Capítulo 12: Mordida letal

Hace días que no sé nada de Elaine. La última vez que llegue a saber de ella fue cuando me dijo que volvería a su casa porque ya se sentía mejor y necesitaba volver a su vida de antes. Pero el problema fue que todo pareció complicarse más de lo normal.

Seguía llamando y llamando a Elaine pero ninguna llamada fue contestada, siempre terminaba en el buzón de voz y ya me había aburrido de dejarle tantos que al final prefería colgar; camine de un lado hacia el otro intentando recordar en qué lugares podía encontrarse, el problema no se concentraba en no encontrarlas sino en que le ha sucedido para desaparecer, porque no es normal que falte más de tres días a su trabajo, que no le haya llamado a su hermana y ahora que no conteste las llamadas ni mensajes que le envió como si estuviera enojada conmigo y lo peor es que ya me he planteado una y otra vez la idea si yo he hecho algo malo para que ella no quiera saber de mí pero luego recuerdo que no soy la única a la cual no se ha llegado a comunicar, sino que también con su familia y eso hace que este desconcertada al no poder imaginarme cuál será la razón por la cual ella no ha querido que lleguemos a saber cómo se encuentra.

Me siento en el sofá y vuelvo a marcar pero la llamada no procesa y de nuevo me manda al buzón de voz donde puedo escuchar su voz; no me explico como ella ha desaparecido y eso me hace sentir mal por el hecho que la deje ir cuando no me sentía segura de que si se sentía bien después de lo sucedido con Adrién y lo peor de esto, es que no tengo la dirección de su ex amante para decir que lo iré a buscar y quizás la encuentre con él pero es difícil decir eso cuando ella me prometió no volver a verlo pero... No quiero pensar que Adrién pudo haberle hecho algo, el último día que llegue a saber de él fue cuando discutió con Zöe y termino por querer buscar a Elaine; la verdad es que no me había planteado si él llego a buscarla en algún momento, podría ser posible que él terminara pidiéndole perdón y las cosas no hayan salido bien y pudo haberle hecho algo a mi amiga y... ¡No! No debo de ser alcanzativa y tampoco imaginarme cosas que no son; por un lado Adrién pudo haber sido un idiota con mi mejor amiga pero él no tuvo la culpa de mencionarle a ella que todo fue un simple juego aunque en realidad era mejor que Elaine lo llegara a saber antes para que no se llegara a ilusionar más pero Zöe tampoco tenía el derecho de decirle esas cosas a ella cuando esa relación solo era de Adrién e Elaine.

En total, debo de buscar de alguna u otra forma a mi amiga, si no lo hago, es posible que tenga que llamar a los agentes policiales para que hagan una búsqueda de su desaparición; ya que ya pasaron tres días sin saber de ella pero para eso tendré que tener pruebas para demostrar que lo que ha hecho Elaine no es común y así no vean los oficiales que todo solo es una desaparición por un amorío roto.

Mi única esperanza de encontrar a Adrién es por medio de Caden pero con solo pensar en esa posibilidad me pone los nervios en punta al solo imaginar que yo tendré que buscarlo por un importante motivo cuando yo fui la primera en decirle que quería que se alejara de mí; haría todo lo que fuera por buscar a Elaine así que no queda de otra que tener que dejar a un lado mi orgullo para intentar encontrar a Adrién y así saber si él sabe algo acerca de ella.

Me levanto del sofá y voy directo a tocar la puerta de Caden, estoy segura que de nuevo se quedará atónito al verme en su puerta y con disponibilidad de hablar con él pero ya es demasiado antes dejarle en claro el motivo por el cual he ido hacia él para recordar que solo intento encontrar a Elaine haciendo que pronto se dé cuenta porque me encuentro pidiéndole ayuda; apenas me acercó a la puerta y estoy a punto de tocar cuando escucho que abren una puerta y me doy la vuelta para ver a Vernon salir de su apartamento.

