Capítulo 41: Búsqueda

| Caden |

Apenas llego a mi manada cuando me doy cuenta que todo el lugar se encuentra hecho un caos, primeramente porque veo como varios guerreros beta siguen encargándose de los cuerpos de los assasin muertos y por consiguiente, de cómo muchas familiar se consuelan entre sí luego de la mala experiencia que han vivido; por el reporte que he recibido una vez que llegué me di cuenta que aunque se haya hecho todo lo posible para defendernos de esos asesinos, al final, termino siendo lo mismo, al darme cuenta de que perdimos unos cuantos hombres y mujeres lobo durante la lucha.

Lo único que necesito es regresar a casa para asegurarme de que todo se encuentra bien, ya que aún no he tenido ni una noticia de mi familia por lo que eso me ha vuelto impaciente, añadiendo que, tampoco me han comentado algo sobre Gemma y es otro asunto del que me debo de preocupar ya que ella puede ser la más vulnerable de todos cuando ni siquiera sabe defenderse de los assasin como se debería.

Estoy a unos metros de llegar a mi hogar cuando a lo lejos mis oídos perciben ciertos murmullos muy bajos de los que coinciden con mi padre y unos guerreros, eso sin decir que, mi olfato ya ha detectado el singular olor a sangre y desde luego eso es lo que me puso en alerta para salir corriendo para poder llegar en menos de tres minutos.

Doy unos pasos dentro dándome cuenta que lo que también era mi hogar parece ahora ser un lugar destruido, desde cosas rotas hasta objetos de cabeza o en otro lugar del que no deberían estar; mi cuerpo se paraliza a punto de que no soy lo suficiente capaz de poder mover un dedo en el instante en que también veo a Farah con el cuello roto. Aún la siguen investigando como si pudieran sacar pronto una conclusión de lo sucedido cuando es probable que ya tenga la respuesta; sin embargo, dejo de ver el cuerpo de la guardiana de Gemma en el momento en que siento como alguien pone una mano sobre mi hombro, ocasionando que me dé la vuelta de forma inmediata para encontrarme a mi padre quien no sólo por su rostro preocupado, sino por su aura me dice que algo no está nada bien.

— ¿Y Gemma? —Pregunto por ella. — ¿Dónde está? —Empiezo a caminar por la sala.

Está a punto de detenerme cuando terminó por ver hacia el suelo dándome cuenta que hay varias manchas de sangre, entre ellas, desde pequeñas hasta grandes que parecen ser como una laguna. Miro otra vez a mi alrededor para darme cuenta que la sangre tiene un camino que varía, desde la cocina hasta la dirección de mi oficina. Aprieto mi boca y busco la forma de no sacar conclusiones rápidas que puedan ocasionarme el peor miedo de mi vida.

—Caden... —Me llama mi padre. —Una parte de la sangre es de Gemma. —Sentí mis piernas flaquear con esa repentina respuesta.

Camine casi a trotes por todas las habitaciones de mi casa, desde mi oficina hasta la cocina pero solo encontraba más desorden, manchas de sangre y olores conocidos que supe que se trataban de Gemma y dos assasin; luego pasé al segundo piso en donde fui derrumbando cada puerta con la esperanza de que estuviera escondida en algún lugar de la habitación, en donde no ha salido por temor a que nuevamente vengan a atacarla. Sin embargo, eso no sucedió, busqué su olor o el latir de su corazón pero no obtuve ninguna señal de ella, por lo que mi intranquilidad aumenta y esta vez termino en la habitación que compartimos, siendo así que, le dé una mirada a todo el lugar la cual puedo decir que está y los demás cuartos del segundo piso son los únicos que no fueron destruidos.

— ¿Gemma? —Trago hondo. —Mierda... ¿Dónde estás?

Busco una nota o un objeto que me pueda dar la señal que en sí, ella huyo y está a salvo pero en vez de eso, sigo encontrándome con desilusiones al no tener ni una noticia de ella. Abro una de las gavetas de la mesita de noche a punto de que el impacto suele ser tan grande en el instante en que veo una prueba de embarazo la cual ha dado positivo.

