• Capítulo 48 • ~ Especial ~
Capítulo especial: Una maldición, una nueva vida.
Capítulo largo.
Sarutobi Amaterasu.
—¿Donde estoy...?— trataba de aclarar mi vista, todo era borroso y confuso. No recordaba nada de mí.
—¡Amaterasu!— una voz un poco familiar estaba llamando a alguien, pero ¿a quién?
Todo el lugar estaba oscuro, no había nada, era como un cuarto negro sin fin. Ni un muro, ni un techo. No había nada, ni nadie, solo estaba yo. Mirando neutra el vacío.
Solo podía visualizar mi cuerpo mientras estaba costada en el suelo, escuchando varías voces decir "Amaterasu".
¿Qué es Amaterasu?
¿Quién soy yo? ¿Qué hago aquí?
Parecía un lugar muy acogedor, sin que nadie me moleste o me lastime. Sonreí aumentando el tamaño de mis mejillas.
Hasta que de repente un fuerte dolor en mi cabeza apareció. Sentía que pronto explotaría. Retorcía todo mi cuerpo al dolor y sujetaba mi cabeza con fuerza.
Un dolor difícil de explicar con palabras.
...
—¿¡Qué está pasando Orochimaru-sama!?— Kabuto se alertó al ver que el cuerpo Amaterasu se retorcía inexplicablemente.
—No sé—. respondió tranquilo el hombre serpiente, trataba de analizar la situación. ¿En qué había fallado? ¿Acaso ella no es la persona que se necesita para romper el sello?
Hace poco el chakra que pasaba a la rosa estaba dando éxito, había abierto su primer pétalo.
Sin embargo las cosas se complicaron cuando la Sarutobi se empezó a mover sin control.
—¡Amaterasu!— el llamado del Sarutobi mayor alertó a ambos. En sus manos sostenía unas cuchillas donde fluía su chakra.
Kabuto acomodó sus anteojos mirando en dirección en la que se acercaba el pelinegro.
—Al parecer Adachi falló al detenerlos—. alzando un pocos sus cejas. Se preguntaba cómo era posible. Adachi nunca deja escapar a nadie y mucho menos los deja vivos.
—No importa, prontó lo pagará con su vida por haberme fallado—. mirando detenidamente el cuerpo femenino.
Ahora las líneas que cubrían su cuerpo desaparecieron, el agua de la cascada volvió a fluir, cubriendo nuevamente la rosa.
El plan de Orochimaru para conseguir el cuerpo de Haru ha fallado. Pero ¿por qué? ¿Acaso el hombre serpiente ha tenido algún error de cálculo?
Con la mano en su mentón trataba de conservar su poca pacienacia que tenía, estaba muy molesto.
El cuerpo de la chica volvió a la normalidad. Llevando su brazo derecho al codo izquierdo, llegó a la conclusión de que tenía que investigar más a fondo —Kabuto, vámonos—. ordenó de la manera más tranquila posible.
El mencionado estuvo a punto de cargar el cuerpo de Amaterasu, hasta que su líder le detuvo —La pequeña Sarutobi no me será de utilidad hasta que haya completado mi investigación—. derrotado desapareció del lugar dando un salto al aire.
Pero no derrotado del todo, algún día rompería el sello para que el poder de los bijuus sea suyo.
Kabuto entendió. Si la tenían secuestrada solo sería un estorbo, además de que Konoha no dejaría de buscarla.
Asintió con la cabeza, estrujando su nariz y cruzando los brazos —Como usted ordené, Orochimaru-sama—. dando también un ágil salto al aire para desaparecer del lugar.
Asuma logró llegar a donde anteriormente estaban los dos, pero no pudo detenerlos a tiempo.
Al ver a su hermana inconsciente sobre el agua, rápidamente corrió a su lugar. La analizaba con la mirada, observando como tenía vendado la mitad de su rostro.
Chasqueó la lengua, cargando el cuerpo de la menor en sus brazos para correr los más rápido posible hacia la aldea.
El cielo se tornaba cada vez más grisáceo debido al cambio de clima, pronto habría una gran tormenta. En alguna parte de las afueras de Konoha, Kakashi y Kurenai seguían luchando contra Adachi.
