Capítulo 35: Lobo del Desierto y Loba del Invierno
Dejo ir un suspiro cuando empiezo a removerme en la cama, aún puedo llegar a sentir ciertos malestares del día de ayer por lo que mi cuerpo se siente un tanto cansado y apenas con ganas de poder moverse, aunque sea para darme una vuelta en la cama; pero eso es poco para decir que me mi mente aún sigue estando desconcertada, confundida y admirada de lo poco que pude descubrir de mi pasado.
Cada vez que reintegró esos cortos momentos tengo unas irremediables ganas de llorar y no exactamente por lástima o dolor, sino porque en todo este tiempo tuve que vivir oculta de una verdad que para protegerme tuvieron que ocultarme.
Saber que soy Aneu Hewlett es una gran noticia, aunque ahora está esa duda interna sobre quien en verdad debo de ser, si esa loba quien a sus padres asesinaron para luego tener que escabullirse con su cuidadora para no ser terminar con el mismo destino que sus progenitores o ser Gemma esa chica humana de la que siempre tenía esa duda sobre porque sentía que no encajaba en ningún sitio... Ahora entiendo porque siempre todo lo que tenga que ver con la naturaleza, los bosques y los lobos siempre me atrajo, pero ahora, ya no sé qué hacer con esa información.
A pesar de haber comprendido una parte de mi problema tengo que guardármela para mí, a fin de que nadie tenga que saberlo por el hecho de tener que peligrar en un asunto tan personal si llegasen a querer sacárselo. Lo digo en el caso de Justin, Elaine hasta de Samay; podría decir que con Caden tuviera que tener esa libertad, pero qué sucedería si una vez terminara por enterarse que en verdad mi nombre no es Gemma y mis padres son más que mis tíos en donde la realidad de la situación es que soy hija de Baltashar y Harlen Hewlett.
No quiero pensar en la dichosa probabilidad sobre qué puede suceder si se enterase en un mal momento, porque sin dudarlo, solo quedarían dos opciones, la primera no tomarle tanta importancia a mi apellido o la segunda, asesinarme. Esperando que la última no se llegue a dar luego de haber tenido que confiar en Caden, como a su vez, en amarlo.
Miro al techo de la cabaña para soltar un suspiro mientras que cierro los ojos. Por otra parte, ya no sé qué es lo que realmente me duele más, si saber que tengo los asesinos de mis padres cerca o haberme enterado de un secreto tan oscuro del que ni mis propios tíos pudieron confesarme en su momento por miedo a que no sabían cómo llegaría a reaccionar ante la verdad de mi vida, de mi familia y mis raíces.
Quisiera decir que a partir de hoy las cosas cambiarán para su bien y no llegara a afectar en nada, pero siendo realista esto traerá más problemas y más con la familia de Caden que no se esperara esta noticia.
—Veo que ya te encuentras despierta.
Caden entra a la habitación con una sonrisa en su rostro, si supiera de la verdad en este instante, la llegaría a borrar para poner una cara de angustia o rencor, pero por el momento, será mejor saber en qué me beneficiara esta información de mi pasado antes de arruinar todo lo poco que he ido ganado.
— ¿Cómo te encuentras? —Se acerca a la cama para luego entrar en ella.
—Ya no quiero pasar por otro ritual —digo omitiendo todo lo sucedido.
—Creo que el único ritual que luego deberás pasar conmigo es cuando nos casemos —dice acariciando mi rostro.
Mierda... Olvide lo de nuestro compromiso luego de imaginarme millones de cosas que pueden suceder si algún momento se entera de la verdad o alguien de su familia también termina por saberlo. Sin dudarlo, cualquiera se llegará a oponer y no tengo ni la más mínima duda de que hasta su manada podría rechazarme al creer que mis padres mataron a la abuela de Caden.