Intento no pensar en las posibilidades en que esté embarazada, pero significativamente recobro la memoria al recordar como su cuerpo había empezado a cambiar, de cómo no había querido probar tan sólo un bocado de la comida de la boda, de lo pronto que deseaba que nos fuéramos, de la náuseas que presento por la mañana antes de que me marchará con los guerreros y desde luego, aún conservo la última conversación que tuve con ella donde pareció detenerme para querer decirme algo importante de lo que no permití que sucediera.

Mierda... Gemma está embarazada... Seré padre... Lo cual significa que ella y yo tendremos un cachorro.

Quisiera sentirme feliz ante la noticia, no obstante, me lleno más de preocupación al imaginar como la situación se pudo complicar para ella al haber estado sola y huyendo de los assasin, lo peor de ello, es que asesinaron a Farah, por lo que si nadie de la manada vino a protegerla, todas las cosas se pudieron complicar.

Bajo corriendo de las escaleras para ir a buscarla donde quiera que esté, pero apenas estoy a punto de cruzar por la puerta principal pero mi padre se pone en frente de mí, impidiendo que dé un paso más, lucho para que me dejé ir pero ambos no rehusamos nuestro propósito, provocando que al final, termino por pelear ocasionando que en un imprevisto, me agarre del cuello y me derribe al suelo.

— ¡Déjame ir! —Intento levantarme.

— ¡No puedes salir! Aún hay trampas de assasin allá afuera y por la condición que estas, es probable que caigas en una. —Me reprende.

— ¡No me importa! ¡Gemma no está acá! ¡Y la sangre es de ella! —Refunfuña.

Sabiendo como es mi padre, no me dejará ir de mi casa si no intento controlarme, por lo que aunque tenga que fingir que ya estoy más tranquilo, hago como si la situación ya no suele ser tan preocupante a punto de que, deja de mantener su mano en mi pecho para que pueda levantarme y de ser así, poder tener un plan sobre donde buscar a Gemma y también, que otros me ayuden en esto si no quiero que el tiempo siga transcurriendo y pueda que todo se encuentre perdido, ya que no tenemos idea de que parte puede provenir su sangre.

—Debes de ser inteligente y no dejarte guiar solo por tus emociones —vuelve a regañarme.

— ¿Cómo no quieres que sea emocional en este instante? —Saco la prueba de mis bolsillos y se la muestro. —Gemma está embarazada. —Digo entredientes.

Intentaría comprender la reacción de mi padre si fuera capaz de demostrar con sinceridad su preocupación, sin embargo, me es difícil cuando es un maestro en no demostrar a veces sus emociones, por lo que ahora, no tengo idea qué realmente debe de estar pensando ante la situación.

— ¿Me has escuchado? —Suspira.

—Sí, entendí que Gemma está embarazada. —La indiferencia que demostró su voz me hizo entender que no le importaba.

—Está esperando un cachorro... —Digo asustado. —Mierda... Debí estar acá para protegerla... —me agarro la cabeza.

—Estará bien, debe haberse refugiado con sus amigos, con Elaine o Justin —encoge los hombros mi padre.

Ojalá que sea así, porque si no está con alguno de ellos dos, empezaré a creer peores cosas de las que ya me he planteado con el poco tiempo que llevo en la casa.

—Vamos, tu abuelo quiere verte. —Dijo con autoridad.

Estuvo a punto de dar un paso fuera de mi casa cuando se da cuenta que no muevo tan solo un dedo para seguirlo, en vez de eso, me quedo en mi lugar y he pensado salir por la puerta de la cocina en donde encontré las otras gotas de sangre de las que no tengo duda que la puerta trasera pudo haber sido una escapatoria para ella e ir al bosque.

—Caden. —Mi padre se molesta al ver mi negativa.

—No iré contigo, mi prioridad es encontrar a Gemma. —Dije con firmeza. —He comprendido que toda mi familia está a salvo, pero mi mate, está desaparecida y herida, así que iré a buscarla. —Se da cuenta que no me retracto de mis palabras.

—Si te vas, te detendré. —Dice nuevamente molesto.

—Bien, hazlo. —Dije retándolo. —Pero toma en cuenta que, si me vuelves a detener, no seré el culpable de mis acciones. —Inquiero. —Gemma me importa lo demasiado para no ver esto como un asunto preocupante... Hay sangre, la casa está casi destruida y ella se encuentra desaparecida... Así que me iré. —Salí de mi casa rápido sin darle tiempo de que me diga alguna palabra.