Mientras el chico con cicatriz mantenía la guardia en alto, percibió como el chakra de Orochimaru y Kabuto se alejaban del lugar, mientras que el chakra de Amaterasu iba en dirección a Konoha.
Comprendió lo que sucedía, algo falló en el plan de su lider que hizo que abandonará el lugar —Es hora de irme, pero nos veremos muy pronto, Kakashi—. con tono grave recalcó el nombre del peliplata con mascara.
Sin ningún rasguño o mancha de polvo, recobró su postura recta, mientras los dos jounin's tenían la respiración agitada, con algunos rasguños.
Kakashi estaba agotado debido a que ha usado mucho tiempo el sharingan. Kurenai estaba de la misma forma, a ella casi no le quedaba chakra, al tratar de meter a Adachi en un genjutsu, pero solamente fallaba.
—La próxima vez no los dejaré vivir—. neutro, elevó la cabeza y proyectando la barbilla hacia adelante. Amenazado a Kakashi.
Últimamente ha sido muy blando con sus rivales, pero eso acabaría cuando se volvieran a reencontrar. O tal vez no.
El castaño dió un ágil salto, desapareciendo de la vista del peliplata con máscara y la pelinegra de ojos rojos.
Sakura corría a toda velocidad por las calles de la aldea, evitando chocar contra las personas y algunos niños que corrían y jugaban.
Entre doblando sus rodillas, dió un ágil salto al tejado de una casa, para luego dar más saltos en otros tejados para así poder llegar más rápido al hospital.
Sus ojos ardían en señal que rompería en llanto, no podía creer la noticia que le dió Shikamaru cuando regreso de su misión. Amaterasu y Naruto habían regresado, pero tenían heridas graves.
Al llegar a la gran puerta de cristal del hospital, se adentró para preguntar por las habitaciones de sus dos amigos. Cuando le dijeron los dos números, a paso apresurado se dirigió a los respectivos cuartos.
Primero fue a ver Naruto, pero lamentablemente aún no podía recibir visitas debido a que no estaba en condiciones favorables.
Con la mirada puesta en el suelo llegó hasta la habitación de Amaterasu, que se encontraba un piso arriba del cuarto de Naruto. Levemente golpeó la puerta con sus nudillos.
Esperando que alguna enfermera le abriera, y para su suerte fue Tsunade quién le abrió la puerta —Tsunade-sama ¿cómo se encuentra?— con la voz entre cortada preguntó por la salud de su amiga.
—Descuida, ella está bien—. su voz dulce y calmada le transmitió relajación y alivio a la pelirosa —Puedes entrar a verla, ya ha recuperado la conciencia, pero trata de no hablar tan fuerte—.
Asintió con la cabeza, en su rostro reflejaba una leve mueca, sus manos empezaban a sudar, su cuerpo temblaba del miedo.
Pero apretó sus puños decidida, tomó una gran bocanada de aire y se adentró al cuarto.
A paso de soldado entró, mientras repetía en su mente "no llores, no llores, se fuerte".
Pero esas palabras no duraron mucho tiempo al ver a la pelinegra sentada sobre la cama blanca, mirando el paisaje que le brindaba la gran ventana de cristal.
Amaterasu al sentir que alguien se adetraba a su cuarto, giro su cabeza para tener visibilidad de esa persona. Su única reacción fue una pequeña sonrisa de haber regresado a su hogar.
Pero Sakura se le acercó a pequeños pasos para mirarla más de cerca, había algo raro en sus ojos. No eran los mismos ojos marrones de siempre, ahora tenían un color distinto.
Eran unos ojos totalmente negros.
También analizó la parte derecha de su rostro, se podía apreciar de cerca una gran cicatriz cafe, pero los mechones de su cabellera lo cubrían.
—Debido a la profundidad de la herida no pude restaurar los tejidos de su rostro completamente—. explicando a la pelinegra —Lo único que pude hacer fue cerrarla. Pero no creo que sea problema para ti—.
—Entiendo—. Amaterasu asintió con tono calmado y suave. Seguía sin creer que había regresado a casa.
