Capítulo 6| La mansión

A alguna de mis dos locas amigas se le ha ocurrido la idea de hablar con "el secuestrador" de Emma así que aquí estamos, paradas frente a la puerta del instituto. Admito que yo les di la idea de esperarlos aquí.

Cuando llegan ellos empiezan a hablar y yo inevitablemente miro a Alexander.

-Pero que bella dama. -Me dice y como siempre, se gana un sonrojo por mi parte.

Entonces, recuerdo que tengo que simular estar enfadada y lo miro mal. Ellos siguen peleando y peleando, Alexander hace un gesto de que nos vayamos y yo con un chasquido hago que aparezcamos en otro lado.

Estamos frente a la puerta de una gran mansión.

-Vaya... ha sido alucinante, ¿por qué no has hecho eso antes?

Lo miro severamente.

-Los poderes no son un juego, pueden ser extremadamente peligrosos e incluso causar muertes. -Él levanta las manos en señal de paz.

-Vale, no te alteres, bonita. Y sé que ese hechizo no es de los que matan.

Sonrío sabiendo que tiene razón. Ese hechizo nunca ha matado a nadie.

No sé por qué hemos llegado hasta aquí, nunca he visto esta mansión ni tiene ningún significado para mí. Alex, como si me leyera el pensamiento, me dice:

-Esta es mi casa. -lo miro- Es decir, aquí vive la manada.

Asiento con la cabeza y lo sigo cuando entra a la gran mansión. Miro con asombro el bosque que hay dentro y el precioso lago.

-Vaya... -se ríe de mi reacción.

-Somos muchos lobos en ésta manada, así que necesitamos mucho espacio y claro, un bosque. Eso es esencial.

Caminamos por un sendero que lleva hasta el lago. Ahora que lo veo todo más de cerca, puedo ver que hay varios bancos cerca del lago.

Mi mano roza sin querer la del castaño. Me sonrojo y trato de ocultarlo con mi pelo. Nuestras manos se vuelven a rozar. Siento un zoológico dentro de mi estómago.

Quiero unir nuestras manos pero, por desgracia, soy la persona más insegura que ha pisado la tierra y me da vergüenza hacerlo. Antes de que aparte la mano, Alex la entrelaza con la suya. Me sonrojo aún más, si es posible y miro nuestras manos juntas sin decir nada.

En vez de sentarnos en un banco como las personas normales, nos sentamos en el suelo y nos apoyamos en un árbol.

-¿Te gusta? -Me pregunta derrepente.

-¿Eh?

-La mansión, mi casa.

-Ah. -asiento torpemente- Claro que me gusta, ¿a quién podría no gustarle? Es muy bonita.

-La decoraron los padres de Logan, ellos eran como mis segundos padres.

Lo miro a los ojos. Estos reflejan un poco de dolor, debe ser duro perder a tus padres si los quieres tanto como ellos a ti. Como ya sabéis, ese no es mi caso.

Trazo círculos en su mano mientras sigo mirándolo. Se acerca un poco a mí, yo me acerco otro poco... ya falta nada pero que nos besemos.

-¡Emma, estamos siguiendo a un loco! -Sarah grita a lo lejos. Me separo de Alexander para verlos llegar.

-Que oportunos... -masculla.

Cuando llegan, Sarah se dirige directamente a mí:

-¿Por qué has desaparecido?

-Es una larga historia... -Respondo sin saber por donde empezar.

-Somos hombres lobo. -Suelta Alex sin delicadeza. Lo miro con los ojos como platos pero él no se da cuenta.

-¡Serás animal! Tenía que ser más suave. -Brama Max.

Sarah y Emma no se lo creen y hacen el amago de irse. Claro, es muy difícil creer algo como esto. Si yo no supiera nada y me lo contaran de esas maneras, seguramente saldría corriendo y me cambiaría el nombre a Florencia Pero No De Italia, la Floren para los amigos. Me río internamente por mis pensamientos.

Cuando vuelvo a la realidad, mis dos amigas no se han ido y los chicos están quitándose la ropa. Un momento... ¿están quitándose la ropa?

-¿Qué estáis haciendo? ¿Un striptease? -Refunfuña Sarah. Más me responde coqueto pero no le prestó atención, estoy demasiado ocupada mirando los abdominales de Alex.

Por desgracia, no puedo apreciarlos mucho más tiempo porque se transforma en lobo, al igual que sus amigos.

Observo más reacciones de cada una. Sarah sale corriendo y gritando mientras Max, o mejor dicho, su lobo la persigue. Ellos acaban metidos dentro del lago. Emma le lanza un palo al lobo. Cuando él lo coge, se adentran en el bosque y ya no puedo verlos.

Centro mi atención de nuevo en Ray, el lobo de Alex y me doy cuenta de que estoy acariciandolo. Lo estaba haciendo inconscientemente.

Él se levanta y lame mi mejilla. Sonrío y aparto mi cara.

-Déjate de besitos, lobito.

- Ah, pero bien que te gusta que te los dé Alex.

Me sonrojo y suelto una carcajada.

-No te pongas celoso, os quiero a los dos. Promesa.

Le hago un gesto indicando que se tumbe sobre mis piernas y cuando lo hace, acaricio su lomo y sus orejitas.

-Pero me tienes que querer más a mí, soy más lindo que Alex.

-No pongamos a Alex celoso, los dos sois monos.

Él no añade nada más y yo tampoco, creo que se ha quedado conforme con lo de querer a los dos por igual. No sé cuánto tiempo permanecemos así pero parecen horas.

En ese tiempo indefinido, sólo puedo escuchar el canto de los pájaros y por primera vez en mucho tiempo, puedo decir que me siento totalmente relajada.

Quizás querer a Alex no es una idea tan descabellada.

***

Hola holaaa. Traigo noticias, gente. Me he dado cuenta de que la mayoría de escritoras tienen una cuenta de Instagram para que la gente contacte con ella si tienen dudas.

Pues yo me he creado una, mi usuario es Its.Anguie (muy parecido al de wattpad). Si me seguís, os podréis enterar de cuando actualizo, de cualquier cambio y algunos adelantos en la historia y en las nuevas que estoy creando.

Byeee.😍

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