Capítulo 10
El agua cayendo era lo único en lo que Steven podía concentrarse, el vapor del agua caliente empañó el espejo del baño y se podía apreciar la figura del híbrido viendo hacía el agua que se iba por la cañería.
Pequeñas burbujas de jabón se formaban en algunas partes del cuerpo desnudo del híbrido, quien solo trataba de encontrarle sentido a las pesadillas que tenía. Mordiendo sus labios trato de alejar el sonido de una ruptura repugnante junto con el olor a brea que aún sentía en su nariz, tomando el jabón líquido que estaba cerca se aseguro de ponerse lo suficiente para que solo pudiera sentirse el olor de este en el baño.
Tenía que calmarse. Solo eran pesadillas, malditas y espeluznantes pesadillas.
[.]
Cuando el híbrido salió del baño no desayuno, fue directo a su cuarto para tratar de despejar su mente.
El sonido de las olas chocando junto el canto de las gaviotas eran lo único que el híbrido escuchaba dentro del templo, dicho híbrido estaba en su cuarto viendo una fotografía de su amiga e interés amoroso. Dando un suspiro cansado se acostó en su cama viendo el techo melancólico, en su rostro si se veía con atención se podrían notar como tenía ojeras profundas dándole un aspecto algo demacrado que solo se veía cuando se estaba muy cerca del pelinegro.
-Llamará cuando esté lista.- Dijo Steven, recordando las palabras que "él" le dijo. -Por ahora solo tienes que dejarlo ir.- En su mente, el gem estaba queriendo evitar pensar siquiera en su papá.
Luego de aquella desastrosa noche, no se había acercado al auto-lavado y lo había bloqueado para no hablar con él, no es como si él hubiera hecho ademán de acercársele o algo por el estilo y era para él mejor así. No es como si él lo visitará a diario.
-Patético...- Susurró aquella voz con veneno y desprecio, estuvo de acuerdo en eso.
"-Soy patético...-" Pensó deprimido, harto del camino que estaban tomando sus pensamientos tomó su teléfono y su ukelele, y se dispuso a salir afuera.
[.]
El olor a sal y el calor del sol hicieron que el pelinegro diera un suspiro, sentándose al lado de unos dedos de piedra respiro el aire salado y se sintió un poco más relajado. Las nubes pasaban y el cielo azul hicieron que Steven pensara que todo iba a estar bien, aunque sea por ese instante.
Tomando su instrumento comenzó a afinarlo, dando algunas notas al azar se sintió con humor de tocar una canción.
-Desearía poder decirte que yo~...- Estaba por seguir cantando cuando escuchó su teléfono sonar, gritando soltó su instrumento y cuando estaba por contestar se detuvo.
-Bien, Universe, detente. Connie finalmente quiere hablar. No puedo esperar nada, solo dejaré que diga lo que tiene que decir.- Respirando hondo, vio la pantalla de su teléfono.
Videollamada. Peridot.
Y vio a Peridot quien lo estaba llamando, algo decepcionado y un poco curioso contestó.
-¡Steven! ¡Somos nosotras!- Fue recibido por la cara familiar de su amiga rubia quien mostró a una gema marina familiar, quien sonrió y saludó de vuelta. Eso le saco una pequeña sonrisa, saber que al menos alguien lo quería y buscaba lo hacía sentir un poco mejor.
-Oh, hola, Peridot. Hola, Lapis.- Saludo, tal vez no era Connie quien lo llamaba, pero no iba a alejar a sus amigas.
-No olvides a Pumpkin.- Apenas dijo eso, la calabaza apareció a la vista ladrando.
-Jeje, hola Pumpkin.-
-Te dije que respondería.- Dijo la gema verde de forma algo altanera a la gema azul, quien solo resoplo ante lo que dijo su compañera.
-Es bueno verte. Me alegro que estés bien.- Dijo aliviada de ver a su amigo sano y salvo, momento que fue interrumpido por las palabras de la gema rubia.
-Lapis creyó que perdiste tu teléfono en el Planeta Madre, pero yo le dije que no era posible.- Ante lo que dijo Peridot, la azul se sonrojo un poco por eso al recordar cómo había entrado en pánico. -Quizás solo nos está ignorando.-
Esas palabras hicieron que Steven se sonrojara un poco, se sentía algo avergonzado y un poco culpable de haber ignorado a ambas gemas.
-Lo siento, chicas. Han sucedido... muchas cosas.- Y eso era un eufemismo de todo lo que ha estado pasando en su vida últimamente, eso llamó la atención de ambas gems quienes prestaron atención a lo que dijo.
-¿Cómo qué? Dinos.- Insistió la ingeniero.
-Bueno, Connie está molesta conmigo...- Comenzó a contar siento interrumpido bruscamente.