—Esperé—; intervino Sakura —¿por que sus ojos son negros?— preguntó esperando alguna respuesta lógica.
—Después de haberle hecho una serie de estudios no pude determinar la causa del cambio repentino del color de sus ojos—. la de pechos voluptuosos llevo la mano a su mentón.
Amaterasu bajo la mirada a las sábanas que le cubrían los pies hasta su cintura y tomó la sábana con fuerza.
—Pero tengo dos teorías—. habló Tsunade elevando dos dedos al aire. La pelinegra llevó su vista a la mencionada, esperando su respuesta ansiosa y nerviosa.
Con la ilusión de que no sean malas noticias.
—¿Cuáles son?— Sakura se acercó más a Tsunade quedando a frente a frente, para que le dijera esas dos teorías. Quería saber las cosas malas que le ha hecho Orochimaru a Amaterasu.
Tsunade tomó por la frente a Sakura con su mano para alejarla. Cerró sus ojos, arrugó su entre cejo, volviendo a cruzarse de brazos
—La primera teoría es que posiblemente sufra de Heterocromía¹. La segunda teoría puede que Orochimaru le haya hecho alguna cirugía en los ojos—.
Sakura gimió de sorpresa abriendo sus ojos más de lo normal. Miró de reojo a Amaterasu quién tenía su mirada baja y oscurecida.
—¿Cómo puede estar tan segura de eso?— preguntó la pelirosa refiriéndose a la cirugía de ojos.
Tsunade la miró entendiendo su preocupación. Pero solo eran teorías, no estaba seguro de ello
—Como dije, solo son teorías—. recalcó —Además la razón por la que llegué a esa teoría es porque tiene señales de que sus ojos y cerebro pasaron por una cirugía de alto peligro—.
—No—. negó Amaterasu. Se negaba aceptar el hecho que sus ojos hayan sido cambiados por otros, o que hayan sido modificados por la serpiente.
—Amaterasu—. llamó Sakura a lo bajo. Juntando ambas manos en su pecho.
Tsunade dió un leve suspiro —Hasta que no encuentre una explicación por el cambio de color tus ojos, tendrás que aprender a vivir con ellos—.
Tsunade se acercó a la puerta del cuarto, tomando el pomo dijo —Iré a revisar a los otros chicos, mañana te darán de alta. Así que descansa por hoy—.
Al decir esto último salió de la habitación, cerrando la puerta. Dejando ambas femeninas solas. Sakura miró a la pelinegra fijamente, quería saber qué es lo pensaba ahora.
Tal vez estaba molesta, o triste, o más cosas. Pensaba en unas palabras para animarla pero de repente la escuchó reír a lo bajo.
Entre pequeñas risas habló —Que problema—; llevando su mano derecha a su nuca ocultando su preocupación —espero que sea Heterocromía como dice Tsunade-sama. No quisiera enterarme qué esa serpiente me cambio los ojos—.
Imitando su risa sarcástica —Tienes razón—.
—Oye Amate-chan—. le habló Naruto con una sonrisa a la ahora azabache. Ambos caminaban por las calles de la aldea para ir a ramen Ichiraku.
El rubio la invitó a comer un tazón de ramen después de que se recuperó una semana después de su intensa pelea entre Sasuke.
—¿Que pasa Naruto?— mirando con su ojo izquierdo al chico. Amaterasu usaba unos mechones de su cabellera negra para cubrir la cicatriz causada por Adachi.
—Tengamos una aventura peligrosa ¿que te parece?— bajando y subiendo sus cejas consecutivamente y parándose para quedar frente a la azabache —Sakura-chan irá también—.
No hay nada mejor que olvidar tus problemas que tener una aventura peligrosa donde arriesgas tu vida con la de tu amiga. Bueno así pensaba el rubio con bigotes en sus mejillas.
—¿Que clase de aventura peligrosa?— deteniendo sus pasos, analizó el rostro de Naruto. Tal vez tener algo de peligro y adrenalina sea buena idea para eliminar sus traumas.
—Iremos a un lugar mítico que me contó Sakura-chan una vez—. habló con voz queda, solo audible para la chica —Un lugar donde hay una rosa que te puede cumplir cualquier deseo—. sonrió travieso, esperando la aceptación de su amiga.