Porque todo tipo de desgracias me caen a mí. Simplemente hubiera preferido que Aneu se metiera en mi cuerpo antes de tener que tratarse de que soy ella, a quien buscaron para asesinarla como a sus padres con el propósito de que Caden y yo, no nos uniéramos. La situación empeora porque el propio destino ha hecho de las suyas al juntarnos como dos imanes, en donde a pesar que el inicio fue todo complicado, ahora estamos juntos y comprometidos.
Quien nos viera... el plan de la diosa de la luna y el de mis padres terminó por resultar.
— ¿Sucede algo? —Se da cuenta de lo callada que estoy.
—No, solo intento recordar lo que sucedió ayer, pero a pesar que le dé vueltas al asunto, no lo recuerdo —evito guardarme el disgusto matutino que le puedo dar con la magnífica noticia que tengo en la punta de mi lengua.
—Bueno, con el ritual de ayer espero que pronto Cian nos dé alguna buena noticia —está de buen humor.
Prefiero olvidar todo el remolino de problemas que tengo en mi cabeza para concentrarme en el presente. Tendré que buscar luego un plan sobre cómo decirle la verdad a Caden antes que él mismo termine por saberlo.
— ¿Qué planes tienes hoy? —Cambio de tema para olvidar el asunto del ritual y nuestro compromiso.
—Debo de llevarte a la casa de Adrián y Elaine —comenta mientras empieza a dejar cortos besos en mis labios.
— ¿Por qué debes de llevarme? —Susurro al sentir su aliento en mi cuello al bajar sus besos.
—Ya nació su cachorro, así que tenemos que ir a verlo —eso me sorprende.
— ¿Qué? Pero, ¿cuándo? —Interrumpí su momento de seducción.
—Hace unas horas, nació al amanecer y como debías de recuperar las energías que perdiste en el ritual, no quise despertarte. —Acarició mi pierna.
Dios mío, mi mejor amiga se acaba de convertir en madre. Debía de haber estado a su lado, pero por lo que veo, el nacimiento se dio de forma inesperada que, aunque hubiera dado mis últimas energías para apoyarla, iba a ser incapaz de poder seguir en pie cuando apenas los recuerdos terminaron, al final, caí rendida entre las orillas del lago mientras que mi respiración buscaba la forma de acompasarse luego de saber la verdad.
—Oh Dios, ya soy tía —digo entusiasmada.
—Sí, serás la tía más preciosa de este universo —musita cerca de mis labios.
Vuelve a besarme con mucha intensidad a fin de que no interrumpa sus acometidas por hacerle una que otra pregunta, así que mientras sus labios no se separan de los míos y empieza a desabotonar su propia camisa que llevo puesta, soy la siguiente en pasar mis manos por todo su cuerpo totalmente lleno de músculos y varios tatuajes.
— ¿Ya tienes todos tus poderes? —Le pregunto pasando mi mano por su tonificado abdomen.
—Podría decir que sí, ¿por qué la pregunta? —Baja y empieza a besar mi estómago luego mi vientre hasta volver a subir y lamer cerca de la separación de mis pechos.
—Solo quería saber, ya que tu comentario de anoche me dejó un poco preocupada con eso de que debían de regenerarse por la superluna —aparta su camisa para dejarme semidesnuda.
—Ya me encuentro mucho mejor y sin dudarlo, con energías para devorarte —su susurro eriza mi piel.
—Mmm... —Suspiro al sentir como vuelve a derramar besos en mi piel para luego dejar varios entre mis muslos y piernas.
—No sabes lo mucho que me excitas. —Agarra mis bragas y las empieza a bajar.
Cierro los ojos para apretar las sábanas cuando empieza a tocarme en mi punto más sensible, me muerdo el labio y siento como ese cosquilleo crece cada vez más cuando sus dedos hábiles tocan por fuera como también por dentro, logrando que mis sentidos se aviven como también mi cuerpo se estimule llenándose se diversas sensaciones que me hacen sentir maravillosamente bien.
—Caden...