Comencé a correr dentro del bosque debido a que es la probabilidad en donde ella haya podido escapar; utilice mi olfato para poder identificar su olor, por lo que tuve que ser muy cauteloso a la hora de ir entrando cada vez más al lugar, ya que tampoco no quiero precipitarme en encontrarme a otro assasin que esté en espera de cazar a otro hombre lobo.

No puedo creer que el día de ayer habíamos caído en la trampa de los assasin, sinceramente pensé que los teníamos atrapados pero en sí, ellos terminaron por sabotear nuestro plan cuando solo cinco de ellos habían sido el distractor perfecto para que otros hubieran ido hacia la manada para poder atacarla. Ni siquiera vi el momento en que a todos nos mantuvieron cautivos en un círculo de ceniza de serbal, aunque en sí, les hubiera sido sencillo asesinarnos a todos más cuando tenían a un alfa y diez beta acorralados en un solo sitio, pero a pesar de ello, esa no era su intención, el propósito de mantenernos dentro del círculo era para que nosotros no regresáramos pronto a la manada con tal de defender a todos los hombres, mujeres y cachorros lobos; y de cierta parte funcionó si no hubiese sido porque con el aullido, llamamos a otro grupo que se encontraba cerca a punto de ayudarnos a salir de aquel círculo de cenizas de serbal.

Aun así, nada de lo que esperaba se hizo realidad, el temor fue absolutamente grande al ver que habían atacado en un dos por tres a la manada sin piedad, asesinando a varias tropas y de por sí, unos cuantos pobladores; a pesar de ello, sigo sí entender cómo es que pudieron encontrar a la manada de una forma tan ligera, por lo que no tengo duda que si un assasin sobrevivió intentarán sacarle la verdad cueste lo que cueste.

— ¡Caden!

Me doy la vuelta en el instante en que Adrién aparece detrás de mí con otros siete guerreros de segunda clase, es probable que mi padre los haya llamado u mandado cuando me vio salir de casa sin darle la oportunidad de detenerme, aun así, pienso que él es capaz de irle a notificar a mi familia y entre ellos, mi abuelo para que sepan lo que le ha sucedido a Gemma. Pero, aunque sucediera eso, no creo que el motivo sea para darme una mano, sino más bien, para solo pensar que habrá una muerte más entre las demás.

— ¿Estás bien? ¿Elaine y Einar están bien? —Pregunto por su esposa e hijo.

—Sí, nos mantuvimos a salvo durante la cacería. —Asiento. —Tu padre me fue a buscar y mencionó que Gemma... —Lo interrumpo.

—Sé que está viva... Solo... Debemos seguir persiguiendo su paradero hasta llegar a ella. —Insinué.

Adrién comprende mi angustia a punto de no querer seguir dando más posibilidades de que Gemma se encuentre gravemente herida o muerta luego de los datos que debe de conocer; así que, solo se limitó a callar y darle órdenes al grupo que se encargaría de ayudarnos a buscar a mi prometida.

No supe cuánto tiempo nos llevamos en la búsqueda, apenas me di cuenta como el sol fue posicionándose más en el centro a punto de volverse todo muy cálido, seguía con esa tentativa de hallar a Gemma viva, no importaba donde se encontrará, sabía que daría con ella de alguna forma, lo que sí, me seguía preocupando era la gravedad de sus heridas, ya que también, he percibido el olor de los assasin por varias partes del bosque y eso puede significar que fueron detrás de ella en un pequeño o gran grupo, del cual sin importar el número de integrantes sé que Gemma no iba a poder defenderse sola con ellos.

Apenas me detuve un instante para escuchar un aullido de alerta, por lo que, dejando el camino por donde estaba persiguiendo unas huellas, termino por alejarme para ir en dirección a uno de los guerreros que se ha involucrado en la búsqueda, por lo que yendo hasta él, empiezo a sentir un olor cada vez más fuerte a sangre aunque también a una combinación de pudrición y wolfsbane. Intenté no pensar que fuese Gemma, sin embargo, su olor no coincide con el que estoy buscando, aun así, mientras más me iba acercando, fui reconociendo también ese aroma que me es muy conocido por alguien a quien quiero mucho.

—No vayas... —Adrién intenta detenerme. —Caden, no vayas ahora...

