Capítulo 28: Ritual

¡Dios! Si no fuera porque Caden tiene una reunión con otros lobos de su manada en la sala de su apartamento estoy segura que ya hubiera actuado como una desquiciada al sentir como la marca del triskel no deja de darme comezón como si al final hubiera adquirido algún hongo en la palma de mi mano... Quisiera por lo menos decir que es la mano derecha y con la suerte de que significa que tendré dinero pero por desgracia es la izquierda y sigo siendo pobre.

Lo peor de ello es que he tenido que estar ocultando la marca de Caden y de cualquier hombre lobo que ha llegado a su apartamento para planificar una búsqueda sobre donde provenían todos aquellos omegas que aparecían en un constante tiempo, ya que extrañamente, las últimas semanas han dejado de aparecer nuevos humanos convertidos en hombres lobo por la mordida de un alfa que aún sigue sin encontrarse y ser descubierto. Por tanto, esto ha hecho que Caden le inquietara aquello y tuviera que investigar acerca de lo que ha estado sucediendo para llegar a una posible respuesta pronta.

La verdad es que es frustrante tener que quedarme sentada, mirando a una pequeña manada de hombres lobo discutir sus planes y tener que estar callada y en silencio debido a que mis opiniones no cuentan para ellos ya que no formo parte de su colectivo; añadiendo que por ser humana y novia de su futuro alfa he logrado que me aborrezcan y no deseen ni tan siquiera darme la cara.

Para mí es una estupidez que no quieran que me entrometa en sus asuntos cuando podría darles mi punto de vista y algunos consejos que pueden ayudarles si fueran capaces de escucharme pero a estas alturas estoy cansada de que me vean como su enemiga y como un objeto que no concuerda con el estilo de un lugar, por lo cual debería ser desechado.

Me rasco más la palma de la mano y aprieto mis labios para no dejar ir un gemido de dolor por sentir como mis uñas ya han rascado suficiente mi piel para no provocar un próximo sangrado; he querido saber más del medio signo que tengo en la mano pero no he tenido noticias de Kilian en el último mes, además que Samay tampoco ha podido acercarse a mí, ya que lo último que escuche de Justin fue que escucho una conversación entre Vernon y Caden acerca que Zöe se encuentra disgustada y muy molesta al saber que su prometido, bueno, ex prometido ya no se comprometerá con ella en el sacramento del matrimonio gracias que una humana llego de nuevo a su vida.

Creo que también ese ha sido otro problema que he llegado a tener en la semana, por la razón que tengo el presentimiento que Zöe no se quedara de brazos cruzados antes de tramar un plan sobre cómo enfrentarme luego de saber que Caden ya no desea casarse con ella y que ahora, él ha buscado una forma más factible para permanecer vivo sin necesidad de contraer matrimonio con una alfa que le propuso la Diosa de la Luna.

Suspiro y le doy una mirada a Caden quien parece darles indicaciones a varios hombres lobo sobre la estrategia que ha llegado a programar para la búsqueda del alfa y de posibles evidencias o razones por las cuales han dejado de aparecer hombres lobo.

Me levanto del sofá y me acerco a la manada para empezar a escuchar el plan que Caden tiene por el momento, pero todos dejan de ponerle atención para darme una mirada de molestia e incomodidad al saber que la humana ya se ha acercado a husmear su trabajo; aun así, Caden no dejo de hablar, siguió explicando sin detenerse a pesar que una parte de su manada se me ha quedado mirando mientras que otros, les ha dado igual y siguen escuchando a Caden.

—Sería buena idea que buscaran bajo las alcantarillas —di mi opinión.

—Y ¿quién te dio el permiso a ti para que opinaras? —refunfuño uno de ellos.

Achique los ojos y asesine a Cory con la mirada; de todos los lobos que hay en aquella mesa, él es el único al que puedo decir que es quien me desagrada más y fuera capaz de pelear con él para hacerle saber que no soy la simple humana que se quedara callada y permitirá cualquier insulto con tal de alejarse. Lo peor de ello, es que creo que desafortunadamente nuestro carácter es demasiado chocante que no podemos tolerar vernos a cada momento pero lo hacemos por Caden quien últimamente se acerca a separarnos cada vez que ve que empezamos a discutir.

