Capitulo 6
Oscuridad.
Era todo lo que había en todos los rincones de aquel lugar, mirara por donde mirara lo único que sus ojos lograban vislumbrar era aquella oscuridad infinita que estaba por todos lados, era todo lo que había y verla solo le dejaba en claro a Steven una cosa y era que ahora debía de luchar con sus demonios internos en forma de pesadillas.
Con miedo e incertidumbre se adentró a aquel tenebroso pasaje, veía con miedo a todos lados mientras caminaba no sabía a donde iba solo avanzaba, sus ojos veían temerosos aquel suelo estéril que se le presentaba. Gris y muerto, agrietado como si un terremoto hubiera pasado y con arañas corriendo por allí provocándole ganas de gritar pero no pudiendo hacerlo por el gran nudo que había en su garganta.
El silencio ensordecedor provocaba que de alguna forma, sintiera como les sangraban los oídos mientras su mirada veía temeroso las tinieblas esperando a que algo saliera de ellas para dañarlo.
No supo por cuanto tiempo estuvo caminando pero supo que fue mucho ya que empezaron a dolerle los pies, estuvo así hasta que sintió de pronto como una potente descarga eléctrica lo recorría por completo.
Aquella descarga era tan fuerte que sintió como estaba por todo su cuerpo sintiendo incluso sus células sufrir, fueron unos horrorosos y eternos segundos donde sintió aquel dolor de la electricidad que lo dejo tambaleándose hasta quedar de rodillas en el suelo con su cuerpo humeando.
Steven aun en el suelo dejo salir pequeñas lágrimas de sus ojos junto con sollozos pobremente contenidos, apretando sus manos en el suelo trato de calmarse solo sintiendo su cuerpo temblar apretando los dientes se levantó sintiendo su cuerpo pesado, tambaleándose pudo quedar de pie sintiendo como todo le daba vueltas tragando saliva y respirando muy profundo pudo quitar las náuseas que lo estaban atacando. Mucho más calmado vio frente a él un camino de tierra que se extendía a lo largo creando un gran camino, eso lo confundió mucho ya que eso no estaba hace un momento, su confusión solo aumento al ver que del suelo salían pequeñas flores rosas donde al salir esparcían un olor dulce uno que logro relajarlo y que lo incitaban a recorrer aquel camino.
El híbrido caminaba y caminaba, su nariz estaba llena de aquel dulce y relajante aroma que en esas flores había, su confusión aumento al ver como pronto el camino de flores iba acabándose para dejar el camino de tierra que mientras más avanzaba empezaban aparecer los narcisos más hermosos que hubiera visto en su vida, no sabía porque pero siguió caminando algo en su interior solo lo hacía seguir ese camino.
A donde este llevara no lo sabía pero algo le incitaba a continuar su camino, eso fue hasta que escucho una carcajada que él conocía muy bien sería difícil no hacerlo, no tenía que verla para saberlo ella había logrado que nunca pudiera olvidar aquella risa que solo vio cuando supo que lo tenía capturado.
Su respiración se agito y sintió como su ritmo cardiaco se disparaba, su boca se había secado y en su garganta sentía como si una mano lo estuviera asfixiando queriendo cortar su respiración y así ahogarlo, gotas de sudor frío salían de su piel bajando hasta caer al suelo y la gema en su cuerpo estaba brillando de forma errática mientras se calentaba contra su piel casi quemándolo en el proceso.
Saliendo de su miedo empezó a dar pequeños pasos alejándose de los ecos que producía esa risa, sintiendo como una uña afilada recorría su columna no espero nada más y volteando por completo empezó a correr lejos muy lejos de allí, no le importo pisar las flores ni caer al suelo por rocas que nunca estuvieron allí cada vez que caía se levantaba de inmediato para seguir su huida desesperada.
Estaba llegando cerca de las rosas cuando una cadena apareció de la nada y atrapo una de sus piernas donde empezó a arrastrarlo en dirección donde estaba aún esa risa macabra, luchando logro empezar a evitar que siguiera pero no conto con que más cadenas aparecieran y lo tomaran de su otra pierna y un brazo, usando la mano libre enterró sus dedos en la tierra en un intento desesperado por evitar ser llevado ante "ella" un intento que fue en vano ya que solo consiguió lastimar su mano.
Lagrimas salían desesperadas de sus ojos mientras repetía una y otra vez…
-¡No! ¡Por favor! ¡No me lleven con ella!-
Sus ruegos eran ignorados, su rostro estaba lleno de suciedad y algunos cortes productos por pequeñas piedras en el suelo. Fueron momentos que sintió eternos hasta que en algún punto sintió como era lazado por esas cadenas al frente, y vio como estas se iban para dejarlo solo. Temblando al mismo tiempo que sollozaba, se levantó, respiraba al punto de que estaba por hiperventilar levantándose estaba por volver a irse cuando vio otra vez el camino de tierra frente a él.
