Capítulo 8:"Apuesta"

Los guardias del palacio veían con curiosidad cómo el nuevo alumno del gran hechicero Mahad caminaba en silencio por el pasillo para ir hablar con el Faraón. Para todos era bastante curioso las reacciones de su emperador, así que en silencio, sin que se entere los demás, hicieron apuestas de que si Mana se casaba con Hasani o el Faraón.

Era bastante debatible.

Los dos guardias que estaban delante de la gran puerta, la abrieron, y sin más el joven ingreso.

Atem quien estaba sentado en su trono, lo observaba seriamente. Bien, era su momento de dejarle cosas bien en claro y dejarlo en su humilde lugar. Se acomodó más en su trono, para estar más recto, levantando un poco su rostro, en un acto de superioridad. No le gustaba hacer esto, pero lo sintió necesario.

- Faraón -Hasani se inclinó ante el.

- Solo le puedes hablar si el te da su permiso -dijo a la defensiva Seth.

- No es necesario -intervino Atem, sin mirarlo, solamente sus ojos estaban clavados en el rubio.- ¿Que pasó realmente?

- Ya se lo dije mi Faraón, Mana se sentía mal y colapso... Ojalá pudiera brindar más información.

- No te creo.

Ante esta declaración, la sala quedó en completo silencio. Mahad e Isis miraron a Atem levemente sorprendidos.

- Pero...

- Como dije, no te creo -aclaro nuevamente.- Y lo que más quisieras es que te vayas -el joven bajo la mirada con tristeza.- Eres un peligro para Mana -frunció el ceño.

Al escuchar esto, Hasani levantó la mirada y lo miró con decisión.- Por supuesto que no, no soy un peligro para nadie -sus mejillas se sonrojaron levemente, no pasando desapercibido por nadie.- No podría llegar a lastimarla, es muy importante para mí... Incluso diría que la quiero más que a una propia hermana...

La confección dejó perpetuo a Atem. ¿Estaba escuchando bien? ¿Le estaba diciendo que amaba a Mana? ¿Que sentía algo por ella?

- ¿Ya sientes amor por Mana en solo dos semanas? -preguntó.

- ¡N-no lo diría de esa forma! -dijo todo avergonzada.- Solo no podría hacerle daño, es imposible.

- Bien, solo quiero decirte algo -su rostro mostró más que seriedad.- Si llega a pasar algo parecido, o tienes algo en nuestra contra, no dudaré en decapitarte -los guardas y Hasani tragaron duro.- Solo te lo diré esta vez. Ya te puedes retirar -el chico asintió, inclinándose nuevamente para luego caminar hasta la puerta.- Ah, una cosa -la voz de Atem lo paró.- Esto solo queda entre nosotros.

(...)

A la mañana siguiente...




- ¡¿Que?! -los cocineros no podían creer lo que estaban escuchando. Los guardias asintieron energéticamente.

- Si, el nuevo alumno está interesado en la señorita Mana -dijo nuevamente uno de los guardias.- Y se lo dijo en la cara.

- Vaya, ese chico quiere ser decapitado -nego con la cabeza un cocinero mientras terminaba de amasar para el desayuno de la realeza.- La verdad que me intriga mucho lo que pensaría la alumna del poderoso Mahad ante esto.

- Por supuesto que no sabe nada, quedaron entre ellos y además ella es demaciado ingenua... -analizo la situación.

- Pero de lo que estoy segura -dijo una que limpiaba dejando baldes de agua en la cocina, llamando la antencion de todos.- Es que si el Faraón está enamorado de la alumna de Mahad, tendría que esperar unos años en casarse y consagrar el matrimonio -apoyo su dedo en el mentón mirando el techo.

- Pero el tema es si también ella está enamorada de él Faraón o su compañero... Ahí si podría ver una decapitación por primera vez en el reino del Faraón Atem -los demás asintieron.- Además... -se inclinó en la mesa, lo demás se acercaron e hicieron lo mismo.- Seria también un caos si ella se llegara a revelar ante el... -susurro.

- Como puedes decir eso -se indignó el cocinero, ya terminando de amasar y poniéndolo en una bandeja, para ya ponerla en el horno.- Eso sería una traición muy fuerte -declaro.

- Lo sé, lo sé.

- Pero bueno, antes de irnos -un guardia sacó un papiro.- ¿Por quién apuestan?

Hubo un silencio. Pero no era de incomodidad, sino de estar pensando la respuesta. Luego cada uno dijo por quién apostaban y se miraron cómplices.

