• Capítulo 35 •

Sarutobi Amaterasu.

Aunque no me agrada la idea de estar en varios equipos a la vez, lo acepte. Pensaba en reclamar a papá por qué toma esas decisiones sin mi consentimiento, pero él es el hokage y tiene poder en todas las decisiones que toma y también mi papá.

Kurenai nos mandó a almorzar, después nos conoceríamos un poco más. Hoy era un gran día soleado con un poco de viento, algunas hojas de los árboles caían. Los tres salimos de la academia con nuestros almuerzos, todos menos yo, se me había olvidado mi comida en casa.

Di un gran suspiro, como es posible que se haya olvidado algo tan vital en la vida.

—Amaterasu...— me llamo a lo bajo Hinata que caminaba a mi lado derecho. Kiba y Shino caminaban de mi lado izquierdo, mientras tenían una pequeña conversación sobre cómo sería nuestra sensei.

Con mis manos en mi nuca le contesté —¿Que sucede Hinata?— no quité mi vista de frente, ya que ví a Sakura a lo lejos, de seguro buscando al Uchiha

Ella nunca deja de seguir a Sasuke.

—¿Y tú almuerzo...?— se dió cuenta que no lo traje, todos tienen unas cajas de plástico envueltos en una pequeña tela, era obvio que era la única que no traía uno.

—Se me olvidó en casa— cerré los ojos, fastidiada de mí misma.

Hinata paró plantándose frente mí, con las dos manos sujeto con fuerza su almuerzo y me lo extendió —Si quieres... yo puedo compartir mi almuerzo contigo...— me ofreció su almuerzo con un leve sonrojo en sus mejillas.

—No gracias—. le rechacé.

—Por favor, quiero compartir almuerzo contigo. Además, si no comes, perderás fuerzas—. arrugó su frente y alzó su vista a mis ojos.

Sabía que seguiría de insistente, así que puse mi mano derecha en su cara para no ver su expresión de ¿enojo?. Si seguía quedándome un rato más con ellos me empezaré a fastidiar.

Rápidamente me escabullí entre los arbustos.

Termine por alejarme de mi equipo para que Hinata dejará de insistir. Visualice a Sakura y a Sasuke sentados en un banco, hablando.

Noté a Sasuke algo diferente, tal vez se hizo un nuevo corte de pelo, o tal vez estaba mostrando más emociones de lo normal.

—Al final Sasuke le agrada Sakura— musité un poco sorprendida. El nunca muestra interés por tener un amigo o algo parecido. Además de que siempre rechaza a Sakura.

Pretendía dejarlos solos para que hablaran, pero las cosas se intensificaron cuando ambos empezaron a acortar poco a poco sus distancias para darse un...

Beso.

No pude evitar sonrojarme, mis mejillas me empezaron a arder, jamás había visto una escena como esa, y más si se trataba de muestras de afecto. Rápidamente me escondí en las ramas de los árboles para tener una mejor visualización.

¿Por qué me estoy escondiendo?

Antes de que sus labios hicieran contacto, Sasuke se levantó de su asiento estrujando su estómago y corrió en dirección a la academia.

Una gota de sudor apareció en mi cabeza. Al parecer comió algo pesado. Sakura seguía con el rubor en sus mejillas.

Salí de mi escondite dando un salto, apareciendo frente a Sakura, la miré confundida.

¿Acaso pensó otra cosa?

Cómo no reaccionó a mi presencia, le comenté.

—Ibas a tener tu primer beso con el Uchiha— mostré no tener interés por lo que casi iban a hacer.

Asintió con la cabeza —Pero Sasuke es tan tímido, tal vez necesite mentalizarse— me dijo en tono dulce. Siempre usaba ese tono cuando se trataba de él.

Sonreí entre dientes con una pequeña mueca. ¿En serio no se había dado cuenta de la cara de dolor que tenía? Pero no quiero arruinarle sus ilusiones —Si... tan tímido...— rodé los ojos divertida.

Después de unos minutos volvió a aparecer Sasuke, con la misma expresión de pocos amigos. Sakura fue hacia su lado.

Me quede a escuchar su conversación. Empezó a decir que dejara de ser tan tímido, la ignoro y preguntó por Naruto, pero ella dijo que Naruto no tiene padres. Su ceño se frunció. Las hojas de los árboles empezaron a caer por viento.

—No te soporto—. fue lo último que dijo antes de irse.

Fruncí mi ceño, no me agradó para nada su comentario, pero tenía un poco de razón, no tiene que hablar así de Naruto. Ella y yo no sabemos lo que es la soledad.

