• Capítulo 91 •
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Adachi corría entre los árboles a gran velocidad, usaba sus habilidades de ninja sensorial para buscar la segunda división de la alianza —Cincuenta metros a la derecha—. fue lo que cálculo desde donde estaba, inclinó más su espalda llevando su cabeza al frente y extendiendo sus brazos hacía atrás para aumentar su velocidad.
Cuando solo faltaban dos metros sacó un papel bomba de su bolsillo que serviría de distracción, lo colocó sobre el suelo cerca de unos ninjas que pelaban con los zetsus blancos, rápidamente se alejó para que la explosión no lo alcanzará, solo fue cuestión de unos segundos para que el papel bomba explotará formando un gran hoyo y varias piedras salieran volando.
Los ninjas captaron lo sucedido, tres de ellos fueron para revisar el lugar mientras Adachi se acercó a unos arbustos dónde estaban escondidos los médicos curando a algunos heridos —Uno, cuatro, siete, doce—. fue contando los chakras que había en total. Sabía distinguir el chakra de un ninja médico y un ninja normal, fue algo que aprendió gracias a su difunta hermana mayor Takayama Naoko.
Sacó un kunai de su bolsillo, corrió hacia una joven mujer que curaba a dos heridos y de un movimiento le hizo un corte profundo en su pecho pero antes de que su vida se fuera está liberó un desgarrador grito —¡Agh!— que alertó a todos en señal que había un enemigo cerca.
Akatsuchi rápidamente se acercó al lugar dejando a Kurotsuchi sola con los zetsus que seguían apareciendo —¿Que ha pasado aquí?— cuestionó a los médicos que estaban con la cara horrorizada después de haber presenciado el asesinato.
Ninguno respondió por el miedo que los gobernaban, todo fue tan rápido para ellos que no pudieron ver al asesino —Esto es malo—. meditó mirando el cuerpo de la mujer muerta, se acercó a ella para mirar la herida profunda y exacta que le había roto los huesos de las costillas y atravesó sus pulmones lo que ocasionó una muerte instantánea —Un corte preciso como esté solo puede ser hecho por alguien con conocimientos médicos—.
Pensaba quien pudo haber hecho tal cosa hasta que de imprevisto otros dos ninjas médicos fueron asesinados pero está vez con cortes en sus cuellos, la pérdida de sangre les ocasionó la muerte instantánea ni siquiera les dió tiempo de gritar de dolor —Esta persona solo se dedica a asesinar a ninjas médicos—. frunció el ceño —Esto es malo, si toda nuestra unidad médica es asesinada las muertes aumentarán—.
A gritos empezó a dar órdenes a los médicos restantes que seguían vivos —¡Rápido! ¡Todos cúbranse detrás de mí!—
Todos obedecieron a las órdenes y se plantaron detrás del ninja de la roca. Para los médicos y para toda la alianza era una situación critica que se debía resolver rápido ya que los ninjas médicos son esenciales en una guerra.
Kitsuchi los protegía observando cada lugar detenidamente. Pero Adachi era lo suficientemente rápido para que él de la roca no diera cuenta de sus próximas víctimas.
Amaterasu seguía luchando con los zetsus blancos hasta que uno de ellos la tomó por la espalda y empezó a absorber su chakra —¡Estas cosas absorben chakra!— pensó, rápidamente usó el tanto para cortar las púas que la sujetaban quedando libre y después lo cortó a la mitad.
Los cuerpos "sin vida" de los zetsus estaban esparcidos por todo el pastoso suelo, Neji y Hinata seguían luchando, Kiba y Shino se unieron a la batalla por órdenes de los líderes de sus divisiones.
Todo parecía estar bajo control hasta que un extraño escalofrío recorrió su cuerpo empezando a sudar frío a pesar de que el clima estaba algo frescos y sus manos temblaban sin explicación.
Supo en ese momento que un peligro estaba cerca y su cuerpo se lo estaba anunciando, giró su cabeza mirando en todos lados buscando el posible peligro, hasta que su vista se topó con Kitsuchi protegiendo a la unidad médica de algo o alguien, luego sus ojos se toparon con la silueta de una persona escondida entre los arbustos.
