• Capítulo 54 •

...

Infiltrarse en la torre del tsuchikage para conseguir información del pergamino; ese era el plan suicida de Amaterasu.

Miraba en todas direcciones, asegurándose que nadie la siguiera, sus pasos eran calmados pero rápidos, su rostro de confianza decía que quería hacerlo, su respiración respiración tranquila decía que está lista para cualquier peligro.

A solo unos cuantos pasos para llegar a la puerta de la entrada de la torre, activo su sharingan, mantenía la cabeza baja para que no se notará, mientras volvía a contar a los ninjas para asegurarse que estaban todos.

Y en efecto, estaban los veinte ninjas. Cuatro vigilaban la puerta, seis se mantenían en el techo vigilando desde arriba, y diez caminaban en todas direcciones de la torre.

—Para poder entrar sin ser descubierta, la única forma es meterlos en un genjutsu—. pensó, ideando que la única forma para que no fuera descubierta era hacerlos ver otra cosa por medio de un genjutsu.

Pero sus genjutsus no eran lo suficientemente fuertes y eficaces para que los detuvieran todo el día, tendría que apresurarse si quería salir infraganti del lugar.

Con su sharingan aún activado se acercó paso sereno a los cuatro que estaban en la puerta principal —No se permite el acceso a la torre del tsuchikage—. dijo un ninja tomando un kunai de su porta armas.

Amaterasu se mantuvo callada unos segundos con la mirada oscurecida sobre el suelo, su expresión neutra hizo aumentar las sospechas de los cuatro ninjas —Será mejor que te vallas si no quieres tener problemas niña—. dijo otro ninja acercándose a la azabache.

Antes de que las manos del shinobi la tocará, Amaterasu lo miró fijamente. El ninja se alertó al ver esos ojos rojos con aspas —E-el sharingan—. tartamudeo sorprendido. Rápidamente quiso desviar la mirada para evitar ver esos ojos carmesí pero fue demasiado tarde.

El ruido que producía el sharingan al ser usado para meter al oponente en una ilusión dio la señal que el ninja había caído en el genjutsu de la azabache.

Su cuerpo no se movía, sus ojos perdieron el brillo, su mirada era seca. Lentamente se acercó a sus compañeros para acercarse a su mismo lugar, retomando su trabajo de antes, como si no hubiera visto nada.

—Maldita...— dijo arisco uno de ellos tomando su espada, sus otros dos compañeros imitaron su acción sacando un arma.

Amaterasu sonrió superior ante los jounin's de la roca —Bien...— nuevamente el sonido del sharingan fue escuchado. Los tres estaban en las mismas condiciones que su anterior compañero.

Retomaron su lugar de antes, olvidando que habían visto a la Sarutobi, quién se adentró victoriosa al lugar.

Sus ojos se abrieron como platos al ver detalladamente el lugar, era muy grande, más grande que la torre del hokage. Las paredes de roca color rojo, en el suelo se podían apreciar varias piedras pequeñas esparcidas en el suelo.

La única luz era la del sol que pasaba a través de gran ventana circular ubicado en la parte de arriba de la puerta donde entró.

Mientras más se adentraba al lugar, más oscuro se hacía, el único ruido que se podía escuchar era el de sus getas golpeando el suelo levemente mientras caminaba torpe con la yukata.

—Maldita yukata—. se dijo a si misma maldiciendo la yukata.

Era una vestimenta japonesa muy difícil de usar si era la primera vez que lo usabas, tenías que ser ágil para poder usarla como era debido.

Sentía que su estómago era aplastado debido a la obi que sujetaba la vestimenta. La señora del local la había amarrado con tal fuerza que el aire casi se le sale.

Pero ni con la yukata más aparetada bajaba la guardia, estaba lista para meter en un genjutsu a cualquiera que le cruzará.

Era la única forma para que no fuera descubierta, aunque odiaba tener que usar el sharingan para hacer que su plan fuera un éxito.

Caminó por lo grandes pasillos que parecían no tener fin, hasta que llegó a unas escaleras que conducían al primer piso de la torre, empezó a debatir si era buena idea subir. En la planta baja no sabía nada más que pasillos y piedras.

Si quería salir de ahí con algo que fuera de ayuda con la misión debía arriesgarse más. Cerró sus ojos un momento y los volvió a abrir. Alzando un poco la tela de la yukata que colgaba de sus pies empezó a subir los escalones.

La luz del sol se hizo más presente a medida que subía más escalones. Al llegar al último escalón se pudo divisar todo el cuarto.

