Capítulo 9: Es él.


Ya habían pasado un par de horas y Tae seguía acurrucado en al sillón abrasado a un almohadón.

Jungkook suspiró –Tae...vamos anímate, ya no puedes estar así.-

-Ol-vidé...a mi...her-mano.- dijo mirando a Jungkook con ojos llorosos.

-Tae, voy a serte sincero. Hay muchas cosas que comenzarás a recordar, por alguna razón tu mente las bloqueo. No va a ser nada lindo recordar eso, pero vas a tener que ser fuerte, ¿sí?.-

Tae asintió con un puchero en su rostro no permitiendo que las lágrimas cayeran.

-Vamos a hacer una rica comida. ¿Quieres? Pero primero hay que ir a hacer las compras, no hay nada en la nevera ajaja-

Tae lo miró secó las lágrimas que no dejó caer y sonrió, debía volverse fuerte y dejar de llorar por todo. Haría caso a Jungkook.

Cuando llegaron al gran supermercado Tae quedó maravillado, allí era muy colorido y había muchas cosas.

-Wooooo!!!! Que....lin-do!!!!- Dijo haciendo reír a Jungkook.

-Espera entrar adentro y vas a querer todo, pero tienes que contenerte ajajaj.-




Los minutos pasaban y ya llevaban media paseando entre las góndolas.

-Espera Tae! No te alejes.- Elevó un poco la voz, pero Tae ya le llevaba varios pasos de ventajas; éste rodeo una de las góndolas y exclamó feliz.

-Mi-ra!!! Jungkook!!!!.- dijo señalando un lugar y allí el policía entendió todo.

Ese gran rincón del supermercado estaba destinado a los juguetes. Había muchos peluches de diferentes tamaños, vió que Tae se abrazaba a un gran conejo rosa.

-¿Te gusta eso?-Preguntó Jungkook.

-Es...muy...sua-ve.- Decía contento mientras rosaba su mejilla contra el material de peluche.

-Llévalo.-

-¿Ah?!.-

-Llévalo, tómalo como un regalo.-

-E-en...serio?!.-

-Si.- dijo con una sonrisa.

Tae saltaba de felicidad como si fuese un chiquillo de 5 años. A JungKook no le importaba que los mirasen raro, siempre y cuando ese chico esté sonriendo.



Pasaron por la caja registradora y Tae no se despegaba del peluche. Fueron al estacionamiento y ambos vaciaron el carrito de compras guardando las cosas en la cajuela del auto. Tae sentó al peluche en el asiento trasero.

-Tae.-

-¿mh?.-

-Puedes llevar este carro allá.- Dijo señalando hacia el súper. –¿Ves que hay muchos apilados? Tienes que dejar éste allá.-

-Si!.-Tae tomó el carro y caminaba tranquilo hacia el lugar.

Dejó el carrito bien acomodado y giró sobre sus pies para regresar al auto de Jungkook.

Su día a pesar de lo sucedido con Namjoon y el recuerdo de ese niño había mejorado, ahora portaba una sonrisa que pensó nunca se borraría pero tuvo que escuchar esa voz.

-Valla, valla. ¿Asique escapaste para andar de putita por ahí?-

El cuerpo de Tae se petrificó, sus ojos se dirigieron hacia dónde provenía la voz. Esto no podía ser cierto.

-Pero mírate, que linda ropa traes puesta.- El hombre se iba acercando cada vez más.


Quiero correr, gritar, llamar a Jungkook. ¿Por qué mis pies no se mueven? Siento que en cualquier momento voy a desmayarme.


El hombre lo tomó bruscamente de una de sus muñecas. –¿Estás solo? Vas a volver de donde te escapaste pendejo.-

-N-NO!!!.- Gritó Tae.

El hombre lo miró extrañado. -¿Ahora puedes hablar? Increíble!!.-

-NO!!! De-jame!!.- Tae intentó que el hombre soltase su brazo.

-CALLATE!!-

-Cállate tú!.- Dijo otra voz. Jungkook elevó su placa de policía, maldecía el no haber tomado su arma reglamentaria.

El otro tipo se puso pálido.-Está bien, tranquilo. Lo confundí con otra persona. Perdón.- Dió media vuelta, se subió a su auto y salió del estacionamiento.

Jungkook inmediatamente llamó a Namjoon.

-Hola Jung...-

-Patente EQK 265. Rastréala.-

-¿Eh?! ¿Qué pasó?-

-Luego te cuento.- Y Jungkook cortó la llamada.



-¿Tae? ¿Estás bien?.-

-E-Era él. Ese....hombre.-

-¿Quién es Tae?.-

-Yo...escapé...de él. Ese...día que...me...encon-traste.-

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top