• Capítulo 41 •
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Sarutobi Amaterasu.
Mientras seguía buscando a quien podía quitarle su pergamino, pude oír unos gritos desgarradores cerca. Rápidamente busque de donde podrían provenir, pero un brillo que sobresalía entre los árboles me hizo reaccionar rápido.
Varias agujas salieron disparados a mi dirección, ágilmente me moví dando pequeños saltos para esquivarlos. Pero una de ellas pudo darle a mi pierna.
Por suerte no fue en algún punto vital. Con cuidado quite la aguja de mi pierna derecha, por unos segundos la analice para asegurarme que no estuviera envenenada y la tiré.
—No debo dejar que me den en algún punto vital o estaré acabada— medité severamente.
Al parecer ya era hora de que empezará mi batalla. Fruncí mi ceño, tragué un poco de saliva debido a mis nervios y me posicione en batalla.
El viento no tardó en hacer presencia, haciendo que las hojas de los grandes árboles cayeran al suelo y mis cabellos se movieran. Unas pequeñas gotas de sudor cayeron de mi rostro.
No estaba nerviosa por qué tenía miedo, lo estaba por qué era mi primera vez que enfrentó a alguien de una aldea distinta y la emoción es tan grande. Aunque es muy pronto para pensar en eso, ni siquiera los he visto.
Aún no sabía quienes eran esos ninjas, y tampoco que técnicas usan. Debo observar cada movimiento que hagan.
Pasaron unos largos y eternos segundos para que tres ninjas salieran de su escondite.
Tres chicos mayores que yo, me miraron sonrientes, como si hubiesen encontrado un tesoro. Dos de ellos eran castaños y otro pelinegro y traían en su frente la bandana de Konoha.
—Asi que esta es la chica que realiza los exámenes sola ¿eh?— refiriéndose a mí le dijo a sus otros dos compañeros posados sus dos costados.
Aunque fuera de la misma aldea no le daré ventaja. Traía en su espalda dos katanas.
—Aprovar estos exámenes será tan sencillo— habló el de pelos negros. Su tono burlón era tan molesto.
A sus costados a la altura de su cintura colgaban unas bolsas de tela. Parecían contener algún polvo.
—¿Y que estamos esperando? Vamos a quitarle su pergamino— el tercer chico corrió a mi dirección con franqueza y sin ningún arma en manos.
En cambio de sus otros dos compañeros, él no traía ningún arma, o eso creía.
Supuse que pelearía con puro taijutsu por lo que me posicione en batalla y también corrí hacia él.
Con su puño derecho e izquierdo empezó a dar varios golpes a mi rostro, pero los bloqueaba cruzando mis brazos cubriendo mi cara.
Pero de repente empecé a sentir dolor y algo húmedo en brazos, por lo que me aleje unos cuantos metros para subir a un árbol.
Observé cómo mis brazos tenían muchos puntos rojos, llenos de sangre y el dolor aumentaba más con cada segundo.
—Deberías ser un poco más lista la próxima vez—. inesperadamente habló a mis espaldas el chico de pelo negro. Esta vez con expresión seria. Alzó su pie derecho para darme una patada en mi espalda y tirarme del árbol.
Golpeé mi espalda contra suelo con mucha fuerza —¿Cómo logro dañarme?— mientras analizaba los movimientos de esos dos, trataba de levantarme del suelo.
Pero el dolor de casi todo mi cuerpo se hizo presente que apenas podía seguir de pie.
Observé al chico castaño sin armas unos momentos, al visualizar mejor sus puños pude entender la causa de mis heridas.
En medio de sus dedos traía las mismas agujas que me habían lanzando hace unos momentos.
—Bien, ya les he dado suficiente confianza—. el dolor seguía, pero pude recuperar mi postura. Sonreí de manera superior y los fulmine con mi mirada.
Un poco de sangre salió por mi boca. Terminaré con esto rápido e iré a ver cómo les va a el equipo siete.
Pasé mi brazo por mi boca para limpiar la sangre, pero solo logré embarrarme más.
Tomé las kamas de mi bolsillo trasero, me costaba un poco de trabajo sujetarlas debido a las heridas de mis brazos, pero eso no me detendrá.
—Valla, al fin te dignas a pelear— el chico castaño sacó sus dos katanas y se posicionó en batalla.