Le doy una mirada y casi puedo ver lo poco sorprendido que se encuentra al solo verme es como si ya no necesitara de mí después de haberle dado un recorrido por la ciudad y por último, haberle contado un poco de mi vida y de Caden. Es extraño que ya no hemos vuelto a hablar pero en realidad debo de recordar que por un lado lo he estado evitando porque no recuerdo muy bien lo que me sucedió aquel día después de haber vuelto a mi casa después de la caminata que tuvimos por la ciudad. No quiero volver a pensar mal de alguien cuando por lo menos Vernon se ha comportado mejor que Caden desde su llegado pero eso no quita que me sienta un poco asustada al imaginar que él pudo entrar a mi apartamento, sacarme y llevarme a un bosque donde estuve a punto de morir.

Intente de nuevo alejar mi mirada y de nuevo proseguir con mi plan si mi mente no hubiera llegado a tener una maravillosa idea; quizás Vernon sea de mi ayuda para saber dónde vive Adrién ya que si conoce a Caden también debe de saber de Adrién, además en la última conversación que tuve con él, llegue a saber que él conoce también a Adrién y Zöe, eso hace que me resulte más fácil mi plan si pedirle ayuda a Caden.

—Hola Vernon—le salude.

—Hola Gemma—contesto con una sonrisa.

— ¿Puedo pedirte un favor? Sé que es demasiado precipitado pero no tengo mucho tiempo—no me gusta rogarle a nadie pero en esta ocasión no había de otra.

—Claro, lo que tú digas—afirmó sin negarse.

—Sabes dónde vive Adrién—crucé los dedos para que dijera que sí.

—Sí sé dónde vive pero nunca he visitado su apartamento—respondió recordando.

— ¿Crees que puedes llevarme?—le suplique.

—Vamos, te llevaré. —Saco unas llaves de su bolsillo.

Camine detrás de él mientras bajábamos las escaleras de cada uno de los pisos del edificio, la idea de estar de nuevo con Vernon no hacía que me sintiera el cien por ciento segura de mi decisión pero debo de confiar que él no llego a hacerme ningún daño la última vez como también no es capaz de secuestrarme o algo por el estilo; cruzamos el umbral de la puerta principal para ir al estacionamiento, este día se encuentran varios autos aparcados que no puedo ubicar cual es el de él, pero al ver que presionaba el botón de la alarma de su auto y pronto hacia ruido, no tarde en alcanzarlo para ver cómo me hacia una señal para que entrara y me sentara a su lado.

Por lo menos no es una camioneta moderna y actual como la que usa Caden y Adrién porque eso de ver como todos empiezan a tener cosas demasiado costosas sin verle una sola gota de sudor por la cual saquen en un trabajo si es que tienen, me hacen seguir dudando si han recibido alguna herencia o son unos traficantes o mafiosos.

—No queda muy lejos pero veo que te urge llegar—dio una vuelta a la izquierda para luego concentrarse en el camino.

—Sí. —No quise dar detalles.

— ¿Puedo saber qué es eso importante que quieres hablar con Adrién?—pregunto curioso.

No sabía si decirle la verdad o solo mentir como las otras veces que he hecho con sus particulares amigos pero por un lado siento que le llegara a decir lo mismo que Caden hasta llegar al punto de insistirme y yo no poder seguir guardando el secreto.

—Asuntos privados—comente.

—Y dentro de ello se encuentra ¿Caden?—le di una mirada extraña.

— ¿Caden? ¿Qué tiene que ver él en mis asuntos?—le interrogue al ver que el tema siempre principal de nosotros es nuestro mismo vecino.

—No sé, los escuché discutir hace tres noches y ahora te encontrabas en su puerta—suspiré.

—No. Caden no tiene nada que ver—respondí bajo.

Recordando que él fue el último que lo mire el día en que le enseñe Portland, quizás pueda darme algunas respuestas sobre si llegue a salir de nuevo de mi apartamento o me dirigí a otro lugar antes que nos despidiéramos.