—Es un fastidio pero suena genial, iré con ustedes—. habló Shikamaru llegando a escena con las manos en sus bolsillos. Había escuchado todo, decidió auto invitarse a la aventura.
A su lado estaba Chōji que no dejaba de comer una bolsa de papas fritas.
Naruto exclamó —¿¡Eh!?— no planeaba invitar a más gente, quería ir solo con Amaterasu y Sakura al lugar.
—Nosotras también iremos con ustedes—. ahora llegaron Tenten e Ino. No dejarían que toda la acción se lo llevarán los chicos. Además de que también querían un deseo de la rosa.
—No dejaremos que las chicas vallan solas. ¡Vamos Neji, demostremos que los chicos podemos!— exclamó Lee con los puños al aire, caminando con Neji a su lado.
—¡No esperen, yo!...— antes de que el rubio reprochara, Sakura llegó.
—Si ustedes van, yo también iré—. dijo Sakura llegando con los demás. Posándose a lado de Amaterasu quien reía a lo bajo debido a la expresión de Naruto.
Naruto se sonrojo. Empezó a debatir en su mente; si los chicos van, Sakura la chica que gusta irá también. Pero si no van ella no irá. No le quedó de otra más que aceptar en que fueran todos.
Amaterasu sonrió aumentando el tamaño de sus mejillas, le alegraba de tener un tiempo entre amigos.
Realmente apreciaba los grandes amigos que ha hecho todo este tiempo.
La noche invadió el cielo, las pequeñas estrellas brillando con intensidad y en la luna llena se podía apreciar el gran conejo dibujado en ella.
Para ser exactos eran las nueve de la noche.
Todos se habían quedado de acuerdo en verse en la puerta de la salida de la aldea.
Cuando todos llegaron se preguntaban en donde estaba esa famosa rosa que cumplía deseos. Shikamaru preguntó la ubicación del la flor.
—Esta en la frontera de nuestro país—. respondió Naruto sin borrar su sonrisa y riendo burlón. Eso le contó Sakura.
—Eso es peligroso—. Ino empezaba a creer que sería mala idea salir de la aldea.
—Ino tiene razón—; Neji apoyó a la rubia con coleta —afuera hay muchos ninjas peligrosos, sin mencionar que estaríamos desertando la aldea—. habló con razón.
—No se preocupen—, respondió confiando —tenemos una noche para regresar antes de que el sol salga. Además la abuela Tsunade debe estar tan ocupada con su papeleo que no notará nuestra ausencia—.
Todos, a excepción de Sakura y Amaterasu aceptaron ir pero aún tenían sus dudas.
Y así empezaron con su viaje en busca de su deseo.
Después de cuatro horas de camino, finalmente llegaron al Valle del fin, en donde Naruto había tenido su batalla con Sasuke —Es allí—. el rubio señaló la cascada.
Amaterasu sintió nostalgia al ver las dos estatuas de los fundadores de la aldea.
Debido a que siempre iba con Hiruzen a meditar sobre sus cabezas por las noches. Y de vez en cuando le ayudaba a entrenar.
Una sonrisa ladina se formó en su rostro. Le gustaba recordar los pocos, pero bonitos momentos que había pasado con su padre.
Mientras caminaban entre las piedras para poder llegar a la cascada, la de ojos jade llamó a la azabache —Oye Amaterasu—.
La mencionada volteó a verla debido a que caminaba a sus espaldas —¿Que pasa?—
Sakura no dejaba de ver la estatua de Uchiha Madara; uno de los anteriores líderes del clan Uchiha. Había leído en un libro sobre él y lo temible que era en esa época.
—¿Recuerdas el pequeño cuento del demonio que se enamoró?— aquél cuento que le contó a su amiga pelinegra cuando estaba en el hospital.
Asintió recordando aquél cuento raro para ella —Si, ¿que tiene?— notó como su amiga no dejaba de ver la estatua del Uchiha.
Frunció levemente su ceño al verlo.
—Ese hombre me recuerda al demonio del cuento—. refiriéndose a Madara.
Amaterasu ladeó su cabeza al no comprender a que se refería —¿Que estás diciendo?— preguntó para sacarse de sus dudas.