—La opinión es para Caden no para ti —dije lo más calmada posible.

—Vete de aquí, está es una reunión entre hombres lobo, no de humanos —gruñó.

—No tengo porque obedecerte —crucé los brazos.

— ¡Esto es inconcebible! —se movió de forma veloz pero Vernon lo intercepto.

— ¡Cory! —Caden golpeó la mesa. —Ni se te ocurra tocarla. —Le señalo de forma amenazante.

Los ojos de Cory dejaron de tener ese brillo azulado fuerte para volver a su tono real, que es de un color café almendra. Mantuvo nuevamente control en su cuerpo hasta que volvió a su lugar y se quedó esperando a que Caden continuará.

— ¿Por qué ir a las alcantarillas? —me preguntó Caden dispuesto a escucharme.

—Porque no necesariamente un alfa debe esconderse en un bosque, mayormente pueda hacerlo en un lugar encubierto en donde no puedan localizarlo fácilmente. —Mire a todos los hombres lobo. —He escuchado que en el lado Este de Portland hay un enorme túnel en las alcantarillas... —me vuelven a interrumpir.

— ¿Por qué deberíamos ir allá? —habló Helios.

—Es un enorme túnel que ha sido diseñado solo para aliviar las escorrentías de los ríos. —Empiezo a explicar. —Tiene varios pasajes y es una combinación de un sumidero. Hasta el momento no ha llegado a haber tormentas o grandes cantidades de agua residual para que esté funcionando. Así que puede ser una oportunidad que el alfa pueda encontrarse ahí. —Mencione.

—Y ¿qué nos asegura que eso no es una trampa? ¿Por qué debemos de confiar en una humana quien estuvo a punto de no solo arriesgar la vida de nuestro alfa sino que también la de varios de nosotros al pelear con las brujas? —Mordí mi lengua para no gritar y hacerle entender que no soy su enemiga.

—Sí hubiera querido hacerles daño, no estuviera perdiendo el tiempo en quedarme escuchándolos. —Proteste. —Lo hubiera hecho fácil con solo poner acónito en sus cafés. —Uno de los hombres lobo escupió el café devuelta a su taza.

Cory de nuestros empezó a gruñir como un perro enfadado a punto de ladrar y morder pero sé que ni siquiera es capaz de hacerlo porque Caden no se lo permitirá, como también, Vernon ya se encuentra en estado de alerta por si intenta atacarme y hacerme daño.

No lo culpo porque me odie cuando está de lado de Zöe y es uno de sus protectores y seguidores; así que en estas alturas ya sé que me desprecia no solo por mi versatilidad en conocer el tema de hombres lobo, sino que al ser capaz de defenderme de alguna forma sin temerle porque no es más que una criatura sobrenatural.

—Tiene lógica lo que dice, señor. —Comenta Elián.

—Podemos ir allá y hacer una investigación. Además podemos pedir refuerzos por si hay un atentado y requerimos de ayuda. —Opinó Brais.

—Estoy de acuerdo en que busquemos en ese lugar, señor. —Apoyo mi idea, Helios. —No perdemos nada intentándolo.

Caden empezó a darse cuenta que una parte de su manada empezaba a apoyar mi idea sin importar el riesgo que pueden encontrar en aquellos túneles de las alcantarillas de Portland.

—Pues no iré, no arriesgare mi pellejo por obedecer el plan de una humana quien puede llevarnos a la muerte. —Declaró Cory.

—Confía en mi idea, no te pido mucho. —Murmure.

— ¿Confiar? —Dejó ir una risa. —Claro... Aún tengo la sensación que estás aquí por algo, ¿no será que eres un assasin? ¿Una científica? O ¿una cazadora que pronto nos atacará? —Cuestionó.

Ni siquiera los hombres lobo que estaban a mi alrededor pudieron detenerme cuando agarre un cuchillo de la mesa y pronto empuje a Cory hasta la pared y le puse el arma en su cuello, logrando ocasionar un alboroto mientras que Caden y Vernon se ponían a mi lado e intentaban tranquilizarme para bajar el cuchillo del cuello de aquel hombre lobo.

