Lo que construimos
-Natalia Lafourcade

El ciclo escolar ha empezado nuevamente. Tercer semestre en la universidad. Guau. Casi cerca de la mitad de la licenciatura. No sé que pensar por el paso del tiempo.

Esta vez, me comprometí a relajarme un poco más -tampoco tanto, ya que no quiero bajar las calificaciones-. Trataré de no enfocarme tanto en la puntuación; de que, a pesar de sacar una baja o diferente a la usual, eso no me afectará.

Ya comprendo que no decepcionaré a nadie por ello. Puede que sea más fácil de llevar de esa manera.

—Okey, man, vámonos ya o llegaremos tarde este primer día. —Isa me da un golpe en la cabeza y el cereal que tenía en mi cuchara termina por caerse.

—Ya ni desayunar tranquilo puede uno.

—Pues no, tiempo es tiempo.

—Lo dice la impuntual.

La que iba a irse a la sala da media vuelta y veo como me fulmina con la mirada; me encojo de hombros. Está exagerando. Acabo mi cereal con calma y voy a finalizar mi aseo personal. Estando preparado y después de cinco gritos más por parte de mi melliza, salimos de la casa para tomar el camión.

Y claro que la suerte nos sonríe, pues llegamos a la parada y justo viene nuestro camión.

—¿Ves? El tiempo se acomodó a nosotros.

—Solo lo dices porque tuviste suerte esta vez. A la siguiente que se nos pase uno verás que no —reclama ella. La ignoro y la empujo para que se suba al transporte.

𓆉

Me tomo una foto junto a Isa en el salón ya algo lleno y se la envío a Arleth.

Como todos los días, ella responde casi al instante. Probablemente, deje de hacerlo cuando entre a la escuela. De acuerdo a lo que me contó, en unas dos semanas más estará en clases. Fue aceptada al final.

Hasta yo estoy nervioso por ella. No sé como es salirse del mundo de los estudios y retomarlos casi después de un año o más. Yo, que toda la vida he estado metido en este lugar, realmente no me puedo imaginar haciendo algo más durante las fechas de clase.

Lett: el chico estudioso está
de regreso ;)))

Lett: acuérdate de todo lo que te dije!! Nada de sobre esforzarte ᕦ⁠(⁠ಠ⁠_⁠ಠ⁠)⁠ᕤ

Emi: llevo repitiéndolo desde hace semanas. Y no lo haré

Emi: ...

Emi: eso espero

Ahora ella me manda una foto de Tangerine. Está en el suelo de su casa, mirando a la cámara. Casi toda mi galería está llena de fotos del gato.

—¿Con quién chateas? —pregunta mi otro yo y alzo la vista. Este semestre, nuevamente, compartimos mesa.

—Adivina. Es fácil.

—Ah, claro, con la única persona que te habla aparte de Ness y yo. Como no se me ocurrió antes —dice Isa con sarcasmo y chasqueando los dedos como si fuera obvio. Aunque sí lo es.

El profe llega en ese momento y dejo de prestar atención a los mensajes de Arleth. No es hasta que él finaliza la clase, después de una media hora, que los vuelvo a abrir. Tengo cuatro de su parte.

Lett: Tangerine también desea que
te vaya bien este semestre y
no te frustres tanto por las tareas y trabajos ^^

Lett: luego me cuentas que tal
te fue y cómo va todo

Lett: y si algo pasa siempre
me puedes mandar mensaje (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠✧⁠*⁠。

Lett: tqm, suerte en este día <3

Sonrío ampliamente por el último mensaje. Es muy de ella poner emojis -sarcásticos- o símbolos que representen su estado o expresión. Así sé reconocer que realmente estoy hablando con mi amiga y no con alguien más.

—Venga, bobo, despierta. Nos toca movernos de salón. Después hablas con tú novia no novia.

—No es... —Ni finalizo la frase porque no servirá de nada. Solo me callo y sigo a mi hermana fuera del aula.

𓆉

A una semana de haber regresado, recibo un mensaje de la persona que menos esperaba.

Ya ni sé porque lo sigue haciendo.

