Habían pasado cinco años desde el secuestro de Chuuya, Dazai al fin lo encontró, luego de cinco largos años de búsqueda mundial. Lo único que pudo averiguar es que su esposo había sido secuestrado por cinco hombres, los cinco mafiosos más poderosos después de él

Había recuperado a su amado tesoro, pero..¿Chuuya lo seguía amando? No lo sabía, desde que su amado pelirojo llego, a estado en cama, sin decir una palabra ni dirigirle la mirada, Dazai se estaba empezando a preocupar

—¿Crees poder ayudarlo?

Le pregunto al esposo de uno de sus empleados, que además era un amigo de hace años, Nakajima Atsushi, un psiquiatra de veintisiete años

—No lo sé..su caso es grave, puede que necesite un profesional, pero si va a uno y cuenta todo, posiblemente te llevaron preso y..no sabemos que será de Chuuya

—Tú y ChuChu eran muy amigos antes de que fuera secuestrado..por favor trata de ayudarlo, te lo suplico Atsushi

—Haré lo posible, pero no prometo nada

—Gracias

Susurró el castaño tocando la puerta de la habitación que compartía con el pelirojo, la abrió lentamente y asomó su cabeza

—Chuuya, vino Atsushi a hablar contigo

—…………

Suspiro triste, no sabía que le ocurría a su amado esposo

—Entra

Susurró Dazai yéndose a su oficina, sabía quiénes lo habían secuestrado, pero no sabía que fue lo que hicieron con su Chuuya, por lo cual debía seguir con su investigación

—Hola Chuuya

—…………

—Dime..¿Recuerdas quien soy?

—…………

—¿Recuerdas quien es el castaño que te trata con cariño y se preocupa por ti?

—…………

—¿Recuerdas está mansión?

—…………

—¿Recuerdas que carrera estudiabas?

—…………

—¿Recuerdas cual es tu estado civil?

—…………

—¿Cuántos años tienes actualmente?

—…………

—..¿Qué fue lo que te hicieron?

—…………

Chuuya no pudo evitar temblar ante esa pregunta, se cubrió hasta la cabeza con las sábanas y se mordió el labio aguantando las lágrimas

—Lo hiciste bien Chuuya

Susurró el albino tocando la parte que debía ser la cabeza y salió de la habitación yendo a la oficina del castaño y tocando la puerta

—¡Pase!

Atsushi entro y se acercó a él

—No quiso hablar nada.., pero reaccionó cuando le pregunté qué fue lo que le hicieron

—..¿Eso significa que..

—Paso por algo muy traumante que su subconsciente intenta olvidar por completo

—¿Puedes venir mañana?

—Si, luego de mí trabajo vendré

—Gracias

Dazai no era de dar gracias, pero luego de lo ocurrido lo único que sabía era agradecer. Haber recuperado a su esposo fue el paso más grande

La noche llego y Atsushi se fue junto a uno de los empleados de más confianza del castaño

Osamu camino a la habitación, entro lentamente sin hacer ruido y se acercó por detrás de su esposo agarrándolo por sus hombros, no pudo evitar asustarse al escuchar un gritó agudo de Chuuya para luego escuchar sus súplicas

—¡No me toques!, ¡No lo hagas por favor!

Chillaba Chuuya aterrado y con dificultad para respirar

—Ey, tranquilo, soy yo amor

Susurro el castaño abrazándolo y dejándolo llorar en su pecho

—Soy yo

Decía repetidas veces intentando calmarlo