Empuje a un lado a Adrién para ver a lo lejos a una de las personas que menos pensé que le iba a llegar a suceder esto. Mis ojos se cubrieron de lágrimas y sentí como el estómago se me revolvía al verlo en aquel estado, desde luego, ese indiscutible dolor en el pecho fue el siguiente en aparecer y por más que quería imaginar que esto solo era una pesadilla, comienzo a interpretar que es la realidad.

—Ta... Tahiel... —Un nudo se me hizo en la garganta al verlo en aquel estado. — ¡Tahiel!

Corrí hasta donde se encontraba mi hermano, caí arrodillado en frente de su cuerpo para darme cuenta del mal estado en que se encontraba su cuerpo; tiene varias heridas graves que traspasan parte de su piel, aunque eso no es lo único, sino que también está rodeado de una laguna de sangre de la que ya es muy tarde para detener. Ni siquiera tengo el valor de poder tomarlo, pero aun así, camino para ponerme detrás de él para sentir como su cuerpo ya se ha puesto pesado, mis manos y mi ropa se llenan de sangre a punto de que intento abrazarlo.

—Tahiel... ¿por qué tú? ¿Por qué tú?

Lo abracé a punto de empezar a derramar las primeras lágrimas al ver a mi hermano no de sangre en aquel estado; su cuello se encontraba cortado, me percaté que le han robado sus dientes y de por sí, le quitaron su corazón. Aquel nivel de crueldad lo conocía a la perfección, pero jamás imagine poder sentir el dolor de perder a alguien quien tanto quieres y que nunca imaginaste que llegaría a morir de esta forma.

—Lo siento, lo siento... —susurraba mientras lo abrazaba cada vez más fuerte.

No era mi hermano de sangre pero por un momento fue de crianza a punto de que lo considerará de esa forma; él era mayor que yo por unos meses pero su nivel de madurez era más grande que el mío; mi madre se encargó de él en sus primeros años de vida luego de que la suya muriera a causa de un envenenamiento, por lo que al ser amigas, mi mamá fue quien lo cuido como su propio hijo durante el embarazo, como también, luego de mi nacimiento. Quizás al principio a mi padre y mi abuelo no le había gustado la idea de tener un lobo de invierno con nosotros cuando el padre de Tahiel permitió que mi madre se encargará de él por un tiempo luego de caer en depresión por la muerte de su esposa, pero mi madre siempre ha sido muy generosa por lo que deseo encargarse de él cuando solo era un cachorro.

Es por ello que ambos nos criamos y crecimos juntos, considerándolo de esa forma un medio hermano para mí, ya que aunque no hayamos nacido de la misma madre, compartimos la misma leche de ella. Y de por sí, el mismo amor que siempre ha sido incondicional hasta que a los siete años, tomo la decisión de querer vivir con su padre luego de saber que él lo necesitaba.

—Lamento esto Tahiel... Lo lamento... —Sollozaba al saber que él no regresaría.

Quizás teníamos nuestras diferencias, pero para mí, él siempre fue mi hermano aunque mi abuelo nunca quiso que tuviéramos una buena relación o al menos que tuviera un afecto por él. Con Tahiel aprendí muchas cosas de las que siempre le estaré agradecido, hasta puedo decir que, su vida parecía ser más normal y tranquila que la mía, una de las cosas de las que envidiaba de él sabiendo que su padre lo había llevado a un camino más pacífico cuando el mío, no hacía más que involucrarme en ese lado oscuro que también mi abuelo lo había llevado.

Siempre Tahiel me prometía que cuidaría de mí, sobre todas las cosas, sin embargo, como hermano, yo no hice lo mismo. En vez de eso, lo llevé a la muerte y ahora, ya no lo tendré conmigo.

—Prometo que esto no se quedará así... —Le digo lleno de rabia. —Los que te hicieron esto lo pagarán caro.

Esto es imperdonable, nadie puede tocar a mi familia y quien se atreva a hacerlo, me conocerá bien. Porque así como no tuvieron piedad con mi hermano, tampoco llegare a tenerla.

—Hay que buscar los asesinos de Tahiel. —Murmuré molesto. —Él no se merecía esto y no perdonaré ni a un solo assasin que se haya atrevido a jugar de esta forma con su vida. —Gruñí.