—Vernon—lo llamé para que me prestara atención—, el día que te mostré Portland, no encontraste algo extraño de mí—observé como enarco la ceja.

—Si te refieres a que si te mire salir de nuevo, no—respondió de inmediato.

— ¿Por qué estás seguro?—dejo ir una risa.

—Gemma, no desconfíes de mí. Suficiente tengo con que Caden piense que te drogue y te fui a dejar a un bosque a media noche perdida y sin sentido—abrí la boca sorprendida.

— ¿Caden hablo contigo?—hizo una mueca.

— ¿Hablar? Yo diría pelear—no le encontraba gracia a sus palabras al ver que le provocaba risa.

—No sé porque se busca problemas cuando no necesito que me defienda—crucé mis brazos.

—Sé que lo que te dijo te dolió—lo mire de reojo intentando comprender como sabe de la conversación—, pero debes confiar en Caden, él sabe el porque te quiere lejos—bufé.

— ¿Por qué le das la razón? Si parecen llevarse mal—encogió los hombros.

—Porque yo haría lo mismo que hizo él—hice una mueca al no comprenderlo.

Quien entendía a Caden o a Vernon, lo único que mi mente decía es que estos dos se han puesto de acuerdo en la misma situación de no enamorarse de mujeres problemáticas como yo y quedarse siempre con las caras bonitas e hipócritas como Zöe; prefería cerrar el asunto de Caden a seguir continuando en mencionarlo hasta debajo de las piedras porque sería imposible que alguien que no lo conozca me dijera lo contrario de cómo es su personalidad porque en realidad, entre este triángulo conformado por Adrién, Vernon y Caden como cabecilla.

Observé como Vernon se detuvo y estaciono su auto cerca de la acera de la calle, ambos bajamos del auto y antes de entrar me di cuenta en donde nos encontrábamos y la instalación en donde reside Adrién no es nada igual comparado con donde vive Caden y Vernon; podía decir que casi es hotel lujoso en donde vive porque la diferencia reside en que no son edificios de apartamentos o pent-house.

Con solo cruzar la entrada y ver el moderno edificio bien decorado de manera elegante y delicada hace que me dé cuenta que ni buscando cinco trabajos pagaría una habitación en este lugar; casi todo parece ser para millonarios que solo se quedan temporalmente.

— ¿Visitante?—dijo el recepcionista.

—Sí, visitante de Adrién Blackesley—dijo Vernon.

—Documentos. —Le extendió la mano el recepcionista a Vernon.

Vernon saco su billetera y de ella le dio unos documentos para ver como el recepcionista anotaba la hora de entrada, el nombre completo y la placa del auto y sin contar que también hizo una media descripción de mí porque también vengo de visitante.

—Puede pasar—el recepcionista nos entregó un carnet.

Comenzamos a caminar hacia el ascensor para luego ver como Vernon presionaba el botón 8, apenas sentí que la máquina se movió cuando se detuvo y abrió pronto las puertas para marcar que ya habíamos llegado al piso; siempre termine por seguir los pasos de Vernon ya que él parecía saber dónde vive Adrién así que mientras caminamos por el mismo pasillo pasando de puerta en puerta; Vernon dejo de caminar y se detuvo en una donde tiene el nombre de Adrién y su número de habitación, me quedé a un lado de la puerta para esperar a que abrieran pero al principio pareció que nadie se encontraba ya que no correspondía los toques de la puerta que Vernon hacia; por un momento me pregunte si en realidad Adrién no se encontraba o solo estaba ocultándose para no abrir la puerta, ganas de derribarla no me faltaban pero con solo ver la textura y el tamaño del objeto rectangular con un pomo de color rojo vino hizo que mejor respirara y tuviera paciencia para no hacer algo imprudente.

Unos cinco minutos pasaron cuando empecé a rendirme en el momento en que la puerta dejo ir un sonido como si le estuvieran quitando llave para luego ver como Adrién se dejaba salir un poco su rostro.