—No me provoques, Cory. —Acerque más el cuchillo.

—Hazlo, a ver como quedas entre todos ellos. —Dice entre dientes.

Alejo el cuchillo y me doy media vuelta logrando que Caden me ponga uno de sus brazos encima de mis hombros, pero en el momento en que me empezó a alejar de Cory y este empezó a respirar de nuevo después de dejarlo unos segundos atrapado con un cuchillo de metal cerca de su cuello; nadie se esperó que regresara y terminara por estampar el arma exactamente a un lado de la cabeza de Cory.

—Llámame a la próxima, un assasin, científica o cazadora y esta vez, si te corto una parte de tu cuerpo y empezare por tu lengua. —Lo amenazo mientras me marcho.

No me quedare escuchando más estupideces de parte de ese clan de hombres lobo que creen verse más inteligentes que cualquier superdotado de este planeta. Además, necesito relajarme antes que sea capaz de herir a Cory de cualquier forma posible, porque no necesariamente puedo hacerlo con un simple cuchillo; tengo muchas formas de cómo hacerlo gracias a que Kilian me mostro las partes vulnerables de un hombre lobo y no solo eso, sino que también me brindo el conocimiento suficiente para arreglármelas sola y hacerlo sufrir.

(...)

Caden abre la puerta de nuestra habitación para dar unos pasos y darme una mirada, ni siquiera puedo descifrar que emoción tiene ahora mismo porque su rostro se mantiene neutro, quisiera saber qué es lo que debe de estar pasando por su mente pero sería difícil de entender cuando su comportamiento a veces varía entre las cosas que ve y las reacciones que pueda ocasionar el problema.

Baja por un instante la mirada como si algo del suele acaba de captar su atención pero nada más solo son unos segundos hasta que eleva sus ojos y abre la boca.

—Cámbiate, te llevaré a un lugar.

Mi espalda se llega a erguir y sucesivamente mi piel se eriza como si acabara de decirme: «Vete ahora de mi apartamento». El pulso de mi corazón se acelera y comienzo a creer que debe de estar muy furioso para no querer discutir entre cuatro paredes el problema que le he ocasionado en su reunión, quizás al aire libre le resulte más cómodo porque puede destruir algo sin que alguien se entere que está destrozando su propio apartamento.

Trago hondo y no soy capaz de responder cuando él se marcha para dejarme en la habitación sola; me levanto y voy hacia el ropero para escoger una ropa cómoda, no tengo idea de donde me llevará pero conociéndolo, es probable que terminemos en un bosque. Me apresuro a cambiarme sin poder quitarme la idea de la cabeza que hice mal en haberme entrometido en su reunión cuando en serio Cory parece tener ahora la razón en no meter mis narices en donde no me llaman.

Me es difícil amarrarme los cordones de los zapatos que muchas veces tengo que repetir el procedimiento para que no se me terminen por desamarrar en el camino. Me muerdo el labio y veo como a través de la ventana, el cielo se encuentra despejado, ni una señal que habrá una tormenta o que esté día no será bonito.

— ¿Ya Gemma?

Respiro profundo y suelto el aire en el momento en que tomo el pomo de la puerta para abrirla y así salir de la habitación para dirigirme a la entrada principal en donde Caden me espera con nuestros abrigos colgados en su brazo. Abre la puerta y me da una señal para salir primero, a lo que no dude en hacerlo mientras que lo esperaba mientras pone doble llave a la puerta antes de marcharnos.

— ¿A dónde vamos? —le pregunto impaciente.

Apenas me da una mirada sin que se me muestre una sonrisa para relajar el momento; eso solo me preocupa al no resolver mis dudas y crear más de las que quisiera que no perjudicaran mi mente insegura. Salimos de su apartamento y caminamos en dirección a su automóvil que se encuentra en el parqueo exterior del recinto de aquellos lujosos apartamentos en donde por el momento, está residiendo; aprieta el botón del control de la alarma de su auto para quitar la llave de todas las puertas, sin que se digne en ser cortés, abro la puerta del copiloto y entro para empezar a ponerme el cinturón de seguridad mientras que él es el siguiente en entrar y encender su vehículo para manejar al lugar donde vamos.