Mi espalda se termina por erguir cuando uno de sus dedos entra y sale, siento un calor inmenso cuando empieza a acelerar el ritmo pero no me deja terminar cuando veo como se quita su pantalón de pijama y sus calzoncillos, solo con eso, pronto su mano me hace darme vuelta en la cama quedando boca abajo, sin embargo, en vez de levantar mis piernas, todo mi cuerpo se queda acostando terminando por ser él quien se ponga encima y pronto me ponga una almohada debajo de mi vientre, es así como pronto sin esperarlo me abre un poco las piernas y termina por penetrarme.
Se mueve de forma salvaje y veloz que logra retorcerme entre las sábanas, apenas mis pulmones pueden tomar un poco de aire y sin decir que, me permito jadear y gritar con las arremetidas constantes que me da.
Presiono fuerte mis ojos hasta que escucho un crujido logrando que vea hacia arriba para darme cuenta que su mano se está apoyando fuerte en el cabecero de la cama, escucho unos gruñidos de su parte hasta que al tocar mi punto sensible es lo que hace que termine por llegar al orgasmo. Sus espasmos son más constantes cuando mi cuerpo le brinda la oportunidad de tomarme con más facilidad; sin embargo, otra vez me vuelve a girar haciendo que ahora quede boca arriba.
Sus besos nuevamente se presentan mientras que mis uñas se clavan fuerte en su piel blanca, pero adornada de ciertos dibujos que se encuentran en varias partes de su cuerpo. Mis piernas se enrollan en su cintura y cuando nuevamente, empiezo a tocar el cielo, ambos llegamos al orgasmo, escuchando como un grito se libera de mi boca mientras que él se lo reserva con un gruñido fuerte que nos hundió más en la cama.
El corazón está a punto de salirse de mi pecho y por supuesto, mis ojos vuelven a ver con nitidez todo objeto que se encuentre a su alrededor, pero al final, a Caden es quien me termino encontrando quien suelta una risita al ver como mi pobre cuerpo de nuevo ha descargado una inmensa pero fabulosa energía que nos ha favorecido a ambos.
— ¿Te encuentras bien? —Su pregunta me hace elevar una mano hasta acariciar su cabello.
—Si, pero luego de ver a Elaine, creo que me tomaré todo el día para descansar. —Digo agotada.
—Tu deseo será concedido, bestia. —Deja un beso en mi frente antes de darme espacio para que mi cuerpo pueda reaccionar.
Quizás unos minutos para dormir no me caerían mal...
(...)
Toco la puerta antes de llegar a pasar a la habitación, en donde apenas al escuchar unas pequeñas palabras, ingreso con un poco de nerviosismo ante ese momento tan crucial que no imagine que se llegara a dar pronto, al menos no ahora que todos estamos dentro de una manada de hombres lobo pero simplemente siento como por un pequeñísimo instante, el tiempo se detiene cuando veo a mi mejor amiga Elaine cargando en sus brazos a un bebé que se encuentra dentro de unas sábanas color gris con blanco, ella parece estar acariciando su manita mientras que Adrián no deja de verla.
Ambos se encuentran con esa mirada de orgullo al seguir viendo como su hijo primerizo se encuentra saludable y fuerte; escucho como el pequeño deja ir a penas unos soniditos que me hace saber que se encuentra despierto, así que sintiendo como Caden me da un leve empujón en mi espalda baja para que pueda conocer al nuevo cachorro de su manada, termino por acercarme hasta ver al bebé quien apenas puede mantener sus ojos abiertos mientras permanece cerca de los brazos de su madre para obtener calor.
—Dios, es hermoso. —Es lo primero que puedo decir al verlo.
— ¡Felicidades amigo! —Caden le da un abrazo a Adrién logrando que ambos se palmeen la espalda. —También felicidades a la madre quien hizo un buen trabajo. —Elaine sonríe.
— ¿Quieres cargarlo? —Me pregunta mi amiga.
