• Capítulo 42 •

...

En lo profundo del gran bosque de la muerte, unos se encontraban luchando por su vida y el pergamino. Otros pensaban en la forma de aprobar sin tener que enfrentarse a alguien.

Otros ya estaban muertos y lo único que quedaba eran los cadáveres, esperando a ser recogidos por la unidad médica ninja.

Y otros descansaban en la torre mientras esperaban a los demás.

Adachi corría de regreso entre los grandes árboles para darle el informe a Orochimaru. Pero en el camino se encontró a Kabuto, quien antes habían discutido, por eso mismo no habían hecho equipo para buscar a la persona que Orochimaru les ordenó.

Detuvo sus movimientos para verlo a la cara con su expresión seria mientras trataba de mantener la respiración serena.

—¿Cómo te fue?— el peliplata, quien posaba recargado del tronco de un árbol con los brazos cruzados preguntó con una sonrisa.

Una sonrisa de superioridad que Adachi odiaba.

—Tratar de matar a la hija del hokage sin que Orochimaru te lo haya pedido, va en contra de sus órdenes— acusó a Kabuto frunciendo su seño.

Había descubierto algo en esos tres ninjas que hace poco había asesinado.

—Incriminar a alguien sin tener algún tipo de prueba es patético— excusó. Con dos dedos acomodo sus lentes.

Kabuto debía tener cuidado, sabía que Adachi era un hombre muy perspicaz y listo.

—También es patético usar a tres mocosos de la hoja para que hagan tu trabajo— el castaño se había dando cuenta desde un principio. Kabuto era un ser despreciable, usar a tres chicos corrompidos por el dolor era irremisible.

Los dos castaños y el de pelos negros que habían atacado a Amaterasu, eran personas desesperadas que harían todo por sus seres queridos.

Kabuto había hecho negocios con ellos antes de que iniciarán los exámenes. Esos tres habían perdido a sus padres durante una misión de alto rango hace una semana.

Debido a la desesperación y frustración de la muerte de sus figuras paternas, aceptaron matar a la hija del hokage a cambio de devolverles la vida a sus padres con una técnica que solo sabía su maestro.

El brillo de los lentes del Kabuto tapó sus ojos y dio un suspiro de derrota, pero con tono burlón habló —Debo admitir que me has descubierto Adachi, por eso eres uno de los favoritos de Orochimaru-sama—. habló acercándose a pasos lentos al castaño —Pero aún no se por que decidiste matarlos de esa forma.

—No me mal intérpretes, no lo hice por ellos o por la mocosa, tengo mis razones—. Adachi dio media vuelta para regresar con Orochimaru para entregarle el nombre de la persona que buscaba. Además no quería estar más tiempo con el peliplata. Pero antes de continuar, Kabuto habló.

—Si es así, entonces la razón por la que no mataste a Amaterasu, fue porque es la persona que busca Orochimaru-sama para quitar ese sello que tiene encerrado el cuerpo de esa mujer ¿verdad?— aunque su amistad con Adachi no era la mejor de todas, lo conocía perfectamente desde que eran niños.

Solo ignoró las palabras de Kabuto y continuó con su camino.

—Y bien Adachi ¿cumpliste lo que te ordené?

En la oscuridad de la noche no se podía ver nada en el bosque, solo las estrellas del cielo podían iluminar un poco el lugar.

Adachi había llegado al lugar de encuentro donde se encontraba su superior parado en la rama de un árbol mirando desde lejos la aldea —Si, Orochimaru-sama—, hizo una reverencia de respeto —pero hay un pequeño detalle con su dos órdenes que me encomendó.

Orochimaru se enojó, no le gustaba que no cumplieran sus órdenes, pero sabía que traería una buena noticia por lo que sonrió —¿Y cuál es ese detalle?

Trago en seco, no quería ser comida para serpiente, bueno eso dependía de cómo se lo tomará —Pude encontrar a la persona con el mismo chakra de la cascada—, Orochimaru sonrió victorioso, por fin después de tantos años de investigación tendría en sus manos tal poder —pero no pude matar a Sarutobi Amaterasu debido a que ella es la persona que busca para romper el sello de esa mujer.

Orochimaru dio media vuelta para bajar del árbol y quedar cara a cara con el castaño. Acercó su mano a su cabellera y lo empezó a revolver orgulloso —Buen trabajo Adachi, ahora harás esto con la hija de Sarutobi-sensei.

El castaño asintió a cada palabra del plan que le contaba del hombre serpiente.

Sarutobi Amaterasu.