En el camino, no pude contener mi nerviosismo que se volvía palpable a cada minuto que pasaba y me encuentro sentada y encerrada en aquel vehículo al lado de Caden; él no parece ser quien corta la tensión que se ha propagado entre nosotros, apenas unas cuantas veces me ha dado una corta mirada cuando se detiene en frente de un semáforo en rojo; la angustia y frustración incrementan, tanto que es posible que ya no pueda seguir quedándome callada hasta que me diga qué le sucede y dónde me lleva; de todas formas, dudo que me asesine y dejé mi cuerpo en algún lugar para que se descomponga haciendo que un vagabundo me encuentre y le avise a las autoridades sobre mi asesinato.

Debo de estar paranoica en pensar que Caden haría algo así conmigo pero conociendo sus antecedentes de hombre lobo furioso y desalmado durante su transformación, cualquier cosa puede suceder... Diablos, ni siquiera pude hacerle una carta a mis padres despidiéndome de ellos o tan siquiera agradeciéndoles los buenos que han sido conmigo a pesar que siempre les di problemas o me alejaba de ellos al no poder sentirme comprendida.

Lo peor es que no quiero ni pensar en lo que dirá Justin o tan siquiera Kilian cuando se entere por quien fui asesinada... Si antes odiaba a Caden porque su manada destruyo a la de mi amigo, no se diga hoy si se entera que este mismo me asesino a sangre fría... ¡Ay! Porque no me quede callada.

Una hora de viaje después de atormentarme con pensamientos irracionales y morderme las uñas hasta dejármelas cortas; Caden se detiene en frente de un sitio desconocido para mí, pero la impresión que me ocasiona pronto me deja extrañada al ver que mi asesinato no será en un bosque o un callejón, sino más bien, en un local espiritual de color naranja y café que por lo regular se ve limpio y cuidado.

Bajamos del auto y no es necesario que me diga que hacer porque ya lo estoy siguiendo para entrar en aquel local; el sonido de unas campanas se escuchan y un hombre de tez morena y cabello rapado eleva su mirada hasta nosotros dejando de leer un artículo de revista científica para poner su atención en sus visitantes.

Pensaba que aquel lugar además de ser misterioso y enigmático terminaría siendo extraño, pero ha sido todo lo contrario cuando el único olor que se propaga por la zona es la planta ruda que cuelga de casi todo el techo del local, como también, el humo del incensó que pasa por mi alrededor.

— ¡Caden! ¡Que gusto volver a verte!

El hombre que mide casi dos metros se acerca a Caden para darle un abrazo mientras que mi novio, lo recibe de forma candorosa; ambos se dicen unas palabras y parecen reírse de sus propios chistes, me ánimo a querer preguntarme nuevamente porque Caden me ha traído a este lugar pero otra vez, sigo sin obtener una respuesta y más cundo él se me acerca para hacerme caminar hasta aquel hombre que se ve simpático pero a su vez, serio.

—Tathagata, ella es Gemma. —El hombre me hizo una reverencia cerrando un segundo sus ojos para luego abrirlos. —Gemma, él es Tathagata. Un chamán y... —interrumpí a Caden.

—Hombre lobo. —Añadí.

Caden sonrió y asintió dándome por entender que estoy en lo correcto; aquel hombre con un nombre tan extraño y difícil de recordar en un segundo, no dejó de verme como si me estuviese evaluando pero cuando quizás se sintió conforme en conocerme con solo verme, le dio una señal a Caden, a lo que él respondió con el mismo gesto provocándome dudas sobre lo que están hablando entre miradas y gestos de los cuales desconozco acerca de lo que están hablando o planeando.

—Venga conmigo, señorita Gemma. —Me dio la espalda y empezó a caminar hacia una puerta de madera.

—Caden, ¿qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Qué planeas? —le dije pero él no respondió a mis preguntas.

—Solo ve. —Hice una mueca. —Confía en mí, Gemma.