-No, no, no, no, no, no, no. Dinos sobre el espacio.- Reitero, algo que le causo algo de gracia al chico, ya que debió haberlo visto venir.
-Y empieza desde el principio.- Dijo Lapislázuli.
-Ah, bien. Intentaba proteger a Ciudad Playa, así que me entregué al Planeta Hogar.- El recuerdo de eso era algo que aún lo perseguía en sueños con resultados horribles y deprimentes. -Me encerraron en una habitación blanca y terminé en un juicio frente a las Diamantes...- Continuo sin ver la cara de pánico de Lápiz al escuchar frente a quien estuvo
-¡¿Enjuiciado?!- Grito, tomando el teléfono y acercándolo a su rostro donde Steven observó el miedo dentro de aquellos ojos azules.
Sonará egoísta, pero el híbrido se sintió bien al saber que alguien estaba preocupado por el de esa manera. Alguien que no fuera Garnet, Amatista o Perla.
-¿Qué?-
-¡¿Frente a las Diamantes?!- La gema de agua parecía que estaba por desmayarse.
-Sí, y...- El chico estaba por continuar, pero fue interrumpido nuevamente por la azul.
-¡¿Estabas frente a Diamante Azul?!-Pregunto seria y enojada.
La mención de la diamante le dio un escalofrío y una sensación de frialdad en su torso, el recuerdo de aquellos ojos azules en forma de rombo viéndolo con desprecio y odio. Un sentimiento tan oscuro, pero a la vez tan familiar junto a la sensación de terror.
Aquellas facciones tan delicadas deformadas en una mueca de furia y desprecio, sus labios carnosos deformados en una mueca que la hacían verse más imponente e intimidante junto a aquella aura que era capaz de hacerlo sentir peor sin problema alguno.
"La vista de aquella mujer tan grande lo hizo sentir como un simple insecto, su piel azul y su cabello de un tono albino lo hacía ver como una especie de diosa de la muerte que estaba por llevárselo a las profundidades del infierno, aquellos ojos con forma de rombos que lo veían con un odio tan profundo y ardiente que se sentía ardiendo con solo verlo.
Aquella mujer del tamaño de un titan lo veía con tanto sentimiento que se sintió sin aliento, por miedo o incomodidad no lo sabía, lo que sí sabía era que no había palabras para describir el absoluto terror que sentía.
-Q͓̪͓u̙̦͚i̡̠͉e̢̫͍r͕͎o̝̺͜ q͙̙̠u͍̼̘e͚̘̠ d͓͚̝i̦͚̪g͚̞̦a͓̼͍ l̢̦̺o͖͚̟ q͓̠͇u̘̺͎e̡̪̺ c̼̺̞r̻͔͙e̡̢͜e̺͙͚ q̻͔͚u̠͔̟e͎͙̺ l̞͔̻e̪̪ v̘̪a̼͔m̙̻o̡̠͜s̠͙̞ a̡̙ h̟̦͚a̢̦͓c͙̘e͎͓r̫̼͍,̢͍͜ p̫͎̪o͕̝r͎͓̟ q̼̟̙u͕̺̠e͎̫͚ q͚͓͍u͍̘͖i̻͎͜e̙̝r̘̪͜o̺͓̺ h̼̼̻a̞͇c͔̻e̠̻͍r̺͙̺l͖̻͍e͍͚ a̟͍͓l̪͇͓g̘̙͖o̪͚̟ p͚͉͙e̢̢̞o̪͉͔r̻̻̼.̡͔͜-
Aquella voz que sonaba como un susurro, le dio un horror tal que apenas supo que responder. Era evidente, esta vez no saldría de esta con vida.
Su suerte había acabado."
Salió de ese recuerdo, ahora no era el momento para eso, tenía que explicarle a ambas gemas que ̶n̶o̶ estaba bien.
-Y Amarillo. Pero está bien. Me escapé en un palanquín subterráneo que encontré y...- Trato de calmarla, pero tal parecía que hacía el efecto contrario en ella.
-¡¿Escapaste?! ¡¿De Diamante Azul y Amarillo?!- Preguntó casi sin poder creerlo, el miedo estaba escrito en todo su rostro.
-¿Sí?- Dijo algo nervioso, viendo como parecía que Lapis estaba lista para saltarle al cuello en cualquier momento, aunque claramente no podía ya que estaban en una videollamada.
-¡Peridot!, ¡tenemos que irnos de la Tierra, ahora!- Dijo seria, colgando y dejando que Steven viera sólo su propio reflejo.
Llamada terminada.
-Oh, oh...- Fue lo único que pudo decir, antes de ir directo al portal e ir camino al granero.