—Me refiero a que ese hombre que era temido en su época por muchos ninjas, alguna vez pudo haberse enamorado de una mujer—. una sonrisa se formó en sus labios.
Con solo imaginarse lo romántico que pudo haber sido, un hombre considerado un tirano enamorado de una mujer.
—No creo que alguien como él se enamoré, Sakura—. negando las fantasías de su amiga con tono burlón —Los demonios de la vida real nunca se enamoran. Así que Sakura deja de fantasear en cosas poco creíbles—. dijo directamente en tono ahora frío.
En señal que no quería hablar más del tema. Frunciendo levemente su ceño, odiaba que Sakura tocará el tema de los Uchihas.
Amaterasu no sé creía que un Uchiha tenga sentimientos hacía alguien. Su mente y las ideas metidas por Danzo siempre le hacían creer que los Uchihas son seres sin sentimientos.
Sakura la miró sorprendida, iba a reprochar pero decidió no decir nada más sobre el tema. Así que mejor se mantuvo callada durante el camino.
—¡Bien, que estamos esperando! ¡Vamos por la rosa de los deseos!— exclamó Lee más animado que nunca eliminando el tensión de ambas amigas. Corrió en dirección a la cascada.
Todos lo siguieron por detrás manteniendo la guardia en alto, por si algún peligro se acercaba.
Después de subir varias rocas llegaron hasta la parte trasera de la cascada, ahí se encontraba un gran hueco oscuro; una cueva.
—Sakura-chan, ¿es aquí?— el ojiazul le preguntó a la pelirosa que sostenía en sus manos un libro algo viejo.
El libro que había encontrado en la biblioteca ninja cuando era una niña. En su contenido tenía escrito varios mitos y leyendas que fueron contados por shinobis durante sus misiones.
—Si, pero según la información de este libro—; ojeando las hojas del libro —hay trampas ocultas en el lugar. Tendremos que tener cuidado. Neji usa el byakugan para detectar las trampas—.
Sakura tenía experiencia en los doujutsus de los clanes de la aldea y sabía que el byakugan puede ver a través de cualquier cosa.
El Hyuga asintió con la cabeza —¡Byakugan!— exclamó. Unas venas se marcaron al rededor de sus ojos perla.
Amaterasu se quedó embobada en los ojos del Hyuga, anteriormente los había visto, pero no de cerca —Son tan lindos—. pensó para si misma.
Neji observaba y analizaba el lugar con detenimiento, lo único que pudo ver era una flor. Pero no había ninguna trampa en ella.
—No hay trampas Sakura—. el castaño de pelo largo negó la información del libro.
Sakura se sorprendió. Cómo era posible que la información del libro haya sido errónea —Imposible...— musitó ojeando más las hojas.
Amaterasu tenía un mal presentimiento sobre todo esto. Miraba a su alrededor buscando alguna trampa, pero sus ojos normales no podían ver nada.
—Si no hay trampa que nos impida tener mi deseo entonces entraré—. Naruto se adentró a la cueva de la cascada a paso veloz.
Su deseo era tener una dotación de ramen gratis para toda la vida en su restaurante favorito.
—¡Espera Naruto puede ser peligroso!— gritó Sakura siguiendo al rubio por detrás.
Ahora debía cuidarlo más que nunca, después del peligro en que lo metió.
—¡Yo también iré! ¡No dejaré que Naruto me gané!— ahora Lee intentó adentrarse a la cueva pero fue detenido por Neji.
—Que fastidio—. habló Shikamaru quejándose de Naruto. Pero al notar la cara de preocupación de la azabache también empezó a sospechar del lugar —¿Crees que sea peligroso que vallan?—
Amaterasu asintió con la cabeza nerviosa —Será mejor que los saqué de ahí antes de que suceda algo peligroso. Mientras esperen ahí—. les dijo a todos, mientras se adentraba a la cueva.
Todos asintieron obedeciendo sus órdenes, mientras Neji seguía analizado con su byakugan el lugar. Tal vez haya una trampa oculta que ni su doujutsu pueda ver.