Negué pero no para demostrarle que tengo desconfianza en lo que sucederá luego de atravesar aquella puerta, sino más bien, lo hice para darle a entender que solo lo haré porque tengo muchas preguntas que quizás solo sean resueltas en aquel lugar.

Me dedico a seguir al hombre que Caden también confía para hacerme pasar a otro sitio en donde es muy diferente que el salón principal donde recibe sus clientes; todo es a oscuras y con unos pequeños focos color ámbar que resaltan su luz a un camino que da a otra puerta lejana pero siempre de madera, sigo todavía al hombre que si no más recuerdo que se llama Tathagata para ver como él de debajo de su camisa, saca una llave, la deja en la cerradura y abre la puerta.

Aquella habitación solo es reflejada por una ventana que el sol permite irradiar su luz por todo el lugar, sin saber qué es lo que pasara en aquel lugar, entro y veo como él enciende cinco velas blancas que las pone alrededor de dos almohadones que son separados por una mesa de madera; se sienta en uno de ellos dándole la espalda a aquella ventana que ahora solo refleja una oscuridad en su cuerpo que solo deja visible sus ojos.

—Siéntese, señorita Gemma.

Siento una pesadez en el cuerpo al ver plantas, tarros de líquidos, imágenes y otros elementos en aquel lugar; la curiosidad es tan grande que estuve a punto de botar una vela pero la detuve en un buen momento sintiéndome apenada de la torpeza que estuve casi por hacer. Me siento en el otro almohadón y veo como él dice una pequeña conjuración en otro idioma logrando que la cortina de la ventana se mueva y por consiguiente la llama de las velas.

—Deja tus manos en el recipiente. —Señala un cuenco que tiene agua y una planta.

Me quedo desconcertada un segundo al preguntarme en que momento apareció aquel recipiente, pero sé que no puedo preguntarle ahora cuando él está haciendo no sé qué trabajo. La inseguridad de mi cuerpo aparece y me hace dudar si debo hacer aquello, porque a pesar que Caden trata con hombres lobo y no con hechiceros que pueden hacerme una brujería me hace pensar demasiado en porque aquel hombre me está pidiendo que haga ciertas cosas sin antes darme una respuesta a las dudas que tengo en mente o aunque sea, darme un explicación sobre qué quiere hacer conmigo.

— ¿Para qué? —dije por inercia.

—Solo hágalo. Y le pediré que no haga preguntas, luego Caden le responderá todo lo que se ha adueñado en su cabeza. —Eso se escucha poco esperanzador.

Como confiar en alguien que no me dice que demonios está por sucederme. Ni siquiera Caden pudo responderme eso al principio o tan siquiera cuando salimos de su apartamento y le pregunte hacía dónde íbamos. Quisiera decir que esto parecen que me lo han hecho con una intención de obligación pero siendo sincera, esa no es excusa cuando nadie me ha obligado a entrar o me ha puesto una pistola para estar aquí, todo lo he hecho de una forma voluntaria que ahora que ya no puedo retroceder, solo me queda la esperanza que esto no sea más que un truco de magia negra.

Pongo las manos dentro del cuenco y nuevamente, Tathagata se dispone a decir otras palabras en su idioma. De un bote pequeño, se llena los dedos índice y corazón de unas gotas de lo que parece ser aceite para luego untármela en la frente, cuando pienso que aquello no puede ser más que asqueroso, las llamas de las velas se tornan azules y con solo haberme distraído aquel momento, los ojos de él se ponen verdes hasta que en frente de mí, deja un trozo de lo que es carne. Esta vez me niego a comer y más si se trata de carne humana o de algún animal que no sea comestible.

—Come. —Me pone el trozo de carne más cerca de mi boca.

— ¿De qué animal es? —lo cuestionó.

— ¡Hazlo!

Su cambio de voz me provoca miedo que no me quedo de otra que agarrar el trozo de carne, masticarlo y por último tragarlo haciendo un gesto de asco al saber que me acabo de comer algo crudo y sin saber que era.

