10. Ella tenía razón
☆ I solemly swear I'm up to no good ☆
—Ya, Daniel, deja de lamentarte. Tenemos muchas cosas que hacer—le dijo James fastidiado. Todos estaban en la sala tres, sentados en las poltronas. Estaban esperando la notificación con el documento de la lista de útiles, y mientras tanto Daniel no paraba de disculparse por lo ocurrido en la casa de la señora Colligan.
El día anterior, al salir de la casa de aquella anciana, habían ido a hablar con la secretaria del director, quien había registrado e inscrito a Emma, Daniel y Fred para octavo grado.
Para evitar sospechas, habían mentido sobre el nombre de Daniel, aunque no del todo. El falso era "Daniel Innsburk Pinafore".
Los demás ya estaban registrados, a excepción de las hermanas Benin y Mikayla. A Mikayla la acababan de expulsar de su otro colegio, y Alex y Mia estudiaban en casa. Por suerte habían convencido a sus padres de inscribirlas en el colegio de Luke y James.
—Oh, claro. Lo siento—todos se estamparon la mano en la cara.
—Daniel, por si no te diste cuenta, te acabas de lamentar de nuevo—le recalcó Emma.
El chico bajó la vista avergonzado y mejor no pronunció ni una palabra más. Entretanto, sonaron las ocho notificaciones de los teléfonos de los chicos: la lista de útiles había llegado. Repentinamente sacaron sus celulares y revisaron el documento que contenía los útiles que debían comprar ese año.
—Tenemos que ir a la calle Hoko-hoko para comprar todo esto—anunció James mientras le echaba un vistazo rápido a la lista. Todos los demás asintieron, igualmente entretenidos.
—Ok. Pero ¿con qué dinero se supone que compremos todo esto?—preguntó Daniel desconcertado.
—Mi padre puede encargarse de eso—le respondió Luke con una sonrisa ladina en el rostro.
(...)
Los ocho muchachos caminaban por aquella extensa calle colorida. Luke llevaba una tarjeta de débito en su cartera, con lo que comprarían los útiles de Emma, Daniel y Fred. Los demás llevaban el efectivo en los bolsillos.
Primero se dirigieron a "Glouchester, libros de todos tipos". Al abrir la puerta sonó una campanita, llamando la atención de la dueña y algunos clientes, quienes se giraron para verlos. Atravesaron la tienda, repleta de estanterías con libros, y se dirigieron al mostrador de madera.
—Buenos días—saludó Luke, apoyando su codo en el mostrador.
—Señor Leblanc—respondió la señora que atendía, la dueña, en modo de saludo. Era una mujer de cabello castaño y ondulado y ojos color miel-, supongo que viene por sus libros escolares.
—Sí. Así es. Pero necesito... varios: mis amigos también necesitarán los suyos—el chico le guiñó el ojo a la señora y esta asintió. Todos los demás, observaban detrás de ellos.
—¿De qué grados?—preguntó, mirando por encima del hombro de Luke al grupo de chicos que solamente estaban parados sin decir nada.
—Seis de octavo y...—se giró para ver a sus amigos- dos de noveno.
—Luke, no tienes que hacer esto. Para eso nosotros tenemos nuestro dinero—le susurró James apenado.
—No te preocupes, James. Esta belleza—les mostró su tarjeta de débito—también tiene dinero.
—Muchas gracias, de verdad—le agradeció Emma, y todos los demás asintieron y algunos vociferaron un débil 'sí'. El chico sonrió y les guiñó un ojo. La verdad no le importaba ser gentil con sus amigos, y menos con ese tipo de cosas: las que se pudieran comprar.
La mujer se subió a una escalera muy alta, que estaba detrás de ella, para alcanzar la elevada estantería en donde se encontraban los kits de libros escolares de octavo, noveno y décimo. Sacó su varita y con un ademán, los seis kits de octavo y los dos de noveno bajaron hasta el mostrador planeando elegantemente; se acomodaron en dos pilas perfectamente organizadas. Enseguida, la señora bajó e hizo las cuentas.
—Son... ciento veinte Wolseys—les dijo al finalizar de sumar los valores en la caja registradora. Luke le entregó la tarjeta, ella la pasó por el datáfono, y luego de que el chico pusiera el pin, empacó cada kit en una bolsa de papel, todas de diferente color.
