Capítulo 18
Abro los ojos lentamente. Oscuridad. Intento levantarme pero una puntada en mi pierna me impide hacerlo. Me vuelvo a recostar y con mis manos tanteo el piso. Es tierra.
Maldigo e intento levantarme nuevamente. Es imposible, el dolor es insoportable.
-No lo intentes. No vas a poder, al menos no ahora. - la voz de Vaerunes suena en mi cabeza.
Estoy en el bosque.
-Sí. Te trajo hasta acá un muchachito. - su risa hace erizar mi piel - El no tuvo la misma suerte que vos. - comienzo a ver sus ojos frente a mí, ojos grandes a los que antes tenía terror. Ya no sé de qué tener miedo, ya no puedo confiar en nadie.
Cierro mis ojos y suspiro.
-¿Qué hiciste con él? - susurro.
-¿Importa? Te trajo hasta acá, arrastrando cual bolsa de papas, pequeña. Pensando que el gran monstruo del bosque acabaría con vos. A veces me pregunto qué tan estúpida puede llegar a ser la gente.
-¿Qué fue lo que le hiciste, Vaerunes? -repito
-Muerto esta. - se vuelve a reír. - ¿Esperabas que lo invite a tomar el té? ¿Y que lo haga reflexionar sobre lo que hizo? Esta gente no funciona así, deberías saberlo.
Abro los ojos y su mirada me hiela la sangre.
-No son lo que esperabas, ¿cierto? ¿Pensante que alguien te comprendía? ¿Qué tenías aliados? ¿Que, a lo mejor, ellos te ayudarían en la revolución que todos esperan? - vuelve a reír. - Estas personas no tienen sentimiento de pertenencia, solo quieren dinero, sangre y poder. Ambos lados. Siempre fue así, y lo seguirá siendo.
-No todos son así. - digo con firmeza.
-A lo mejor no... Pero me atrevo a decir que si te pongo en una plaza, con los don y los sin don, los Tua Neeg, o quien quieras, en dos segundos, tu alma estaría volando hacia acá, y tu arbolito, que plantaría Jano, al lado del de Faisuri. Sabes que no te miento.
-Ya no se en quien confiar.
-Al menos no te mate. - su sonrisa muestra todos sus dientes, haciéndome cerrar mis ojos. -Tu amiguito te está buscando.
-No quiero ver a nadie.
-Ayyy, miren a la nena caprichosa. - dice su voz en mi cabeza, taladrando mi cerebro. -¿Pensas que vos sola la estás pasando mal? Tu amiguito, volvió de ver a su padre, el cual está enterrado bajo tierra por si no lo sabías, y se entera que desapareciste. Qué buena noticia, ¿no? Y el otro muchachito, del cual vos recibiste la sangre que te hizo esto que sos, no sabe nada tampoco. Ninguno sospecha que estas acá, tirada como una bolsa de papas en plan adolescente "no quiero ver a nadie".
-Soy una adolescente. - digo a la defensiva.
-De edad. Pero una adolescente normal no estaría hablando con un "mito", tirada en un bosque con un cuchillo clavado en su pierna. ¿Esa es tu definición de adolescente, Helena?
-No quiero esto.
-Es lo que te toca. Deja de quejarte de la mierda que encontras en tu camino, muñeca. Quejándote no vas a llegar a ningún lado, eh.
-No puedo hacer otra cosa.
-Podes. No queres. Extinción. - se acerca a mí.
-No quiero matar gente.
-Pero vos no vas a matarlos, pequeña. De eso me encargo yo.
-Es lo mismo. - digo apartando mi mirada de él.
-No. Tus manos van a estar limpias.
Me retuerzo en la tierra intento levantarme, pero caigo antes de poder sostenerme de algo.
-Si seguís así vas a morir desangrada.
-Tengo que salir de acá. - digo apretando los dientes por el dolor.
-¿E ir a dónde? ¿A llorar a tu cama?
-No te importa.
Su risa resuena en todo el bosque, no solo en mi cabeza.
-Mejor dormite, cuando despiertes todo va a estar mejor. - siento tu cercanía e intento alejarme pero con una daga clavada en mi pierna, las posibilidades de que me aleje son nulas.
Una piel suave me envuelve, el pelaje de Vaerunes me rodea y su calor me conforta. Antes de poder siquiera negarme a dormir, mis ojos se cierran y caigo rendida.
****************** ****************** ******************
Siento arder mi pierna e intento alejarme de aquello que m causa el ardor.
-No te muevas. - dice una voz masculina de forma brusca.
Me quedo quieta e intento recordar en donde estoy. Toco el suelo con mis manos, es tierra. Sigo en el bosque. Nuevamente el ardor se hace presente.
-Me duele. - digo con un susurro.