Toque su hombro al ver tristeza y asombró en su cara, giro su vista, al verme quería que hablara yo, para asegurarse que todo lo que le dijo era mentira -Sakura, tiene razón. Tu y yo no sabemos lo que no es tener padres. Cuando hablas ingenuamente de Naruto llegas a ser muy fastidiosa-. no me gusta decir las cosas con dificultad, prefiero ser directa.

—Tienes razón...- musitó con la mirada baja —debería llevarme bien con Naruto— asentí, creí que no lo entendería.

Nos mantuvimos en silencio varios minutos, normalmente Sakura es la que siempre habla de un tema interesante y yo le sigo la conversación.

Cuando por fin una tema interesante llegó a mi mente para poder cambiar el tema y el ambiente, mi equipo temporal apareció para regresar juntos tal salón.

—Vamos Amaterasu, nuestra sensei nos espera— dijo Kiba tomándome del brazo.

Ni siquiera me dejaron decir "sí" —¡Sakura, trata de llevarte bien con
Naruto!— grité ya estando lejos de su vista.

—¡Lo haré!— exclamó con su mano a un lado de su boca para aumentar el tono de su voz, mientras la otra la ondeaba, despidiéndose —¡Te veo en la salida, tengo algo muy interesante que mostrarte!

...

Todo el equipo entramos al salón donde anteriormente estábamos, la maestra se encontraba sentada encima del escritorio.

Al sentarnos en las butacas nos observó —Hace poco nos presentamos, pero quiero que lo vuelvan a hacer, pero esta vez agregen las cosas que les gustan y sus planes en el futuro—. asentimos —Primero...— fijo su vista en mí —Amaterasu, se la primera en presentarte.

Me levanté de mi asiento y crucé mis brazos —Mi nombre es Sarutobi Amaterasu, me gusta mucho las cosas dulces y me gusta cualquier tipo de arma. Mis planes en el futuro...— toque mi barbilla con un dedo tratando de pensar en uno —antes tenía uno de niña, pero hace mucho que se cumplió, así que supongo que sería, se la mejor kunoichi de todas— sonreí con superioridad.

Kurenai me observó de arriba y abajo, como si estuviera ocultando algo. Aunque ni yo misma se lo que estoy ocultado.

...

En la frontera del país del fuego; dos estatuas de los fundadores de Konoha donde anteriormente tuvieron una intensa batalla. Aquel lugar fue bautizado como el Valle del fin.

Uno de los legendarios Sannin conocido como Orochimaru; observaba la gran cascada (que se encontraba enmedio de las dos grandes estatuas), como si tuviera en la mira algo.

—Orochimaru-sama— el chico de pelo plateado con lentes, llamo su líder de espaldas. No comprendía a que vinieron a un lugar como este.

—Kabuto—. llamó a su mano derecha sin quitar la vista de la cascada —¿Trajiste a esa persona?

—Si— al asentir, un hombre de tez morena, en su mejilla derecha sobresalía una cicatriz en forma de X, pelo corto, castaño y ojos del mismo color apareció a lado de Kabuto.

Uno de los hombres fieles a Orochimaru fue llamado para un pequeño trabajo.

—Estoy a sus órdenes, Orochimaru-sama— el castaño inclinó su espalda en forma de reverencia.

Sonrió al escucharlo llegar, él era el único que podía ayudarlo en esta investigación. Con su dedo índice apuntó la cascada —Quiero que me digas y confirmes si hay alguien atrás de esa cascada.

El hombre era unos de los mejores ninjas sensoriales de todo el país del fuego y también un doble cara y espía.

El castaño asintió con la cabeza, se colocó en cunclillas y con dos dedos tocó el suelo para sentir una posible presencia. Después de unos segundos el hombre volvió a recuperar su postura —Hay un leve chakra sobresaliendo atrás de esa cascada—. refiriéndose a la cascada que no dejaba de mirar Orochimaru.

El hombre serpiente sonrió al confirmar sus sospechas. Mientras Kabuto seguía sin entender a que se referían, tal vez se trate de una persona poderosa que pueda ayudar en los planes de su líder o algo parecido. Acomodó sus lentes con dos dedos.

—Kabuto, no sabes a qué venimos a este lugar, así que te contaré. Hace mucho tiempo antes de desertar Konoha; entré a la torre del hokage para robar algunos archivos secretos sobre jutsus prohibidos— se cruzó de brazos, y cerró los ojos recordando aquella noche tormentosa.