Rápidamente la azabache corrió hacia Kitsuchi debido a que estaba mirando en dirrección contraría de donde estaba aquella persona. Adachi salió de los arbustos hacía ellos con el mismo kunai en su mano y cuando estuvo a unos milímetros de matar a un hombre médico Amaterasu interfirió desviando el kunai con su tantō.
Ella tenía la mirada asesina y él estaba neutro sabiendo que iba a llegar ella a deternerlo porque lo había sentido por el cambio de flujo de su chakra. La Sarutobi se hizo para atrás guardando el arma y formó sellos.
—Futon: Daitoppa—. meditando el nombre de la respectiva técnica extendió sus brazos para luego chocarlos entre si creando una gran corriente de aire que fue hasta el castaño cortando su falso cuerpo en dos y mandándolo a volar varios metros lejos de la segunda división.
—¡Yo me encargó de él Akatsuchi, usted siga cuidando a la unidad médica—. dijo la azabache mirándolo desde su hombro y dándole órdenes a su líder sin tener conocimiento de que aquél hombre que aún no reconocía.
—Esta bien—. se encargó de proteger a los médicos en un lugar más seguro para que continuarán curando a los heridos.
Entre saltos fue al lugar donde mando a volar al hombre que para ella era un desconocido, no sabía de quién se trataba ni mucho menos esperaba tener un segundo reencuentro con él.
Estaba sumamente confiada de que ganaría sin saber que se enfrentaría a Adachi. Saltaba entre las ramas de los árboles buscando a esa persona, siguió los rastros de varias ramas y troncos destrozados por su jutsu, cuando los rastros fueron disminuyendo se detuvo a mirar todo el lugar.
Era obvio que estaba escondido en alguna parte para tenderle una trampa. Adachi se estaba escondiendo entre las ramas de un árbol mirándola detenidamente. Su apariencia cambió mucho pero para él seguía siendo la misma mocosa de hace cinco años.
Adachi salió de su escondite, pensaba que era mejor matarla de una vez en lugar de perder tiempo con ella ya que tenía mejores cosas que hacer. Le había dicho a Kabuto que la traería hacía él para que pudiera completar su plan pero todo fue una mentira, en realidad la mataría solo porque su chakra le causaba un ligero escalofrío.
Y todo aquel que le causará esa sensación lo eliminaba de la faz de la tierra sin tener compasión de quién se tratará.
Cuando la Sarutobi miró al hombre examinó su rostro y ojos, hasta que lo reconoció por medio de la cicatriz que tenía su mejilla y aquella mirada inexpresiva —T-tu...— musitó aterrada abriendo sus ojos desmesuradamente.
—Me sorprende que me reconocieras mocosa—. dijo hostil cruzando sus brazos.
La ira iba consumiendo todo su cuerpo recordando los dolorosos y difíciles momentos que tuvo que pasar —¡Como olvidarte después de lo que me hiciste!— exclamó extendiendo el abrir de sus ojos y arrugando la nariz. Todo el daño que había recibido por parte de Adachi la había dejado completamente marcada.
Amaterasu llevó su mano al tantō para desenvainarlo sujetandólo con ambas manos y Adachi sacó un kunai. Una gran distancia los separaba hasta que empezaron a cortarla con pasos pequeños, luego fueron aumentando la velocidad a tal punto que fueron corriendo.
Ambos alzaron sus armas estando unos centímetros cerca para empezar a luchar, las dos armas chocaron, rápidamente la azabache soltó el arma para dar un salto al aire formando sellos —Katon: Kaen Senpū—. una corriente de fuego rodeó su cuerpo saliendo disparado en forma de espiral a Adachi.
Pero esté lo esquivó desapareciendo de un parpadeó, ella activó el sharingan para poder ver sus movimientos de manera lenta, sabía que el castaño con cicatriz era rápido.
Cuando Amaterasu aterrizó inclinó su espalda, sus pupilas se movían en todas direcciones buscando el chakra del castaño por todo el bosque, hasta que un kunai sujetado a un papel bomba fue a ella, pero antes de detonar lo pateó lejos del lugar. Segundos después una gran explosión sacudió una parte del bosque.
—Nada mal—. comentó Adachi en alguna parte del bosque —Pero sigues siendo débil—. le dijo sacando dos kunais en cada mano para lanzarse sobre ella.
