• Capítulo 92 •

...

La sangre recorría cada parte de los brazos de Amaterasu, tocando la tierra húmeda del suelo tiñiéndola de rojo carmesí. No quería verse de nuevo débil como hace cinco años que llegó a querer suicidarse cuando Adachi le hizo esa herida en su ojo.

Apretó sus dientes y cerró los ojos con fuerza conteniendo el terrible dolor, Adachi miraba gustoso la cara que estaba poniendo, no había nada más satisfactorio que ver sufrir a alguien.

Hasta que los recuerdos de su hermana llegó a su mente —Adachi, prométeme que serás un gran médico capaz de sanar a cualquier persona, ya sea tu amigo o enemigo—.

Esté tocó la mitad de su frente tratando de eliminar la molesta voz de su hermana —Naoko-san... yo no soy un ninja médico como tú, soy un asesino—.

Amaterasu lo miró desorientada —¿Que está diciendo? No importa, debo quitarmelo de encima pero estos kunais son un problema—. dijo mirando unos segundos las armas que tenía clavadas en sus manos sobre el suelo. Tenía que pensar en algo rápido o el castaño la terminará asesinando —Tendré que sacrificar una de mis manos—.

No había otra salida, si quería salir viva debía arriesgar algo, miró a Adachi que seguía en la misma posición. Lentamente fue bajando su mano izquierda en dirección a su cabeza haciendo que el filo del kunai empezará a cortarla, intentó no gritar o hacer algún gesto que sacará a Adachi de sus pensamientos.

Cuando su palma izquierda se dividió en dos a la altura de sus tendones extensores hasta los pliegues de la extensión de la muñeca, desenterró el otro kunai con esa misma mano. Dió media vuelta sobre el suelo para quitárselo de encima pero esté no sé inmutó de su posición, era una oportunidad perfecta para pensar en un plan.

Agachada usando sus rodillas como soporte se quitó el chaleco para rasgarlo y lo uso como venda para hacer presión en la gran herida para que se detuviera el sangrado.

Sarutobi Amaterasu.

¿Cómo puedo derrotar a alguien que ya está muerto? Él se puede regenerar, al parecer su chakra es ilimitado y eso lo puedo deducir porque ha usado mucho chakra para tener ese tipo de velocidad sorprendente.

La tela que me había puesto en mi mano empezaba a mojarse completamente con la sangre, sentía mi cabeza dar vueltas, miré mi brazos que estaban pálidos. Traté de levantarme pero me era imposible.

Una risa malévola salió de la boca de ese hombre —Es gracioso... la voz de mi molesta hermana me impide matarte y tú no puedes idear un plan porque la perdida de sangre te está matando—.

—¿Y eso que tiene?— gruñí arrugando el entrecejo —Una simple herida como está no me impedirá acabar con tu maldita presencia. Tú eres el responsable de mis problemas y te haré pagar por ellos—.

—Una mocosa como tú no podrá acabar conmigo, solo eres una chica débil sin tener lo necesario para ser un ninja. Eres igual de débil que el difunto de tu padre que dió la vida por su estúpida aldea, igual como lo hizo mi hermana...— bajó la mirada y la volvió a subir un poco oscurecida —pero a tu padre lo reconocieron un héroe y a mí hermana una traidora—.

No pude evitar reírme por lo tonto que se estaba viendo —Tus problemas, tu hermana y tú son solo palabras que se lleva el viento. No eres más que una basura que no sabe más que hablar y hablar—. mi ojo derecho estaba entrecerrado y el izquierdo estaba completamente abierto con mi sonrisa impostada que mostraba mis dientes.

—¡Cállate!— exclamó irritado tomando otro kunai e ir corriendo hacia mí.

Mi plan de hacerlo enojar había funcionado, ahora solo faltaba mandarlo de nuevo a la tumba antes de que mi cuerpo se paralice por la perdida de sangre que estoy teniendo. Active el sharingan teniendo en cuenta el riesgo de que podía morir, sujeté el tantō con la mano derecha e imite su acción.

Cuando estuvimos a unos milímetros de que las armas chocarán desapareció, con la ayuda del sharingan miré en todas direcciones buscando su chakra que estaba en unos árboles a dos metros de mi. Entre doblando las rodillas di un gran salto hacia los árboles e ir donde estaba escondido.

