• Capítulo 55 •
Hubo unas cuantas personas que preguntaron en mensaje privado —¿Cómo se vería Amaterasu sin la mitad de su rostro tapada, dejando a la vista su cicatriz?—
Bien, he aqui la respuesta.
...
—Dime Onoki-ojīsan—. dijo melódico con una gran sonrisa en sus labios.
Amaterasu se bloqueó por completo, no esperaba escuchar unas palabras como esas de un kage —No—. respondió directa con una cara de chasco mientras su cuerpo se tornaba blanco.
Onoki cerró los ojos sin borrar esa sonrisa —Al principio será difícil decirme abuelo, pero con el tiempo te acostumbras—.
—No te diré abuelo, ni siquiera lo conozco—. dijo en tono serio levantándose del suelo y llevando las manos a su cintura —¿Que le pasa a este viejo? ¿Porque le diría abuelo? No es ningún familiar mío—. se decía y preguntaba Amaterasu sin saber la razón de porque quería que lo llamará de esa forma.
—Viejo—. la voz de una femenina llamando al único mayor de la habitación exaltó a ambos.
Amaterasu buscó rápidamente un lugar donde esconderse, pero no había donde.
Onoki rápidamente formó sellos con sus manos —Doton: Keijūgan no jutsu—. meditó tocando el hombro de la azabache. Repentinamente Amaterasu empezó a flotar haciendo que se exaltará de la sorpresa y miedo.
Flotó hasta que su cabeza fue golpeada contra el techo, pero sabía las intenciones del hombre mayor, sabía que por alguna extraña razón no quería que fuera descubierta por la persona que se estaba acercando.
Onoki miró todo el desastre causado por la batalla que había tenido. Que le diría cuando viera todo esto.
Las pisadas subiendo los escalones se hicieron presentes, hasta que llegó la persona reconocible para el tsuchikage: Kurotsuchi su nieta.
La pelinegra al ver todo el desastre del cuarto se preguntó que había pasado aquí. No era normal que todo estuviera regado, las paredes con quemaduras, piedras regadas por el suelo, un kunai sobre el suelo y un gran hoyo en el piso.
Lo único que pudo deducir a todo esto es que hubo una pelea en este lugar —¿Que pasó aquí viejo?— cuestionó mirando directamente a su abuelo que flotaba.
—Estaba entrenando con unos ninjas—. fue lo único que se lo ocurrió, trató de sonar convincente para que no sospechara.
Kurotsuchi alzó una ceja no muy convencida de sus palabras —¿Y dónde están los ninjas?— miró en todos lados buscando a los supuestos ninjas.
Estaba apunto de mirar el techo. Amaterasu activó el sharingan lista para meterla en un genjutsu si la veía, pero Onoki respondió haciendo que lo mirará —Estan descansando—. llevó las manos a su espalda.
Otro poco y la descubre. Suspiró cteyendo en sus mentiras —Esta bien abuelo, pero procura limpiar después este lugar—. le ordenó mirando todo el desastre unos segundos y después mirarlo —Vine a informarte que unos ninjas se han infiltrado en la aldea—.
Onoki preguntó fingiendo sorpresa —¿De quienes se tratan?—.
—Al parecer son desertores de Konoha, son seis en total: dos del clan Hyuga y tenemos dudas con una chica, se le vió poseer el sharingan pero tenemos entendido que no había ningún sobreviviente a la masacre del clan Uchiha—. reveló dándole toda la información que tenía hasta el momento.
La Sarutobi fulminó a la pelinegra por su comentario, el peor insulto que podía recibir era que la confundieran con una Uchiha.
Los ninjas de la roca no han dejado de buscar a todo el equipo de Neji, incluso Kurotsuchi ha estado buscando en cada rincón de la aldea para sacarles toda la información posible incluyendo el propósito por el cual vinieron hasta aquí.
Naruto por suerte logró escapar, solo fue cuestión de desaparecer los clones y esconderse en algún lugar. Neji y Hinata usaban el byakugan para buscar pergaminos sospechosos en los interiores de cualquier edificio de los altos mandos.
Sakura ha estado escuchando cada conversación de las personas con cautela.
Ino usaba el Shintenshin no jutsu en un cuarto que había alquilado para meterse en los cuerpos de algunos shinobis que pasaban frente a la ventana, preguntando de manera discreta información del pergamino.