Brianna: Hola, Emi. Podemos hablar??

No lo entiendo. De verdad.

—Shh —llamo a Isa y le golpeo el brazo. Levanta la cabeza y frunce el ceño. Estamos en una hora libre de la uni que ella aprovecha para practicar básquetbol, pero ahora descansa ya que el sol está que mata—. Mira esto.

Le muestro el celular y ella acentúa aún más su ceño.

—Esta perra... —Hace un movimiento con su mano y espanta a una mosca—. Ignorala. Solo quiere tú atención. Si se la das, entenderá que harás lo que dice. Deberías de bloquearla para que te deje de molestar.

—No puedo hacerlo. No se me da bloquear a los demás —Ambos hacemos una mueca al mismo tiempo. Isa se incorpora solo para ir a tomar su bote de agua que dejo en la banca y regresa conmigo, en el césped—. Pero la ignoraré. No te preocupes.

—Te eduqué bien.

—Comenzaste a hablar cuando yo lo hice tres meses antes que tú. No puedes decir eso —repongo y me saca la lengua—. El mayor siempre gana.

—Sí, claro, creete esa mentira.

Luego de que toma agua y descansa unos cinco minutos más, regresa a la cancha a jugar. Yo me quedo comiendo mi hamburguesa felizmente.

Cuando la hora de irnos a clase se acerca, le grito a mi hermana para que se vaya al baño a asearse un poco y tenga tiempo de ir al salón sin oler a sudor. Me voy adelantando, ya que de nada me sirve esperar aquí si ella irá directamente a la clase.

Honestamente, las clases hasta ahora han sido algo tediosas, más que nada por ser las de primer día y todo el rollo que conlleva eso. Pero ya esta semana es cuando recién inicia lo interesante. Por ejemplo, en esta materia vemos solo teoría, que es lo más aburrido del mundo, mas sirve mucho para lo que es nuestra carrera.

Nuestro horario es aún peor. Tenemos muchísimas horas muertas y en casi todas, después de unas tres a cuatro horas libres, tenemos una clase. A veces de dos horas. Feísimo, la verdad. No sé quién mandó a hacer el horario, pero pareciera que odia la vida misma.

Hoy tenemos solo una libre y es la que acaba de pasar, siendo esta la última del día. Pasa en un santiamén. Recojemos nuestras cosas y nos vamos de ahí cuando el profe lo indica. Estando en el exterior, Isa habla por teléfono con Erick para ver donde se van a encontrar mientras yo camino y la guío por todo el gentío. Únicamente me detengo cuando escucho que alguien me llama. Le hago señas a Isa de que se adelante, así puedo buscar quién me habla.

—¡Emi! —sigue la voz y cuando pasa un grupo de amigos, logro localizar a la dueña de la voz en medio de la banqueta. Y, ay Dios.

—¿Qué haces aquí? ¿Mi silencio no te dio a entender que no quiero tener nada contigo?

—Solo quiero que hablemos y aclaremos unas cosas. —Brianna se me acerca y doy un paso atrás. Choco con una persona y pido disculpas.

—A mí me quedó todo en claro el día que me terminaste. No veo de que tenemos que hablar. Ya dijimos todo lo que había que decir —expreso, revelando en el tono de mi voz que no me agrada para nada esta situación.

—Escuchame un minuto y te dejaré. Es todo lo que pido. —Me mira a los ojos. En ellos, puedo ver los buenos ratos que hemos pasado—. Por favor.

Mi corazón de pollo y yo somos sensibles ante los recuerdos y quizás es eso lo que me detiene de resistir y suspiro, sabiendo que cometeré una estupidez al hacerle caso.

—Está bien. Un minuto, ni más ni menos. Vamos a aquella banca para dejar de estorbar. —Cruzamos la calle fuera de la uni y vamos al camellón que hay en medio de la avenida. Brianna se sienta, pero yo me quedo parado. Le envío un mensaje rápido a Isa explicando la situación y que se adelante. Ya luego habrá tiempo para narrarle la historia—. ¿Entonces?

Se aclara la garganta. Yo cruzo los brazos.