Todos salieron de la tienda, cada uno cargando kit, y se dirigieron a la tienda de los uniformes "Leoneat, uniformes para los institutos Waterwave, Cienesso, Vonnandir y Millheadge". Entraron y se sentaron en unas sillas de color vino tinto en la sala de espera.
Pasaron unos minutos, hasta que la muchacha de Waterwave se desocupó.
—Hola, mi nombre es Chloe—se presentó la chica—, ¿en qué puedo ayudarles?
—Ehh... ¡hola!—saludó James—necesitamos uniformes nuevos. Completos, por favor.
—Ok. Síganme—la chica caminó a zancadas, esquivando a los clientes que venían a comprar uniformes de otras instituciones. Llegaron a un pasillo en forma de "U" invertida, cubierto por una alfombra también vino tinto, decorada con un bordado de estrellas amarillas. Tenía cuatro entradas; dos a la derecha y dos a la izquierda. Al lado de cada una, había un escudo, representando al instituto al que pertenecía.
(No me juzguen xD fue hecho de rapidez)
La chica cruzó por la entrada del escudo rojo, más bien vino tinto, con naranja; el que tenía un oso grizzly rugiendo.
Los ocho la siguieron y se encontraron en una habitación con diez vestidores (cinco de cortinas vino tinto, cinco de cortinas naranja), varias sillas iguales a las del vestíbulo, y una puerta al lado de la entrada.
—Primero las damas—les advirtió Chloe, cuando James levantó rápidamente de su asiento, esperando ser atendido, así que solo rodó los ojos y volvió a sentarse.
—Vengan conmigo, chicas—Emma, Alexandra, Mia y Mikayla se levantaron de sus asientos y acompañaron a Chloe hasta el centro de la habitación—. ¿Qué tallas son?—les preguntó.
—Ocho—dijo Mikayla.
—Nosotras siete—respondió Mia, por su hermana y por ella.
—Catorce—contestó Emma, extrañada al oír tallas tan pequeñas. Ellas se veían más grandes que ella...
—¿¡Catorce!?—rió Chloe— Pero si estás más delgada que un palillo y no eres tan alta que digamos—Emma bufó cruzada de brazos mientras los demás reían por lo bajo. No le gustaba que se lo echaran en cara. Las personas siempre se burlaban de ella por eso y no le gustaba para nada— Creo que eres talla seis o siete.
—Bueno, entonces deme una seis o siete—dijo de mala gana.
Chloe asintió divertida y se dirigió a la puerta que estaba al lado de la entrada. La abrió y rápidamente entro, procurando que nadie viera lo que había adentro. Luego salió con varias bolsas transparentes, en las que estaban los uniformes de las chicas doblados. Se acercó a cada una y le dio su respectivo uniforme: a Emma el 6, a Mia y a Alex 7 y a Mikayla el 8. Ellas entraron a los vestidores y se los pusieron.
Se les veía genial. Era una camisa blanca de poliéster con cuello y manga corta, fajada en la falda tableada gris arriba de la rodilla. Además, tenían puesto un chaleco escolar de color vino tinto, en cuello "V" bastante abajo, dejando ver la corbata con rayas diagonales, de color naranja y vino tinto, que estaba debajo de este. Finalmente, tenían unas medias blancas, que en la parte superior tenían dos rayas (horizontales), una naranja y la otra vino tinto, como había de esperarse.
—¿Cómo nos vemos?—preguntó Emma tímidamente. Ninguno respondió, todos se habían quedado embobados, mirándolas de arriba a abajo; comiéndolas con la mirada.
—Wow...—murmuraron todos los chicos al unísono, haciéndolas sonrojar.
—¡Bueno, ya es suficiente!—intervino Chloe sonriente después de unos segundos—Dejen de imaginarse cosas pervertidas, corruptos mentales—les dijo a los muchachos, quienes voltearon a verla.
—Lo sentimos. Pero en nuestra defensa es culpa de la sociedad—se disculpó Luke. Todos rieron ante el comentario. Era cierto, pero gracioso. (N/A: Frase dedicada a artumoralescllo y a pikagast xD)
—Bueno, chicas, ¿esos les quedan bien?—les preguntó la muchacha mirándolas de arriba a abajo. Todas asintieron—Y ¿cuántos de los de diario les doy? ¿Tres?
—Yo si creo—dijo James—. Considerando que tenemos deportes dos veces a la semana, tres serán suficientes. Y creo que se necesitarán dos uniformes de deportes entonces.