— ¿Vernon?—Aún no me había mirado. — ¡Gracias a Dios que estás aquí! Necesito de tu ayuda—Vernon enarco la ceja.

— ¿Por qué me necesitas?—pregunto él.

—No preguntes, solo entra—dijo urgente Adrién.

Pero cuando abrió la puerta para dejar entrar a Vernon, se dio cuenta de mi presencia haciendo que se quedará petrificado y los colores de su rostro se volvieran casi blancos. Esa impresión me dejo en claro muchas cosas así que sin permiso, lo empuje y entre a su habitación en donde empecé a buscar a Elaine en donde no tarde mucho en gritar su nombre y buscarla de sala en sala pero no había rastro de ella.

— ¿Dónde tienes a Elaine, Adrién?—lo amenacé con la mirada.

Adrién le dio una mirada a Vernon donde ambos pronto parecieron comunicarse con la mirada hasta llegar al punto de ver como el rostro de Vernon se palidecía al mismo tiempo y dejara ir un gruñido de frustración.

—Llévame a ella—le dicto Vernon a Adrién—. Será mejor que te vayas, Gemma—ahora resulta que ambos me querían fuera de su territorio.

—No me iré hasta saber dónde está Elaine—mire a dos molesta al ver su reacción.

Antes que me llegaran a decir algo, escuche un grito fatal, tanto que un enorme susto que nos llevamos los tres, eso fue un estímulo para que yo buscara de nuevo aquel ruido y sin previo aviso, corrí hasta una habitación que se alejaba de la cocina y el salón de visitas; al irme acercando fui escuchando varios ruidos escalofriantes como si estuvieran torturando a un animal y eso sin decir que de seguido venían unos sollozos. Mi piel se erizo tanto que al llegar a la habitación donde provenían los ruidos no sabía si entrar o quedarme en mi lugar peso eso solo hizo que pensara si a Elaine la estaban torturando o algo le ha sucedido así que preferí empujar la puerta hasta ver a una persona en la cama amarrada y a otra levantada.

Me tuve que sostener del pomo de la puerta al ver como Elaine se encontraba en un estado terrible por no decir grave, se encontraba amarrada de brazos y piernas mientras su frente sudaba y su cuerpo se movía de un lado hacia el otro tratando de desamarrarse; la escena fue tan increíble y espantosa que me recordó ver todas aquellas películas de las niñas que han sido poseídas por demonios y han tenido que exorcizarlas.

Caden al verme solo cerró los ojos y maldijo hasta tener que acercarse a mí pero pronto lo detuve al no poder quitar mi mirada de Elaine y tener que almacenar todas las imágenes nuevas que empezaba a recolectar de ella.

Otros pasos más se escucharon y detrás de mí aparecieron Adrién y Vernon, los tres ya no sabían que hacer conmigo al darse cuenta que descubrí su secreto y eso sin decir que empezaba a sentirme mal al no poder mover ni un dedo ante la situación que menos pensaba ver en mi vida.

— ¡¿Qué le pasa a Elaine?!—le grite a los tres.

Los tres se dieron una mirada y bajaron su cabeza, parecía que ninguno trataba de responder mi pregunta como también de darme una explicación para que la tuvieran en un apartamento lujoso, amarrada y tener que llegar al grado de guardar silencio.

—Si no me responde ninguno, juro que de inmediato voy a la policía y...—Caden me interrumpió.

—Sí quieres saber es mejor que guardes silencio, lo que escucharas a partir de ahora te dejara impresionada y si es posible no entenderás a la primera—me toque la cabeza preocupada.

—Entonces, habla de inmediato—le dije.

—Te recuerdas cuando te dije que no creyeras en criaturas sobrenaturales porque solo eran cuentos de hadas o historias irreales—no se a que venía eso.

—Los hombres lobo no existen—dije riendo.