Me tomó exactamente tres días llegar a la torre de control debido a mis heridas en las manos y el poco chakra que me quedaba, sin mencionar los desvíos que tuve que hacer para no encontrarme con más ninjas.

Al llegar tuve que abrir el pergamino, y mi hermanote salió de ahí con su típico cigarro en su boca. Antes de que me hiciera un discurso motivacional le enseñé mis heridas y rápidamente llegaron los médicos ninja a curarme solo las manos.

Después de dos días, el equipo de Naruto llegó al quinto día, se notaba que la habían pasado peor que yo. Los tres estaban fatal. Pero lo que más me sorprendió fue el nuevo estilo de Sakura.

Su pelo ahora le llegaba hasta los hombros, le pregunté qué había pasado y me contó todo lo que pasó, igualmente yo hice lo mismo y le mostré las heridas de mis manos.

Me dijo que tuviera cuidado, podría ser un aliado del tal Orochimaru —No quiero que te pase nada, me aseguraré de protegerte, no quiero que termines como Sasuke.

No me gustaba verla así, por lo que cambie de tema —Te habías esforzado en cuidar tu pelo y mírate, te lo tuviste que cortar— le comenté mientras tomábamos formación donde habían jounins, mi padre y una gran escultura de los sellos de una mano.

Negó con la cabeza sin borrar su sonrisa —Lo hice para poder proteger a mis amigos, además siempre me he preocupado más por mí apariencia que por mi camino ninja. Es hora de cambiar— nos detuvimos ya que habíamos llegado a la formación.

—Pero te lo dejaras crecer ¿verdad?— no creó acostumbrarme ver a Sakura con el pelo corto, además que me gustaba su pelo lacio y sedoso en comparación con el mío que siempre era rebelde. Pero ella negó nuevamente.

Estos exámenes me han dado a una amiga totalmente cambiada.

Exámenes por aquí, exámenes por haya.

Creía que por fin tomaría un merecido descanso, pero debido a que quedaban muchos candidatos se decidió hacer una eliminación por medio de un combate de uno contra uno.

Los combates dieron inicio, todos dando lo mejor de sí mismos, historias, rivalidad entre mismos clanes como el caso de Hinata y su primo Neji.

La fuerza de voluntad de Naruto al no rendirse para convertirse en hokage y también de mi anterior compañero de equipo Kiba y su perro Akamaru.

La gran fuerza y habilidad de ese chico Rock Lee ante el pelirojo de Sunagakure.

La inteligencia de Shikamaru al enfrentarse a la chica de Otogakure.

Y de Uchiha... bueno no esperaba mucho pero esta vez me sorprendió. Debería contarle todo a mi tío Danzo cuando terminé está fase de los exámenes.

Ahora seguía la pelea entre Sakura e Ino, al principio parecía una pelea entre anteriores amigas que solo peleaban por el Uchiha.

—Siempre has sido muy necia Sakura— habló Ino con la respiración acelerada y varios golpes en su rostro, sin mencionar el corte de pelo que se hizo también.

—Mira quién habla— sonrió burlona refiriéndose a Ino —la que siempre estaba detrás de Sasuke igual que yo cuando éramos unas niñas—. bajo su mirada recordando una posible escena donde siempre jugaban juntas como buenas amigas.

Me quedaba viendo como resolvían sus problemas mientras recargaba mi cabeza en el barandal de la rejilla. No es que no me importará la pelea de Sakura, solo se me hacía algo molesto y tedioso verlas pelear por un chico.

—Eso fue hace mucho tiempo tonta—. bajo su mirada nostálgica, pero con solo ver sus ojos podía ver que estaba pensando con que atacarla mentalmente, algo que le llegará al corazón.

Sakura también pensaba con que podía atacarla, pero Ino fue más rápida. Sonrió de mejilla a mejilla y fijo su vista en mí —Esto me da mala espina— susurré pensando en que me viera así de repente.

—Nuestra amistad acabo por qué ambas nos gustaba Sasuke ¿no?—; Ino al preguntar ahora con su vista en Sakura, ella asintió con dudas —no te llevabas bien con todas las chicas de la academia por qué siempre te daban celos.

—¿A qué quieres llegar con esto?— preguntó Sakura.

—Hay por favor, no te hagas, todos sabemos que te llevas bien con Amaterasu por conveniencia—; con su mano apunto a mi dirección sin dejar de ver a Sakura —ella es la única chica de toda la academia que no le gusta Sasuke. Por eso eres su amiga, por qué no representa ningún obstáculo para tu amor con él.