Apenas puedo asentir con la cabeza porque sigo sin asimilar el momento todavía, aquel que le impide darme cuenta de la realidad al saber que mi mejor amiga ya se ha convertido en madre, eso sin decir, que cuando me entrega a su hijo en brazos, intento acomodar muy bien al pequeño para que pueda sentirse cómodo pero al hacerlo, empiezo a imaginar todo lo que le espera a este pequeño, ya que no es como un humano normal que sabe que llega a este mundo con un propósito en esta vida, porque además que el niño lo tendrá, también, próximamente la diosa de la Luna lo unirá con su futura mate y se sabrá qué lugar tendrá en esta manada.
— ¿Cuál es su nombre? —Escucho que Caden les pregunta a los padres.
—Einar. —Dice Adrién.
—Es un gran nombre para este pequeño. —Se acerca Caden a mí para ver al pequeño Einar.
El bebé deja ir un bostezo el cual logra enternecerme, más porque al tenerlo en brazos puedo darme cuenta que no es huraño, más bien, es tranquilo y no parece dar mucho problema más cuando empiezo a acariciar una de sus manos que no son más que suaves, pero a su vez, arrugadas y rosas.
— ¿Han pensado en la idea de ser padres? —Dejo mis pensamientos a un lado para mirar con extrañez a Elaine.
— ¿A qué viene esa pregunta? —Digo un tanto tensa.
—Es que se ven como una familia, y más, parece que a ti se te daría muy bien tener a tu propio bebé en brazos —comenta mi amiga.
—Elaine, por favor. —Intento no hacer un tipo de comentario desagradable que arruine el momento. —A mí se me da más ser esa tía que cuida a su sobrino mientras su madre trabaja y me lo deja a cargo. —Claudico con la idea de ser madre.
—En realidad, Elaine tiene razón. —Le doy una mirada atemorizante a Caden. —Te ves muy linda cargando un bebé.
Ay no, tendré que empezar a enjuiciar también a Caden para que no piense que la idea de ser padres será la próxima meta que tendríamos que tener luego de nuestro matrimonio; si soy sincera, siento que aún nos falta mucho por lo que madurar para atravesar ese momento y más ahora, que he descubierto que no solamente soy la verdadera mate de él, sino que también, si su familia se entera que soy Aneu Hewlett, hija de Baltashar y Harlen Hewlett es probable que pronto haya una guerra.
—No Caden, ni de broma. —Le advierto por si piensa en hijos ahora.
—Bien, intentaré calmarme. —Ríe. —Todo debe ir de paso en paso. —Asiento a sus palabras.
—Exacto, así que no juegues con eso. —No deja de reír al ver la seriedad con la que me tomo el tema.
Quisiera tomarme el asunto como una broma así como todos lo ven pero en mi caso, lo veo como una consecuencia más que puede ocasionar no sólo un peligro para mi vida o la del bebé si se en dado caso llegase a terminar embarazada porque en sí, mi situación ha empeorado cada vez más cuando he ido descubriendo secreto tras secreto de tanto mi pasado como de la familia Dankworth, quisiera decir que todo tiene una solución pero en sí, las cosas se están viendo más complicadas de lo normal; porque primeramente no sé qué es lo que sucedería si al final Caden se llegase a enterar de toda la verdad; quisiera decir que saldría viva de ello pero no sé qué tipo de condena podría tener al haber ocultado semejante secreto que tengo mucho miedo en contárselo a la persona más cercana a mí, eso sin decir que a estas alturas, Cian ya debe de saber la verdad y al saber que él conoce la historia de la familia Dankworth eso puede ocasionarme no sólo una amenaza para mí, sino que también, a las personas que más quiero.
Sinceramente estoy rodeada de un peligro más enorme de lo que podía haber estado antes; ahora solo pienso que gracias a la mordida que ni siquiera ha creado un buen efecto en mí, es lo que ha provocado que además de haberme apartado de la sociedad humana ahora tenga que vivir casi cerca del enemigo.
Por lo menos quisiera mantener un contacto con Kilian porque es la primera persona que podría ayudarme en esto, pero he empezado a creer que, si en algún momento alguien se da cuenta del contacto que tengo con él y de la conexión que tengo con Samay, todo terminara por ocasionar un caos por completo. Así que, en vez de tener soluciones por ahora, lo que tengo más, son problemas.