Orochimaru logro burlar a toda la guardia que vigilaba la torre del hokage. Hoy será la noche para que abandone Konoha para seguir con sus experimentos y poder dominar todos los jutsus del mundo ninja.

Al sacar un libro de uno de los estantes de roble, un libro rojo cayó al suelo. Cuando lo notó, dejo ese libro en su lugar para recoger el otro, observó que no poseía título en su portada, lo que llamó su atención, todos los libros y archivos tenían título, a excepción de este.

Sin pensarlo empezó a hojear con cuidado, solo venían registros de todos los ninjas que anteriormente existían.

Desde el perfil del primer hokage hasta el del segundo hokage, pero notó que una hoja rasgada hasta la esquina sobresalía de las demás, "alguien la había arrancado".

Siguió buscando entre las páginas del libro la posible hoja que fue arrancada, pero encontró la hoja, pero en su lugar una foto.

Al darle vuelta a la foto, acercó la vela que traía en sus manos para tener una mejor visión. "Senju Haru" tenía escrito en la parte trasera de la foto.

Orochimaru se sorprendió, anteriormente había escuchado ese nombre en una reunión con el hokage y los viejos del consejo. Aunque paso mucho tiempo buscando información sobre esa mujer en los libros ninja, nunca encontró nada.

Guardó la foto en unos de los bolsillos de su pantalón y siguió buscando más archivos.

—Investigué a fondo todo sobre esta mujer— como por arte de magia, apareció la foto en sus manos y se la extendió a Kabuto para que le diera un pequeño vistazo.

La tomó, acomodó sus lentes y miró pensativo a la mujer —¿Tiene algo especial que hizo llamar su atención, Orochimaru-sama?— preguntó aún con unas dudas. Su líder no se interesaba por cualquier persona que no fuera de utilidad para sus experimentos.

Asintió con la cabeza —Ella antes poseía un doujutsu legendario que era capaz de controlar todo el mundo ninja—. miró por fin al peliplata con una sonrisa maléfica.

El peliplata hizo un quejido de sorpresa al oírlo. Jamás había escuchado de un doujutsu de ese poder —¿Un doujutsu capaz de controlar el mundo ninja? ¿Eso es posible?

—Así es, ella podía controlar a las nueve bestias con cola con el poder de sus ojos. Era conocido como el Rosegan—. afirmó muy seguro de la información de sus investigaciones.

—¿Cómo sabe que no son sólo son leyendas? Cuentos inventados por personas.

De su túnica blanca con decoraciones moradas, sacó un viejo pergamino rojo, maltratado y con algunos agujeros en el —En este pergamino antiguo, viene una parte de la historia del Rosegan. Aún me falta descifrar más partes— desenrolló el pergamino para leer la parte que pudo descifrar.

—¿Planea usar el Edo tensei en ella para poder tener en sus manos ese doujutsu?— no era una pregunta, era obvio que eso haría, solo es una pequeña confirmación.

—Así es, pero hace mucho el primero y el segundo hokage consideraron a esta mujer como un peligro para la aldea, por lo que decidieron matarla y sellarla en una rosa—. con el pergamino en su mano y con el dedo apuntó la cascada, dando la ubicación de la rosa —ahora mismo su cuerpo está sellado en esa rosa atrás de esa cascada.

—Ya veo, por eso llamó al mejor ninja sensorial de todo el país del fuego, para ayudarlo a confirmar su ubicación— miró el lugar donde apuntaba el dedo de su líder.

—No solo eso. Nadie ha podido abrir el sello. Se dice que ni los mejores expertos en sellado pudieron deshacer el selllo— le arrebató la foto que traía en manos a su subordinado y lo volvió a guardar.

—¿Entonces como planea conseguir una parte de su cuerpo para poder usar el Edo tensei en ella?

—Al hacer una investigación profunda descubrí que abrir el sello es posible— sonrió mirando a Kabuto y al castaño

—¿Y como se puede quitar el sello?

—Aunque no lo creas, hay personas que tienen el mismo chakra, pero es casi imposible encontrar a dos personas con el mismo chakra. Pero solo necesito buscar en Konoha a alguien que posea el mismo chakra que está mujer. Y para eso lo usaremos—; plantó su vista en el castaño, haciéndolo entender que es él —mientras tu, Kabuto, le ayudarás a buscar a esa persona y yo buscaré mi nuevo cuerpo.

Kanae Yoshimura
Daiki Yoshimura

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