Fruncí mi ceño al escucharla, como se atrevía a decir eso. Pero relaje mi expresión, tal vez tenía razón, soy la única chica que no le gusta el Uchiha, tal vez...

Estuve a punto de dudar de mi amistad con Sakura si no fuera por Ino que salió volando chocando contra la albarrada de cemento.

Todos, incluyendo a mi padre nos sorprendimos. Sakura le había proporcionado un golpe monstruoso en su estómago haciéndola volar. Su mirada oscurecida, su puño al aire y podía notar su rabia.

—Escúchame bien Inopuerca, mi amistad con ella es muy distinta a la que yo tengo contigo—, a pasos lentos pero amenazantes se le empezó a acercar —desde que la conocí supe que ella era distinta a todas las demás. Y no me refiero a que ella no le interesaba Sasuke, ella me provocaba y me sigue provocando cierto sentimiento que ni yo misma puedo explicar.

—Sakura...— murmuré sorprendida ante sus palabras.

—Ella siempre está conmigo ya sea en las buenas y en las malas, me apoya en todo y me ha enseñado a no rendirme que hasta incluso me hizo proponerme una meta y es poder superarme en todo y ser una gran ninja médico, para poder salvarla de cualquier peligro y no solo a ella, también a toda la aldea que es mi familia—. al estar cerca de la rubia la tomó por el cuello se su camisa —Asi que no comentes nada de mi amistades si no sabes cómo son— notó que Ino estaba inconsciente debido al golpe por la que la soltó.

Sentía que iba a llorar de felicidad, no creía que iba a significar mucho para Sakura. Suspiré pensando en lo mala que soy, estuve a punto de dudar de ella.

Pero el miedo se apoderó de mí cuando me miró y me señaló mirándome amenazadora —¡Y tú, no vuelvas a dudar de nuestra amistad! O terminarás igual que ella— refiriéndose a Ino.

—¡S-si!— grité tartamudeando debido al miedo que me provocó. Era la primera vez que la veía así.

Cómo resultado, Sakura ganó y paso a las finales, e Ino salió ilesa solo se desmayó pero no fue tan grave el golpe.

Ahora seguía yo, me enfrentaría a un ninja del sonido que poseía una tela que cubría de su mandíbula hasta su nariz, lentes negros y sobresalía un mechón castaño de su frente.

Algo me decía que antes lo había visto, pero no era momento de recuerdos, debía concentrarme en sus técnicas. Aunque con las heridas en mis manos no creo poder sujetar mis armas.

...

—¡Los últimos dos que faltan por combatir, bajen a la arena ahora!— el hombre con cara de tener mala salud ordenó a los ya últimos en bajar.

Amaterasu que seguía con las vendas en sus brazos bajó por las escaleras tranquila, aunque por dentro se moría de los nervios y esta vez por el miedo de reprobar.

Y el hombre de aspecto desconocido dio un salto bajando a la arena.

Ambos quedaron unos metros separados, cara a cara. La de pelos negros y ojos castaños tenía una mueca de miedo y el hombre no se sabía que expresión tenía.

Las manos de Amaterasu temblaban de miedo. Lo que más le ponía los pelos de punta (más de lo que ya los tenía) era que todos la observaban. Se ponía nerviosa cuando sentía varías miradas en ella, esa era su debilidad.

Pero esos nervios desaparecieron cuando escucho las voces de sus conocidos.

—¡Vamos Amate-chan, tu puedes!— a todo pulmón grito Naruto animando a su amiga.

—¡Amaterasu demuestrale a ese tonto que tú puedes!— Ino ya consiente copió la acción del rubio —Vamos chicos, animemos a nuestra compañera de equipo—. exigió enojada a Shikamaru y Chōji.

—Que fastidio—. espetó Shikamaru con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón e Ino lo miro de mala manera. Con todas "las ganas del mundo" alzó su mano derecha al aire y con voz de flojera la ánimo —Tu puedes yei...— con una media sonrisa.

—¡Vamos Amaterasu, Asuma-sensei nos prometió llevarnos a un BBQ si ganábamos!— Chōji ánimo con un bufet a su compañera.

Asuma río nervioso al escucharlo, esta vez toda su paga del mes se iría en los estómagos de sus alumnos.

—¡Amaterasu! ¡Tu puedes, dale un buen golpe en la cara a ese patán! ¡Cha!— Sakura también le dio ánimos a su amiga dando puñetazos al aire.

La Sarutobi sonrió recuperando su fuerza y confianza, y convirtió las palmas de sus manos en puños.

Kanae Yoshimura
Daiki Yoshimura

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