—Eso ya lo veremos—. se acercó rápido al tantō para tomarlo. Nuevamente chocaron las armas pero Adachi se hizo para atrás para inclinar su espalda y con el apoyo de sus pies pasó derecho de la azabache para hacerle un corte en el hombro.
—Con ese sharingan tan débil no puedes ver mis movimientos—. Adachi se plantó a su frente.
Ella hizo una mueca y expresión de dolor, tocó su hombro haciendo presión en la herida para que no saliera sangre mientras trataba de aguantar el dolor —¿Y quién dijo que estaba usando el sharingan para ver tus movimientos?— sonrió en modo de superioridad y unas gotas de sudor cayeron en su mejilla.
Esté se quedó callado analizando la expresión que tanto odiaba de ella, hasta que sintió algo ligero sujetar su mano, trató de usar la otra para quitarlo pero extrañamente no se movía, más bien todo su cuerpo no se movía debido a que estaba amarrado con unos hilos blancos —Un plan demasiado tonto pero he de admitir que no me di cuenta y caí en el—.
—Sabía que me enfrentaría a alguien tan peligroso como tú por eso fui instalando todos esos hilos mientras me acercaba a ti, dejé me hicieras daño a propósito para que te pusieras en el centro de mi trampa—. dijo revelando todo su plan, tenía la victoria asegurada o tal vez no.
Hasta que Adachi fue jalando sus brazos a tal punto que se separarán de su cuerpo y de los hilos, sacó un bisturí de su bolsillo, concentró chakra en él y cortó todos los hilos que lo sujetaban —Sigues siendo una tonta, te confías demasiado de tus propias habilidades que llegas a subestimarlas, no analizas bien la situación y a tu oponente—.
—¿Que?— de impresionó por la forma tétrica en la que se liberó de su trampa. El castaño luego se liberarse se lanzó hacía Amaterasu quién no se pudo mover debido a la herida que se hacía más dolorosa.
Sobre el abdomen de Amaterasu, Adachi miraba recordando aquel momento idéntico cuando peleó con ella en los exámenes chunin —Esto me trae recuerdos—. dijo igual de neutro.
—¡Sueltame!— exclamó moviendo todo su cuerpo y manos en todas direcciones para que se bajará de ella.
—¿Y por que debería hacerlo?— empezaba a molestarse de sus movimientos así que sacó otros dos kunais para clavar cada uno en la palmas de Amaterasu sobre el suelo a la altura de su cabeza.
Está liberó una gritó desgarrador adolorida mientras los feos recuerdos iban llegando a su mente.
Después de que Amaterasu de trece años le dieron de alta en el hospital debido a que los doctores le dijeron que no presentaba más heridas y ya podía hacer sus rutinas diarias. Bueno, eso no creía Amaterasu, aún seguía teniendo heridas peores que no podían ver cualquiera y esos eran los recuerdos.
Un día cuando la puesta del sol estaba presente Amaterasu miraba detenidamente la tumba de su padre —Papá...— con su frente totalmente descubierta dejando a la vista esa cicatriz tenía una gran expresión de tristeza con ganas de llorar por las cosas horribles que pasó.
Cuando la noche cayó regresó por la calle menos transitada por las personas, no le gustaba que nadie viera su rostro cicatrizado, cuando alguien pasaba frente a ella rápidamente se tapaba el rostro.
Llegando a su casa, cerró la puerta con seguro para que nadie entrará, fue a la cocina para preparar algo de comida, cuando trató de cortar la verduras para hacer un estofado de cerdo el cuchillo que estaba sobre la tabla le causaba miedo, su rostro se reflejaba sobre el gran filo de este.
Todo su cuerpo temblaba, el sudor no dejaba de caer en su frente, y los recuerdos de Adachi haciéndola sufrir la hacían débil. Al final no comió y fue a tomarse un baño, cuando se miró al espejo esas misma cicatriz le causaba miedo y terror, liberó un grito que resonó por todo el inmueble y con sus manos rompió el espejo en decenas de pedazos.
Los trozos del espejo quedaron esparcidos sobre el suelo, sujetaba la orilla del lavado con las dos manos y trataba de contener la respiración acelerada, hasta que decidió ponerle fin a esto, odiaba verse débil.
Tomó un pedazo del espejo roto y sin importarle que se cortará tomó un mechón de su cabellera para cortarla hasta la altura de su boca y acomodarla sobre su ojo para ocultarlo.
Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura
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