Apenas llegó, salto del portal y fue corriendo directo al granero mientras más se acercaba podía ver mejor a Peridot y Lapis, quienes estaban en la entrada del granero y que parecían estar discutiendo.
-Espera, no podemos irnos. ¿Qué pasará con la cosecha?- Fue lo primero que escucho al llegar, la gema verde se veía muy angustiada y la gema azul solo se veía molesta y tensa.
-Chicas...- El híbrido se veía culpable al ver lo que sus palabras habían causado.
-Los vegetales tendrán que resolverlo.- Gruño la peliazul, molesta por que se estaban retrasando innecesaria, mientras más perdían el tiempo hablando estaban más expuestas a que las diamantes vinieran a la tierra a destruirlas.
La gema verde se veía algo intimidada por la postura de Lapislázuli, quien se veía inflexible a quedarse en la tierra.
-Bien, bien. Pero... Uh... Vamos por la mitad de la cuarta temporada de C.A.P por segunda vez. Jejejeje...- Se río algo nerviosa, encogiéndose al ver la mirada molesta en aquellos ojos ojos azules.
-Los llevaremos con nosotras.- Respondió simple, solo quería irse lejos de aquella maldita roca estelar.
-Pero, ¿Cómo los veremos sin el televisor?-
-Nos llevaremos el televisor.- Steven sabiendo que era hora de intervenir, decidió hacerles saber de su presencia.
-Uh, ¿Lapis?- La llamo suavemente, teniendo sobre él la atención de ambas gemas.
-¿Ah?-
-¿Peridot?-
-Oh, Steven. Bien, vámonos.- Dijo calmada la gema marina al ver al híbrido, lo que disloco al pelinegro.
-Espera, ¿qué?- Steven se veía muy confundido y preocupado, pero en el fondo se sentía dolido al pensar que había provocado esto.
-Encontraremos un lugar remoto en el universo para escondernos. Las Diamantes nunca nos encontrarán.-
Esas palabras se sintieron como una apuñalada en su estómago, sintiendo la sensación de escozor bajo su gema mientras los pensamientos de odio comenzaban a aparecer.
"-E~Esto... es mi culpa..."
-Lapis, no te preocupes. Me están buscando en el Planeta Madre, no saben que estoy aquí. Estamos a salvo.- Trato de tranquilizarla, al ver la cara de la gema de agua supo que eso era en vano.
-Sí. Vamos, hemos salido de peores.- Dijo Peridot, sonriendo. -Nunca han podido atraparme por mis numerosos crímenes contra ellas.- Esas palabras parecían hacer que la gema azul se estresara más de lo que era posible.
-Esto es diferente.- Dijo exasperada, en su mirada había miedo y molestia. -Steven es importante, y nuestros delitos se están acumulando. Lanzarán su rabia contra este planeta como lo han hecho antes. No puedo...- Lapislázuli se veía más y más seria, sus ojos estaban dilatados haciendo que la gema verde y el pelinegro vieran como sus ojos azules se oscurecían de una forma que los asusto.
-No quedaré atrapada en otra guerra... - Ante esas palabras ambos gems solo atinaron a tragar saliva, haciendo que la pequeña calabaza se asustara y se fuera a esconderse detrás de las piernas de Peridot mientras lanzaba unos cuantos gemidos.
-No quiero que se vayan, pero... no les pediré que se queden si no se sienten a salvo. Si se tienen que ir... lo entiendo.- Dijo Steven, sintiéndose triste pero sabiendo que no podría obligar a sus amigas a estar en peligro solo por ser egoísta.
-Sí... Peridot, si quieres al televisor, levítalo por aquí.- Ante las palabras de la gema de agua, la rubia se puso nerviosa.
-Oye, hum...- Corriendo hacia al granero toma una de las tantas esculturas que había, mostrándosela a la gema azul con visible nerviosismo. -¿Qué hay con los Meep Morps que hicimos? No los podemos dejar.-
-Podemos traerlos también.- Lapislázuli para ese momento se veía ya sin paciencia alguna.
-Pero... son instalaciones. Necesitan el contexto del granero. Si-si-si los movemos, se convertirán... en simples piezas.- Perdiendo la paciencia que se quedaba, Lapis exploto gritando.
-¡No necesitamos ponernos tan emocionales!- Ese grito hizo que los presentes saltaran, y observaran algo temerosos a la gema de agua.
-Tienes razón... Lo siento...- Dijo temerosa la rubia, agachando la cabeza para no ver aquella mirada tan inquietante en los ojos de la gema de agua.
-Está bien. Las piezas sencillas no están mal, son incomprendidas.- Intervino Steven, tratando de aligerar el ambiente, algo que pareció funcionar un poco por como Lapislázuli se ponía pensativa.