—Bueno, cuando estés embarazada, quiero ser la primera en saberlo. No importa que Caden sea el padre, yo he sido tu mejor amiga y hermana, así que quiero ser la que tenga la primicia. —Me sentencia Elaine como si supiera que pronto sucederá eso.
— ¡Ah! —Ruedo los ojos con derrota. —Bien, pero hablemos de otra cosa, al menos, ya que nació su bebé, ¿cuándo tienen planeado la boda? —Busco la forma de cambiar de tema.
—En dos o tres semanas, es necesario que Elaine se recomponga primero, para después presentar a Einar ante la manada, luego a la diosa de la Luna, hacerle su ritual de iniciación y luego su bautizo. —Al parecer aún falta mucho para que se lleve a cabo su matrimonio.
—A este paso, quizás nosotros nos casemos antes que ustedes —menciona Caden con emoción.
—Al menos habrá mucho que celebrar, recuerden que luego de todo lo que se le hará a Einar le haremos una fiesta de bienvenida, así que no deben de faltar por si organizan la luna de miel para la misma fecha. —Elaine nos hace un recordatorio.
—Aun así, creo que falta mucho para preparar nuestra boda, primero es necesario saber porque Gemma no puede convertirse en loba, ya solucionado el problema es cuando empezaremos a pensar mejor sobre nuestro matrimonio, ¿no es así, bestia? —Agrega Caden.
—Sí... Exacto. —Digo sin mucha emoción.
Mierda... Ojalá no tenga que enterarse pronto sobre la verdad, sino tendré que empezar a crear un plan antes que todo se vuelva una pesadilla porque a pesar que Caden me diga que me ama, eso no demuestra que al enterarse de mi verdadera identidad cambie de opinión, más porque él ha vivido con la idea que... Mis padres... debería comenzar a llamarlos así, fueron quienes asesinaron a su abuela cuando en verdad empiezo a creer que no fue así las cosas; sin embargo, para convertir esa teoría en verdad, primero tendré que seguir descubriendo mi pasado y entre ello, buscar esos colmillos que me quitaron al ser una niña, porque ahí es donde conseguiré la mayor parte de las verdades que aún no he descubierto.
(...)
—¿Podemos hablar?
Samay baja la guardia en el instante en que observa que me he acercado a ella para poder mantener una conversación antes de que Caden regrese a casa; así que viendo como ella primero se asegura que nadie se mantenga cerca, mueve la cabeza afirmando que podemos continuar con la conversación que ya tengo programada en mi cabeza para discutirla.
— ¿Qué quieres decirme? —Guarda distancia para que nuestros aromas no se impregnen demasiado.
—Estoy en problemas. —Sus ojos se engrandecen.
— ¿Te hizo daño Caden o alguien de los Dankworth? —Pregunta con preocupación.
—No, pero sí se trata de ellos. —Empiezo a decir.
— ¿Sobre qué es? —Veo como muestra un mayor interés cada vez más.
Doy un largo suspiro porque no sé por dónde empezar, lo único que sé que además de ella, necesitaré que su primo esté cerca y la única forma de poder empezar a tener una solución entre el nudo de problemas que tengo es poder reunirlos a ambos y mantener esta conversación importante en conjunto para ver cómo podemos salir de este agujero sin salir perjudicados en un mal movimiento.
—Samay, tendrás que contactar a Kilian, es un asunto de vida o muerte —hace una mueca.
—Sabes que él no puede acercarse acá, cientos de lobos detectarían su aroma y podrían asesinarlo si se dan cuenta que no es parte de esta manada. —Dice angustiada con la idea.
—Lo sé, pero buscaré una forma de reunirnos, aunque tenga que suplicarle a Caden que me dejé salir un instante de este bosque. —Empiezo a pensar en algo.
