Capitulo 3.

"A veces creemos que seguimos nuestros sueños, cuando en verdad solo vamos detrás de nuestras pesadillas."

[.]

Negro.

Eso era todo lo que podía ver en esos momentos.

Steven vio en todas direcciones intentando ver si podía encontrar a algo o alguien en aquella desoladora oscuridad, viendo que no había nada suspiro y dudoso camino sin dirección alguna por el misterioso lugar.

Habían pasado unos minutos desde que comenzó a caminar cuando empezó a notar como la temperatura del lugar empezaba a bajar, incluso podía ver su aliento cada vez que respiraba. Continuando sintió como el lugar estaba tan frio, tambaleándose sintió como sus extremidades se entumecían por aquel frio que empezaba a colarse por sus huesos.

Su cuerpo empezó a temblar cada vez más erráticamente y arrodillándose, Steven sintió como donde estaba su gema pesaba como si cargara miles de toneladas. El miedo y la desesperación provocaron que del híbrido salieran unas cuantas lagrimas que de inmediato se congelaron apenas bajaron por sus mejillas, las orejas y los labios del pelo rizado se estaban volviendo algo azules y cuando pensó que estaba a punto de desmayarse sintió una horrible descarga eléctrica que lo recorrió unos segundos dejándolo atontado y con su cuerpo humeando.

Unos sollozos de dolor salieron de su boca mientras luchaba por respirar, su cabeza palpitaba y el aire era pesado que le quemaba los pulmones.

-C-c-chicas…- Llamo débilmente a las gemas de cristal con la esperanza de que ellas lo salvaron, solo siendo recibido por el sordo silencio que allí había.

Estando casi por terminar por completo en el piso, sintió como el suelo se sacudía con mucha violencia.

-Aaahhh!-

El piso empezó a fragmentarse dejando ver solamente vacío, Steven intentaba ponerse de pie pero el dolor en su cuerpo más el aire gélido del lugar se lo estaban impidiendo, respirando con dificultad pudo estar de pie sintiendo lo inestable del piso y antes que pudiera hacer algo, este se rompió.

-AAAaaahhhh!- Sus gritos se escucharon por todo el lugar haciendo un eco.

El cuerpo del híbrido cayó al vacío, el viento golpeaba su espalda y sus lágrimas salían de sus ojos yendo hacia arriba. Sabiendo que de nada servía gritar, Steven se resignó a lo que fuera a pasar.

Su cuerpo solo caía, caía y… caía.

Y cuando por fin llego al suelo, todo el aire de sus pulmones salió y un dolor punzante lo golpeo en la espalda al pelinegro. Tosiendo y quejándose, Steven intento respirar para así al menos poder ubicar en donde estaba.

-(tos)…(tos)…¿Dónde (tos) estoy…(tos)?- Dijo Steven intentando abrir los ojos, pero el dolor a sus espaldas se lo impedía. Probablemente tenía algo roto.

Calmándose y siendo cuidadoso se volteó, un dolor agudo le golpeo justo en la espalda, donde estaban sus omoplatos.

-Ugh…- La cabeza le palpito mucho y se sentía mareado, tragando saliva trato de tomar fuerzas. Solo recibiendo el sabor metálico de su sangre, escupiéndola se levantó del suelo y tambaleándose pudo quedar de pie aun con el horrible dolor de espalda.

Viendo por fin donde estaba vio que estaba en un campo pero en vez de hierba verde había hierba gris y muerta, el cielo estaba plomizo y a lo lejos pudo observar arboles torcidos, respirando pesadamente camino hacia ellos con la esperanza de encontrar a alguien para así saber dónde estaba.

Pronto el dolor empezó a disminuir a tal punto que ya no estaba suspirando de alivio camino mejor, acercándose más vio algo que lo dejo helado.

Los arboles tenían expresiones de sufrimiento algunos incluso tenían un líquido rojo que esperaba y fuera pintura, su corazón estaba latiendo desembocado al verlos. Tragando saliva respiro profundo y avanzo ante aquel paramo desconocido, temeroso veía a todos lados en busca de algo que pudiera hacerle daño el sudor bajaba por su sien y el miedo corría libremente por su cuerpo.

Siguiendo el camino vio como pronto los arboles de caras horribles se iban volviendo escasos mientras más se adentraba al campo, frente a él un bosque donde había arboles sin hojas y que de allí salían cuervos graznando.

Volteando a ver hacía atrás vio que no había otro camino a seguir, resignado y tomando aire entro a ese aterrador bosque. Tragando saliva solo vio arboles huecos y secos, pero además de eso no había nada raro.