-Quizá pueda hacer algo.- Murmuro la gema, pensativa mientras rascaba su barbilla. Levantando los brazos comenzó a usar su hidrokinesis, el híbrido y la ingeniero vieron como salía el agua de la piscina que Peridot había hecho al mismo tiempo que el suelo temblaba.
-¡Nuestro lago más pequeño que el promedio!- Grito Peridot, angustiada por lo que le paso al "lago" que hizo con ayuda de Steven. El suelo siguió temblando cada vez más fuerte llegando a que algunas piedras se movieran, lo que hizo que tanto ella como el híbrido gritaran.
El agua comenzó a salir de las grietas del suelo mientras rodeaban el granero, no quedando solo allí, ya que el agua misma hizo que el granero cuando los temblores se detuvieron mostrando el granero suspendido en el aire por el agua que Lapislázuli controlaba.
-¡Vaya!- El pelinegro admitía una cosa, y era que Lapis era bastante inteligente en esos momentos, volteando a ver a la gema verde que empezó a balbucear palabras incoherentes.
-Listo. Ahora podemos traer todo con nosotras. Tú, yo y todas nuestras cosas.- Dijo feliz de haber resuelto el problema de llevar sus cosas al espacio.
-Cierto... Está bien.- Steven vio triste a ambas gemas, iba a extrañarlas pero no iba a arrastrar a nadie a su desastre.
-Bueno, vámonos.-
-¿Se irán ahora? Pensaba que... No-no sé qué decir.- No pensaba que se fueran a ir tan pronto, esperaba al menos tener un momento con sus amigas antes de dejarla ir, el pensamiento hizo que sus ojos se llenaran de lagrimas inevitablemente.
La gema azul al darse cuenta abrazo al híbrido, quien correspondió el abrazo con tristeza inhalando el aroma de su amigo, memorizándolo sabiendo que esta era su despedida mientras que el híbrido entre lagrimas se aferraba a la gema de agua sintiendo un nudo en su garganta lastimarlo.
-Adiós, Steven. Buena suerte.- Soltando al pelinegro, seco algunas gotas de sal que salían de sus ojos y volteo a ver a la otra gema. -Peridot, ¿no te quieres despedir?-
La mencionada estaba murmurando algo mientras ella misma lloraba, algo que solo hizo que Steven hiciera en abundancia.
-Hum... Aaahhh... ¡Espera! ¡¿Dónde está Pumpkin?!- Dijo alterada viendo por todos lados, ahora algo asustada al ver la ausencia de la calabaza viviente.
-¿No está adentro?- Pregunto la gema azul viendo hacia el granero suspendido.
-¡Estaba aquí a mi lado! ¡Tenemos que encontrarla!- Lapislázuli al escucharla, bajo el granero haciendo que el agua volviera a su lugar.
-Revisaré desde arriba. Peridot, busca desde el suelo.- Dicho eso, invoco sus alas de agua y salió volando esperando encontrar a su compañero vegetal.
-También ayudaré.- Tanto gema como híbrido, empezaron a correr para tratar de así encontrar al cachorro de calabaza. -¡¿Pumpkin?!-
-¡Pumpkin!- Grito la rubia, tratando de que su grito pasara por todo y su mascota la escuchara.
-¡Pumpkin! ¡Pumpkin!-
[.]
Ahora se podía ver a Steven y Peridot, quienes estaban en el campo gritando y buscando a la calabaza, esperando encontrarla.
-¡¿Pumpkin?! ¡Pumpkin!- Los gritos de la gema verde estaban haciendo que las aves cercanas volaran lejos de ellos, saliendo de un arbusto el pelinegro siguió gritando.
-¡Pumpkin!-
[.]
Steven y Peridot estaban acercándose al portal, ambos gritando en diferentes direcciones mientras veían a todos lados tratando de ver si podían encontrar a la pequeña y adorable calabaza.
-¡¿Pumpkin?!-
-¡¿Pumpkin?!- Steven sintió su garganta roja e irritada, tosiendo un poco trago saliva reanudando así sus gritos de búsqueda.
-¿Pumpkin?-
[.]
Tanto el híbrido como la gema se estaban desesperando, en un pequeño montículo de tierra continuaron buscando siendo la ingeniero quien se veía más desesperada.
-¡¿Pumpkin?! ¿Dónde estás, amiguita?- El pelinegro vio como la gema verde corria y gritaba a lo que daban sus pulmones.
-¡Pumpkin!-
[.]
Ahora ambas gemas estaban caminando por el bosque, viendo por todas partes buscando a la calabaza perdida, ya no se veían tan desesperados como hace un momento.
-Sabes, las extrañaré cuando estén en el espacio.- Menciono Steven, algo decaído de saber que estaban por irse.