Deje de reír al darme cuenta que Caden se mantenía serio y a la vez parecía no opinar de la misma manera que yo. Pero cómo creer en cosas que aún no he mirado con mis propios ojos, quizás hace tres días tuve de las peores experiencias de mi vida al haber mirado a un hombre convertirse en un lobo pero he intentado ignorar ese recuerdo para decirme que quizás mis ojos confundieron la realidad con una ilusión. Lo malo de todo esto es que tendré que conformarme con lo que me diga Caden para luego sacar mis conclusiones, solo espero que me diga la verdad.

— ¿Qué tiene que ver lo que discutimos ese día con Elaine?—le di una mirada a mi amiga.

—Porque Elaine fue mordida por un hombre lobo—no me creí a la primera dicha respuesta.

—Mientes—musite.

—No Gemma, Caden no miente. —Adrién defendió a su amigo.

—Lo que dicen no puede ser real, los hombres lobo no existe y Elaine no ha sido mordida por uno... Eso es una tontería—quería creerme mis propias palabras pero hasta dude de ellas al mencionarlas.

—Si no nos crees con palabras, quizás con acciones si—respondió Caden—. Te mostrare.

Caden camino hacia Elaine y se puso a su lado en donde ella siguió gruñendo y gimiendo del dolor, no sabía porque pero me daba la impresión que lo que terminara por ver haría que abriera mis ojos y mi mente a lo que ellos trataban de decirme y hacer que fuera más clara su respuesta.

Caden esperaba a que me acercará pero yo tenía demasiado miedo que mis pies se han quedado pegados en el suelo e intentan no seguir mis órdenes de moverse; mis manos sudan y estoy a punto de huir cuando me digo a mí misma que si estoy aquí es porque he venido por Elaine y si esperaba asuntos peores aunque este es el más inesperado y fuerte suceso que he visto en mi vida, será mejor que empiece a tragarme todas las creencias y cuentos que alguna vez pensé que eran anécdotas para animar, asustar y entretener a los niños y jóvenes.

Camine hasta la cama y pronto estuve al lado de Caden, él se mantuvo siempre serio y relajado; no mostraba en esos momentos alguna gota de miedo y ansiedad pero en final de cuentas, suponía que su mente podía estar contradiciendo su cuerpo para no demostrar lo mal que se sentía al ver que Elaine se encontraba en esta situación; él agarro un lado el cuello de la camisa naranja de Elaine, apenas la apartado para dejar ver la parte entre su hombro y su cuello cuando presencie una enorme mordida, ni siquiera me quedo tiempo de analizar lo que mis ojos están mirando cuando me cubrí la boca con mi mano al ver como la herida seguía sangrando, como la mordida es profunda hasta ver los agujeros que los dientes del animal perforaron la piel de Elaine y eso sin decir el olor pudrefactorio que comenzaba a sentirse.

Hay muchas cosas que no entiendo en este momento, había leído que una mordida de un hombre lobo ocasiona efectos segundarios pero que al final la persona que fue mordida termina por convertirse en un lobo y la herida sana por si sola. Pero con Elaine ha sido diferente, ella no sana, ella se mira peor de que una persona con un demonio dentro y la verdad es que no sé en qué puedo ayudar porque esta mordida es sobrenatural y no como la de un animal normal.

— ¿Por qué la herida no sana?—mire a Caden.

—Fue mordida por un lobo omega, los omegas no tienen las mismas características de una mordida de un alfa. —Eso comenzaba a ser coherente.

Vernon ser acercó también a Elaine y antes de poder decir algo pareció mirarla de arriba hacia abajo hasta que toco su mano, cerró sus ojos y pronto se concentró hasta que pasaron unos cinco minutos en donde termino por hablar.

—Hace cuánto tiempo esta así—miro a Caden y a Adrién.

—Tres días—me admire al ver que son exactamente los tres días que ella lleva de desaparecida.

—Y ¿por qué no me llamaron? O por lo menos intentaron contactar a alguien de la manada—refunfuño Vernon.