—Sakura, Naruto...— llamando bajo a los tres. Mientras caminaba a pasos rápidos pero cuidadosos de no pisar algo indeseado.
No podía ver nada, todo estaba tan oscuro. Tal vez se perdió, y era mejor regresar.
Al dar media vuelta para regresar, escuchó a lo lejos los quejidos de Sakura y rápidamente siguió la voz. Hasta que por fin logró encontrarlos.
Los dos estaban frente a una hermosa rosa, tenían la cara estupefacta, no podían creer que en verdad existiera. En las paredes de la cueva había varios sellos pegados
—Es hermosa—. Sakura tenía la boca ligeramente abierta contemplando de cerca la flor.
Pero en su mente se preguntaba por qué el byakugan de Neji no podía ver los sellos que estaban pegados.
—La hemos encontrado, ahora vamos a tocarla y pedir nuestro deseo—. dijo Naruto acercando lentamente su mano para tocarla y pedir su deseo.
Para pedir el supuesto deseo tienes que tocar la flor y pedir lo que quisieras. Eso es lo que cuenta la leyenda.
—Espera Naruto no la toques—. habló Sakura algo enojada para detenerlo.
Antes de que la mano del rubio pudiera hacer contacto con la flor, un gran rayo apareció a su lado, pero rápidamente logró esquivarlo dando un salto torpe de lado, provocando que cayera de espaldas.
Amaterasu gritó llamando al rubio —¡Naruto!— rápidamente se acercó extendiéndole la mano para que la tomará.
Sakura había sido alcanzada por el rayo, a causa de ello, terminó inconciente sobre el suelo y con algunos rasguños.
—¡Amate-chan!— exclamó Naruto, tomando su mano. Ahora solo quedaba correr lo más rápido posible.
No podía sacar a Sakura ella sola, tenía que asegurar a Naruto primero con los demás.
Mientras corrían velozmente en dirección a la salida, Naruto y Amaterasu tropezaron con unas ramas que sobresalían del suelo.
Ambos trataron de recobrar su postura, pero ahora un gran dragón de agua fusionado con varios rayos se acercaba rápidamente.
—¡Naruto!— gritó desesperada la pelinegra al ver que el dragón de agua se dirigía al rubio.
En ese momento un fuerte dolor en sus ojos y cabeza hizo presencia —Demonios, porque ahora— al tallar sus ojos con el brazo, repentinamente los dolores desaparecieron.
Ahora veía todo totalmente distinto. No entendía porqué, pero instintivamente recobró su postura, formó sellos para después acumular aire en su pecho y liberarlo en una gran bola de fuego —¡Katon Gōkakyū no jutsu!—
Antes de el dragón le hiciera daño a Naruto, una gran bola de fuego lo evaporó completamente. Amaterasu lo salvó milagrosamente gracias al Katon.
El rubio se acercó rápidamente para agredecerle —Amate-chan gracias...— antes de terminar su oración, sus ojos se abrieron desmesuradamente al ver los ojos de la Sarutobi.
Estos eran iguales a los de Sasuke, unos ojos totalmente rojos con una aspa en ellos.
Eran el famoso Sharingan del clan Uchiha.
—¡¿Oigan están bien?!— exclamó Shikamaru adentrándose a la cueva junto con Neji, Tenten, Ino, Lee y Chōji.
Amaterasu cayó de rodillas, con la respiración agitada. Todo su chakra se había agotado en un solo jutsu.
—Naruto...— musitó con una sonrisa antes de caer al suelo inconsciente. Se había desmayado.
Pero ahora estaba tranquila sabiendo que su amigo rubio estaba bien.
—¡Amate-chan!— exclamó Naruto movimiento a los lados para que despertará.
Después del gran incidente ocurrido en la cueva, todos regresaron a la aldea sanos y salvos a excepción de la Sarutobi.
Cuando llegaron Shikamaru y Neji le contaron todo a Tsunade.
Obviamente se enfureció por haber salido de la aldea sin permiso y por haber puesto en riesgo a sus compañeros, Naruto iba a decir que la idea la tuvo él. Pero Neji se lo negó.