-Bueno, eso es un hecho. Soy una Gema preciosa. Sin mí, te habrías derrumbado bajo la fuerza del Clúster o Jaspe te habría destruido. Yo...- Las palabras llenas de ese orgullo que la caracterizaba, se iban esfumando mientras más hablaban, se veía triste y dudosa de lo que estaba diciendo, lo que no duro mucho ya que el híbrido la interrumpió.
-¡Peridot, ahí!- Señalo un arbusto cercano al ver algo redondo y naranja, la gema verde fue corriendo al arbusto y tomo lo que creía era su mascota.
-¡Pumpkin...!- Su alegría se esfumo algo que el muchacho noto.
-¿Está bien?-
Como respuesta, Peridot se volteo y le mostro una pelota de baloncesto.
-Hum...-
[.]
Ahora tanto Steven como Peridot estaban caminando por el bosque mientras el pequeño pelinegro rebotaba la pelota.Peridot: ¡Pumpkin!
-¡¿Pumpkin?!-
-Pumpkin.-
-¡Pumpkin!-
-Sabes, quizás aún te pueda ayudar estando en el espacio. Hablaremos por videollamada desde mi tablet.- Hablo de pronto la rubia, ante dichas palabras el hijo de Rose se veía algo incomodo por lo que estaba por decir.
-Uh, creo que no hay señal en el espacio.- Dijo recordando el como aun estando al lado de un satélite su teléfono estaba sin señal alguna... apenas volviera a casa se cambiaria a Movistar.
Sin que ambos lo notaran o se dieran cuenta, a unos metros había un sapo de color rojizo oscuro que tenia unos lentes en la cara y seguía a ambas gemas. La fusión al tener una pequeña visión referente a Steven donde pudiera al menos ver con algo de claridad, fue de inmediato a seguirlo.
Tomaría cualquier pedazo de visiones si eso significaba asegurarse de que su terrón de azúcar estaba a salvo.
"-No se ve diferente...-" Pensó la morena al ver a Steven hablar con Peridot como lo haría normalmente desde que volvieron de sus vacaciones, el gem había estado actuando raro. Esquivo y distante, incluso triste pero cada vez que trataban de hacerle saber que podía hablar con ellas, parecía solo ser mas reacio a hablarles de lo que le molestaba.
-Bueno, quizás sea mejor si no nos podemos contactar. Si las Diamantes aparecen y destruyen el planeta, nunca lo sabremos.- Esas palabras hicieron que Steven la volteara a ver muy desconcertado y algo dolido por sus palabras.
-Lapis estaba preocupada cuando escuchó que estabas en el Planeta Madre. Me doblé sobre mi espalda para hacerla sentir mejor. Mira esto.- Colocándose frente al pelinegro, se puso de espaldas sosteniéndose de sus manos y pies mientras trataba de mantener el equilibrio, logrando hacer al chico reír.
-Qué genial.- Se río al ver a la gema verde en esa posición mientras esta refunfuñaba mientras mantenía el equilibrio.
-Oh sí, esto le encanta.- Refunfuño antes de terminar cayendo sobre su espalda, solo haciendo que Steven se riera un poco mas fuerte.
[.]
Tanto el mitad humano como la gema, salieron del arbolado ambos algo más tranquilos.
-Quizás sea bueno que estemos lejos de todo, donde nada puede cambiar. No hay sorpresas, o cambios. Ella ha pasado por mucho, necesita consistencia.-
-Pero, ¿qué hay de ti?- Ante la pregunta, la ingeniero quedo en silencio pensativa levantando la mirada estaba por responder hasta que vio al frente, y grito mientras abrazaba al gem.
-¡Otra guardería!- Señalo un puesto de verduras.
-¿Producto fresco? ¡Pumpkin es un producto fresco!- Al darse cuenta de que probablemente el pequeño vegetal estaría siendo vendido corrió arrastrando a Peridot. . - Son solo... ¿cebollas?- Dijo viendo confundido la cantidad de cebollas de todos los tamaños que había allí, solo provocando que la gema verde volteara la cabeza ofendida.
-Pumpkin nunca se asociaría con esta esfera inferior.-
Repentinamente Onion sale del mostrador con un sombrero de paja, dándoles un susto a ambos lo que los hizo gritar.
-Ah, ¿Onion? ¿Qué estás...? Oye, ¿ese es mi sombrero?- Entrecerró los ojos al verlo con su sombrero, el rubio al saberlo se fue corriendo siendo perseguido por Steven tratando de recuperar su sombrero, dejando que la gema verde viera como trataba de recuperarlo lo que termino en vano ya que el rubio pálido se llevo la pelota incluso.
Sobre una roca estaba la fusión aun en su forma de rana, estaba por seguir al híbrido pero de pronto se detuvo en seco por un momento antes de voltear a otro lado e irse.