Samay no se encuentra muy convencida de mis palabras a pesar que empieza a tener la idea de que algo no está marchando bien para que empiece a exigir que tenga que ver a Kilian de cualquier forma; quisiera poder decir que tengo ahora mismo un plan pero al saber que estamos tratando con seres sobrenaturales que tienen una increíble fuerza y varias habilidades que dominarían a cualquier ser, es lo que hace que piense en algo discreto y cauteloso para que todo pueda salir bien sin que Kilian y ella salgan afectados de esto.
— ¿Qué sucede? —Pregunta.
—Créeme que lo que quiero decirles no será fácil de comprender —empiezo a decirle —, por eso quiero tener a Kilian con nosotras para que escuche lo que apenas acabo de descubrir de mí. —Ella se asombra.
—No me lo dirás ahora, ¿no? —Niego.
—No es porque no quiera, sino porque puedes enfrentarte ahora a un peligro mayor de lo que ya estás al quedarte en esta manada —le explico —. Así que mantenerte ausente del tema por el momento es mejor, por ahora, solo considera que tenemos que reunirnos, lo que tengo que contarles es más importante de lo que puedes imaginarte y probablemente, también implica que estemos conectados. —Ella se asombra.
—Bien, haré lo que tenga en mis manos. —Lo promete.
Antes de poder proseguir hablando escuchamos como alguien empuja la puerta de inmediato haciendo que nuevamente nos pongamos en una postura seria en la que no implique que nos veamos como unas conocidas.
— ¡Gemma!
Las hermanas y la madre de Caden entran a la casa haciendo que me sorprenda de su inesperada llegada, así que luego de que todas entraran y saludarán a Samay, empezaron a acercarse a mí para darme un abrazo como forma de saludo.
—¿Cómo te encuentras querida? —Pregunta la señora Damara. —Nos enteramos que el día de ayer te hicieron un ritual durante el eclipse lunar —ella pone sus manos en mis mejillas para asegurarse de que todo está bien.
—Bueno, fue agotador, pero espero que resulte esta vez para comprender porque no me he convertido aún en una loba —omito el verdadero motivo de mi preocupación.
—Esperemos que sí, seguimos sin perder las esperanzas que pronto podrás empezar con tu transición —intenta animarme.
—Sí, gracias por su preocupación. —Digo con una sonrisa sincera. —Y, ¿cómo la pasaron ustedes? —Pregunto evitando en seguir hablando de mí.
—Nada fuera de lo normal, para mí ya ha sido el octavo o décimo eclipse por el que he pasado —la señora Damara intenta reflejar tranquilidad.
—Realmente solo pasamos encerradas, escuchando música, leyendo revistas y haciendo cosas de chicas. —Comento Valkiria logrando que recordará exactamente las palabras de su hermano mayor.
—Sí, fue divertido y más, al hacer la pelea de almohadas —dijo Halia con alegría.
—Quisimos pasar a verte y también a prepararte un delicioso pastel de fresa —añadió Malika.
—Oh, no es necesario que hagan eso por mi... —empiezo a decir apenada.
—No es una molestia, más bien, nos encanta compartir tiempo contigo —Valkiria se sincera.
—Sí, además eres nuestra cuñada a pesar que aún no estés casada con nuestro hermano. —Declara Malika.
—Yo le dije a mamá que podíamos hacerte un pastel para que te sientas mejor luego de los golpes que has recibido de los entrenamientos —dice Halia.
—Oh pequeña —empiezo a tener ternura por las palabras de la más pequeña de los Dankworth.
—Sí, por eso estamos aquí para hacerte feliz y también para que te mejores. —Ella muestra una sonrisa en la que pronto hace que la abrace.
—Gracias, en serio. —Le digo a todas ellas.
Nos dirigimos a la cocina en la que todas empezamos a preparar un pastel de fresas con vainilla, quisiera decir que ellas me dejaron ayudarles pero fue imposible cuando a cada cierto tiempo me enviaban a sentarme para que solo las observara cocinar; en todo ese tiempo me di cuenta como ellas trabajan muy bien en equipo y sin decir que tienen una forma muy agradable y pasiva en como divertirse, ya que la señora Damara se muestra sutil y paciente ante el comportamiento juguetón de sus hijas, las cuales de vez en cuando se tiraban harina al empezar a pelear en donde termine uniéndome porque estaba divertido el juego hasta que Malika terminó por tirarme un huevo del que hizo que su madre la detuviera antes que se gastara el cartón que había en la despensa luego de ver que lo había cogido para tirarnos a todas.