"-¿Por qué estoy haciendo esto?-" Pensó, sin saber porque estaba avanzando, el lugar era escalofriante y le daba escalofríos. No entendía cómo podía continuar caminando por allí sintiendo que algo va a saltarle encima cada cinco segundos.

Donde sea que estuviera saldría de allí, y luego se tomaría varios días sin misiones ya que este lugar lo tenía muy mal.

Entrecerrando los ojos vio a lo lejos algo entre los árboles, apresurando el paso fue a ver qué era eso, pasando algunas ramas que lo arañaron un poco pudo llegar. Era un letrero que decía en letras rojas.

(¡Bastardo híbrido!)

Esas palabras hicieron que Steven sintiera un golpe en la boca del estómago, su garganta se secó y nervioso vio a todos lados. Sus emociones eran un revoltijo ante esas palabras, sus ojos se llenaron de lágrimas y apretando los labios siguió caminando, en algún momento saldría de allí.

Caminando lo más rápido que podía pudo vislumbrar más letreros que tenían palabras parecidas pero no por eso menos horribles, trato por todos los medios ignorarlas pero había algunas que lo lastimaban hasta lo más profundo, sus ojos vieron esos letreros escritos con líquido rojo que goteaba.

(Condenaste a la Tierra!)

No podía discutir con eso ya que era verdad, era un ingenuo al creer que las diamantes dejarían a la Tierra solo por entregarse.

(Tu solo eres el causante de todos los problemas. Sin ti nada de esto estuviera pasando!)

(¡Asesino!)

Las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, cada letrero decía la verdad. Era su culpa que la tierra estuviera en el radar de las diamantes de nuevo, fue su culpa que Lars haya muerto en el espacio y también fue su culpa haberlo abandonado a su suerte en el Homeworld.

Sus sollozos resonaban por todo el bosque, los cuervos graznaban haciendo una melodía infernal para quien lo escuchara. Steven se arrodillo y poniendo su cara en sus rodillas lloro como lo hacía cuando aún era un niño, sus manos estaban en sus rizos en un intento de al menos no derrumbarse por completo.

Luego de un tiempo pudo calmarse y volviendo a estar de pie corrió lejos de aquel oscuro bosque, no volteo a ver los letreros por los que pasaba, los ignoro en un intento de no sentir aquel dolor emocional que le provocaban saliendo de aquellas crueles palabras.

Jadeando se detuvo para tomar algo de aire una gota de sudor bajo por su sien hasta la barbilla para terminar cayendo al piso, sus manos en sus rodillas apoyándose mientras sentía como su corazón parecía quererle salir del pecho.

Levantándose vio como había salido del bosque, volteando vio una figura humanoide de color negro petróleo que lo miraba fijamente. Un escalofrió le subió por la espalda al ver eso, los árboles de alguna forma le dificultaban ver mejor aquella figura que lo veía tan fijamente enfocando su vista solo pudo vislumbrar unos puntos azules brillantes que lo veían intensamente, un nudo se presentó en du garganta y como si aquel ser lo supiera su mirada se encendió en odio.

Retrocediendo lentamente sintió un horrible miedo que lo hizo querer gritar, tragando saliva a como pudo siguió retrocediendo, sin apartar la vista de aquel ser que no le quitaba la mirada de encima en un ataque de coraje se volteó y volvió a correr en un intento de alejarse lo más posible de esa cosa.

Corrió asustado con todas las fuerzas que poseía, su gema estaba ardiendo contra su cuerpo haciéndolo sentir el horrible ardor de eso. En su desesperación no había prestado atención y termino cayendo al piso varias veces, pero de inmediato se levantaba para volver a aquella carrera para alejarse de eso.

Cuando sus piernas ya no pudieron dar más cayó de rodillas, respirando con dificultad solo pudo pensar en el ardor en sus pulmones por el esfuerzo y el dolor en sus rodillas por la caída, calmándose lo mejor que pudo solo pudo suspirar y viendo donde estaba solo vio el mismo paramo muerto, eso no era una sorpresa.

Pero algo llamo su atención, entrecerrando los ojos vio a alguien pero no a cualquiera. Era Connie.

Abriendo los ojos como platos se levantó, y camino lo más rápido posible hacia ella. La felicidad de encontrar una cara familiar fue mucha a tal punto que tenía una sonrisa en su rostro de a su mejor amiga al fin.

Cuando estuvo a solo unos pasos de ella algo lo detuvo, no supo qué pero había algo en el que le decía que se alejara de ella su paladar se puso amargo y le atacaron unas ganas de simplemente gritar, viéndola bien había algo raro en la morena, estaba dándole la espalda pero podía sentir como había algo pesado emanando de ella.

-¿Connie?- La llamo y ella volteo a verlo, su ceño estaba fruncido y pudo notar como su cuerpo parecía tan tenso como el arco de Ópalo, la ira destellaba en sus ojos cafés.