Chloe asintió como diciendo "a tus ordenes" y volvió a entrar a la puerta que estaba al lado de la entrada. Al salir, llevaba los uniformes deportivos de las chicas, de las mismas tallas que las de los de diario. Se los entregó y estas entraron a los vestidores para probárselos.
—Mientras tanto voy a atenderlos a ustedes. Tallas—pidió.
—Siete—dijo James y volteó a ver a Daniel—. Y para él...—entrecerró los ojos, aún mirandolo—también.
—Yo soy ocho—adivinó Fred.
—Yo igual—comentó Luke.
—Siete, siete, ocho, ocho; ok—repitió Chloe. Enseguida entró por la puerta y al salir llevaba los uniformes. Los repartió por tallas mientras decía—:Siete... siete... ocho... y... ¡ocho! Ponganselos y me dicen cómo les quedaron—ellos asintieron y entraron a los probadores.
En eso, las chicas salieron. Tenían puesto un short vino tinto, y una camisa sin mangas blanca con el escudo del colegio, y encima de esta, una camiseta polo, también con el escudo del colegio. Se veían muy atractivas, en especial para los hombres...
—Me siento desnuda—expresó Emma avergonzada con los brazos como si se estuviera abrazando a ella misma. Enseguida, James y Luke se asomaron por la cortina del probador, con unas caras terriblemente pervertidas. Ella se dio cuenta y abrió la boca con indignación—Malditos...—susurró caminando a zancadas hacia los probadores a darles su merecido. James cerró la cortina de la cabina, algo que no impidió que Emma entrara. La chica le azotó una cachetada bien merecida que le dejó la mano marcada en la mejilla. Salió del vestidor de James furiosa y entró al de al lado, al de Luke. Para ese momento, Fred y Daniel estaban observando la situación, al igual que las demás, sabiendo lo que les esperaba a esos dos pobres...—¡Eso... te... pasa.. por... perver... tido!—gritaba Emma mientras le pegaba a Luke con una camisa. Sonaba como si le estuvieran dando latigazos.
Salió también de ese probador y se paró de nuevo con las demás chicas.
—Soy tu fan—le susurró Alex al oído, lo que le provocó una ligera sonrisa.
—Sí... debimos advertirles lo que pasa cuando hacen eso...—les dijo Fred a James y Luke, quienes se estaban sobando la cara y la cabeza—Creo que la cara te quedará roja un par de días—se burló. James lo fulminó con la mirada aún sobándose la mejilla. Estaba muy adolorido como para esas bromas en ese momento.
—Bueno, ¿les quedaron los uniformes sí o no?—preguntó Chloe como si le estuvieran haciendo perder el tiempo.
—Sí—respondieron los ocho al unísono. Los chicos llevaban un pantalón vino tinto y una camisa parecida a la de las chicas, que tenía el escudo, y una corbata igual a la de ellas. Ellos también se veían muy guapos.
Luego, se probaron el uniforme de deportes, que era igual que el de las chicas, solo que con el short más largo.
(...)
—Gracias, nos vemos—agradeció Luke a la cajera, agarrando todas las bolsas de compras.
Emma estaba viendo la televisión que estaba ahí en la sala de espera. Estaban pasando las noticias de la noche. La pelirroja hizo una cara de espanto, se tapó la boca con las manos, y abrió los ojos como platos.
—Ay. Por. Dios.—murmuró asustada—Yo tenía razón. Se nos había olvidado algo...
Todos sus amigos se acercaron a ver la televisión con ella e hicieron la misma cara de la chica. Ahora sí que se habían metido en problemas. Y muy graves...
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Hola! Lamento haber tardado tanto en subir cap. Ya solo me faltaba un poco pero he estado DEMASIADO ocupada con el colegio. Aparte me enfermé el fin de semana anterior y no pude hacer nada. Pero buee, aquí está el capítulo, espero que les haya gustado 😊😊😊
Muajajajajaja 😈😈😈 Los dejé con la duda de lo que salió en las noticias.
La única pregunta que tengo es: ¿¡Qué será lo que se les habrá olvidado!? Los tengo con la duda desde hace unos capítulos 👿👿👿
Lean el proximo cap para saber la respuesta
Los amo mucho ❤❤❤ Nos vemos en el próximo capítulo 💕❤
☆ Mischief Managed☆
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