—Creímos poder solucionar el problema—respondió Caden.

— ¿Y lo lograron?—Dijo con sarcasmo Vernon. —Está muy mal, su salud empeora a cada hora y no sé cómo es que aún sigue viva—mi piel se erizo con aquella respuesta.

— ¿Que sugieres?—habló temeroso Adrién.

—No sé si sea seguro pero...—Vernon volvió a ver a Elaine quien respiraba ahora muy rápido—tendrás que morderla Caden. Es la única manera de la cual pueda sobrevivir si es que no altera la mordida del omega y el daño suele ser peor hasta matarla. —Lo dijo con tanta seriedad que parecía no mentir.

— ¿Estás seguro? ¿Otra mordida? Ni siquiera sabes si sobrevivirá... Además, ¿qué Caden es un alfa para decir que él puede salvarla?—lo señalo con enojo.

—Lo soy, Gemma. —Me di la vuelta al recibir su respuesta.

— ¿Cómo sé que lo eres?—lo ataque al quedarme cerca de él.

—Recuerdas cómo es que se identifican rápido los lobos por su clase—me quedé callada e intente recordar.

—Por el color de sus ojos. —Murmure.

— ¿Y los del alfa que color son?—me hace preguntas para que yo las conteste como si fuera un juego de adivinar.

—Rojos—le respondí.

Apenas lo mencione cuando lo observe desde mi altura y note como la iris de sus ojos se volvían rojos en tan solo unos segundos hasta que él parpadeo y terminaron por ser celestes.

Me quedé tan sorprendida de ver aquello que no me hubiera imaginado en la vida que Caden es también un hombre lobo.

Fue entonces que empecé a organizar todas las piezas de mi rompecabezas; ahora entendía muchas cosas de él como de las conversaciones casi silenciosas que tenía con Zöe y Adrién, esos pequeños detalles los tuve de cerca siempre pero nunca me hubiera imaginado a lo que me llevarían.

— ¿Solo un alfa puede morder a Elaine?—mire a Vernon y Adrién.

—Sí, los betas y omegas no somos actos para morder a las personas. —Cruzo los brazos Vernon mientras seguía evaluando el estado de Elaine.

—Entonces... ¿ustedes también son hombres lobo?—ambos asintieron— ¿De qué clase?—seguí con mi interrogatorio.

—Somos beta. —Respondió Adrién.

—Pero... Los beta tienen un poder más superior que los omegas, ¿eso no ayuda con una mordida?—Vernon negó.

—No tenemos ese gen de convertir a los demás en hombres o mujeres lobo debido a que a pesar que somos fuertes, seguimos siendo una clase baja e inferior a un alfa quien tiene un poder más fuerte. —Comento Vernon.

Me toque la cabeza ya que empezaba a dolerme a recibir tanta información como también a tener que soportar los ruidos que salían de la boca de Elaine que parecían ser un dolor para mis oídos.

—Pero, si Caden muerde a Elaine eso significa que ella será al final una mujer lobo ¿no?—asintió Vernon.

—El problema se encuentra en que no todo ser humano posee la capacidad de una mordida de un hombre lobo—comento Caden.

— ¿A qué te refieres?—eso me comenzó a preocupar de nuevo.

—Hay personas que aunque sean mordidas por un alfa el efecto no surge, en vez de eso puede terminar matándolas. A eso le llamamos evasión de sangre. —Cerré los ojos con frustración.

No podía dejar que Elaine muera, si eso sucede qué le diré a su familia, que fue mordida por un lobo y no resistió al único método de salvación que sería ser mordida de nuevo por otro lobo pero esta vez un alfa. Sería muy ridículo, nadie me creería y si es posible me dirían que estoy loca. Si yo no me lo he tomado esta noticia como algo para asustarme es porque tenía desde un principio una impresión que al final los hombres lobo podían existir y más con lo que he visto últimamente.