-¿Está todo bien?- Algo intimidado se encogió al ver esa mirada de hielo dirigida hacia él.

Esa pregunta solo hizo que el ambiente se tensara y el aire se volviera pesado.

-¿Qué si está todo bien dices?- Su voz era dura y solo veía con desprecio a quien era su amigo.

-¿Qué si está todo bien?- Escupió la pregunta como si le asqueara, apretaba los puños y en sus ojos destilaba todo el desprecio que sentía por el híbrido.

-Conn- Steven cayó al piso producto de la bofetada que la morena le había propinado, su paladar sintió el sabor metálico de su propia sangre a la vez que sentía que su corazón se fragmentaba al saber que su interés amoroso y mejor amiga lo había golpeado.

-No, Steven, nada está bien. Porque me acabo de dar cuenta que supuesto mejor amigo no es más que un maldito cobarde!- Le dijo con desprecio.

Eso confundió mucho al pelinegro quien tocándose la mejilla solo podía ver y sentir la ira de la humana.

-N-n-no sé de qué hablas, Connie.- Su voz temblorosa y ahogada por el nudo en su garganta. Las lágrimas estaban queriendo salir de sus ojos. Bufando molesta ante aquellos lloros solo rodo los ojos, al ver la clara debilidad de Steven.

-Hablo de que no solo subestimaste mis habilidades y el entrenamiento que recibí de Perla, sino que incluso rompiste tu promesa de enfrentar todo juntos para terminar con la tontería de decir a esas gemas "yo soy Rose Quartz" donde solo hiciste que Lars muriera.-

Cada palabra era un golpe para el híbrido quien ya estaba llorando libremente, pero eso solo provoco que la ira de Connie solo creciera al verlas.

-¡Deja de llorar! Tú solo eres un bastardo que solo provoca desastres!-

-Y-y-y-yo solo no quería… que nadie saliera herido.- Sus sollozos eran fuertes y su cuerpo temblaba ante cada respiro.

-Vaya forma de hacerlo, Steven, Lars quedo atrapado en el espacio y ahora debemos tener que lidiar por una guerra que no nos concierne. Gran trabajo!- Dijo sarcásticamente mientras aplaudía.

Los temblores del chico estaban queriendo aumentar y sus lágrimas caían al piso, enfrente de él estaba a quien hacía latir y calentar su corazón.

De pronto en aquel lúgubre lugar el piso comenzó a temblar, eso hizo que Steven entrara en pánico o sabiendo lo que ocurría. Pero de alguna manera Connie se mostraba impasible ante el terremoto que sacudía todo, pronto el piso empezó a desaparecer solo aumentando la ansiedad y el miedo del niño y justo antes de que el piso donde estaban él y la morena se fuera como el resto.

-Te odio.- Lo dijo de tal forma que supo que era sincero.

Y cuando el piso se rompió y solo quedo flotando por un momento para después sentir el viento golpear su espalda con violencia, Steven caía al vacío sus lágrimas iban hacia arriba a la vez que aun podía sentir su mejilla picar por el golpe de Connie.

-Fuera del mundo Onírico-


Steven estaba en su cama removiéndose, su frente tenía perla de sudor y gemía mientras de sus ojos salían unas cuantas lágrimas que se perdían por sus mejillas, su gema parpadeaba repetidamente desesperada a tal punto que líneas rosas se empezaron a formar en su vientre.

-¡Ah!- Despertando de golpe, el híbrido se sentó en su cama respirando agitado, su corazón palpitaba como loco llegando a dolerle el pecho y con su respiración rápida que sentía que iba a ahogarse con su propio aire.

Sus ojos estaban llorosos y su visión algo borrosa por las lágrimas, abrazándose a sí mismo intento tranquilizarse respirando más lento y profundo pudo ralentizar los latidos erráticos de su corazón, jadeando sintió el aire frio de la noche que junto a su sudor lo hizo suspirar cansado.

"Está bien. Está bien, todo está bien. Solo fue un sueño. Solo fue un sueño… en realidad fue una horrible pesadilla."

Un suspiro tembloroso y Steven hizo una mueca al sentir el sudor en su ropa provocando que se pegara a su cuerpo, tomando una respiración más tranquila se recostó de nuevo en su cama su vita fue al techo donde trato de ignorar la espantosa pesadilla que había sufrido, solo esperaba no se repitiera.

Cuando por fin pudo calmarse, se durmió sin notar que sus sabanas estaban tiradas en el piso.

Afuera en la playa, la luna brillo por un momento intentando consolar el corazón del hijo de la líder de la rebelión, porque mañana este iba a romperse.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top