Las paredes eran distintas a las de antes, estaban hechas de piedra pero tenían diseños de aves, también habían varias ventanas donde podías ver con claridad toda la aldea.

Amaterasu se quedó embobada mirando el bello paisaje, hasta que se alertó al escuchar que alguien se acercaba. Gimió de sorpresa y buscando un lugar donde ocultarse.

Al encontrar una estatua media grande rápidamente se ocultó detrás de ella. Desactivó el sharingan ya que sentía que su chakra se estaba agotando más, había olvidado que el sharingan desgasta el chakra con gran velocidad.

En posición fetal se escondió detrás de la estatua pero mantenía el oído alto para escuchar.

Los pasos de diez ninjas se hicieron presentes —Rápido, han encontrado a uno de ellos—. anunció uno de ellos llamando la atención de la azabache.

—¿De quién se trata?— preguntó siguiéndolo por detrás.

—No lo sé—, respondió —pero es un chico rubio. Según los informes hay varios de ellos rondando por toda la aldea—.

—¿Varios de ellos?— preguntó asegurándose de haber escuchado bien.

Con la cabeza asintió —Calculan unos treinta chicos rubios—. fue lo único que se pudo escuchar antes de que bajarán las escaleras.

—Naruto—. dijo Amaterasu sabiendo de quién se trataba y saliendo de su escondite. Con la palma de su mano golpeó su rostro —Neji fue claro, no teníamos que llamar mucho la atención para evitar ser vistos—.

Naruto había usado el Kage bushin no jutsu para que su búsqueda de información fuera más rápido, pero no había tenido en cuenta que preguntar a cada persona que se toparán los clones llamarían la atención e hicieran sospechar a las personas.

Dando un suspiro pesado retomó su plan, olvidando lo que había hecho Naruto.

Antes de dar un paso más, repentinamente las ventanas fueron tapadas por rocas. Impidiendo el paso de la luz y la visibilidad de la azabache.

La Sarutobi se alertó desenvainando su espada y la sujetó con las dos manos. Nuevamente activo su sharingan para tener visibilidad en la oscuridad. Pudo notar como un chakra se acercaba a su dirección lentamente.

Pero era algo distinto al de los demás, este flotaba —Doton: Dochū Senkō¹—. una voz masculina se escuchó al unísono, solo audible para la azabache. A través del sharingan notó como el chakra de la persona desapareció repentinamente.

—¿Q-que?— se cuestionó a si misma sorprendida, buscaba en todos lugares el chakra. Pero no había rastro de el —¿Donde?— buscando en donde podría estar. Giraba su cuerpo en todas direcciones, sabía que vendría algún tipo de ataque sorpresa.

El ninja de identidad desconocida se movía a una gran velocidad bajo la tierra gracias al jutsu. Si atrapaba los pies de la Sarutobi tendría la victoria asegurada.

—¿Dónde estás?—. musitó nuevamente algo alterada. Hasta que de repente sintió algo sujetarla por los pies.

Por suerte solo pudo agarrar su pie derecho, por lo que no le fue difícil escapar de su agarre dando un ágil salto atrás con la espada aún en manos.

Gracias al sharingan pudo ver la mano que la sujetó de su pie, dió un suspiro para relajarse, pensando en una forma de atraparlo.

Sarutobi Amaterasu.

Un ninja de la roca que puede ocultarse bajo tierra y moverse a gran velocidad. Era la primera vez que veía una técnica así, pero si viene bajo tierra debo evitar pisar el suelo.

Con la ayuda del sharingan ubiqué una mesa pequeña a unos cuantos centímetros de mi lado. Corrí hacia el para poder subirme pero antes de llegar observé cómo varios picos de piedra salían sin cesar.

Lo peor de todo es que iban a mi dirección —Mientras estés aquí no tendrás escapatoria—. dijo el hombre asegurando que podría ganarme. Por su tono parecía ser la de un señor.

Un pico de piedra salió a mi frente, rápidamente di un pequeño salto atrás para esquivarlo, pero otros cuatro más salieron a mi alrededor. Sentí que otro iba a salir por debajo así que dio otro gran salto atrás.

Pero al sentir que mis manos tocaron un muro de piedra supe que era la pared, estaba atrapada. De repente unas piedras salieron volando a mi dirección con la intención de golpearme.

Rápidamente forme sellos —Fūton: Kiryū²—. al decir el nombre de la respectiva técnica acumule aire en mis pulmones, para luego liberarlo en una gran ráfaga de viento hacia las piedras, para desviarlas.