—Lo siento. —Se disculpa ella mientras que volvemos a la tarea del pastel.
—No te preocupes, fue divertido. —Sigo riéndome mientras me limpio el rostro con una toalla.
— ¡Ay! —Todas vemos como la señora Damara le da un golpe en la mano a Valkiria al querer probar la mezcla.
Soltamos una risa de la que Valkiria terminó por alejarse un poco de su madre mientras se acariciaba la mano, a pesar de ello, en un intento de distracción al final, Halia se terminó acercando al bol donde se encontraba la mezcla logrando que se embarrará su dedo índice para luego meterlo a su boca, dejo ir un sonidito se satisfacción hasta que vio como su madre la daba una mirada desaprobatoria por lo que había hecho, así que, sin dudarlo, Halia salió huyendo para que evitara algún regaño de parte de su progenitora.
—Bueno, hay que esperar unos minutos para que este. —Dice la madre de Caden quien luego de esparcir la mezcla en un recipiente, termina por meterlo en el horno para que el pan empiece a hornearse.
—Mientras tanto, ¿qué hacemos? —Dice Malika impaciente.
—Mamá, cuéntanos la historia del lobo del desierto y la loba del invierno. —Propone Halia.
—Ay, esa ya la hemos escuchado interminables veces, Halia. —Dice aburrida Malika.
—Yo quisiera escucharla. —Digo interesada.
—Si mamá, cuéntala. —Halia hace un puchero.
—Es cierto, sería bueno que Gemma la escuchara. —Añade Valkiria.
—Si mamá, sí. —Sigue suplicando Halia.
—Muy bien. —Se anima la señora Damara. —Aquí vamos.
»Todo empezó una noche iluminada y caliente, en la que un lobo solitario se encontraba vagando por las dunas en busca de su manada. No había nada ni nadie cerca, era solo él, la arena, la luna y el manto azul negro del cielo cubierto de estrellas que parpadeaban su brillo.
»Se sentía solo pero no desprotegido, sabía que una parte del mundo encontraría su lugar, como también, la esperanza que pronto estaría dentro de una manada.
»Había nacido en el seno de una pequeña manada de lobos del desierto, sin embargo, su especie era una de las más buscadas entre las manos destructoras del propio ser humano. Su familia, tuvo que alejarlo del peligro logrando que él mismo se criara entre colinas de arena, espejismos, oasis y bajo el sol ardiente que lo consumía día a día.
»Muchos lo habían logrado ver, pero siempre lo consideraron parte de la extrañeza que se puede encontrar en un desierto con poca vida; fue así que aquel desorientado cachorro creció a su tiempo y siendo apodado luego como el lobo del desierto.
»Nunca creyó que un día debía de separarse de sus propias tierras hasta que emprendió un viaje que lo llevó a apartarse de lo que conocía, a punto de atravesar un largo camino que lo llevó a pasar de un clima caliente a uno frío.
»No sabía cómo había llegado a esas tierras desconocidas, solo sabía que, deseaba descansar; no obstante, al no estar acostumbrado al nuevo clima, empezó una propia batalla que su cuerpo no parecía estarlo enfrentando adecuadamente.
»Aquel frío y oscuro invierno comenzó a consumirlo como una ventisca apagando una llama de fuego. Sus patas se estaban congelando, su pecho comenzó a inflarse más rápido al no poder respirar y sin dudarlo, el agotamiento fue lo que lo derrotó.
»Pudo sentir al principio como la nieve lo acogía como si fuera una suave cama, por primera vez, deseo estar en su hogar sin importar que los vientos huracanados que a veces se daban podían cubrirlo y enterrarlo de arena.