Naruto al contarle lo que pasó con Amaterasu, Tsunade rápidamente le hizo otros estudios, sin duda alguna eran ojos de un Uchiha. Pero jamás lograron hallar al dueño con una prueba de ADN.
Cuando le contaron lo sucedido a Amaterasu, se negaba en aceptar que tiene los ojos de un Uchiha. Se negaba a aceptar los ojos de un demonio.
Orochimaru le había puesto el sharingan a la Sarutobi; esos fueron los resultados de sus estudios.
Una noche como cualquier otra, en la oficina del hokage, Tsunade le explicaba a detalle todo lo sucedido. Aunque sabía que la pelinegra era algo testaruda.
—Aunque no quieras aceptar esos nuevos ojos, tendrás que vivir con ellos, quieras o no—. habló Tsunade explicándole ya harta que no había marcha atrás de lo que hizo Orochimaru.
La rubia se acomodó en su silla, mientras recargaba ambos codos en el escritorio mirando fijamente a la Sarutobi.
Amaterasu se mantenía de pié escuchando cada palabra. Sentía miedo y asco de si misma. Lo que más odiaba ahora estaba en ella.
—¡Pero solo me causarán problemas! ¡El sharingan desgasta mucho el chakra!— en realidad a eso no lo preocupaba a la Sarutobi. Lo que en verdad le preocupaba era su tío.
¿Cómo se lo tomaría Danzo si se enterará que tiene un Sharingan implantado?
Pero no le revelaría a la hokage que tiene conexión con su tío o tendría problemas.
Tsunade sonrió burlona, lo que a la pelinegra no le causó gracia —Descuida, Kakashi te ayudará a usarlos correctamente—.
Al decir esto, un peliplata con mascara entró a la oficina de la hokage mientras leía un libro muy entretenido.
—Kakashi...— recalcó el nombre en sus labios, recordando quién era. El maestro de Sakura y Naruto.
Sarutobi Amaterasu.
Un hombre peliplata entró, después de unos segundos de que entró a la oficina de Tsunade-sama lo reconocí.
Era el maestro de Sakura y Naruto. El hombre que siempre llegaba tarde.
Pero tenía una duda de algo, ¿cómo alguien como él, me puede enseñar a usar el sharingan?
Si fuese un Uchiha entonces sería un hombre azabache, pero me contuve en crear cualquier teoría estúpida y mejor decidí preguntar.
—¿Cómo puede Kakashi-sensei a enseñarme a usar el sharingan?— pregunté a ambos adultos, cruzando mis brazos.
Observé a Tsunade asentir con la cabeza a Kakashi y el solo hizo un leve quejido, cerrando su libro. Vi como llevaba su mano a la bandana que cubría su ojo.
Abrí mis ojos desmesuradamente haciendo un leve quejido al ver que poseía un sharingan de tres aspas y sobresalía una cicatriz café como la mía.
Supuse que él también le implantaron el sharingan.
—No aceptaré cualquier pregunta que se te ocurra con mi sharingan. Solo tengo la misión de ayudarte a usarlo adecuadamente—.
Me dijo en tono aburrido y frío. Volviendo a cubrir su sharingan de tres aspas con su bandana.
Solo asentí con la cabeza nerviosa, me provocaba algo de miedo —Te la encargó, Kakashi—. habló Tsunade-sama.
El mencionado asintió con la cabeza y salió de la oficina, no sin antes de hacerme señas de que lo siguiera.
Después del accidente de mi aventura peligrosa con Naruto y los demás, descubrí que Orochimaru me implantó el sharingan de un Uchiha.
Ahora era mi maldición y mi nueva vida.
Tardé tres años enteros en dominar el sharingan de un aspa, gracias al entrenamiento de Kakashi mientras hacíamos misiones los dos juntos.
Mi hermano Asuma seguía siendo el mismo conmigo, y de vez en cuando me ayudaba a entrenar con el katon.
Sakura se volvió discípula de la hokage, una de las mejores ninja médico del mundo.
Y Naruto fue de viaje con Jiraiya por algunos años, debido a que una organización peligrosa lo estaba buscando.
Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura
¹Fenómeno que causa el cambio de color de ojos.
Con este capítulo especial damos por terminado Naruto y entramos a Naruto Shippuden.
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