A quienes tengo más por agradecer, definitivamente serían a Jaz y a Oz. Más que nada, por mostrarme muchas cosas que no sabía que necesitaba ver y entender para sanar ciertas partes de mi vida. Puse mucho de mi en ellos, mis miedos, mis razones de ser feliz… Y, sobre todo, una pequeña parte de mi vida; un capítulo doloroso pero necesario para entender cosas en este mundo.

También quiero agradecerle a mi familia, que siempre ha estado ahí para apoyarme en todas mis creaciones y dándome mi tiempo para escribir. Gracias por eso y por todo lo que siguen haciendo por mí.

A mis amistades, que ya no siguen todas, pero quedan las importantes. Gracias por seguir animándome a escribir y confiar en mi en todo momento. La felicidad que siento estando con ustedes no la puedo describir en palabras. Las quiero muchísimo.

Y gracias a ti, lector/a/e, por darme una parte de tu tiempo para leer a Oz y Jaz y dejar que su historia llegara a ti.

¡Nos veremos muy pronto!