El coche avanzó por la carretera con cuidado, era de noche, así que era más posible encontrar ladrones y obstáculos en las viejas carreteras construidas en una era pasada.

Había estado durmiendo casi desde el inicio del recorrido, así que no midió la cantidad de horas que recorrieron, ni la distancia que tenía de la ciudad más cercana. Lo único que podía distinguir era el follaje espeso que se abría paso por el bosque. Ahí recordó una de las historias de los libros que leía, en donde decía que los hombres, cuando la mayoría había perecido por la contaminación, no había ningún lugar donde enterrar a los muertos, así que los dejaron a la naturaleza, en donde las plantas crecieron de nuevo.

Aquello le pareció siniestro, pero no quería pensar en cosas como esas, tenía muchas pesadillas y era necesario que tuviera la mente en donde debía estar.

Cumplir con lo que deseaba, sí deseaba su libertad.

— ¿Cuánto falta para llegar? — preguntó al conductor, mientras intentaba mirar.

El hombre negó y miró por uno de los espejos destartalados del auto.
— Aún falta medio camino, así que vuelve a dormir, llegaremos en alrededor de tres horas.

Asintió con la cabeza y volvió a descansar sobre el tapiz del vehículo, mientras repasaba mentalmente lo que se le había confiado y la cara de las personas a las que debía engañar.

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Hoseok no tenía que hacer mucho en la casa de Seokjin, durante los días en los que había estado cerca de él, esperando sus órdenes no había hecho más que pasear por la mansión e intentar ayudar a las criadas.

Todo era aburrido, pero no decía nada porque aún sentía temor por el mayor, aunque no se cruzaban mucho, imponía su presencia en el lugar. Las pocas veces que se veían en el día conversaban sobre cosas que le habían ocurrido en el harén y preguntas que Jin hacía sobre cosas sin importancia.

Estaba acostado en su cama, mirando el techo, delineando la tela de seda de las sábanas, oyendo el sonido de la lluvia caer sobre el techo de la casa.
El ruido de la perilla de la puerta abrirse lo alarmó y se incorporó en su lugar.

Era Seokjin, sonriendo, cerrando la puerta tras de sí. Tenía un paquete en sus manos, atado con un cordel, se arrodilló ante Hoseok y le mostró lo que guardaba.

— ¿Qué crees que es? — le preguntó, con notable emoción.

Él tomó el  paquete, envuelto en color marrón, quería desatar el cordón, Seokjin le había compartido su curiosidad y emoción.

— No lo sé — dijo — abriré el cordel.

— Hazlo

Jaló del pequeño listón y desenvolvió la envoltura lo más rápido que pudo, mientras lanzaba por su cama los pedazos que quitaba sin piedad.
Eran algunas fotos de una familia y una joven, un mapa y un par de símbolos para un Haindeul, unos botones negro y verde muy elaborados.

— ¡Eureka! — Jin tomó las fotos y las examinó de manera rápida — pues en fotos se ven más imponentes, así que será más rápido.

— ¿Qué será más rápido?

— Hoseok querido, tienes que escuchar bien, porque esto es lo más importante de tu misión, lo que necesitas saber para obtener tu libertad está en estas fotos.

— Entiendo, habla — pidió, ansioso por saborear sus fantasías de libertad.

— Está familia que ves aquí — le mostró la imagen de un conjunto de personas, dos niños y una pareja — son Soyujas, de los más ricos de toda la jerarquía. Así que te imaginarás su poder, el hombre que está en el centro se llama Min Minseok, es el padre y es un tremendo hombre, de negocios, pero viejo y que desea dejarle el camino libre a sus hijos. En especial al mayor.

— ¿Y dónde entro yo?

— Espera, deja que te cuente todo.

»El hijo mayor se llama Yoongi, tiene un años más que tú y uno menos que yo, es un chico que apenas y sale de su casa, pero tiene la fama de ser muy inteligente, yo no te puedo corroborar nada, pero qué decirte. Será el que herede la fortuna de su padre y quién maneje su imperio. Su padre es un ambicioso y no contento con tener una gran familia y dinero desea hacer subir a su hijo de nivel.

» Y aquí entra Jung Jiwoo, de seguro habrás escuchado de ella, es la hija del Junim, el hombre más poderoso del orbe de Corea y nuestro gran y majestuoso líder.  Minseok planea hacer que ambos se conozcan y conecten, para que se casen y así subir directamente hasta la élite, así, su hijo podrá ser el heredero del imperio dado que el hombre perdió a su hijo hace muchos años y la monarquía se queda entre los hombres.

— Tú planeas casarte con Jiwoo ¿verdad? — dijo, mirando la foto de la chica, admirando su belleza, que le resultaba familiar en algún punto — ¿no crees que es malo jugar con el corazón de una chica para quedar con el trono?.

— Mi historia con Jiwoo es diferente Hoseok, yo la amo, con mi corazón. No puedo permitir que se case con un patán cuando he estado a su lado casi desde nacimiento — Jin se levantó y tiró una de las sillas — es por eso que necesito que hagas lo que te pido.

— ¿Qué debo hacer?

— Simple, a la medida de un Hoesa Sogae. ¿ves el símbolo de los Haindeul?, pues lo tendrás que usar un largo tiempo.

» Te haré llegar a la casa de los Min, como uno de los sirvientes de la casa y al mismo tiempo también te colocaré cerca del hijo mayor, lo único que deberás hacer es usar tus encantos y seducirlo, hacer que caiga a tus pies, lo que no es difícil viendo todos tus atributos, querido Hoseoki, cuando esté enamorado de tí tienes que asesinarlo a él y a su familia. Sin piedad, sólo así podrás tener lo que deseas... Libertad.

— ¿Quieres que mate a un Soyuja?, ¿Haz pensado lo que me harán si tan sólo descubren que soy un infiltrado?

— Por eso debemos ser cuidadosos, de eso me encargaré yo. Tú sólo tienes que pensar en cómo acercarte al chico y que te ame. ¿Entendido?

Hoseok miró hacia la ventana, las gotas de lluvia caían aún con fuerza hacia el paisaje, pero mostrando un panorama nuevo. Hoseok estaba harto de su vida, de las castas. Deseaba huir y ser libre. No tener ataduras y devolver un poco de su odio a quién no sufría nada.

— ¿Cuándo me voy?

Holaaaaaa​.
¿Qué les pareció mi capítulo sacado de las cenizas?
Sé que tienen alguna teoría, así que pueden decirme la y yo les digo si están frío o caliente.
En fin, espero que les guste y que se puedan unir a el grupo de Whatsapp de mis historias