El otro problema es que sucede si el efecto de la mordida resulta y Elaine se convierte en un lobo, ella ya no será un humano mortal, se convertirá en una criatura sobrenatural y eso sin decir que es lo que sucedería si las personas que conviven en su alrededor se enteraran... Ella no le puede decir de un momento a otro que ha sido convertida en lobo. Será imposible, además Elaine ya no tendría una vida normal; por lo que leí los lobos tienen poderes y eso sin decir que a veces se convierten en luna llena.

—Lo peor de esto es que nunca he intentado morder a alguien que ya ha sido mordido por un omega—escuché que dijo Caden.

— ¿Eso afecta también?—él encogió los hombros.

—No sé. —Note que no tenía la respuesta que yo quería.

—El problema es que si muerden a Elaine, ella será como ustedes y no quiero que me mal interpreten pero ustedes no son como nosotros, su vida cambiara y...—me interrumpió Adrién.

—Lo sabemos Gemma. Y eso es la parte que también queremos comentarte y es la razón por la que no le habíamos dicho a nadie cercano a Elaine sobre esta situación que se encuentra—arqueé la ceja al escuchar lo que decía Adrién.

—Dios. No tolero tantas noticias en menos de una hora, ¿qué es lo que sucederá si Elaine se convierte en lobo?—me acaricie mis sienes.

—Elaine se tendrá que venir a vivir a nuestra manada—dijo Caden.

— ¿Qué? ¿Por qué?—mire a todos.

—Elaine sufrirá transformaciones en sus primeras lunas llena, no podrá controlar sus instintos animales y solo con nosotros estará segura, sino lo hace estará ella en peligro y también nosotros y las personas que se la encuentren. —Intente no sentirme peor con esa noticia.

Elaine se tendría que ir lejos, no sé dónde, pero de seguro muy lejos de Portland, de su familia y de sus amigos. No quería que esto sucediera pero si ella no podía controlarse, cómo la llegaría a proteger y controlar, unos días quizás ella estaría bien pero otros es posible que estaría mal. Y solo un hombre lobo sabe cómo lidiar con estos asuntos.

—Tienes que decidir por ella Gemma—mordí mi labio porque no sabía qué hacer.

Debo de ser racional y pensar en el bien de ella, si no lo hago, terminare por hacer de la vida de mi mejor amiga en un infierno.

—Confió en ti. —Mire a Caden. —No sé si cuando se entere le guste la idea pero le explicaré porque tome esta decisión. —Trague hondo al pensar si ella se enojaba conmigo al cambiar su vida por otra.

Caden le hizo una señal a Vernon y a Adrién; ambos a la vez respondieron a su señal así que pronto observe como Vernon le arrancaba la camisa a Elaine, ya que al estar amarrada de los brazos no podía quitársela. Apenas se la quitó y observé como la parte de la cintura hacia arriba de Elaine se encontraba llena de moretones como a su vez, varias venas se han resaltado.

—Dios... Esto no es normal Caden—los ojos se Vernon se abrieron tanto que sus pupilas estuvieron a punto de salirse. —El omega no le dio una mordida cualquiera, esta es una mordida letal. —Caden y Adrién se mostraron asustados. —Puedo sentir como su corazón se debilita, tiene solo dos horas para vivir. —Intente no asustarme.

—Qué esperas Caden, ¡muérdela!—le grite.

—No puedo. Si la muerdo con la herida infectada, es posible que la mate instantáneamente—deje ir un grito de desesperación.

— ¡¿Qué voy a hacer?! ¡¿Cómo les diré a sus padres de esto?!—camine de un lado hacia el otro.

—Curare la herida, tenemos que llevarla a un bosque cercano. La mordida es posible que la haga rugir o aullar fuerte y no podemos arriesgarnos que la escuchen. —Adrién y Caden atendieron las indicaciones.

—El bosque más cercano es el Forest Park—les recomendé.

—Bien, iremos a ese parque. El problema es que no sé cuánto tiempo me tardare en curar la herida—se rascó el cuello.