Intento quitarle algunos lazos que fueron amarrados en sus pies, buscando la forma de quitarle cualquier arma que lo haya asesinado; a esta altura mi vida está dando un enorme giro del que me ha tomado de imprevisto y por más que no quiera tomar este asunto de forma personal, en sí, se está volviendo de esa manera con la mezcla de emociones que están intercediendo cada vez más con este problema.

—Alfa. —Se acerca uno de los guerreros. —Hemos encontrado el rastro de su mate. —Enarqué la ceja.

—Lleven a mi hermano a la cueva de Bohdan e intenten que nadie vea su cuerpo. —Les ordenó a cuatro de ellos.

No sé cómo haré que su padre no enloquezca con esta noticia, porque sé que mi madre será la siguiente en llorar por su muerte cuando también lo quiso como un hijo. De alguna u otra forma, se sabrá la verdad y no habrá nada que esos assasins se salven en esta ocasión porque ahora ya tienen a más enemigos en su lista con este caos que han ocasionado.

—Llévame hasta el rastro de ella. —Le digo al guerrero.

Dejo el cuerpo de mi hermano antes de darle una última mirada, seque aquellas lágrimas para luego tomar nuevamente esa fortaleza que necesito para seguir adelante. No quiero dejarlo, pero eso también implica que dejé a Gemma en cualquier estado que se encuentre ahora... No tengo idea de como me quitare este dolor que estoy sintiendo, pero aún así, sé con seguridad que Tahiel también me empujaría a que la buscará a ella para salvarla.

—Te quiero. Siempre serás el mejor hermano de todos. —Le dijo antes de marcharme.

Los demás guerreros y Adrién nos acompañaron para seguir acercándonos hacia el lugar en donde puede encontrarse Gemma, eso me da la probabilidad que pueda estar cerca y que todo no sea como todos lo asimilan hasta el momento. Corremos cada vez más profundo hasta el bosque haciendo que nos detengamos en el instante en que el guerrero me muestra una nueva mancha de sangre de la que apenas se puede notar entre la tierra y las hojas caídas de los árboles.

Me agacho para poder ver la severidad de la sangre, parece ser que se detuvo un momento, quizás unos ocho o diez minutos antes de volver a correr, miro unas huellas que han sido el reflejo de unos pequeños pies que se hundían entre la tierra húmeda del bosque, con eso supe de podían ser de ella, por lo que sin decir nada, dejé que mi olfato nuevamente me guiará con su olor, haciendo que otra vez corriera lo más rápido que pudiera para no perder el rastro del aroma, del que no suele ser inconfundible por el olor a hiervas y sudor, sino que también, a miedo y peligro.

Cada vez que corría podía ver a lo lejos la terminación del bosque, por lo que apenas al llegar, me tuve que detener de pronto para ver que ya no estaba el rastro de ella, a mi alrededor solo se encontraba un precipicio donde más de quince metros hay un lago del que hay pocas probabilidades de que un humano se llegará a tirar porque sin dudarlo, moriría con la fuerte caída. Otra vez me angustio porque su olor termina hasta acá y eso sin decir que, en la roca se encuentra pequeñas gotas de sangre.

¿Se habrá tirado? Pero... Es una caída mortal, solo un milagro puede ocasionar que saliera viva más si se encontraba herida.

—Es imposible que ella... —Empieza a decir Adrién.

Trago hondo y solo imagino la situación en que ella pudo haber estado, si los assasin terminaron por perseguirla, solo quedaría dos opciones, lanzarse del precipicio o ser la víctima perfecta para ellos. Sabiendo como es Gemma, sé que se hubiera tirado del lugar sin importar el riesgo que corriera, pero lo preocupante de ello es no saber lo que sucedió con ella y más con el cachorro.

Me alejo de la punta de la roca para empezar a buscar la forma de bajar hacia el precipicio, no puedo quedarme de brazos cruzados esperando una nueva lógica de la situación cuando ella puede encontrarse moribunda allá abajo. Lo que más me preocupa es que los assasin podían haber sido capaces de ir a buscarla con tal de verificar que estuviera muerta, por lo que eso es lo siguiente que me mantiene intranquilo.