[.]
Ambas gemas estaban caminando derrotados hacía el granero, el cielo se ponía naranja y el aire se estaba enfriando.
-Bueno, eso fue un desastre.- Comento Steven, aun algo molesto de haber perdido su sombrero y la pelota por la misma persona.
-Nunca encontraremos a Pumpkin...- Las palabras de la rubia hicieran que dejara de pensar en eso.
-Peridot...- Antes de poder decirle algo para consolarla, escucharon los cultivos removerse y la antigua gema de Yellow Diamond vio la cola de la calabaza perdida.
-¿Pumpkin?- Ante su voz, el vegetal se adentro más a los cultivos tratando de alejarse de su dueña mientras gemía con algo de miedo. -¿Has estado aquí todo el tiempo?- Sacándola de su escondite, vio como se veía culpable y triste-
-¿Se estaba escondiendo?-
-¡Vamos, Pumpkin! Aahh... Tenemos que irnos.- La pequeña calabaza sale de su agarre y trata de esconderse en los matorrales mientras parecía quejarse.- ¡Pumpkin! No me dejes hablando sola.-
Molesta va hacía el vegetal naranja quien estaba dándole la espalda, para así empezar a jalarlo de su cola lo que termino con dicha mascota resistiéndose.
-¡A veces tienes que hacer cosas que no quieres hacer! ¡Como irte al espacio a vivir por siempre en una roca flotante con un granero por el resto de la eternidad! ¡Lapis nos necesita!- Jaloneando la cola de Pumpkin trato de hacerlo salir, solo consiguiendo que siguiera negándose y forcejeando ante la mirada preocupada del híbrido que estaba observando todo sin saber que decir.
-Peridot, espera un momento.- Trato de hacer que se detuviera un momento, viendo como sus palabras caían en oídos sordos.
-¡Hay que hacerlo por ella!- Peridot estaba apretando los dientes mientras jalaba la cola de la calabaza mientras esta se resistía a ir, todo al mismo tiempo que la misma gemía y se quejaba. -¡Pumpkin, haz lo que te dicen!- Apenas termino aquella oración, sus manos resbalaron de la cola y cayo al suelo, la mascota al verse libre corrió hacía Steven quien no dudo en tomarlo en brazos y cargarlo.
-Vaya, Peridot, parece que en realidad no te quieres ir.- Dijo el hijo de la líder de la rebelión, observando como la gema verde se levantaba y sacudía el polvo, mientras él acariciaba a Pumpkin para tratar de calmarlo.
-Lo siento, Pumpkin, no quería molestarte tanto. Es solo que... no tenemos elección.- Dijo acercándose con una mirada triste.
-¿A qué te refieres con que no hay elección? Peridot, en verdad deberías hablar con Lapis sobre esto.- Dijo preocupado por su amiga verde, quien se veía extremadamente deprimida. Peridot se veía abatida e incluso algo culpable, acercandose a la calabaza la beso en su frente y.
-No puedo.- Y así se alejo, dejando tanto al híbrido como a la calabaza confundidos, dejando a Pumpkin en el suelo quien siguió a su dueña junto a Steven.
-¿Qué? ¿Por qué no?-
Antes de que la rubia pudiera hablarle, la gema de agua aterrizo en el suelo y se acerco a ellos aliviada de ver que habían encontrado a su pequeña mascota.
-Oh, genial, la encontraste. Ahora vámonos.- Dicho eso volvió a levitar el granero con el agua del estanque, al estar tan concentrada no vio a ambos chicos temblar viéndose mutuamente y a la calabaza escondiéndose detrás del mitad humano colocando sus patas delanteras sobre sus ojos gimiendo.
-Espera... Lapis, Pumpkin no se quiere ir...- Tomando algo de valor se acerco a la gema azul, quien apenas volteo a verla.
-No sabe lo que es lo mejor. Nosotras sí.- Dijo seria viendo el granero suspendido, tragando saliva la ingeniero se preparo para hablar.
-De hecho, yo... Yo tampoco me quiero ir...- Dijo menos temerosa, dando un jadeo perdió la concentración por lo dicho provocando que soltara el granero y lo dejara caer con un estruendo.
-¡¿Qué?!- Ante el estruendo, Peridot, Steven y Pumpkin se estremecieron. La gema verde se veía un poco intimidada ante la mirada desesperada de la gema azul, pero se estaba manteniendo firme.
-Peridot, ¿qué intentas decirme?-
-Es solo que... si pasa algo en la Tierra, ¡quiero estar aquí para eso!- Dijo desesperada para que la ninfa de agua viera su punto de vista.