Pronto una sensación extraña aparece en mi cuerpo, tanto que empiezo a ver borroso y por consiguiente, el sonido de unos tambores que van a un ritmo legendario de una tribu. Cierro los ojos y los vuelvo a abrir pero ya no puedo ver con la misma normalidad, antes de poder decir algo, siento como algo golpea mi cabeza y seguido de ello, varias imágenes cruzan en mi mente hasta que lo último que termino por sentir en como inconscientemente, le ofrezco mi mano derecha a él.

~~~

—Aneu.

Abro los ojos y me doy cuenta que estoy en un bosque en donde la luna llena se ha posicionado encima de mí. El lugar es oscuro y tenebroso, tanto que no entiendo que estoy haciendo ahí.

—Aneu.

Me doy la vuelta y la voz de una mujer repite ese nombre, ya lo he escuchado varias veces pero sigo diciendo que mi nombre es Gemma y no Aneu.

—Aneu.

Me doy la vuelta rápido al sentir una mano posicionarse en mi hombro derecho, la impresión es grande que ahora la luna llena ya no se encuentra en el cielo sino más bien, en frente, tengo a una mujer, de hermosos cabellos, rostro muy bien esculpido y cubierta de un destello blanco.

— ¿Quién eres? —digo asustada.

—Aneu, escúchame. —Repite el dichoso nombre. —Pronto descubrías quien eres, el fin pronto llegara y el comienzo de una nueva historia reiniciara con la llegada de un cachorro híbrido, de un padre del desierto y una madre del invierno. Aquel que detendrá una guerra que no debió comenzar. —Enarcó la ceja.

— ¿Qué? ¿A qué te refieres? —digo sin comprender.

—Ahora hija mía, te devuelvo a tu alfa, aquel que desearon desgarrarlo de tus entrañas el día que naciste y yo concedí que fuera tu pareja. —Abro la boca pero de ella no salió nada. —No habrá marcha atrás, una nueva oportunidad les espera, sin embargo, deberán sobrellevar peligros que pronto vendrán. No dejen que sus manadas los separen, permanezcan juntos y concibe a aquella criatura que unirá a dos familias que desearon terminar con lo que apenas iba comenzando.

—Pero no soy Aneu...

~~~

Abrí los ojos y desperté de aquel sueño que además de dejarme un mal sabor de boca, me proporcionó un dolor de cabeza horrible como si hubiera bebido alcohol una noche entera sin detenerme.

Cuando mi vista deja de estar nublosa, me doy cuenta que ya no estoy en aquel local del presunto chamán que me hizo un tipo de ritual extraño que termino por hacerme hablar con una mujer que no me dio muchas explicaciones a sus palabras; ahora más bien, me encuentro dentro del auto de Caden quien afuera parece ver hacia la luna que mantiene un fuerte destello iluminando el lugar donde nos encontramos.

Me levanto y abro la puerta para salir de esté para caminar hasta Caden quien me puede dar de una sola vez, las respuestas de todas aquellas dudas que han surgido en mi mente últimamente; al estar a su lado, gira su cabeza y pronto de él, muestra una sonrisa que hace que se levante del capo del auto y pronto me ponga las manos en mi cadera para cambiar de lugar y ser yo quien ahora tome aquel puesto en donde estuvo sentado.

Extrañada, no dejo de acariciarme las sienes las cuales van aminorando el fuerte dolor provocado por el ritual y el sueño; antes de preguntarle a Caden lo sucedido me entrega una botella de agua y seguido de ello, una pastilla que puede que sea para el dolor de cabeza, sin mucho pretexto, me la tomo y bebo suficiente agua hasta calmar la sed que tengo.

— ¿Cómo te sientes? —pregunta.

— ¿Qué sucedió? —evadí su pregunta para ser yo quien hiciera otra.

—Nada fuera de lo normal, te desmayaste al terminar el ritual —gruñí.

—Caden, quiero que me expliques ¿por qué me llevaste ahí? ¿Cuál fue tu propósito? Y ¿para qué fue ese ritual que me ha dejado con dolor de cabeza? —Tire todas aquellas primeras preguntas que se cruzaron inmediatamente en mi mente.