»Se sintió muy lejos de casa. Y por un instante, deseo poder volver a ver la luna desde aquellos rascacielos que por momentos del año podían estar cubiertos de estrellas y otros, simplemente le daban el protagonismo a la luna.
»No supo que sucedió con él, ni cuánto tiempo había dormido o al menos descansado. Apenas abrió los ojos y se dio cuenta que estaba en una cueva, recibiendo el calor de una pequeña llama de fuego a su lado y con una manta de piel de animal que cubría su cuerpo.
»Se asustó y más al sentir un nuevo aroma que no sólo lo cautivó, sino que también, lo atrajo para descubrir aquella bestia que lo había ayudado a sobrevivir ante aquella fría noche.
»Apenas levantándose, se encontró en un instante a una mujer, de piel blanquecina y cabellos rubios cenizos que casi podían pronto parecer la tonalidad de la nieve.
»El lobo del desierto se asustó con la aparición de esa extraña pero hermosa mujer; pensó que todo había sido un sueño, pero lo que no sabía era que estaba en frente de su propia mate.
»No tenía idea porque sentía una conexión con ella, pero algo en su ser, le decía que podía confiar en esa delicada y extraña mujer.
»Cuando se acercó a él, no dijo ni una sola palabra simplemente, trató de descubrir si se había recuperado luego de encontrarlo en su territorio. No sabía si era amigo o enemigo, solo comprendió que él viene de tierras lejanas.
»Ella se presentó como Tesira, apodada como la loba del invierno; mientras que él como Silas, el lobo del desierto.
»Ambos desde ese momento supieron que eran de mundos diferentes y que ahora se encontraba la razón por la que Silas no había resistido por mucho tiempo al estar en dichas tierras. Sin embargo, eso no fue un impedimento para que, con el tiempo, empezara su cuerpo a adaptarse al frío que proporcionaba la nieve.
»Tesira le enseño lo que pudo a pesar que para Silas fue suficiente. Él sintió que ya tenía todo en sus manos para sobrevivir y continuar con la búsqueda de su lugar en el mundo, pero algo lo detenía y fue que cada vez que tomaba la decisión por irse, no dejaba de pensar en Tesira, esa loba que también creció sola, y quien tuvo que aprender igual que él, a sobrevivir en el mundo que fueron entregados sin saber el destino que tendrían.
»Silas sin darse cuenta, había terminado por enamorarse de ella; y al revelarle sus sentimientos a Tesira, increíblemente fueron correspondidos sin haberlo imaginado.
»Ambos se entregaron sin saber lo que podía suceder en un futuro, pero fue entonces que sus intentos de crear una familia fracasaron, muchas veces sus cachorros no sobrevivían al nacer y otros, enfermaban con el tiempo.
» Fue así como se comunicaron con Licaón y la diosa de la Luna: el padre y la madre de los hombres lobo; a ambos les ofrecieron un sacrificio a fin de que les concedieran tener un cachorro, como su vez, les prometieron que también seguirían cumpliendo con las leyes de la naturaleza y de la manada.
»Y es así, como Licaón y la diosa de la Luna, les concedieron su deseo. Les dio un cachorro híbrido, el cual venía con la promesa de seguir con nuestras reglas y también, de proveer las futuras generaciones.
»Silas y Tesira estaban complacidos con aquella entrega. Sin embargo, no sabían que además de haber entregado una promesa, también se comprometieron a que esto podía volver a repetirse en un futuro; debido a que, Licaón y la diosa de la Luna lo vieron como una forma de unir no sólo a una nueva manada, sino que también, a resolver cualquier diferencia que los apartara al ser desiguales para volverse en una sola.
»Fue entonces que Licaón y la diosa de la Luna hicieron un acuerdo, el cual confirmaba que cada vez que hubiera una guerra entre manadas de diferentes territorios, del seno de un lobo del desierto y una loba del invierno, nacería un cachorro el cual volviera a unirlos y a construir esa paz que debe de existir entre hermanos.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top