—Pero no te dejaremos esto facil— aún con su sonrisa los tres se juntaron con sus armas en manos.
Corrieron a mi dirección e igualmente los imite. Tres contra uno, puede que me superen en número pero no en fuerza y habilidad.
Tome ambas hoz de su mango, listo para poder atacarlos de la misma manera que hicieron conmigo.
El chico de pelo negro traía consigo un kunai, haciendo que chocará mi arma con la suya, provocando un ruido cortante. Mientras que los otros dos se acercaron a toda velocidad a mis costados.
Rápidamente me aleje para evitar el ataque, saque varias shurikens y las lanze, pero los dos castaños lograron eludirlos con sus armas.
Chasquee la lengua molesta de mi misma, aveces el no poder hacer técnicas no siempre era bueno.
Pero había dicho que aprobaría el exámen, aún sin poder hacer técnicas y lo voy a demostrar, pero actuar sin tener un plan es muy tonto. Pero ellos no dan ni la oportunidad para pensar en uno.
Los miré exasperada, mi respiración era más agitada, aún tenía mucho chakra debido a que no lo he usado en nada. El sol estaba bajando más y más, el cielo también cambiaba su color de tonos claros a unos agrios.
Mientras seguía en pie tomé una gran bocanada de aire, aún sentía dolor en mi brazos, pero en mi espalda no.
Tendré que usar el kage bushin no jutsu para tener ventaja, aunque sea un poco. Pero debido a mis heridas no creo poder formar los dos. Aún así haré el intento.
Formé los respectivos sellos rápido —¡Kage bushin no jutsu!— exclamé. Cómo era de esperarse, solo pude hacer un clon.
Le di una de mis hoz al clon, ésta me miró sin entender que tenía planeado. Si le soy sincera, no tenía ningún plan. No había tiempo para uno.
Vi como los tres chicos empezaron a reírse debido a mis condiciones, pero solo los ignoré, pronto también estarían como yo o peor.
Ambas corrimos lo más rápido que pudimos hacia ellos, al notarlo el chico que traía solo una bolsa imitó también mi acción. Empezamos a hacer ataques consecutivos, el clon y yo tratabamos de cortarlo con ambas hoz, pero los detenía con un kunai.
Seguimos dando los mismos ataques por varios minutos. Debido al clon de sombra casi no me quedaba chakra, debía apresurarme antes de que desapareciera.
—Hay que improvisar— le dije a mi clon a lo que ella asintió.
Ambas nos alejamos unos metros de su posición, sacamos cuatro shurikens y los lanzamos a los tres chicos, antes de lograrán desviarlos, corrimos lo más que pudimos esta vez con nuestra ninjatō.
Con la ayuda de la arma mencionada golpeamos las shurikens para aumentar su velocidad y así sea más difícil de evadir.
Y como se había previsto, dos fueron clavadas en cada chico. Cayeron al suelo debido a que les dieron en sus pechos. Rápidamente volvimos a tomar nuestra hoz, esta vez daríamos el golpe final.
Pero antes de cortarlos el clon desapareció debido que un kunai logro darle y otro le dio a la palma de mi mano haciendo que soltará mi arma al suelo.
Un chico castaño con una cicatriz en forma de X en su mejilla hizo presencia frente a nosotros.
...
Adachi hizo su aparición frente a los cuatro genin quienes lo miraban sorprendidos. Amaterasu no se quedó congelada todo el tiempo, con todo el dolor del mundo logró sacar el kunai enterrado de su palma y lo tiró al suelo.
Volvió a tomar sus kamas y corrió hacia él, pensado en que tendría ventaja, pero era todo lo contrario.
Mientras Adachi seguía observando con su rostro serio a los tres chicos, solo basto con suspirar, cerrar los ojos y sacar un kunai de su porta armas para lanzarlo en dirección a Amaterasu.
El cual le volvió a dar en la otra palma de su mano sana, pero el lanzamiento fue tan rápido y fuerte que hizo que todo su cuerpo saliera disparado contra un árbol, enterrando el kunai, la palma y el tronco juntos.
Un grito desgarrador salió de los labios de la chica, nunca antes había sentido tal dolor.
Adachi siguió con su misma expresión al verla por los hombros como gritaba de dolor. Volvió a fijar su vista en los chicos heridos en eso hizo el mismo sello para comparar su chakra.