—Antes de darte todas esas explicaciones —Suspiró. —Solo quiero decirte que lo hice para saber si ya tenías un dueño. —Enarqué la ceja.

— ¿Qué? —dije alzando la voz. — ¡Eres un idiota, Caden! No sabes todo lo que me has ocasionado este día... —Me interrumpió.

—Lo sé, pero es que no podía hacer esto sin antes estar seguro que puedes ser mía, para siempre... —Gruñí.

— ¡Eres un maldito egocéntrico que...!

Dejé de maldecirlo cuando en frente de mí puso una cajita pequeña de terciopelo negra; me dio una mirada y abrió la caja revelando una sortija de compromiso con diamantes y una piedra preciosa color blanca. Abrí los ojos admirada y mi boca termino por quedarse abierta ante lo que estoy mirando.

—Llámame idiota, egocéntrico, bobo... Todo lo que quieras pero lo hice porque no puedo dejar de pensar que tú puedas estar unida a otro hombre que no sea yo, Gemma. —El dolor de cabeza desapareció dejando que ahora pudiera razonar con perfección. —Te lleve allá con el fin de saber si puedo ser tu alfa, y con la respuesta que me dio Tathagata, no sabes lo feliz que me hizo saber que la diosa de la luna, me entrego a ti para que nos uniéramos como pareja. —Trague hondo al recordar ahora, que la mujer de mi sueño pudo ser ella. —Sé que esto es muy anticipado y pronto pero te amo, Gemma. Te amo que no quiero que te separes de mí, eres la mujer que yo deseo tener el resto de mi vida a mi lado... —lo interrumpí.

—Pero Caden, soy ordinaria... Yo, no soy una mujer lobo. ¿Sabes lo que estás haciendo? —dije sorprendida.

—Sé lo que hago Bestia —dijo orgulloso pero a la vez nervioso —, sé que la mujer que tengo en frente es con quien quiero compartir el resto de mi vida a su lado. —Sus manos empiezan a temblar. —Yo quiero casarme contigo. —Suelta con profundo miedo. —No quiero volver a perderte y vivir otros días más sin ver tu sonrisa, tocar tu piel y besar tus suaves labios. —Sonríe. —Sé que esto no será fácil pero me arriesgo a todo solo para tenerte a mi lado. Prometo amarte, respetarte y hacerte la mujer más feliz del mundo. —Me da una mirada llena de ilusión. —Gemma, ¿quieres hacerme el honor de convertirte en mi mate? —el estómago se me encogió.

—Caden... —me cubro la boca.

El corazón me palpita rápido y ya no puedo contener las lágrimas cuando me doy cuenta que el idiota que tengo en frente de mí a pesar que me dio disgustos en todo el día, acaba de proponerme matrimonio ante la luna.

—Sí... ¡Diablos, claro que sí! —me lancé a él. —Quiero ser tu mate.

Caden me abrazo y empezó a dejar besos por todo mi rostro hasta que se separó un poco de mí para ponerme el anillo que nos compromete a un futuro matrimonio el cual sabemos que ante toda adversidad, podremos ser felices.

—Te amo, Gemma Hewlett. —Susurra cerca de mis labios antes de besarme.

—Y yo a ti, Caden Dankworth.

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Yeih! Un capítulo inesperado pero emocionante.

Sé que me tarde mucho pero como saben, me gusta entregarles buenos capítulos para que puedan sentir la pasión al leer esta historia.

Espero que les haya gustado mucho! Aunque les advierto que esto solo es el comienzo porque la historia aún continua aunque Caden ya le haya propuesto matrimonio a Gemma...

Espero poder tener inspiración nuevamente para entregarles un próximo capítulo rápido.

De corazón, cuidense mucho, sigan tomando las medidas de higiene necesarias y deseo que tanto ustedes como su familia se encuentren bien. A su vez, pido oraciones por el terremoto que se dio hace dos días en la ciudad de Oaxaca, México 🙏🏻 Personas que se han estado enfrentando a duros momentos pero que sé que sus habitantes son muy fuertes para sobrellevar estos eventos.

De esta forma me despido.
Os quiero mucho, Isabel Moz

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