• Capítulo 22 • ~ Especial ~

Capítulo especial: Conociendo el futuro.

Parte uno.

...

Dos hombres, uno de cabello plateado con máscara y otro de cejas pobladas y cabello negro regresaban de su misión —era escoltar al señor feudal del país del fuego a su templo después de atender unos asuntos internos con el hokage—.

Ambos saltaban de rama en rama, el peliplata leía su libro favorito tranquilamente mientras el hombre de cejas pobladas muy motivado retaba a su compañero a un duelo.

—¡Vamos Kakashi! —trataba de llamar la atención de su rival.— Tengamos en este momento un duelo, mi eterno rival. —dijo, alzaba su pulgar y una sonrisa que le salía un brillo impenetrable lo retaba.

—Estoy demasiado cansado Guy, tal vez otro día. —rechazaba directamente a su compañero.— Además estoy ocupado leyendo mi libro favorito. —fijo más su vista al libro, un leve sonrojo se notaba a través de su máscara.

—Pero siempre estás leyendo el mismo libro. —se quejó bajando la mirada al suelo.— mi deseo es poder superarte ¡Por qué la llama de la juventud arde en mí! —gritó muy emocionado mientras una llama se ilustraba en sus ojos.

El chico de pelo plateado no contestó, no le prestaba ni la mas mínima atención a su compañero, estaba más concentrado en su lectura.

Guy bajo su mirada muy triste. Era mejor si tenían una charla entre amigos —Kakashi. —llamó a su amigo.— ¿Cuál es tu deseo?

Kakashi cerró su libro un momento, pensaba en cuál sería su mayor deseo, aunque no tenía uno, —no por ahora—, tenía que dar una respuesta si quería tener un poco de silencio para continuar con su lectura—. Que una mujer me caiga del cielo. —bromeó.

Pero Guy lo miro raro —Eh... —Guy detuvo un segundo sus saltos quedando atras de su amigo ya que estaba escuchando un ruido, Kakashi seguía saltando sin prestarle atención— Oye Kakashi. —trataba de buscar con la mirada de donde provenía aquel ruido que no identificaba.

—¿Que pasa? —dijo, parándose en seco en una rama.

—¿No escuchas algo...?

—No.

Contestó, en eso una misteriosa sombra cubrió por completo a Kakashi, miró hacia el cielo, una cosa roja caía desde el cielo, en ese momento lo único que pensó fue;

Esto me dolerá.

Aquella cosa aterrizó bruscamente sobre Kakashi, la rama no soporto el peso y ambos cayeron al puso, haciendo que una gran cortina de polvo se formará.

—¡Kakashi! —gritó exaltado Guy bajando de su rama hacia su amigo.

Cuando la cortina de polvo se disipó, Guy quedó sorprendió al ver que una mujer era aquella cosa roja que había caído del cielo. El deseo de Kakashi se había cumplido, y Guy en broma extendió sus brazos con un brillo descomunal en sus ojos.

—¡Grandes deidades! —exclamó con unas lágrimas de felicidad— ¡Si a Kakashi le cumpliste su deseo, yo quiero que también cumplas el mío! —gritaba muy emocionado.

—Duele... —dijo adolorida la azabache mientras se levantaba del suelo, bueno, más bien de Kakashi. Tocó levemente su pierna, se había lastimado y le dolía, pero aún podía caminar.

—No pensaba que mi deseo se fuera a hacer realidad... —pronunció Kakashi con dificultad a causa del dolor mientras se levantaba, con ambas manos quitaba el polvo de su uniforme.

—¡Ahora que ya tienes a tu mujer, tengamos un duelo, mi eterno rival! —Guy seguía emocionado como de costumbre.

—¿¡Ha!? —la azabache se quejó llamando la atención de ambos— Primero que nada quiero aclarar dos cosas. Uno, no soy mujer de nadie y dos: quiero saber quienes son ustedes y quién les dió esas bandanas. —frunció el ceño mostrando autoridad y señalando las bandanas que el peliplata tenía su cabeza y el cejas pobladas en su cintura.

—¿No es obvio? —recogió su libro que se había caído al suelo— Somos ninjas de Konoha. —afirmó.