Pero ninguno parecía ser el que buscaba. De manera cruel tomó la cabellera de los tres chicos y sin ningún sentimiento corto el cuello de éstos con un kunai, quitándoles la vida al instante.
—Orochimaru-sama me pidió buscar y matar a alguien, pero nunca mencionó en que no podía matar a las personas que yo quisiera— dijo con voz queda, su expresión ahora era la de un asesino.
Amaterasu vió un tanto sorprendida lo que acababa de presenciar. Cómo el cuerpo de los chicos se untaban de rojo carmesí. Pensando en que tal vez el castaño haría lo mismo con ella.
—Bueno—; habló volteando a ver a Amaterasu con muchas ganas de cumplir su misión encomendada por su superior —ahora que te he encontrado, tendré que matarte— con el mismo kunai que había usado para matar a ese trío se acercó a pasos lentos a la pelinegra.
El cuerpo de la mencionada empezó a temblar, podía sentir miedo y desesperación en su cuerpo. Con su otra mano trataba de sacar el kunai que seguía clavado en su mano y el tronco, pero era inútil.
Las palabras no salían de su boca, ese chico la hacia temblar, lo único que le quedó fue cerrar los ojos para esperar el momento. Paso unos momentos y no pasó nada.
Abrió los ojos y observó como Adachi la miraba con suspenso y con sorpresa, mientras que con su otra mano tenía formando un sello.
El chakra de Amaterasu y el de la cascada coincidían, no del todo al parecer solo un veinte por ciento, eso pensaba.
El chico empezó a debatir en su mente, Orochimaru le había ordenado buscar a la persona que poseyera el mismo chakra al de la cascada y anunciarle enseguida, y también matar a la hija del hokage.
Pero no estaba consciente de que ella fuera la persona que buscaba Orochimaru.
Amaterasu solo se quedó viendo como Adachi pensaba, Mientras debía pensar en una forma de como escapar, sabía que ese chico era más fuerte que ella.
Mientras que Adachi solo chasqueó la lengua en modo de que tomó una decisión no muy convencido.
—Por esta vez te salvaste Amaterasu, pero para la próxima no saldrás viva— anuncio con su tono serio mientras desapareció de la vista de la chica.
La Sarutobi dio un suspiro de gran alivio en su interior, no podía creer que saliera viva de esto. Pero sabía que la advertencia de ese chico era real.
Mientras la noche apareció, Amaterasu seguía sacando con precaución y mucho cuidado el kunai. Después de tres horas de intentos logró hacerlo.
De su pequeña mochila sacó unas vendas que le había dado Sakura antes de haber entrado al bosque, quito sus guantes y se las posicionó en sus brazos heridos.
Sabía que no saldría ilesa de esta fase, no todo en esta vida es fácil.
Se acercó a los cadáveres de los chicos para buscar que pergamino traían. Por suerte traían el que quería; el pergamino de la tierra.
Sonrió con todas fuerzas y lo guardo en su bolsillo, ahora debe ir a la torre para entregarlo para que pueda descansar tranquilamente.
No sin antes comer.
Sin tanta dificultad logro cazar unos insectos e hizo una pequeña fogata para comerlos asados. Debe recuperar las fuerzas perdidas, sin importar que tipo de comida haya que comer.
—Perdón Sakura, pero no podré ir a verte, no en estas condiciones— miró sus brazos vendados. Había sido una dura pelea, pero pudo conseguir el pergamino.
Al finalizar su no tan agradable comida emprendió viaje para dirigirse a su destino; la torre de control.
Kanae Yoshimura
Daiki Yoshimura
Segunda nota de autores:
Kanae:El diseño de Adachi me gustó mucho y eso que lo encontré por casualidad mientras buscaba recursos para una edición. Cuando lo ví me dije: OMG este Oc se parece al ninja sensorial del fanfic que estoy haciendo, aunque no tiene un buen ángulo.
Daiki: ¿Que les pareció está fase de los exámenes chunin para Amaterasu? ¿Esto es cliché o nelson? Aunque creo que faltó herirla más xd
Por cierto el anterior capítulo, solo votaron tres ¡TRES! y 25 leídas que pasa ustedes, solo quiero que voten :"v me siento bien triste.
Kanae: también en algunos capítulos agregaremos canciones de fondo, esto para que le dé ambiente al capítulo. Pueden escucharlo mientras lo leen.
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