-No hay otra opción. - vuelve a decir la voz.
-¿Intentas curarme? - pregunto confusa por el tono del sujeto.
-¿Pensas que te quiero matar? Sería más fácil dejarte desangrar y listo.
-¿Porque pareces enojado?
-¿No debería estarlo? Helena, desapareciste por cuatro días. ¿Cómo pretendes que esté? ¿Bailando en una pata?
Guardo silencio y me pregunto cómo es que sabe mi nombre. No puedo reconocer la voz, no puedo escuchar bien, aún sigo algo dormida o adormecida por el dolor, la pérdida de sangre, y si es verdad que estuve cuatro días desaparecida, supongo que tampoco comí en esos días.
-No sé quién sos.
-¿Tan rápido te olvidas de mí?
-No puedo reconocer tu voz. Ni siquiera puedo abrir los ojos. - digo intentando hacerlo pero no obtengo respuestas,
-Estas muy débil. Tengo algo para que comas, termino con la pierna y te ayudo a comer.
-Gracias. - digo simplemente.
-Y por cierto.... Soy Jano.
Aprieto mi mandíbula y contengo la respiración. ¿Qué hace acá? ¿Su padre realmente murió?
-Le avise que estabas acá pequeña. No iba a dejar que mueras, el parece el más adecuado. - dice la voz en mi cabeza.
Largo el aire que guardaba en mis pulmones y espero a que termine de curar mi pierna.
-¿Es muy grave?
-No. Solo es un tajo hecho con la daga, pero al estar tantos días tirada fuiste perdiendo sangre. - escucho su voz alejarse y me comienzo a pone nerviosa.
- ¿A dónde vas? - pregunto rápidamente.
-Tranquila. No me voy a ir a ningún lado. No puedo dejarte así. - se ríe y su voz se vuelve a acercar a mí. - abrí la boca, tengo un poco de sopa nutritiva, de esa que preparan en la enfermería.
Obedezco y siento la cuchara con la sopa asquerosamente nutritiva. Su sabor realmente es un asco, pero tiene todo lo necesario para que un paciente en la enfermería a los dos días salga saltando y corriendo. Asqueroso, pero efectivo. -Esto apesta. - digo cuando termino de tomar dos cucharadas de la sopa.
-Sí. Pero es lo mejor que podes tomar ahora.
A su orden vuelvo a abrir la boca. En silencio termino la sopa y me da agua para poder sacarme el gusto.
-Gracias.
-De nada.
El silencio nos rodea, pero al no ver nada, no me siento incomoda, es por eso que no intento siquiera abrir los ojos.
-Todo es un caos, allá afuera. - puedo escucharlo preocupado. - se están matando entre ellos, ya no importa que sos, que sangre tenes y que dejas de tener. Es una locura, Helena. No sé qué está pasando, pero es realmente un caos.
-Poder. Eso pasa, muchacho. Gente que quiere quitarle la posición a otro. No hay otra forma que no sea matando, no saben otra cosa. Desde el principio fue así, - Vaerunes habla, pero esta vez no es en mi cabeza, lo puedo escuchar con mis oídos. Y suena igual de aterrador. - Todos se manejan por el poder, por el dinero, por la venganza. Todos tienen un motivo. Helena pudo haber sido el disparador....
-¿Que tiene que ver ella en todo esto?
-¿Que tiene que ver? Muchacho, esta chica, escapo, es una fugitiva, un error de los que ellos no perdonan, ella es todo lo que ellos odian y todo lo que estos quieren ver arder. Porque acá, muchacho, acá no hay un sentimiento de pertenencia, un amiguismo por el otro que está al lado tuyo. Acá es morir, o matar. Matar es siempre una opción. - se ríe y mi piel se eriza. - Helena solo es una excusa, sin embargo. No es un símbolo de nada, no es quien le dio esperanza a nadie. Porque ya nadie tiene esperanza de nada. ¿De un cambio? Muchacho, esta sociedad, esta basura que vive hace años, no hace más que matarse los unos a los otros. Esa es su forma de convivir. Hubo momentos en los cuales nada sucedía, y momentos como estos. En los que los pueblos, las casas... son un campo minado. Das un paso en falso y chau. Nos vimos en otra vida.
-¿Y tu solución es matarnos a todos? - pregunta Jano, noto agresividad en su voz.
-Decime... ¿ves otra solución? Una realista, por favor.
-Matarnos a todos no es realista. Es imposible hacerlo.
-No deberías subestimarme, muchacho. No deberías.
******************************************************
¡Magui reportándose!
No paso mucho tiempo desde que publiqué el capítulo anterior y eso me contenta.
Nuevamente, gracias a todos los que leen, comentan, votan y comparten con sus conocidos. Realmente significa mucho.
¡Buen domingo! 💟
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top