-Pero... ¡No! ¿Por qué me dices esto ahora?-
-Porque... ¡estamos a punto de partir!-
-¿No es ese el peor momento?- Pregunto exasperada, Steven estaba viendo todo el desarrollo tenso mientras pensaba que no había peor momento para algo así.
-¡...Sí!- Parecía que no era el único en pensar lo mismo.
-Entonces... ¿por qué no me dijiste antes?- Pregunto sin entender, teniendo una mirada desesperada en sus ojos.
-Bueno, hay muchas cosas que debería decir, pero... te molestarían, así que, en general, no digo esas cosas...- La confianza que había tenido anteriormente se había ido, ahora solo quedaba la gema verde intimidada y nerviosa.
-¡Peridot, eso es mentir!- Grito ya cansada la gema azul, haciendo que tanto la mencionada como Steven se estremecieran ante su grito.
-Bien, entonces... la verdad es... que creo que deberíamos quedarnos, y si-y si el momento llega, si las Diamantes vienen a borrar este planeta del mapa de las estrellas, creo que deberíamos luchar por esta vida que construimos en lugar de destruirla. Creo que podemos ganar. Creo que tú puedes ganar. La Tierra es nuestro hogar ahora, ¿no vale la pena luchar por ella?- Mientras decía su discurso se pudo ver como había una nueva confianza y esperanza en el rostro de la que perteneció a la corte de diamante amarillo, tenía una sonrisa y el brillo en los ojos mientras le ofrecía su mano a la gema que le perteneció a Blue parecían transmitirle esperanza y tranquilidad.
-¿Qué dices, Lapis?- Pregunto Steven esperanzado con la idea de que sus amigas no se fueran, por muy egoísta que sonara eso.
La sonrisa de Peridot se borro al ver como Lapis se volteaba, una sombra cubriendo sus ojos y el silencio que ella tenía solo hacían que el ambiente de antes se borrara, solo dejando en el aire un sentimiento de pesadez que podía ahogar a cualquiera.
-No me quedaré atrapada en medio de otra guerra...- La forma en la que dijo esas palabras, mando un escalofrío en la espalda del híbrido y en su estómago la sensación de una piedra atascada en él.
Lapislázuli camino hacía el granero e invocando sus alas, el agua se volvió a mover para levantar el lugar donde se había pasado gran parte de su recuperación de aquella horrenda fusión, aquel lugar del que tenía muchos recuerdos y que estaba por llevárselo lejos.
-¡Espera!, ¡no! ¡Se supone que debes reconocer mi honestidad emocional!- Grito la gema verde, viendo impotente como ahora la gema de agua se veía decidida a irse.
Mientras la gema azul volaba con su hidrokinesis comenzó a cubrir el granero con el agua, creando así a su alrededor un orbe de agua que de a poco empezó a levantar dicho granero del suelo, desprendiéndolo y arrancando las tuberías en el proceso. En medio de todo ese caos, Lapis miró atrás viendo desde arriba a Peridot, Steven y Pumpkin; El trío la veían tristes y sin poder creer lo que estaba haciendo, casi le daban ganas de abandonar su plan y quedarse.
Casi...
Negando con la cabeza, volteo a ver al cielo y con fuerza flexiono las alas de agua, saliendo disparada hacía el cielo con el granero siguiéndola, dejando a Peridot y Pumpkin atrás.
[.]
...¿Se fue?...
... En serio... se fue?
Era esto acaso una broma de mal gusto?
Sus sentidos se sentían entumecidos, todo estaba borroso y ni siquiera era capaz de procesar lo que paso.
Sus oídos captaban un pitido interminable que parecía empezar a disminuir, apenas captando el llamado del híbrido. Sus ojos solo estaban observando el cielo tratando de creer que se trataba de una broma pesada de Lapislázuli, que ella volvería y se reiría de su cara para así aceptar proteger la tierra todos juntos.
Tenía que ser una broma...
Nada de esto podía ser real. ¡No era real!
¿Cierto?
[.]
El cielo empezaba a ponerse azul, el lugar se estaba oscureciendo y la gema verde no dejaba de ver el cielo esperando desesperadamente que la gema azul volviera con el granero, para que así eso pudiera quedar en algunas risas y continuar viviendo juntas en la comodidad que ambas habían logrado con la otra como compañera y amiga.
Una mano en su hombro la hizo darse cuenta de que todo era real, y que Lapislázuli no iba a volver.
-Vamos. Vámonos.- Steven se veía culpable, tenía pequeñas perlas de sal que salían traicioneramente de sus ojos.
[.]
El viento soplaba como todas las noches, esa noche se sentía un deje de tristeza que hacía que cualquiera que estuviera en la casa de playa se incomodara, pero allí mismo solo estaban la gema verde y el híbrido con la calabaza.
