Capítulo 24

El rostro de Kope invadido por el miedo inspira una gran felicidad en mí. Me tranquilizo pensando que son los sentimientos de Vaerunes los que se encuentran dentro mío.

-Eso no es un chiste, vamos.- su voz tiembla.

-Tenes razon, no soy ningún chiste. Me gusta que tomes en cuenta la magnitud de mi presencia. - la risa de Vaerunes inunda el bosque.

El cae al piso y me mira horrorizado; me acerco despacio y me inclino apoyando mis manos en mis rodillas.

-¿No te parece un buen día para morir? - siento como las comisuras de mis labios tiran forzadamente para formar una sonrisa.

Kope se levanta rápidamente y sale corriendo.

-Agarralo, de lo demás me ocupo yo. - asiento y corro detrás de él esquivando árboles en el camino - No dejes que salga del bosque, sino no voy a poder ayudarte.

Apuro mi carrera y veo como cuerpo cae varias veces pero se levanta velozmente para seguir corriendo. Logro agarrarlo luego de varios intentos; siento como mis manos comienzo a sentir como pierdo el control de mis manos.

Lo sujeto del cuello, lo tiro hacia atrás, agarro el cuchillo que había escondido y lo hundo en su corazón.

Mi vista se vuelve borrosa y la voz de Vaerunes se escucha lejana.

-Que en tu próxima vida no sufras tanto como esta; que en tu próxima vida puedas cumplir tus sueños; que en tu próxima vida no causes tanto dolor y no te hagan tanto mal. Pronto vas a poder vengarte, los que te hicieron sufrir, sufrirán.

Lagrimas caen involuntariamente, a pesar de todo Kope era solo un peón.

Su cuerpo cae al piso boca abajo, el cuchillo sigue clavado en su espalda.

-¿Van a morir todos? - pregunto mirando el cuerpo de Kope.

-Sí.

-¿Vas a poder hacerlo?

-No estoy sola, pequeña. Estoy más acompañado de lo que crees.

-¿Tienen que morir todos? No podría salvar a una persona? - pregunto esperanzada.

-¿Quién merece seguir con vida?

-Jano. - lentamente cubro con hojas el cuerpo de Kope .

-¿Pensas que es un santo?

-No. Supongo que, como todos, el hizo algo. Pero... - acomodo las hojas para que lo tapen por completo - sé que si le das una oportunidad él podría volver a empezar.

-¿Y si te equivocas? ¿Quién va a ocuparse de él? - siento la presencia de Vaerunes y no tengo que darme vuelta para saber que está detrás mío.

-Allá, en donde vivo, la gente todavía se preocupa por los otros. Todavía se preocupan por mantener un poco de paz; de una u otra manera se van a ocupar. Además, es solo uno.

-¿Tanto deseas que viva? - se escucha un suspiro pesado - Decile que se aleje lo más posible, no es una opción, es una orden. Si quiere vivir que se aleje de acá, solo así, quizás, pueda sobrevivir.

-Sí.

-Recorda que tu mama todavía esta allá, Helena. Te voy a ayudar a vengarla.

Asiento y miro por última vez la montaña de hojas que hace unos minutos era Kope.

Corro hacia el centro del bosque pero no avanzo mucho hasta que me choco con Jano.

-No hay tiempo. Escuchame, la cosa es as-

-¿Que paso con Kope? ¿Estás bien? - me agarra de los hombros y mira directo a mis ojos.

-Escuchame, por favor. Tenes que irte. Ahora. No hay tiempo par-

-No me puedo ir. Tengo que ayudar-

-¡No! -saco sus manos de mis hombros y agarro su cara - No. Escuchame.

Sus ojos están fijos en los míos, su ceño y sus labios fruncidos demuestran preocupación y por primera vez en mucho tiempo, sé que mi decisión es la correcta.

-Alejate lo más que puedas, le pedí a Vaerunes que te deje con vida, pero para que pase eso vas a tener que irte. No podes quedarte acá. No necesito ayuda. Vaerunes va a ocuparse de todo. - abre la boca pero no dejo que ninguna palabra salga de esta - No te estoy dando opciones, y no hay necesidad de hacer que Vaerunes se ocupe de vos, ¿verdad? - tampoco lo haría, pero él no lo sabe, a lo mejor el miedo que transmite Vaerunes lo convence - Andate bien lejos, no mires, no pienses, anda a la ciudad, te vas a adaptar fácilmente, empezá una nueva vida. Te estoy dando la oportunidad de volver a nacer, no malgastes mi deseo. No se cómo va a terminar todo esto, sé que hay cosas que me están ocultando y que vos sabes y está bien, no te juzgo, no lo hago. Pero haceme caso, solo con esto y sea cual sea el final voy a estar feliz. - acaricio su mejilla e impido que las lágrimas salgan de mis ojos, no quiero que me vea llorar, no ahora.