—Si los llegan a encontrar traiganlos conmigo. Yo trataré con ellos—. le ordenó a su nieta. Voló hacia las piedras tiradas en el suelo para recogerlas una por una.
Kurotsuchi asintió con la cabeza arrugando su entre cejo. Dando media vuelta se retiró del lugar.
Onoki se aseguró que no había nadie más, se elevó hasta Amaterasu para tomarla del brazo y bajarla de ahí, al hacer los respectivos sellos la tocó nuevamente del hombro provocando que dejará de flotar —Gracias—. agradeció desactivando el sharingan.
Su respiración estaba aumentando de tono debido a que ya había usado mucho chakra.
—Descuida, ahora me dirás, ¿qué hacen aquí en mi aldea?— demando serio llevando sus brazos a la espalda, esperando una respuesta clara.
—Le seré sincera tsuchikage-sama—. le llamó con honoríficos debido a que la había salvado. Tenía el presentimiento de que era alguien en quien podía ser de confianza aunque fuera de una aldea que no tiene buena relación con Konoha.
—Las personas de Konoha han empezado a correr rumores de un supuesto pergamino peligroso—.
Al momento que Onoki escuchó las palabras "pergamino peligroso" le recordó al anterior pergamino que tenía en su poder, incluyendo a la última persona que lo llegó a usar.
Uchiha Haru.
—Onoki—. la voz de Haru resonó en sus oídos recordando como lo llamaba cuando era un niño. Recordaba los pocos momentos que había pasado con la azabache.
Amaterasu continuó hablando —La hokage-sama nos envío para infiltrarnos en la aldea e investigar si la existencia de dicho pergamino es real—.
—Seré directo Amaterasu—. la mencionada se sorprendió, como sabía su nombre si nunca se lo había dicho. Pero eso no importaba ahora —Ese pergamino anteriormente existía, pero hace mucho tiempo, inclusive antes de que tu padre naciera, desapareció sin dejar rastro alguno—.
La Sarutobi miró el suelo pensativa. Habían muchas cosas que no encajaban;
Si el pergamino desapareció hace mucho tiempo, ¿cómo sabían las personas de Konoha de su existencia?
¿Cómo es que llegó tal rumor en la boca de la personas? No había nadie que supiera de su existencia, alguien que fuera tan viejo para saberlo.
Una cosa estaba segura, alguien comenzó tal rumor, pero ¿quién?, ¿cuál es su propósito al mentir con algo que desapareció hace años?
—Entiendo—. dijo entendimiento que no diría nada más.
— Será mejor que te vallas antes que tus amigos y tú sean descubiertos. Por hoy ignoraré haberte visto, regresen a su aldea y dile a la hokage todo lo que te conté. Pero, no digas que yo te lo dije o sospechara de mí—. ordenó retirándose del lugar lentamente.
—Entendido—. asintió mirándolo de espaldas.
—Recuerda decirme abuelo—. le recordó mirándola de reojo sonriente unos segundos para después retirarse del lugar.
—No—. respondió gélida.
—Ya veo—. habló Tsunade sentada en su silla, con las manos entrelazadas y los codos recargados en el escritorio.
—Al final solo fueron simples rumores—. aliviada habló Shizune mirando a la rubia.
Suspiró. Al final solo fue un desperdicio de tiempo con algo que había desaparecido hace años. Llevó todo el peso de su espalda a la silla —Pueden retirarse por hoy, buen trabajo—.
Todos asintieron serios retirándose del lugar, excepto Naruto que asintió sonriente con un gran "Sí".
Los rumores del pergamino desaparecieron instantáneamente después de que Tsunade diera el resultado de la misión. La aldea volvió a tranquilizarse y todos siguieron con sus rutinas diarias.
En algún lugar, cerca de la frontera del país del fuego, tres hombres disfrutaban el bello paisaje que ofrecía la naturaleza. Pero en realidad estaban pensando que harían con todas estas tierras.
El líder se hallaba sentado en medio; era un hombre castaño de ojos del mismo color, llevaba una camisa holgada de color blanco abierta del pecho. Se podían notar varias cicatrices en su pecho. Era conocido como Satoru.
