“Los errores son dolorosos, pero mientras el tiempo avanza se convierte en una colección de experiencias llamadas lecciones.”

[.]

Todos cometemos errores, pequeños o grandes al final todos cometemos errores, es de humanos equivocarse somos totalmente propenso a cometer todo tipo de errores algo muy normal.

Pero tal parece que para un híbrido humano-gema estaba prohibido equivocarse.

Steven Universe se equivocó, al decir el nombre de sus amigos a Peridot para que luego estos fueran secuestrados por Aquamarine y Topaz quienes por órdenes de las diamantes debían secuestrar a Lars, Sadie, Onion, Jamie, Connie y a su papá para ponerlos en cautiverio en el Zoológico de la destrozada Pink Diamond. Ahora la culpa recae en hijo de Rose Quartz quien solo podía intentar nos desmoronarse ante la presión.

En la playa justo donde había unos dedos de piedra estaba el pelinegro quien lloraba sin control alguno, hecho un ovillo en la blanca arena del mar temblaba ante cada sollozo que de su boca salía. Desde que había vuelto al espacio parecía que toda su vida iba hacia cuesta abajo, cada vez que iba a la ciudad parecía que todos hacían un gran esfuerzo por evitarlo como si fuera una plaga; su mejilla izquierda pico ante un recuerdo.

La madre de Lars con una mirada de dolor e ira dirigida solo para él, explicarles a sus padres lo que pasó y como termino su hijo aun en el espacio no fue sencillo lo que aún resonaba en su mente fue el dolor de la bofetada que recibió de la mujer pero lo más doloroso fueron las palabras que vinieron después.

“-¡Todo esto es tu culpa!-“

Su cuerpo temblaba como si sufriera hipotermia, su rostro sonrojado por sus lloros, ojos cristalizados y nariz roja era la apariencia que tenía Steven en esos momentos. Su mente en un bucle infinito de pensamientos que le decían que nada de lo ocurrido era su culpa.

Su mente aun reproducía lo ocurrido en el juicio, todo su miedo, el estrés y la incertidumbre de lo que sería de él era demasiado. Las arcadas eran fuertes casi parecía que iba a tirar el poco alimento que había ingerido, el sabor agrio en su lengua solo hacía que las ganas de vaciar su estómago con mucha fuerza de voluntad pudo calmarse lo suficiente para evitar eso, respirando lentamente se calmó, su cuerpo temblaba ligeramente y con manos temblorosas secaba sus lágrimas.

Desde su retorno su vida dio un giro de 180°, Connie había estado ignorando sus llamadas y mensajes, su papá, ya ni siquiera parecía quererlo cerca estaba seguro que en sus ojos había algo que nunca había visto en él… le daba escalofríos recordarlo.

Sus amigos… oh estrellas, no sabía si reír o llorar al ver cómo ellos se alejaron apenas supieron que había vuelto. Irónico, ellos estuvieron siempre cerca de él invitándolo a estar con ellos y ahora que vieron la magnitud de todo lo que pasaba en su vida se iban para evitar morir, era gracioso sin duda, cuando quiso alejarse de ellos para mantenerlos a salvo ellos se lo impidieron, es muy irónico que ahora ellos no lo quieran cerca.

Después de calmarse un poco decidió ir al auto lavado para pasar a ver a su padre, quien lo ha estado ignorando desde que volvió del espacio con la excusa de estar ocupado en el autolavado, algo que dejaba de creer desde hace días ya que lo había visto salir con el Sr. Fryman una vez que quiso pasar tiempo con él, está más que decir que se sintió triste por eso.

Al ir caminando a la ciudad se quitó todo rastro de haber llorado, para después poner la sonrisa de siempre y así evitar preguntas que no deseaba responder, al estar caminado pudo sentir de nuevo las mismas miradas que le eran dirigidas desde que volvió, aquellas llenas de miedo y desprecio solo dedicadas a él hizo lo mejor que pudo para ignorarlas y al final cuando llego al auto lavado, pudo ver a Greg de espaldas terminando de hablar por teléfono y Steven al ver eso.

-Hola papá!- dijo con su usual sonrisa, levantando la mano para ir a abrazar a su papá, quien al verlo hizo una disimulada mueca en los labios que no pasó desapercibido para el pelinegro, con una sonrisa forzada el Universe mayor correspondió el abrazo haciendo que el pequeño sintiera una punzada de dolor en su corazón, mientras sus ojos usualmente llenos de vida, alegría y dulzura se opacaran por un breve momento para después volver a su usual vida, cualquiera que viera bien al niño vería que cada gesto en él era algo forzado en un intento para que nadie viera su tristeza, padre e hijo pasaron hablando unos 30 minutos hasta que Greg recibió un mensaje y al terminar de leerlo dijo.

-Oye amiguito, tengo que irme, tengo que ir a ver unos nuevos propulsores de agua, para el autolavado- dijo Greg, mientras desviaba la mirada y se rascaba su nuca sin ver cómo la mirada de su hijo perdía brillo considerablemente para volver como si nada, sin saber el sufrimiento interno que el chico deseaba que supiera para poder ser consolado por una de las personas más importantes de su vida, algo que no paso y en su lugar dijo.

-De acuerdo papá, nos vemos- se despidió el chico, para así empezar a regresar al templo sin quitar la máscara que había creado, sintiendo las miradas de siempre que ignoró olímpicamente y al llegar a la casa fue al baño, donde inmediatamente al cerrarse la puerta pudo quitar la sonrisa y el brillo en sus ojos, dejando ver unos ojos llenos de tristeza junto a un vacío que se ha hecho presente en la vida del joven cuarzo, para que lentamente esos ojos se llenaran de lágrimas y empezara a sollozar e hipar silenciosamente, mientras las gotas saladas bajaban lentamente y empezará a abrazarse a sí mismo, preguntándose qué fue lo que hizo mal.

"Por qué me pasa esto, he intentado ser el mejor Cristal Gem, pero parece que solo arruino las cosas, casi se llevan a mis amigos al espacio para ponerlos en un zoológico, deje a Lars en el espacio solo e incluso murió, Connie no quiere verme, mis amigos me odian y parece que papá también."- Pensó el deprimido híbrido, mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas hasta caer en los azulejos del baño, y un fuerte nudo en la garganta y en su estómago pero su gema empezó a emitir un brillo que fue envolviéndolo lentamente de pies a cabeza, donde sintió una calidez agradable que hizo que se calmara poco a poco dejando solo el rastro de haber llorado, era como si su gema supiera que necesitaba el consuelo, algo que agradeció mucho dejándose llevar.

Y Steven estaba tan cansado, que no escucho el sonido de su mente fragmentándose. Aquel Crack! Que venía desde los rincones más profundos de su mente. Solo sintió aquella calidez que lo hizo dormitar.