No queriendo continuar volteo y detrás de él solo había oscuridad, su corazón se había detenido por un momento pero lo que vio lo dejo aterrado. Veía aquella oscuridad como si fuera la boca del lobo, había algo allí que sabía si iba a ella iba a devorarlo.
Respirando profundo siguió aquella risa, mientras más se acercaba pudo distinguir entre ella unos pequeños sollozos femeninos que lo confundieron en su caminata volvió a sentir otra violenta descarga que lo hizo gritar en esta ocasión y que lo dejo de rodillas, el humo emanaba un poco más de su cuerpo y el dolor junto el ardor lo dejaban sin aliento.
Ciertas gotas saladas le nublaron la visión, Steven lloraba sintiendo la impotencia a la vez que tapaba sus oídos en un intento de silenciar aquella horrible risa tenía los ojos fuertemente cerrados, pero los abrió cuando sintió algo viscoso empezando a cubrir sus pies hasta la pantorrilla. Cuando quito sus lágrimas de su vista, pudo ver que era algo muy parecido a la brea que cuando intento moverse se le hizo imposible moverse. Estaba atrapado en ella.
Al levantar su mirada vio algo que hizo que sintiera como se le congelara toda la sangre; frente a Steven estaba Yellow Diamond sentado en el mismo trono amarillo que uso en el juicio mientras sonreía, mostrando un par de colmillos que había notado en ese mismo juicio al tenerla más de cerca, pero lo que tenía a Steven completamente aterrado era que en medio de ambos estaba nada más y nada menos que Kiki completamente encadenada.
Sus brazos estaban separados por las cadenas mientras que ella estaba arrodillada sollozando, grandes lágrimas caían y bajaban por sus mejillas para terminar en el suelo, ella tenía su vista en el suelo mientras temblaba en cada sollozo.
-K-Kiki?- Al escucharlo la morena pudo separar su vista del piso y ver a Steven para darle una mirada desesperada.
-¡Steven!-
-Oh Rose, ya era hora de que llegaras, estaba pensando que jamás vendrías.- Steven vio que Diamante Amarillo tenía una sonrisa muy parecido a la del juicio solo que al ver esos orbes amarillos se veía la satisfacción de verlo asustado.
-¡Steven! ¿Qué está pasando?-
-Tranquila Kiki, voy a sacarte de aquí.- Estuvo por correr hacia ella pero las mismas cadenas de antes lo apresaron para que no pudiera moverse, ni siquiera pudo mover las piernas ya que estas estaban atrapadas por un líquido parecido a la brea.
-Me alegra saber que ya se conocen, así no deberé de presentarlas.- La diamante se puso de pie haciendo alarde de su gran altura intimidando a ambos chicos.
-No.- Fue el único murmullo que salió de Steven, al saber que no podía hacer nada. Allí se dio cuenta de la gravedad de la situación, y usando todas sus fuerzas empezó a sacarse las cadenas pero no pudo lograr su forcejeo para liberarse porque el volvió a recibir una descarga que lo dejo desorientado y que sus brazos detuvieran su caída.
-¡Steven! ¡Por favor, no lo lastimes!-
La diamante al escucharla solo ensancho su sonrisa, intimidándola al ver aquella maldad en aquellos ojos amarillos con forma de rombos le hizo darse cuenta lo mucho que disfrutaba hacerle daño a Steven.
Esos ojos mostraban una maldad que nunca pensó ver en alguien, una maldad que solo la hacía digna del mismísimo demonio.
-Steven… esto es un sueño, eso significAhhh!- Las palabras de la morena fueron interrumpidas por una descarga eléctrica que la hizo convulsionarse al sentirla.
El híbrido vio horrorizado y con pupilas achicadas como aquella descarga pasaba por el cuerpo de una de sus amigas, los destellos de electricidad de color amarillo recorrían su cuerpo mientras sus ojos veían en un shock doloroso a la nada, fueron segundos eternos donde el pelinegro vio como el cuerpo de Kiki caía flácido al piso siendo solo sostenidos por las cadenas que estaban en sus muñecas.
-¡Aaaahhhh!- El grito la morena dio resonó por todo el lugar, sus sollozos junto con sus lamentos eran como una espada en el corazón del híbrido, una que lo torturaba lentamente.
La diamante empezó a reír a carcajadas al ver como "Rose" trataba inútilmente de salvar a la humana, la satisfacción de ver a la destructora de su hermana impotente a lo que le hacía a uno de los humanos que tanto se empeñó en proteger era muy grande pero aun así… no era suficiente.
-¡NO!- Una nueva descarga y esta vez Steven pudo ver como empezaba a humear el cuerpo de la morena.