—Doton: Kage bushin—. hice un gesto de asombro al escuchar el nombre de la respectiva técnica.

Sorpresivamente un ataque con un kunai me llegó por la espalda, pero rápidamente lo detuve utilizando mi espada. Sabía que era el clon de tierra, el sharingan puede distinguir entre un clon y una persona real.

Varios fueron los ataques con el kunai, eran rápidos, me trataban de dar el varias partes de mi cuerpo pero los detenía con la espada.

Tomé con más fuerza la espada, frunciendo mi ceño, está vez yo sería la que atacaría. Con agilidad logré tirarle el kunai de sus manos.

Nuevamente formé sellos con las manos —Katon: Kaen Senpū³—. un torbellino de llamas salió de boca en dirección al clon, que pudo esquivar con facilidad.

Lo que más me sorprendió fue su forma de hacerlo, ya que flotó para poder esquivarlo. Era la primera vez que veía un shinobi volador. Pero no me dejé llevar por la impresión, haciendo los mismo sellos hice la misma técnica.

Esta vez logrando darle, provocando que se deshiciera el clon de tierra. Con la vista buscaba a la persona pero otra vez desapareció del lugar.

Tenía algo de ventaja debido a que el Doton era débil ante el Katon, pero debía tener cuidado en usar cualquier jutsu. Si usaba uno poderoso el lugar quedaría destruido y entonces tendría grandes y serios problemas.

Mientras pensaba en una forma de ganarle sentí que algo sujetó mis pies, al mirar abajo noté como una pequeña montaña de tierra me había atrapado. Traté de salir de ahí levantando mis pies.

Cerré mis ojos con fuerza, apretando el cerrar de mi boca para ejercer más fuerza pero era inútil, me había atrapado. La única forma de escapar era usar esta vez el jutsu que había estado practicando.

Abriendo mis ojos me concentré llevando chakra a mi espada. Sentí como el arma se cubría de mi propio chakra —No harás nada más—. anunció severo.

Unas grandes piedras me atraparon por completo cubriendo todo mi cuerpo a excepción de la cabeza. No podía mover un solo dedo, estaba totalmente acabada.

Las rocas que cubrían las ventanas desaparecieron dejando el paso los rayos del sol, dejándome ver el lugar destruido y la identidad del hombre.

Gemí de sorpresa al verlo, era un hombre de la tercera edad de estatura baja y una nariz grande, no me sorprendí por su baja estatura, lo que me hizo reaccionar de esa forma fue que en su cabeza llevaba puesto un gorro idéntico al del hokage.

Lo único que cambiaba era el símbolo y el color: el cuál era verde. Por lo que supuse que era el tsuchikage de la aldea.

Todo este tiempo estaba peleando con el tsuchikage.

...

Misma fue la reacción de Onoki al ver la identidad de Amaterasu. Sus ojos más abiertos de lo normal, su boca ligeramente abierta, no podía crer lo que veía. Pero rápidamente cambió su expresión a una seria.

Con sus manos deshizo el jutsu que tenía aprisionada a Amaterasu, quién cayó al suelo de rodillas, sus manos evitaron que se golpeará contra el suelo. Lo miró unos segundos confundida.

Por un momento creyó que la iba a matar o sacarle información, relajó su expresión.

Pero unas simples palabras la dejaron atónita y otra vez confundida. Sonrió con una mueca. No esperaba escuchar las palabras de un Kage que apenas había conocido.

—Dime Onoki-ojīsan⁴—. dijo melódico el tsuchikage ahora con una sonrisa.

Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura

¹Doton: Dochū senkō. Viaje submarino bajo tierra. Es un jutsu tipo tierra en donde el usuario puede hundirse bajo el suelo y atacar a su enemigo a una velocidad sorprendente que puede llegar a destruir rocas.
²Futon: Kiryū. Estilo de aire: corriente de aire. Al soplar el aire de su boca, el usuario es capaz de desviar cosas pequeñas a otra dirección.
³Katon: Kaen Senpū. Estilo de fuego: torbellino de llamas.
⁴Ojīsan: abuelo.

Debido a los problemas que plagio que hemos tenido, Daiki y yo decidimos en cambiar la portada de la historia. Gracias como siempre a EdwinFlores36 por apoyarnos con las imágenes para este fanfic y por la creación de la portada.

Daiki: Al principio no quería que Jisub subiera más capítulos hasta que las cosas que resolvieran, pero me dije —¿Que culpa tienen las lectoras?— así que mejor decidimos continuar normal, ya que tenemos planeado terminar de subir el fanfic completo antes de que acabe el año.

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