Tuve que ir en zig zag entre las ramas para que no supiera exactamente el camino que estaba tomando, cuando llegué a su posición hice un sello en la empuñadura del tantō —Katon: Higasa no Mai—. hice un corte al aire moviendo todo mi cuerpo para que una linea de fuego partiera el tronco en dos dejando ver a Adachi.

Cuando estuve apunto de cortarlo alguien inesperado se interpuso en mi camino usando un kunai para desviar mi ataque. Era yo, o mejor dicho una falsa yo —Este chakra me recuerda a alguien—. dijo mi otro yo con una sonrisa.

—No necesito tu ayuda—. Adachi se negó en recibir la ayuda de la impostora —Si ella me corta la cabeza, los brazos o cualquier extremidad rápidamente me regenerare. Lárgate—.

—No lo haré se que...— corte a mi yo en dos con el tantō. Cuando cayó al suelo un árbol salió de su cuerpo.

—Odio verme a mi misma ayudando a otras personas que considero mis enemigos—. tenía la mirada oscurecida y el tantō extendido a mi costado, solo tuve que hacer un movimiento para acabarla.

...

En la cuarta división los problemas parecían haber acabado, gracias a la ayuda de Naruto lograron sellar los cuerpos de los anteriores kages, estaban contentos celebrando por su victoria.

El cuartel general también estaba festejando pensando que ya tenían la victoria asegurada y solo les faltaba acabar con Madara.

Hasta que Ao quién se encargaban de sentir por medio de sus habilidades de ninja sensorial los chakras de los enemigos un chakra inusual apareció de repente —E-esperen un momento...— pidió.

—¿Que pasa?— preguntó Tusnade volteando a ver a Ao.

—Siento el chakra de un enemigo acercándose a la cuarta división—. informó —¿Pero que es este chakra?

En el país del Rayo uno de los ninjas sensoriales de la cuarta división sintió acercarse otro chakra —¿Q-que es eso?— el miedo que sintió en ese momento se le hacía complicado hablar.

El Tsuchikage, Naruto y los demás lo voltearon a ver —¿Que estás sintiendo?— preguntó Onoki.

—¡Por ahí!— señaló a una gran roca donde un hombre envuelto en vendas salió a pasos calmados mostrando su presencia.

—Es Mū-sama, ha dividido su cuerpo en dos—. dijo Onoki no tan preocupado sabiendo que el anterior Tsuchikage no puede usar otro jutsu si divide su cuerpo.

—¡No es el! ¡Hay alguien más!—

Un hombre azabache de cabellera larga y con su sharingan activado se acercó al mismo lugar que Mū, cruzado de brazos en modo de superioridad y con la mirada gélida.

Unas gotas de sudor salieron del rostro del hombre de la tercera edad —Finalmente has venido... Uchiha Madara—. declaró distante. Después de tantos años Madara ha hecho su aparición.

Le viento soplaba con fuerza moviendo la larga cabellera, la armadura roja que portaba el anterior líder de los Uchiha's se mostraba superior ante todos la alianza shinobi, para él no eran más que simples seres inferiores.

Todos estaban aterrados ante la presencia del Uchiha, hasta que Gaara notó algo extraño —Tiene los ojos del Edo tensei—.

—Entonces este hombre está muerto. Pero, ¿quién es el hombre que se oculta detrás de la máscara?— las cosas se ponían más extrañas para Onoki y toda la alianza.

Adachi giró su cabeza jadeando levemente cuando sintió el chakra de Madara —Ese chakra...— habló en tono bajo. Miró de nuevo a Amaterasu que seguía con el sharingan activado —Oye, oye, oye ¿que significa esto?—

—¿Que cosa?— entrecerró los ojos manteniéndose alerta en todo momento de cualquier ataque sorpresa. Su respiración se hacía más acelerada, su espalda estaba encorvada manteniendo las pocas fuerzas que le quedaban.

—De repente acaba de aparecer un chakra oscuro y turbio—; de reojo la miró —y es idéntico al tuyo—.

—¿De que hablas?—

—¿No lo sabes mocosa? Tienes dos chakras distintos, uno es de aquella mujer y el otro es de esa persona que se encuentra a unos kilómetros de aquí—. estaba seguro que sus sensores no le engañaban, el chakra de Amaterasu era idéntico al de él.