—¿Desde cuándo? —preguntó no muy segura de la respuesta de Kakashi.— Nunca los he visto en la aldea. —Haru nunca había visto a ese par por la aldea, tenía sus razones para sospechar de que fueran espías.

—Y nosotros a ti. Jamás te hemos visto por aquí. —acomodó la bandana que cubría su ojo— ¿Quién eres? ¿Cómo sabemos que no eres una espía?

—¡Así es! —gritó Guy y se posicionó para pelear en caso de que fuera necesario.

—¿No es obvio? —contestó llevando las manos hasta su cintura— Soy Uchiha Haru esposa del líder de los Uchiha y hermana del hokage.

Ambos se miraron sorprendidos un segundo pero luego se echaron al suelo a reír.

—Está mujer está loca, Guy. —dijo entre risas. Gyu se reía tanto que ni podía hablar.

Haru arqueó una ceja mientras una vena de su frente se marcaba. —¿Acaso dije un chiste? —pensó.

Kakashi se levantó del suelo al igual que su compañero para ponerse serio —No se quién seas, pero parece que te quedaste dormida o algo. —comentó burlón— Bueno si no te importa nos tenemos que ir.

—Adiós. —se despedía Guy con la mano muy alegre.

La Uchiha se enfureció mientras se cuestionaba la pregunta de Kakashi. ¿Como que se había quedado dormida? Era obvio que le estaban tomando el pelo. Ella aún no había recordado lo que pasó antes de llegar a ese lugar. Su mirada se oscureció, estaba más que enojada, no iba a dejar que nadie se burlara de ella.

Empezó a formar sellos —¡Bara: Torēnin gusutemu! — gritó, haciendo que del suelo brotaran tallos de rosas sin espinas frente a los pies de ambos para poder atraparlos. Pero instintivamente los dos dieron un gran salto a la rama de un árbol esquivando el jutsu de la Uchiha.— ¡Oigan ustedes! ¡Bajen de ahí! —gritó.

Ninguno le contestó —¿Que hacemos Kakashi? —musitó Guy— ¿La capturamos para llevarla con el hokage? —le preguntó a su compañero ya que habían sido atacados, aunque no era un gran problema, pero el reglamento así lo dictaba.

Cuando un enemigo ataba a un shinobi de Konoha estos tenían la obligación de capturarlo y llevarlo a juicio con el hokage para dictaminar su castigo.

—Tal vez, pero dice ser la esposa de Fugaku. —dirigió su vista a la Uchiha—. Será peligroso llevarla a la fuerza, podríamos meternos en problemas con él.

—Oye, ¿pero que no Uchiha Fugaku no estaba ya casado? —miró a Kakashi confundido. Tal vez Fugaku era ese tipo de hombre que les gustaba andar con muchas mujeres a la vez.

—Si, tienes razón, pero será mejor asegurarnos. —suspiró—. No tenemos opción, hay que llevarla con el hokage. —saltó de la rama de dónde estaba, quedando frente a frente con Haru.— Irás con nosotros a la aldea, si te resistes te llevaremos a la fuerza —la tomó del brazo.

Haru automáticamente se negó soltandose de su agarre con brusquedad —No es necesario que me lleven, conozco el camino. —Sin más empezó a caminar con rumbo a la aldea, pero había un problema, no conocía el camino, todo era muy distinto a lo que conocía. Era extraño, miraba en todos lados para reconocer algo pero no había nada. Avergonzada regresó donde estaba el peliplata.— No... —bajo la mirada muy apenada—, me importaría que me acompañen —un leve sonrojo de vergüenza se hizo presente en sus mejillas.

La primera impresión de Haru al llegar a Konoha es que no era la Konoha que conocía, había más edificios y casas de los que había. Ya adentro de la aldea seguía sin reconocer nada, todo era muy distinto, los locales se veían un poco más modernos y había personas que no reconocía, incluso algunos la miraron extraño por su forma de vestir, ya que era poco común ver a una mujer usando una yukata.

No le permitieron a Haru contemplar más la “Konoha cambiada” ya que seguía siendo sospechosa. Fueron directamente a la torre del hokage, Kakashi golpeó levemente la puerta con sus nudillos, al oír un “adelante” abrió la puerta, la primera en entrar fue Haru.