En el baño, Steven puso una colcha en la bañera detrás de él Peridot y Pumpkin estaban sentados en el piso al lado del inodoro en silencio, la gema verde veía su regazo con desesperación, el único sonido en el baño era el de Steven acomodando la colchoneta para la ingeniero.
-Muy bien, ya todo está listo. Y se pueden quedar aquí el tiempo que quieran.- Dijo alejándose de la bañera, la peliverde solo se levanto y camino desganada hacia la bañera.
-Vaya...- Acostándose en la colcha se coloco en posición fetal. -gracias...-
Steven se sentó en el piso y se recostó contra la tina, Pumpkin estaba acostado a su lado y todo quedo en un silencio ensordecedor. La tensión se podía cortar un con un cuchillo y nadie parecía querer hablar, el pelinegro saco su teléfono esperando al menos ver un correo de voz en su celular. Su decepción fue grande más no inesperada al ver que ni siquiera tenia una llamada perdida de Connie.
Llamadas perdidas: 0
Con un suspiro y sintiéndose derrotado dejo su teléfono en el piso del baño, para colocar su cabeza en sus rodillas. Las ganas de simplemente desmoronarse estaban allí, pero sabía que de hacerlo ahora, nunca se volvería a levantar.
-¿Qué hacemos ahora...?- La forma en que Peridot pregunto eso, escuchándose tan perdida y destruida hizo que el híbrido no supiera que decir para al menos hacer que la situación no se viera tan mal, pero no tenia nada.
-No lo se...-
[.]
El viento hacía que las hojas salieran volando, la noche estaba sobre la ciudad y las farolas del parque iluminaban el camino donde estaba el híbrido en una banca sentado, apenas salió del baño salió directo al parque, no podía estar en el templo un segundo más.
Estando en la banca se recostó contra esta y empezó a respirar profundamente para tratar de aclarar sus pensamientos, respirando sintió en esos momentos el peso de los acontecimientos caerle encima, pequeñas lagrimas comenzaron a salir de la comisura de sus ojos y sin que él chico lo viera sus ojos tomaban tonalidades azules.
Crack!
El sonido de algo rompiéndose no fue escuchado por el pelinegro, sus pensamientos estaban consumiéndolo por dentro y lo único claro en ellos era que todo era su culpa.
Su respiración se volvía cada vez más inestable, y se podía ver como se estaba mordiendo sus labios en un burdo intento de no perder el control y gritar.
Tragando saliva intento calmarse para así volver al templo.
"-No quiero estar allí...-" Pensó Steven desesperado, sus manos fueron a su cabello y empezó a jalarlo esperando que los pensamientos de su cabeza se fueran.
Un sollozo salió de su boca, y como si fuera una señal las lagrimas salían de forma más abundante, su gema estaba parpadeando de forma intermitente y el joven la sentía caliente contra la piel más no hizo nada para verla.
"-Tan patético!-" Una sensación helada lo hizo dejar de respirar abruptamente, aquella voz...
"-¡Desgracia de la desgracia! ¡Solo mírate!-"
Las palabras que esa voz dijo con tanto desprecio hicieron que su llanto aumentara, mordiendo su labio tan fuerte que sintió el cobre en su lengua solo pudo intentar detener las lagrimas de sus ojos.
"-¡Deja de llorar! ¡Haz enfrentado a gemas que podrían haberte matado! ¡¿Pero lloras por una niña?!-"
El frío que estaba sintiendo se expandía por su cuerpo, secándose las lagrimas trato de detener su llanto apenas logrando dejar de llorar. Tomando aire de la misma forma en la que Garnet le enseño a Stevonnie, trato de mantenerse en control de si mismo con eso.
"-Soy patético...-" Pensó, sus ojos dejaron de tener aquellas tonalidades azules y ahora parecían aclararse.
"-No me quedaré atrapada en medio de otra guerra...- La forma en la que dijo esas palabras, mando un escalofrío en la espalda del híbrido y en su estómago la sensación de una piedra atascada en él."
Pequeños destellos salían de su gema y se arrastraban hacía arriba, la sensación de frialdad era reemplazada por otra cosa algo que no podía describir. Sus ojos estaban volviéndose de un color gris y su pupila tomaba la forma de un rombo, antes de que el color gris lo hubiera cubierto por completo el híbrido salió de su trance ante alguien que lo llamaba.
-¿Steven?-
[.]
Lamento la tardanza y lo mucho que me tarde, las cosas en mi casa me mantienen ocupada y eso. Además que transcribir los episodios canon es muy tedioso, lo cual no puedo dejar de hacer ya que aportan a la trama!
Puto Wattpad que me borro el original! Ya habría terminado sino fuera por su culpa!
:'v
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top