—Solo hazlo Vernon. No pierdas más tiempo—lo alenté.

—Sí. Tienes razón. —Dijo él.

(...)

Vernon se había tardado más o menos una hora y media curando la herida porque a pesar que él intentaba que la sangre se detuviera, como si al final se tratara de un volcán a punto de explotar, la sangre seguía sobresaliendo de la herida. Y eso sin decir que Elaine había comenzado a sacar sangre de la nariz y de la boca haciendo que me preocupara cada vez más por su estado.

Y eso sin decir que Vernon y yo tuvimos que salir por la puerta principal del edificio mientras que Adrién y Caden intentaron salir con Elaine por la puerta de emergencia para que nadie notara el estado de gravedad en que mi amiga se encontraba.

Ahora nos encontrábamos todos juntos en el bosque, a media oscuridad y eso sin decir que ya no he escuchado gruñir o gemir a Elaine.

Miro hacia atrás y me encuentro a Elaine en brazos de Adrién; él parecía demasiado preocupado para no soltar su mirada de mi amiga, hasta podía notar esa chispa de culpabilidad o de dolor al verla de esa manera.

Tuvimos que entrar hasta lo más profundo del bosque para evitar que cualquier guardia o persona nos mirara; así que al ver que Caden y Vernon terminaban por detenerse, ambos empezaron a alejar las hojas caídas de los árboles para dejar a Elaine en el suelo.

Esta vez, Caden se agacho y empezó a alejar de nuevo la tela de la camisa de Elaine para dejar en vista la mordida que de nuevo había comenzado a sangrar; mordí mi labio mientras observaba como Adrién agarraba los brazos y Vernon los pies de Elaine.

Yo solo me quedé observando hasta ver como la luna empezaba a posicionarse encima de nosotros y eso sin decir que los ojos de todos empezaron a brilla en la oscuridad, los ojos de Vernon se tornaron verdes, los de Adrién en azules y de último los de Caden en rojos.

Sin esperarlo, Caden al abrir su boca revelo los enorme colmillos filosos que tiene; y eso sin decir que no espero un segundo más hasta ver que mordía en el mismo lugar donde Elaine había sido mordida por el omega.

El sonido de los dientes de Caden adentrarse en la carne de Elaine hizo que cerrara los ojos y oprimiera el grito de miedo que me provoco escuchar y ver eso. No dije otra palabra más y solo espere que todo terminara.

Unos minutos perduro aquel ritual hasta ver como Caden se apartaba, quitaba la sangre y la saliva de su boca para mirar a Elaine pero ella no respondió, se quedó inmóvil durante varios segundos haciendo que me preocupara.

—Elaine no se mueve—susurré.

—Despertará—dijo Caden.

Esperamos varios minutos pero no sucedió nada así que me acerqué a Elaine y le toque de la frente pero la sentí helada y eso me preocupo.

—No siento su pulso—murmuró Adrién.

—Eso es imposible—Vernon pareció no entender.

— ¿Qué quieres decir con eso?—le dije molesta.

—Elaine no pudo morir, la mordida resulto bien...—habló Caden.

Mis manos empezaron a temblar así que no tarde en agarrar del rostro a Elaine, la llame varias veces pero ella no respondió, eso hizo que me asustara y mi corazón empezara a latir demasiado rápido.

—Elaine, no puedes morir. Despierta—la llamé pero no respondió.

Mis lágrimas empezaron a resbalar por mis mejillas haciendo que no llegara a detenerlas hasta que algo hizo que me cayera de espalda y mis ojos se posicionaran en Elaine se había levantado pero a los segundos termino por dejar ir un gran grito que se convirtió en un fuerte aullido y fue entonces que sus ojos ya no eran cafés, esta vez se tornaron de un amarillo tan intenso que eso me dejo claro lo que había terminado por suceder.

Elaine ya no era humana, ahora es una mujer lobo.

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Continuará...

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