- ¡Oigan! -un portazo se escuchó, y se sobresaltaron por el grito. Los guardias se asustaron más por el hecho de escuchar a su superior.- ¡¿Por qué tardan tanto?! -se quejó Seth mirando con enojo a sus guardias.

- L-lo lamentamos, tardamos porque...

- Ya está sus balde de agua -la sirvienta se inclinó y les entregó los baldes.- Ya les llevare los demás -los guardias agradecieron esto.

- Bien -Seth asintió ante esto.- Vamos yendo -le hizo una seña a los dos guardias para que fueran con el. Sin rechinar lo hicieron.

Luego que se fueron, los cocineros se miraron.- Estoy seguro que Mana se casará con el Faraón -los demás asintieron estando de acuerdo.

- Vaya, están apostando -murmuro divertida Isis detrás de la puerta. Había escuchado todo. Se le hacia bastante divertido todo esto. La verdad que también le gustaría apostar.- Se lo diré a Mahad, estoy segura que le encantará... -sin más se perdió en los pasillos.

(...)

- ¡Alumna tonta! Tienes que descansar -le regaño Mahad bastante enojado. La verdad quería que hoy descansara todo el día, para así no arriesgarse. Pero bueno.

Es Mana.

- ¡Claro que no! Estoy más que bien maestro -sonrio animada. Levanto sus brazos con felicidad y siguió caminando por el borde de la fuente demostrando que tenía razón.

- Mira, no es tan difícil quedarte al menos unas horas más en la cama, cerrar los ojos y dormir -adelento el paso la ver que ella daba saltos mientras caminaba. Además que estaba en la orilla de la fuente. Que imprudente era, y sabía que nunca lo podría cambiar.

- ¡Si es difícil! -paró los saltos para mirarlo y hacerle un puchero.- No es lindo estar en la cama todo el día.

- Pues lo tendrás que hacer, te guste o no -seguia con su postura. Dio un suspiro de rendición al ver que Mana negaba con la cabeza.- Bien, hagamos algo. Solo por hoy tendrás el día libre. Pero mañana... ¡Estaras sentada horas leyendo papiros por no querer hacerme caso! -negocio.- "A quien engaño, como si fuera que estará dos minutos leyendo los papiros". -pensó.

- Esta bien -dijo feliz pero también traicionada por lo de mañana. Igual no lo haría.- ¿Y Hasani? -preguntó mirando de un lugar a otro.

Mahad se sorprendió un poco. Se supone que siempre pregunta por Atem, lo por el.

- Esta estudiando...

- ¡¿Por qué está solo?! ¡Tengo que acompañarlo! -Mana bajo de un salto, estando dispuesta que buscarlo.

- Mana, escucha lo que te quiero decir y me seras sincera -pidió seriamente, haciendo que Mana pare y se acerque a él nuevamente. Le hizo una seña para que se siente en la puesta y lo hizo.- ¿Que piensas de Hasani?

- ¿Que pienso? ¡Es genial! -dijo con emoción.- Es tan divertido, carismático, amable. También es muy bueno en la magia.

- Oh... -Mahad se esperaba que hablara bien, pero no tan bien. Era complicado.- ¿Crees que es buena persona?

- ¡Por supuesto que si! :D

- "Por Ra, esto se pondrá feo". -pensó. Su mirada se volvió seria.- ¿Que sientes por el?

- ¿Que siento? -se puso pensativa.- Sinto... Que el es todo lo que necesito...

Mierda, ya veía la cabeza de Hasani rodando ante los pies de Aten.

- Es el... -las mejillas de Mana se sonrojaron. Mahad se estaba sorprendiendo por todo esto. Siempre veía la atracción de su Faraón y alumna. Es más, le gustaba su química... Pero esto no se lo veía venir. ¿Los sentimientos se pueden cambiar de un momento a otro?.otro.-  La verdad que no se como definirlo...

- Esta bien -el mago miró como desviaba su mirada a la flor de loto que flotaba en la fuente.- ¿Y por el Faraón?

- ¿Atem? -Mahad ni se tomaría el tiempo de corregirla. Ella se puso pensativa. Fruncio el ceño.- Esta siempre yendo a un lugar a otro, y no puede pasar tiempo conmigo... Pero -sus mejillas también se sonrojaron.- El es... Mi mejor amigo.

Mahad escucho un gemido de dolor y como detrás de Mana se movió el rosedal -que claramente Mana ni cuenta se dio-.- "Eso debió doler...".

- "Maldicion... Ra, ¿Por qué me castigas de esta forma?". -pensó desesperado y dolido un joven de pelo tricolor.



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