Miro de un lado a otro encontrando un camino que fuese sencillo de llegar, pero no veía manera de bajar a no ser que nos tiráramos también o nos deslizáramos por la vertiente de piedras; además, no arriesgaría la vida de más hombres lobo cuando hemos perdido algunos de ellos luego de la batalla, así que, tocará que usar el método menos peligroso sabiendo que puede que nos tardemos un poco más en llegar.

—Tendremos que bajar, así que tengan cuidado. —Todos asienten al captar mis indicaciones.

—Caden, esto no me está gustando. —Escucho que dice Adrién.

—Lo sé, pero ¿qué quieres que haga? —Tomo suficiente aire para recomponerme ante todas las emociones que empiezan a rodearme.

Sé que le preocupa la idea de que encontremos algún assasin porque también puede ser una trampa que nos conllevé a la muerte, no estamos seguros si encontraremos a Gemma, pero si no hacemos nada por buscarla, en esta ocasión pueda que la pierda para siempre.

—Está embarazada. —Le suelto a mi mejor amigo.

— ¿Qué? —Sus ojos se engrandecen con la noticia.

—Encontré una prueba de embarazo... Quiso decirme la verdad y no se lo permití... —Aprieto mis puños al recordarlo.

Mis ojos se nublan nuevamente al ser invadido por varios pensamientos de los que solo pueden ocasionarme más dolor, quisiera que esto solo fuera una pesadilla, pero mi realidad es que ella está desaparecida y no tengo la idea de la gravedad de su salud hasta ahora.

—Con más razón debemos de buscarla. —Parece comprender más mi situación.

—Empecemos entonces.

Caminamos hacía debajo de la vertiente para poder llegar lo más pronto posible hacia el lago; tuvimos que tener mucho cuidado para no tropezar y caer, añadiendo que, seguimos buscando otro rastro de ella por si no tomó exactamente la decisión de tirarse.

Nos tardamos un promedio de veinte minutos bajar, en aquel lugar apenas entraba luz y desde luego, el bosque es más denso y grande, haciendo que los árboles alcancen más de veinte metros de altura. Vamos acercándonos al lago haciendo que esté también sea más extenso de lo que se veía a la altura del precipicio; estos rumbos son los que a veces menos nos hemos acercado, no por solo vivir en una parte del bosque, sino más bien, porque acá mayormente nada más se ocupan para entrenamientos más difíciles en los que se deben ocupar todos tus sentidos, ya que si no estás alerta, puede que un assasin u otro enemigo sea capaz de atraparte.

Apenas llegamos al lago para empezar a ver todo su perímetro, no hay algún cuerpo flotando por lo que puede ser un punto positivo hasta el momento, no obstante, pronto uno de los guerreros se acerca para mostrarme un objeto, uno del que a pesar que se encuentre mojado y lleno de lodo, puedo identificarlo con perfección, ya que no es nada más y menos que el anillo de compromiso que le entregue a Gemma.

— ¿Dónde lo encontraste? —Le dije al guerrero.

Adrién y yo nos damos la vuelta para ver que hay un hundimiento entre la tierra mojada que aproxima la orilla del lago, nos acercamos más para ver cuando me percato que alguien se arrastro para tener que llegar hacia la tierra; pero aunque intente olfatear el aroma de Gemma, esté ya no se encuentra, en vez de eso, hay otros tres aromas más de los que no van más allá de los tres metros porque parece haber desaparecido también.

A pesar de ello, pronto veo algo que se encuentra enrollado y arrugado a lo lejos, por lo que teniendo que dejar la orilla del lago, me voy directamente hacia aquel objeto celeste del que entre más lo veo, me percato que es una tela. El corazón empieza a martillarme en el instante en que encuentro un vestido, el mismo del que Gemma estuvo ocupando la última noche que nos vimos, hubiera querido que todo fuese un espejismo, pero otra vez la angustia llego cuando vi que este se encontraba rasgado en la parte de su abdomen, el cual se encontraba manchado con una capa de sangre de la cual apenas se veía luego de que el vestido se encontrará húmedo.

Respiré agitado al no creer lo que mis ojos están viendo, seguí buscando alguna señal de sangre pero me di cuenta que solo se encontraba un pequeño charco en el lugar donde se ha encontrado el vestido; trago hondo y pienso que esto no puede ser real y más al ver que hay unas huellas de las que se han alejado dentro del bosque.

— ¡Persigan esas huellas! —Les grite a los guerreros quienes no se tardaron en obedecerme.