Me separo un poco de él pero sus brazos no me permiten ir muy lejos, me envuelven en un abrazo y apoyo mi cabeza en su pecho.

Ninguno de los dos hablamos, y está bien. No necesito de las palabras.

Sus brazos comienzan a soltarme pero lo retengo rodeando su cintura con los míos.

-Todo va a estar bien - me acaricia el cabello y tengo que poner todo de mi para no llorar.

-Tengo mucho miedo. - susurro contra su pecho.

-No tenemos todo el día. - se escucha a Vaerunes y por su voz puedo decir que está molesto.

Me separo de Jano y coloca sus manos al costado de mi rostro.

-Nos vamos a volver a encontrar. Estoy seguro.

-¿En esta vida?

-Sí. Te voy a buscar, estés donde estés.

Sonrio y me aferro a sus palabras.

-Vamos - insiste Vaerunes.

Bufo y me separo de Jano; dentro de mi siento que algo se rompe, que un pedacito de mí se fue lejos y es que me siento rota, que hay algo... un vacío, que quedo en ese abrazo.

Le doy una última mirada a Jano, su altura, sus ojos, sus cabello, brazos, manos, y rogo que pase lo que pase el siga con vida; doy media vuelta y comienzo a caminar hacia Óskópnir.

-No te quedes con los sentimientos dentro tuyo. - siento la presencia de Vaerunes caminando a mi lado - No sabemos qué va a pasar, se egoísta, hacelo por tu satisfacción.

No tardo en comprender a que se refiere y antes de que pueda si quiera sabe que es lo que estoy haciendo, avanzo a paso rápido hacia Jano, el parece sorprendido, pero no dejo que eso me detenga.

Tomo su cara entre mis manos y estampo mis labios en los suyos; me separo a los segundos.

-Es una promesa.

No dejo que me conteste y salgo corriendo.

Los arboles susurran a mis costados y una voz lejana llega hasta mí.

-No tengas miedo, voy a estar a tu lado. Se fuerte, nos espera una vida por delante.

Miro a mi al rededor en busca de Jano pero no se está y comprendo que eso fue obra de Vaerunes.

Sigo avanzando por el bosque e intento retener en mi memoria cada pozo, cada pájaro cantando alegremente, las hojas cayendo, las ramas firmes y aquellas no tanto, la sensación del viento golpeando mi cuerpo... los ruidos, imágenes y tacto que representan la vida. Vida que muy pronto va a desaparecer.

-Cuando todo termine, ¿voy a seguir viva? - pregunto mirando Óskópnir. Desde la copa de un árbol.

-Alguien tiene que vigilar a Jano, si algo pasa hay que ocuparse de el. Pretendo dejarte con vida. - siento su pelaje contra mi piel y de alguna extraña manera me tranquiliza.

-Pero...

-No depende solo de mí.

-¿Y de quien depende? - bajo de árbol y suspiro, sabiendo que no va a contestarme. - Ya debe estar lejos, ¿no?

-Sí. Es hora. No voy a poder acompañarte hasta allá, pero cuando llegue el momento vas a saber qué hacer.

-¿Y si no sé qué hacer? -pregunto comenzando a sentir cierto nerviosismo dentro de mí.

-Helena, naciste por y para esto. Vas a hacerlo bien.

En otro momento esas palabras, estoy segura, me hubiesen afectado y hecho que me deprimiera. Si el motivo por el cual nací es ocasionar la muerte de miles de personas...

-No lo pienses tanto. Dejalo fluir, está en mi naturaleza. Nací para esto, nací por culpa de ellos, y por mi culpa morirán. La vida es una rueda, Helena... y ellos se equivocaron muchas veces, las cosas vuelven, creeme que lo hacen. Y si no lo hacen... yo me voy a encargar de que lo hagan. – Escucho un gruñido detrás mío y el pelo se me eriza – No hay vuelta atrás. El fin está por comenzar.


~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 Admito que cuando termine de escribir este capítulo tenia piel de gallina, ¡espero haber podido transmitírselo a ustedes!

Recuerden comentar, votar y compartir con sus amigos/familiares lectores, cada lectura, cada voto y comentario me ayudan  a seguir avanzando. 

Muchas gracias a todos los que leen, esto es posible gracias a ustedes. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top