-¡ELLA NO TIENE NADA QUE VER EN ESTO! ¡DESTRUYEME SI QUIERES PERO POR FAVOR NO LA LASTIMES!- Grito el híbrido angustiado con aquel líquido salado saliendo de sus ojos, las carcajadas se detuvieron y con eso también las descargas para dirigir sus orbes amarillos hacia el pelinegro, quien miraba temeroso a la mujer gigante.
Yellow miraba directamente a Steven con expresión neutral, pero en sus ojos se podía observar el odio y el desprecio irradiando de ellos, el único sonido que se pudo escuchar en aquel oscuro páramo era el de la respiración entrecortada de Kiki quien tenía su rostro en el suelo con su mirada perdida, a la vez que temblaba repetidamente producto de la violenta descarga, Steven incluso pudo oler el olor a quemado emanando de ella.
-¿Crees que destrozarte será suficiente?- El desprecio que salía de su boca, todo aquel odio y asco era dirigido únicamente hacia él. -Oh Rose, lo que hiciste amerita que hagamos tu gema polvo en realidad, no hay castigo apropiado por lo que tú has hecho!- Un aura amarilla empezó a emanar de la rubia junto con destellos de electricidad haciéndola todavía más intimidante de ser posible.
-…-
La tensión era tan grande que Steven apenas podía respirar, su cuerpo estaba temblando y el sudor bajaba hasta perderse en su ropa.
-Porque tu… destruiste a Pink… y el-ella no va a volver…-
Steven vio en su cara el lado más vulnerable de Diamante Amarillo, en esos ojos pudo observar el dolor de todos los siglos desde la destrucción de Diamante Rosa, uno que solo había visto en la sala del trono de Pink Diamond esos ojos que lo habían visto con tanto odio se habían ido dejando ver el dolor que sentía por la pérdida de su compañera diamante, uno que no había disminuido en lo más mínimo aun cuando pasaron más de cinco mil años.
Verla así provoco en el híbrido mucha culpa y lastima por ver las consecuencias de las acciones de su madre. El pelinegro miraba el estado más humano de la gran diamante, lo que hizo que se sintiera como la mayor escoria que ha existido aun cuando no fue el quien comenzó la rebelión o fue quien destruyo a Diamante Rosa, las acciones de su madre por muy buenas intenciones que ella hubiera tenido fueron malas y frente a él estaban las consecuencias, el chico estaba por ofrecerle palabras de consuelo pero rápidamente la expresión dolida de la gema, cambio a una llena de furia que provoco pánico en el pelinegro para después ver como ella volvía a electrocutar a su amiga lo que hizo que su angustia se acrecentara.
-¡AAAAAHHHHH!-
-¡Para por favor!- Las lágrimas nublaban la visión del hijo de la líder de las gemas de cristal, su lucha había vuelto con más fuerza intentando salvar a su amiga.
-¡DESTRUIRE A TODOS TUS HUMANOS ROSE! ¡TODOS ELLOS SUFRIRAN! ¡NO PODRAS SALVAR A NINGUNO! ¡AL IGUAL QUE DESTRUIRE A AQUELLAS REBELDES!-
Las descargas se detuvieron dejando a la morena ya sin fuerzas para sostenerse, su cuerpo temblaba violentamente mientras las lágrimas salían de sus ojos.
-No creas que me detendré, no sería divertido si la humana muriera tan pronto.-
Steven solo podía ver una y otra vez como Kiki era torturada frente a él, sí que pudiera hacer nada escuchando sus gritos y alaridos de dolor, impotente sabiendo que por mucho que lo intentara no podía hacer nada para ayudarla.
-¡StevAaahhh!-
Solo quería que se detuviera, que toda esta horrible pesadilla por fin terminara.
No pudo notarlo, estaba tan destrozado por lo que veía, que no pudo ver que la gran mano de la diamante ya estaba sobre el hasta que sintió una presión en su cabeza junto con la asfixia que eso le producía, al mismo tiempo que sintió mucho dolor en su mollera que le hizo apretar los dientes, intento escapar del agarre pero era imposible, estaba perdido lo sabía; fue un tonto al creer que todo estaría bien cuando regresara del espacio, que todo se solucionaría mágicamente con solo regresar, que las diamantes dejarían la Tierra tranquila con solo entregarse, el solo saber que pensó eso en algún momento le daban ganas de golpearse.
La presión iba en aumento, Steven pudo ver con cierta dificultad como Kiki estiraba su mano hacia él desesperada buscando una ayuda que no podía darle, su visión empezó a oscurecerse al igual que apenas podía pensar por el dolor que sentía.
-Esto aún no termina, Rose.-
Crack!
Luego de eso los gritos de Garnet lo despertaron, sino fuera por ella no sabía lo que hubiera pasado.
Pero sabiendo que lastimo a Kiki, agradecía profundamente haber sido despertado. Porque no sabría lo que pudo haber pasado.
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