—Quería pedirte perdón. Creo que lo que dije ese día no fueron las palabras correctas. Llevo arrepintiendome de eso desde meses atrás... Debí de respetar lo que sentías y no dejarme llevar por el impulso de que, al no haber una relación oficial, no importaba nada de eso. —Hago una mueca. Siento que ya he escuchado estas palabras antes—. Nadie ha sido como tú. Eres único, Emi. No debí dejarte. No te pido que volvamos, solo quería disculparme por como acabó todo.

—Hablandote con la verdad, no hacían falta tús disculpas, pues simplemente dijiste lo que pensabas, fuera bueno o no. Pero las acepto.

—Gracias, yo...

—Solo que, a la siguiente —la interrumpo y miro a sus ojos directamente—, fíjate en lo que dices y que no causarle alguna inseguridad a la otra persona.

Abre la boca, dejando ver que mis palabras sí hacen efecto en ella.

—¿Eso te hice yo? —pregunta en voz baja. Se lleva una mano al pecho y la otra en la boca.

—Sí, pero al menos sirvió para que me diera cuenta de algo. Así que te lo agradezco en cierta parte.

—No sé que fue lo que hice, pero lo siento. Nunca quise hacerte daño con mis palabras.

—El daño ya está y no se quita con palabras. Aunque así puedes saber que no debes de decir la próxima vez. Eso es lo que puedes quedarte de lo que alguna vez tuvimos.

Miro la hora en el celular. Son cerca de las cuatro. Y quiero comer. Sigo sin entender cuál era la razón de esta plática más alla de unas disculpas que podían haber sido por mensaje.

—Si es todo lo que tienes por decir, espero que sea verdad lo que dijiste. Nuestra historia se acabó, el hilo que tenía se cortó y no puede volver a sustituirse. Por lo tanto, te deseo una buena vida y que llegues a encontrar a esa persona que pensabas que sería yo. Pero, digo esto en serio, no me vuelvas a buscar, Brianna.

La aludida se levanta y se pone unos lentes de sol, bloqueando la vista a sus ojos y cortamos la mirada.

—Lo entiendo, Emi. Gracias por escucharme y aceptar mis disculpas. Ojalá que tú también puedas encontrar a alguien que te ame como yo no pude hacerlo. Nuevamente perdóname por todo el daño que te causé.

Asiento. Comienza a caminar. Unas palabras aparecen en mi mente y no sé si sea buena idea decirlas o no. Decido hacerlo, esta será la última vez que la vea y es mejor no quedarme con nada.

—Por si acaso, yo sí te llegué a amar, Bri —digo alzando un poco más la voz. Se detiene y da la vuelta.

—Yo también, Emi. Solo parece que no fue lo suficiente para nosotros. —Deja salir aire—. Adiós.

Y ahora sí, la veo alejarse, llevándose consigo la historia que una vez nos unió y la misma que nos llevó a nuestro final.

No soy de los que se quedan con las partes malas de una persona. Decido quedarme con las buenas y las que me siguen ayudando a mejorar como persona. Brianna quizás no fue la mejor relación que tuve, teníamos nuestros fallos y como tal, no terminamos de encajar. Pero quererla fue bonito. Habían momentos donde era todo risa y felicidad, donde podía olvidarme quién era yo y dejar que el tiempo pasara mientras me divertía a su lado.

Lo que yo aprendí de esta relación fue lo último que me enseñó. Y bueno, que sigo aprendiendo aún y seguiré haciéndolo por mucho tiempo. Claro que también aquí influenció Arleth, que gracias a sus palabras y lo que yo viví con Brianna, comprendí.

Y es que al final el problema sí era yo, pero no porque no sabía cómo amar o no di el suficiente amor, sino que no sabía que debía de darme a mí mismo ese amor primero antes de dárselo a los demás. Debía de ponerme como prioridad antes de poner a alguien más.

Me siento en la banca donde Brianna estaba anteriormente y miro los árboles encima mío.

Parece que viene la parte complicada de existir.

𓆉

Hoy es el día donde Arleth regresa a clases. Incluso yo me siento nervioso.