Apretaba la tela azul haciendo que está misma empezará a empapar un poco mis manos al seguir húmeda, aún su olor seguía impregnado en ella, sin embargo, el olor de su sangre empezaba a contrarrestar su fragancia.

—Alfa, no hay huellas. —Enarqué la ceja.

— ¿Cómo que no hay huellas? —Respaldo Adrién mi pregunta.

—Solo están esas huellas, ya no hay más. —Respondió el hombre nervioso.

Me negué a creer en esa tontería, siendo así que, empezará a buscar por mi propia cuenta el rastro de Gemma; nuevamente intente identificar alguna huella más o gotas de sangre pero nada se acercaba a lo que pensaba que podría encontrar, ni siquiera había algún aroma en particular que me dijera dónde al menos podrían haber ido los assasin, en vez de eso, todo se encontraba en oscuridad y desde luego, el sonido de mis pasos fueron los que ocasionaban un eco entre el bosque.

— ¡Gemma! —Grité su nombre con la esperanza que me respondiera. — ¡Gemma! —Mire a todo mi alrededor buscando alguna señal que me llevará a ella. — ¡Gemma! —Otra vez la preocupación se desato como una ola grande en mi cuerpo.

Golpeé fuerte un árbol haciendo que este obtuviera un enorme agujero propiciado por mi puño; caí en el suelo y nuevamente las lágrimas aparecieron. No quería creer en la idea de que la hayan asesinado y se la hayan llevado como un trofeo por lo que le hicieron a mi manada, ni siquiera quería pensar en lo que también pudieran haberle hecho luego de ver la tortura en que le causaron a Tahiel.

No tenía forma de encontrarla, no había rastro de ella... Ni una huella, ni aroma, ni algo más que la identificará sabiendo que sus pertenencias ya habían sido encontradas. Mi cuerpo empezó a temblar a punto de que no aceptará lo que estaba observando ante mis ojos, miré otra vez el vestido intentando imaginar que fuese la sangre de alguien más y no de ella, pero mi mente estaba ahí para ser objetiva y decirme la verdad, haciendo que viera otra vez aquella abertura abierta que iba de lado a lado como si un cuchillo hubieras traspasado la parte del abdomen y el estómago.

—Caden... —Adrién se acercó a mí.

—Reúne un grupo y reclútalos a todos para una búsqueda... —Empiezo a decir.

—Caden... —Adrién intenta hablar pero se lo impido.

—... haz que todos busquen por todo el bosque... —me interrumpe.

—Caden... —vuelve a llamarme.

—... No permitas que nadie descanse hasta que encuentren alguna señal de ella y... —Está vez si me detiene.

— ¡Caden escúchame! ¡Se fue! —Mis ojos se llenan de lágrimas al escuchar aquello. —Se llevaron a Gemma. Se la llevaron. —Niego al escuchar esas palabras.

—No... No... ¡No! —Grité. — ¡Ella está viva! —No acepto la realidad.

—Sé que es difícil, pero ya no está. —Intenta que razone.

— ¡Está viva! ¡¿No lo entiendes?! —Le grité molesto al escuchar aquello.

— ¡Entiende que se la llevaron! —Nuevamente me dice.

Me niego a creer aquello, algo me dice que está viva, que a pesar que quieren que me crea está idea de que la asesinaron y se la llevaron, no la aceptaré hasta ver su cuerpo.

—Haz lo que te digo. —Le ordeno con tono molesto. —Nadie se irá de acá hasta que encontremos una señal de ella. —Veo como achica los ojos. — ¡¿Lo entiendes?! —Suspira.

—Lo entiendo. —Dice dándose la vuelta y yendo a buscar a más guerreros.

Si no hay cuerpo, no hay evidencia de que ella esté muerta. Es estúpido lo que digo sabiendo que se tratan de assasin, pero algo me dice que ella se encuentra en algún lugar de la zona, muerta o viva, sé que la encontraré y daré con quienes nos hicieron esto. Y no descansaré hasta obtener justicia de esto, no me importa lo que me tenga que costar encontrar a los culpables de esto, pero cuando los tenga en frente de mí, se llevarán una sorpresa, porque aquí comenzará mi venganza. La venganza del alfa.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

El Secreto del Alfa, primera parte.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top