En cuanto Garreth terminó su comida nos miró uno a uno para luego dirigirse hacia papá y saltar para colocarse encima de sus piernas y aunque al principio se quedó sorprendido por lo que acababa de hacer el animal, soltó una sonora carcajada para luego comenzar a acariciarlo mientras continuaba cenando.

-¿Ya le has puesto nombre?- preguntó interesado.

-Se llama Garreth- expliqué.

-¿Has sacado el nombre de alguno de tus libros?- volvió a preguntar papá.

Lo cierto, es que una cosa que siempre me llamaron la atención de algunos libros, eran los nombres de algunos personajes, pero en este caso, el nombre del gato me recordaba más bien al momento en que me vio y es que nada más hacerlo se aferró a mí como una lapa.

-No- confesé-. Se me ocurrió sin más.

En cuanto terminamos de cenar, subí de nuevo a mi habitación con Garreth pisándome los talones para terminar de hacer los deberes y mientras los hacía, él volvió a ponerse en el alfeizar de la ventana.

"Me pregunto si ese gato sabe qué significa esa luz"

Al final, cuando terminé mis deberes y me preparé para seguir leyendo el libro en la cama, Garreth se colocó a mi lado para que le diera mimos mientras seguía con mi lectura.

"Sin duda este gato va a conseguir que me sienta menos sola en este lugar"

Ya han pasado cuatro días desde que llegué al pueblo y Garreth llegó a mi vida pero debo confesar que todavía hay cosas de este lugar que me chirrían y es que aún no sé de dónde viene la luz misteriosa porque cuando decidí preguntárselo a mamá y a papá, estos me dijeron que no habían visto ninguna luz.

Luego, que hace dos días en el pub vi a Grant, a Jerry y a Larry y no paraban de cuchichear a la vez que miraban a Garreth y aunque este no les hacía nada, tampoco les quitaba la vista de encima.

"Es como si les conociera"

Y por último, los hermanos Warnes no paraban de vigilarme, me sentía como un cervatillo acechado por una manada de lobos.

Lo bueno de este día era que por fin empezaba el fin de semana y como ya había ayudado a mamá y a papá durante toda la semana, habían decidido que no trabajaría hasta el lunes.

"Así podré conocer el pueblo más a fondo"

Al terminar las clases del día, decidí salir corriendo del aula para no toparme ni con el club de pijas ni con los hermanos Warnes y cuando vi que ya me había alejado lo suficiente decidí pasear un poco por la linde del bosque.

"Este bosque debe de tener cientos de kilómetros"

Seguí andando durante un buen rato hasta que me dio un poco de hambre por lo que decidí sentarme bajo un árbol para empezar a comer el almuerzo que me había preparado esta mañana.

Estaba tan tranquila y tan relajada que sin darme cuenta ya había perdido la noción del tiempo porque empecé  a ver que estaba empezando a oscurecer, aunque me pareció muy extraño porque según mi reloj solo eran las cuatro de la tarde.

"A lo mejor es que se avecina tormenta"

Pero cunado levanté la vista me fijé en que no había muchas nubes en el cielo, lo que hacía que la situación fuera cada vez más extraña.

MIAU

Casi me muero del susto cuando vi a Garreth mirándome fijamente.

-¡Dios, Garreth! ¿qué haces aquí?- pregunté aún alterada.

"Si estaba encima de la cama cuando me fui a clase esta mañana"

Al verme tan enfadada con él, Garreth se acercó a mis piernas para comenzar a frotarse como si fuera su forma de pedirme disculpas.

-No sé cómo te has podido escapar de casa, pero será mejor que nos vayamos de aquí antes de que se haga de noche- dije a la vez que me agachaba para cogerle.

De repente, Garreth salió disparado en dirección al bosque.

"Maldita sea"