—¡¿Que dices?!— abrió los ojos desmesuradamente pero su reacción no le duró mucho —Eso es mentira, ¿porque he de creerte?—

—Es tu problema si lo crees o no—. giró todo su cuerpo para tener una mejor vista de ella —¿Pero cómo es posible...? ninguna persona puede llegar a tener dos tipos de chakras distintos, es la primera vez que presencio algo así. Esta chica será un peligro si la dejó con vida—.

De su bolsillo sacó está vez dos bisturís cubiertos de veneno —Si logró hacerle un simple corte el veneno irá a su sangre hasta las células que hará que su piel se pudra en unos segundos y morirá—. puso el bisturí a la altura de su nariz mirando de lejos en qué parte sería mejor cortarla.

—Casi no me queda chakra, me cuesta mantenerme de pie y el mareo me impide ver bien. Debo pensar en una forma para que no se regenere... ugh—; hizo un quejido al no soportar más el dolor se su mano y la sangre seguía saliendo de esa herida ahora con la tela del chaleco completamente empapado de rojo.

Podría quemarlo con un jutsu de fuego pero no sé formar sellos con una mano, además el chakra que me queda solo me alcanza para un jutsu—. Amaterasu ya no tenía muchas opciones, con la mano herida y la perdida de sangre se le hacía complicado seguir en batalla.

Su cuerpo empezaba a temblar, cada vez estaba más pálida y sus ojos se querían cerrar, pero su voluntad no le permitía desmayarse ahora.

Adachi no esperó más y fue corriendo hasta ella, ella quiso tomar el tantō para evitar el ataque pero era inútil, ya no le quedaban fuerzas o eso quería hacerle creer

Pero el movimiento feroz de la tierra como un terremoto hizo que el ataque de Adachi fallará, miró en la dirección donde estaba Madara sintiendo lo que estaba pasando —Algunos chakras desaparecieron. No. Más de la mitad de esa división está muerta—.

Amaterasu suspiró aliviada y agradecida por el causante del movimiento brusco de la tierra. Cuando miró a dos ninjas; una mujer y un hombre de la roca acercarse, tomó de nuevo el tantō y usando todas sus fuerzas y velocidad cortó el cuerpo de Adachi en dos a la altura de la cintura.

—¡Ahora! ¡Antes de que se vuelva a regenerar!— exclamó la Sarutobi a los ninjas, rápidamente se acercaron sacando dos papeles y los colocaron en el cuerpo de Adachi.

Una venda blanca empezó a cubrir todo su cuerpo hasta que quedará como una especie de momia —¡Lo hicimos!— celebraron los dos y chocaron sus manos.

—No es hora de celebrar, está guerra aún continúa—. miró el suelo unos segundos para después mirar a los dos ninjas —¡Rápido! ¡No hay tiempo que perder, debemos seguir con esto!— les ordenó enojada.

—Pero está gravemente herida...— la chica de la roca iba a oponerse para que no siguiera luchando pero fue interrumpida.

—No importa, puedo seguir luchando y lo haré por la paz de todo el mundo. No descansaré hasta que Madara este muerto—.

No dijeron nada más por miedo a la actitud de Amaterasu. La chica de la roca sacó una caja de primeros auxilios de su mochila, de ella sacó una aguja con hilo especial y empezó a coser piel de la mano de la Sarutobi y después aplicó ninjutsu médico para que cicatrizará.

Amaterasu tuvo que hacerce la fuerte y no mostrar signos de que sentía dolor con cada puntada que le hacían, después le dieron de comer una píldora de alimento para que recuperará las fuerzas.

—Bien—; dijo la chica tomando sus cosas y levantándose del suelo —nosotros regresaremos a nuestra división, nos llevaremos el cuerpo de Adachi—.

Dicho esto el hombre tomó el bulto blanco donde estaba Adachi encerrado para llevarlo a un lugar seguro y nadie pudiera liberarlo.

Amaterasu miró su mano que estaba cosida, la cerró y abrió varias veces para recuperar un poco de movilidad. Inspeccionó el lugar detenidamente identificando en donde estaba.

Le llamó la atención la cantidad de polvo que salía del lugar rocoso que era la frontera del país del Rayo —Será mejor que valla a ver qué está pasando—. guardó su arma en la funda y corrió a toda velocidad para ir a dónde estaba Madara.

Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura

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