Lett: oh God, Emi, creo que voy a vomitar (⁠(⁠(⁠;⁠ꏿ⁠_⁠ꏿ⁠;⁠)⁠)⁠)

Emi: toma aire y déjalo salir, repítelo hasta que te logres tranquilizar

La chica no me manda ningún mensaje por los siguientes segundos. Supongo, y espero, que esté siguiendo mi consejo. Es uno de los que me han dicho en mi clase para lograr que la otra persona se calme. Claro que es lo básico, pero siempre funciona.

Al ver que no dice nada, le marco. Responde cuando la llamada está a nada de acabar. La escucho llorar del otro lado del teléfono y me duele escucharla así.

—Lett... —Intento decir algo, mas ella me gana las palabras.

—Emi, ¿y si todo se va al carajo? ¿Y si se repite la misma que en el cole? —murmura tan bajo que apenas puedo oírla.

—No, no. Nada de eso va a pasar. Es un nuevo inicio, nuevas personas. No todos son iguales, grabate eso. Encontrarás gente muy buena allí y que te querrán mucho. No te centres en lo negativo de esta nueva etapa.

Suelta un sollozo. Al fondo puedo percibir el sonido de la llave del lavabo y varias personas hablando.

—¿Ya estás en la universidad, Lett?

—Sí, pero estoy metida en el baño. No me animo a salir.

Son las siete de la mañana para mí, siendo el caso que ella tiene el tiempo adelantado por una hora. En nada iniciarán sus clases de acuerdo al horario que me ha mandado.

—Sí, sí puedes. Ya te lo he dicho, eres alguien muy valiente, que se atreve a enfrentar todo lo que se le cruza en el camino y que siempre está ahí para sacar las garras por los demás . Tienes que dejar salir ese brillo que tienes dentro para que el mundo entero lo vea. Aún no demuestras la mejor versión de ti. Este es el momento, Lett.

—Con esas palabras siento que conquisto el planeta entero —dice y sé que hay una sonrisa en su cara.

—Entonces ve a hacerlo. Conquístalo. Y si necesitas quién te acompañe cuando la guerra se ponga fea, sabes que siempre estaré ahí. No estás sola esta vez, ¿okey? —Hago una pausa. Observo a Isa bajar de la escalera a las carreras y sin maquillarse. Lo hará en el camino—. No dejes que el miedo se impoga ante tus sueños.

Silencio. El ruido de una puerta abriéndose y el suspiro de mi amiga en mi oreja.

—Solo porque sos vos te voy a dar bola. Lo voy a probar. Pero no te prometo nada.

—Ya estás dando el paso más importante de toda la vida: enfrentar el miedo.

Suelta una risa y yo elevo una ceja, preguntándome que es lo que le causa gracia.

—Perdoná, los nervios me ponen más risueña. Y bueno, es que también vos sonás muy distinto a como siempre. Más serio, ¿viste? —Se nota que ya está menos tensa, en su voz puedo advertirlo.

—Ah. Es que estoy en este modo siempre que ando metido casi por completo en el semestre. Cómo en vacaciones borro todo recuerdo de la uni, me relajo más. Quizás es por eso.

—Cualquier versión tuya, me va a gustar montón. —Deja de hablar unos segundos y vuelve a la charla—. Nunca dejes de ser así.

—Jamás.

—Gracias por estar acá. Me ayudaste un montón, pelirrojo... Te voy a estar contando todo cuando termine todo.

—Yo te dije que lo estaría y lo cumplo. Recuerda que esto no será igual a aquella vez. Cambios nuevos, personas nuevas. Ten siempre eso en mente.

—Sí... Hasta luego, Emi. Te quiero.

—Yo también. Suerte.

Sonrío y corto la llamada, deseándole que todo le vaya bien porque se merece las mejores cosas.

𓆉

Basta, quiero muchísimo a Emi. 🥹

Ese mensaje también va para ustedes, no dejen que una mala experiencia les arruine las nuevas que la vida les tiene por sorpresa. <3

¡¡Espero les haya gustado el capítulo!!

El siguiente viene con un momento que me encanta bastante jdkajs. Nos vemos el próximo martes. :)