los objetos, para tomar la Obsidiana y llevarla a mi pecho, la verdad he decidido cada que voy a una batalla llevar a una de las piedras, pues me ayuda aumentando mi energía, como ahora, no cuento con la de Yeru.

Miro mi bolsa de terciopelo, para darme cuenta de que me falta un trozo de madera, así que comienzo a buscarla en todos los rincones del armario, sin tener suerte.

Cuando me giro para ir a recoger una del patio veo a Nuria parada tras de mí, y por todos los cielos vaya susto el que me dio.

—¿Por qué te apareces así siempre? —pregunto enojado.

—Me gusta las sorpresas. —responde siguiéndome hasta el patio, cuando veo a Ebe que se está haciendo un moño en la cabeza, ahora parece toda una guerrera, ha estado entrenado con Fer, Franco y Fran, o el equipo F como ella le gusta llamar.

—Sólo venía a decirte que hoy será un día horrible —dice con tristeza— Lo siento, pero como líder, debes estar preparado Helios.

Sus palabras se apagaron cuando ella desapareció, no me dejó hacer preguntas, se fue, de la nada y me dejó con mil preguntas en la cabeza.

—¡Helios! —llama mi Liza.

Mi corazón se agita, ella me advierte de una muerte, lo sé, ¿Qué tipo de tristeza es más horrible que esa?

Miro a mi hermana quien viene caminado mientras me pregunto quién, quién se irá ¿Liza? No Dios, no por favor.

—Tamirá dice que no puede ir —¿cómo ? me pregunto enojado, ¿por qué? miro a mi hermana y estoy a punto de suspender la salida. Cuando la misma Tamirá aparece tras ella.

—Ven, Ander y yo, debemos hablar contigo.

¡Mierda! ¿Qué hago? ¿Qué carajos hago? dejo que mucha gente muera y protejo a los míos, o los vuelvo más fuertes y me arriesgo a la predicción de Nuria.

Voy junto a Tamirá con los pasos apresurados y cuando veo que Liza me sigue la atajo de los hombros para indicarle que no puede seguirme.

—Hermano, no puedes evitar siempre que vaya a todas partes —dice sonriendo.

—Lastimosamente hay muchas cosas que no puedo evitar. Liza por favor, espera a que tenga esta reunión, te lo pido de favor, no como tu hermano cascarrabias, te lo pido como una persona preocupada.

Mi hermana me mira sorprendida, pero queda quieta en ese lugar sin decir más, así que continúo mis pasos, hasta llegar a la habitación de Tamirá, sobre su cama está sentado Ander, con la cara insípida, ellos también saben que algo malo se vendrá.

—Nuria me habló de un día horrible —digo apretando mis labios—¿será tan malo como lo estoy pensando?

—Hay una muerte, Helios —responde Ander— No sé si de los nuestros, o de dónde, pero esa muerte, desatará algo grande. Tamirá de nuevo no puede ver nada, creemos que esta vez no son los Nemosorum los que interfieren en ella.

—¿Entonces?

—Pérfugas —responde la madre de Tamirá que entra a la habitación apresurada— Han hecho una especie de cadena alrededor de las zonas donde Hugo y Zafiro han atacado, justamente para evitar que cualquier predictor vea nada, están intentando ocultar alguna estrategia, y debe ser buena, porque ellos también estarán ciegos.

—Quieren a Yeru, eso es seguro —responde Tamirá— Por eso no puedo ir Helios, si voy, ellos creerán que tienen ventaja. No hace falta que preguntes nada, leí a Nadir mientras iba por Fran, mira, de todas formas, yo no puedo entrar a Ojo de Mar —asegura— Ni Ander, nosotros somos mestizos, pero no como ustedes que tienen padre mitad humanos y ya. Mi padre era un Naim, y su madre es una Astram, nuestra sangre no se mezclará con su sello. Y si vamos estorbaremos. Además, Ander no debe ser localizado aún por su madre, y estoy segura de que ella estará.

—Ok... ¿Qué me sugieres? —pregunto desesperado.

—Deben ir a Ojo de Mar —responde la madre de Tamirá— y luego sigue el rastro de Zafiro, protege a los nuestros, y prepárate para acabar con el corazón roto, porque no importa quién sea, sabemos que ese golpe será muy duro para ambos bandos.

Cierro mis ojos, y sólo me queda obedecer, ellos tienen razón, lastimosamente lo tienen, yo no puedo permitir que tantos humanos resulten heridos y yo me mantengo escondido mientras otros mueren.

—Bien —digo— Méteme en una bifurcación cuando los Pérfugas liberen esa cadena —ordeno a Tamirá— Así podré saber si tengo la zona liberada para enviar a todos los del equipo a salvo... Nos vemos luego.

Cuando digo esas palabras, mi corazón se hace nada. ¿Qué me dolerá más que Zafiro sea quien mate? ¿O la muerte misma? de todas maneras, debo olvidar esto, mantener la cabeza en alto, y proteger a los míos, sin transmitirles esta mala noticia.

Es hora de dejar las cosas en manos del azar.

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