El hombre ubicado en el costado derecho de Satoru, era un pelinegro de estatura más alta que su líder, ojos rubí, su camisa negra igual que sus pantalones. Conocido como Hisato.
El tercero en el costado izquierdo, era de estatura más baja que Satoru, su cabello blanco largo llegaba hasta los kombros, lo distinguía de los demás eran sus ojos azules como el cielo. Su vestimenta era una túnica azul con una espada colgada en la espalda, su nombre era Soba.
El líder Satoru observaba malicioso todo el paisaje que veían sus ojos. Estaba apunto de volverse el hombre más poderoso se todos.
En su mano derecha traía consigo un pergamino de color blanco sujetado con un cordón rojo; era el pergamino del tiempo.
De alguna forma lo tenía en su poder —Fue buena idea esparcir los rumores del pergamino en Konoha—. habló Satoru orgulloso por el plan que habían tenido sus compañeros.
Al principio pensaba que no iba a funcionar tal cosa, pero las personas se creían todo rumor, haciendo el trabajo más fácil.
Soba y Hisato se habían infiltrado en Konoha para esparcir los rumores del pergamino.
No dieron detalles de que trataba, solo dijeron que era un pergamino muy peligroso que podía llegar a destruir Konoha, agregando que Iwagakure lo tenía en su poder.
—Era la única forma para que Konoha se mantuviera ocupada mientras nosotros buscábamos el pergamino—. el peliblanco habló superior ante sus compañeros con los brazos cruzados. Sabía que su plan funcionaria, conocía perfectamente como eran las personas.
El pelinegro asintió a todas las palabras de sus compañeros, su ceño levemente fruncido decía que por fin tendrían la victoria que tanto anhelaba.
—Ahora que tenemos el pergamino, podremos cambiar el futuro para obtener todo el poder de las cinco grandes naciones—. reveló seguro de si mismo.
Estaba cien porciento seguro que su plan no fallaría.
El plan del trío era cambiar el pasado, para que en el futuro fueran los líderes supremos de las grandes naciones.
Pero primero tomarían un descanso para tener fuerzas, debido a que el viaje sería agotador.
—Amaterasu-nēchan—. el pequeño Konohamaru salió de su escondite mirando fijamente a su tía azabache. La señalaba retadora, su mirada era hostil pero inocente.
—¿Que pasa Konohamaru?— preguntó con una mano en la cintura mirando a su sobrino monótona.
Estaba por dirigirse a su departamento para poder descansar después de varios días de misiones sin descanso. Estaba realmente cansada.
El mencionado soltó una risa de burla, con sus manos formó un sello haciendo que una cortina de humo cubriera su cuerpo. Amaterasu miró extrañada las intenciones del pequeño Sarutobi.
Pero recordó aquellos momentos cuando jugaban a tener combates.
Tal vez había creado una nueva forma para vencerla, aunque estuviera muy cansada pasar tiempo con su familiar le agradaba.
Sus labios formaron una sonrisa —Bien Konohamaru, tengamos un duelo—. su entre cejo se arrugó, aceptando el duelo.
Esperaba que fuera alguna técnica nueva, tal vez usaría el rasengan, o algún clon de sombra para atacarla.
Pero fue otra cosa que no se esperaba. La cortina de humo se dispersó dejando ver a una chica castaña de hermoso cuerpo en bikini —¿Que te parece Amaterasu-nēchan?— preguntó la chica con voz seductora.
El cuerpo de Amaterasu se tornó blanco. Entre cerró los ojos y con la boca ligeramente abierta preguntó —¿Que es lo que haces?—
—Naruto-nīchan me dijo que está técnica funcionaría en cualquier rival—. dijo moviendo su cuerpo haciendo que sus pechos rebotaran —Así que entrene este jutsu varios años para usarlo contigo—.
La Sarutobi miró unos segundos el cuerpo bien formado de la chica. Konohamaru no tenía en cuenta que el jutsu sexy solo hace efecto en los hombres —Ese jutsu funcionaría conmigo, si fuera varón—. gruñó cruzando sus brazos.
El castaño cayó de rodillas al suelo rendido y deshaciendo el jutsu. Había recordado que su tía era mujer y no hombre.
Estaba por hacer otro jutsu, pero Amaterasu había desaparecido del lugar dejándolo solo con las ganas de mostrarle otro jutsu.
Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top