" Escoge la copa que desees de la mesa, has sido elegido para quedarte en el harén"

¿Era real?, ¿al fin algo bueno podía sucederle a él?, si lo era podía ser considerado lo más bello que le hubiera pasado en la vida, pero si no, alguien tenía que advertirle que estaba soñando, para evitar que la caída a la realidad fuera totalmente dura.

El papel en sus manos pareció no mentir y sonrió de pura felicidad, incluso estaba a poco de bailar, poco le importaba que el resto de los compañeros estuvieran en un estado de shock intentando asimilar lo que el papel en sus manos les había dicho.

Se había salvado de tener que ser vendido para toda su existencia a alguna persona desconocida, pero eso no evitaba tener que trabajar en el harén, de echo, lo primero que harían esa noche sería vender su virginidad y tener que acostarse con alguna persona que haya pagado lo suficiente para poder hacerlo.

Pero por otro lado, podría estar con TaeHyung, su Tae, el lindo chico que le había robado el corazón, el mismo que le había prometido estar toda su vida junto a él. ¿Cómo ocultar su felicidad?.

- No, no, no - el susurro detrás de él pareció bajarlo de sus fantasías.

Volteó a ver atrás, intrigado por el quejido que amenazaba a convertirse a un llanto de dolor. Y ahí estaba Sook, llorando de impotencia. Hoseok sintió una punzada en el estómago; Sook estaba enferma, tanto que constantemente tenían que llevarla al médico, si era subastada nadie la protegería, tenía que ser una persona de una gran bondad.

Pero esas ya no existían y quedaban descartadas si iban a la subastas de las sugnyeo.

La chica sabía que iba a ser subastada, sus lágrimas de dolor lo demostraban, Hoseok también sabía que ella pensaba que era el fin de su vida. Y prácticamente lo era.

Nadie que habría tomado un papel con destino en el harén le daría el suyo a Sook, nadie era tan compasivo ni siquiera si conocían el estado de la chica. Y Hoseok los comprendía, cuando está en futuro tu vida, eres todo menos una buena persona.

Pero nunca está mal ser la esperanza de alguien más.

- Sook - fué hasta ella y le dió un abrazo, uno apretado, de compasión y lástima.

La chica, pequeña y delgada lo recibió y lloró en su hombro, Hoseok sintió en los cabellos delgados de Sook el mismo toque que cuando calmaba a Chaeyoung después de una noche dura. ¿Qué sería de ella si estuviera en el lugar de Sook?, ¿Qué haría él?.

Hoseok sintió una punzada en el estómago al intentar recordar a su hermana, a su pequeña Chae, la niña que siempre lloraba después de ser golpeada por sus padres, cuando él olvidaba sus propias heridas para curar y hacer sonreír a su hermana.

¿Enserio comprometerás tu vida y tú futuro por una pequeña niña enferma?, ¿Dejarás a TaeHyung por salvarla?.

- Sook - la llamó - abre tu mano, porfavor.

La chica asintió y la abrió, Hoseok aprovechó para dejar la pelota que había tomado en la mano de la chica y tomando la de ella, para él.

- Hoseok - chilló ella - no, no, ¡no hagas eso!.

A Hoseok no le importaba, había tomado una decisión, había hecho algo bueno, Sook sería vendida en el harén y se quedaría ahí toda su vida, puesto que dependía del lugar completamente.

- Sook quedó en harén - gritó, llamando la atención de todos en el lugar.

A ella no le dió tiempo de negar nada, tenía el papel en sus manos y ya era tomada por todos para ser felicitada.
Mientras Hoseok se acostumbraba a la idea de dejar de ver a TaeHyung para siempre.

- Los que pueden pasar por sus copas háganlo y retirense, los que no se quedarán en el salón por el momento - ordenó Suyeon.

Contando a los chicos que iban a la mesa y recogían una copa dorada, los que lo hacían estaban felices, incluso Sook tomó la suya, siendo arrastrada por un compañero, sin despegar la vista de él.

Podía leer el gracias de sus labios aún en la lejanía.

Pueden matarme por ser una drama Queen 😂