El segundo día de clases no fue tan malo como pensaron Astrid y Yeong que iba a ser. Se levantaron con suficiente tiempo, llegaron a todas sus clases, no quedaron en mal ante nadie y tampoco se encontraron con ningún Sallow a lo largo del día, salvo por la vez que los vieron pasar por el comedor dejando la habitación en completo silencio gracias a los alumnos que se les quedaron viendo y admirando, finalmente, observándolos desaparecer por la puerta al otro lado del gran cuarto.

--¿Por qué los miran así? –preguntó Astrid en dirección a Auclair–. Dudo mucho que realmente le pongan atención a alguien.

El tema Sallow le causaba una gran confusión y demasiadas incógnitas que necesitaba resolver para saber si tenerles miedo, o simplemente tener presente que ellos no son la gran cosa como se piensa. Solo quiere convencerse de que todo esto no puede ser posible y que tampoco lo era, que solo era una exageración por parte de todos en esa escuela para que ellos puedan tener lo que quisieran.

--Es que ya han causado un gran revuelo por toda la escuela –respondió la pelirroja–. De hecho lo hicieron desde el primer día que llegaron –agregó comiendo su hamburguesa–. Créanme, llevo varios años asistiendo a esta escuela y nadie ha creado un tanto revuelo como los trillizos.

--¿Por qué? –cuestionó esta vez el asiático–. Dudo mucho que ellos sean la gran cosa como todos creen.

--¿Nunca habían escuchado de la familia Sallow? –indagó la pelirroja con sorpresa para verlos fruncir el entrecejo y negar con extrañeza–. Los Sallow es una de las familias más ricas en todo el mundo, se dice que Maxwell, Luke y Clove son los últimos Sallow que han asistido a esta escuela, por lo menos hasta ahora –les informó empezando a dar la información.

Ese día Astrid y Yeong supieron toda la información posible por parte de Auclair, quien no tuvo ningún problema en proporcionárselos, pues ella sabía que necesitaban de ese conocimiento para no meterse en problemas con los tres Sallow.

En la noche, el dúo de amigos se pusieron a investigar acerca de los Sallow, dándose cuenta de cuán poderosos son esos trillizos de cabello de oro y ojos azules.

--Oigan, encontré algo más –pronunció el chico algo extrañado.

--¿Qué es?

--Es una leyenda acerca de los Sallow –informó haciendo que ella le pidiera que le pase el link de dicho texto, haciendo lo pedido y ambos quedando impactados por tal revelación que habían encontrado.

Sin embargo, al poco tiempo este texto desapareció indicándoles que alguien lo había borrado. No sabían quién había sido el causante de esto, pero lo que sí sabían era que no estaba totalmente desaparecido del mundo digital pues Astrid había guardado una copia de estas palabras.

Sin más para pensar, trataron de discutir esto con Auclair totalmente alarmados, pero ella se negaba a creerlo. ¿Por qué? Tal vez porque sabía que los Sallow son realmente peligrosos y poderosos, o porque ella sabía qué pasaba realmente en esa familia. Eran muchas las dudas que ahora tenían aquel dúo, pero muy pocas eran contestadas.

Sin embargo, la sorpresa se la llevaron cuando sus padres les mandaron un mensaje pidiéndoles que tuvieran extremo cuidado en el lugar donde se encuentran estudiando, por lo que ambos se acercaron al televisor de la sala y poniendo el canal de las noticias, para encontrarse con un encabezado muy impactante.

Leonard Phillips, encontrado muerto a las afueras de Korus.

Todos sabían que Leonard Phillips era el hijo del gobernador de Korus y que llevaba desaparecido casi un mes entero, tiempo en el que no habían detenido su búsqueda por órdenes del mismo Eduard, pero esta noticia era realmente impactante y sospechosa.

Y Auclair sabía una pequeña razón de esta sospecha que no tenían los oficiales.

Una razón que ignoraban los oficiales y el dúo.

--¿De qué hablan? –articuló la chica de cabello azabache con total confusión.

--Leonard era novio de Clove –respondió la más grande—. Ellos habían terminado un día antes de su desaparición.

Esto los dejo en completo shock, pues ahora tenían una mínima pista o una mínima idea de lo que hacen estos tres. Pero lo real es que no tienen ni idea de lo que ocurre en esta familia.

Por otro lado, los trillizos Sallow se encontraban en la sala de su habitación viendo la televisión.

Cuando la noticia salió en su televisor, Clove y Luke se encontraban dormidos en el sofá con botes de palomitas en sus piernas. Pero en ese momento llegó Maxwell viéndolos dormir y la noticia alumbrando sus rostros, por lo que apagó la pantalla y les colocó encima una cobija para que no les diera frío durante la noche y tampoco agarre un resfriado su hermana debido a las bajas defensas que ella presentaba.

Pero él se fue a su habitación para tomar una ducha y deshacerse de toda la sangre sobre su cuerpo. Finalmente, guardando unos anillos en un cajón de su mesita de noche y recostándose en su cama para poder dormir tranquilo sabiendo que había hecho lo correcto ante los ojos de su familia, algo que sabía era beneficioso para todos ellos.

Bienvenidos a la escuela Negative, ¿conocen los riesgos de Korus?