Haru entró como de costumbre cada vez que iba a la oficina de su hermano a ayudar —Hermano tengo algo que dec... —detuvo sus palabras en seco y abrió desmesuradamente al no ver a su cansado hermano sentado en ese escritorio, en su lugar estaba un hombre de la tercera edad que usaba el traje de hokage.

Aquel hombre con canas y muchas arrugas en la cara se sorprendió al ver a Haru, la había reconocido en seguida, sabía de quién se trataba. Pero Haru no sabía quién era pero se le hacía familiar su rostro.

—¿Eres tú, Haru? ¿Senju Haru? —preguntó Hiruzen muy sorprendido.

—¡¿Sasuke-sama?! —Haru había recordado la cara, creía de que se trataba de Sarutobi Sasuke, el líder del clan Sarutobi.

—Oye —reclamó Kakashi mientras fruncía el ceño—. No te dirijas de esa forma al hokage, ten un poco más de respeto.

—¿Hokage? — se cuestionó a si misma, ¿Cómo era posible que Sasuke fuera hokage?, ¿Que pasó con su hermano Hashirama? Se hacía muchas preguntas, su cerebro tenía que procesar demasiada información.

El hombre de la tercera edad se levantó de su asiento dirigiéndose a Haru con confianza mientras que los dos jounin's se quedaban en silencio observando la escena. Se paró frente a la azabache, aún no podía creer lo que estaba viendo sus ojos. Aquella mujer que había muerto hace mucho tiempo se encontraba ahí, la amiga de su padre.

Haru observaba muy confundida, no entendía cómo era posible que Sasuke fuera hokage —¿Sasuke-sama, en verdad es usted? —con su voz un poco temblorosa hizo la misma pregunta al hombre.

Él negó rotundamente a lo que Haru quedó desilusionada, pensó que se trataba de él.

—Sasuke, es mi padre. Yo soy su hijo, Sarutobi Hiruzen. —dijo con orgullo mencionado a su padre.

—H-hiruzen... —No lo podía creer, aquel hombre de la tercera edad era el hijo de Sasuke y hokage. Pero, cómo era posible que aquel bebé que había conocido hace poco tiempo se haya convertido en un viejo, además cómo se hizo hokage en un dos por tres. Algo extraño estaba pasando.

Hiruzen asintió con una sonrisa, estaba feliz de haber conocido por primera vez a la amiga de su padre. Él siempre hablaba de ella como una gran mujer, aunque con una actitud muy dura y algo torpe. —Haru-san, es un gusto poder conocerla.

El reencuentro fue inesperado para todos, Hiruzen les aclaro a Kakashi y Guy que ella no era peligrosa, era más bien, una invitada especial pero tenían que hablar sobre lo sucedido. Les pidió que se retiraran del lugar pero no sin antes de entregar su reporte de la misión.

El hokage le invito un poco de té a Haru que estaba sentada sentada frente al escritorio. Con ambas manos sujetaba la taza de porcelana blanca mientras daba un ligero sorbo —¿Cómo es esto posible? —dijo mientras miraba el líquido verde de la taza, estaba demasiado confundida.

—Debiste haber cruzado la línea de espacio-tiempo por accidente, en pocas palabras hiciste un pequeño viaje al tiempo. —Hiruzen tenía su mirada seria pero serena.— Aquí la pregunta sería: ¿Cómo hiciste eso?

Haru se tensó en ese momento, en su mente vino aquel último recuerdo que tuvo antes de caer al vacío.

—¿Debería contarlo? Está en el futuro, aquí ya sucedieron las cosas que aún no suceden en mi tiempo. —meditó. Tomó una gran bocanada de aire posando la taza en el escritorio, empezó a contarle todo lo que había sucedido. Tuvo que hablar de aquella cosa negra, su pelea que tuvo con él, le contó cómo uso el jutsu de un pergamino y eso hizo que cayera al vacío de un enorme agujero del suelo.

Jisub Yoshimura
Daiki Yoshimura

Estos capítulos especiales en donde Haru estará en el
futuro no son relleno, esto se
mencionó en las aclaraciones, es de suma importancia que Haru conozca a Hiruzen y otros personajes.

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