Capítulo 11: Aullido
—Lamento por haberte pedido exactamente a ti que me enseñaras Portland—dijo nervioso Vernon.
—No importa, de todos modos, no tengo nada que hacer por ahora—le respondí después que nos adentramos a otra calle.
—En el mapa se ve pequeño pero al estar aquí...—reí al ver su gesto de sorpresa.
Realmente Portland es una increíble ciudad aunque se encuentre entre las más pobladas de Oregón, además, las personas, la comida y los lugares turísticos le dan más la ventaja a este Estado del país; eso es lo que me atrajo esta ciudad, por eso es que no me quejo de nada porque es un ciudad de la cual vale la pena mudarse.
Ya llevamos cuatro horas caminando de un lado hacia el otro mientras yo le iba a explicando a Vernon donde se ubicaban los restaurantes famosos, los supermercados, las cafeterías, las calles que podía tomar para ir al edificio del apartamento, en realidad, todo lo esencial que podía servirle mientras se quedará en Portland.
—Desde cuánto tiempo conoces a Caden—escuché preguntar cuando nos detuvimos al ver el semáforo de los peatones en rojo.
—No mucho, unas considerables semanas que ha sido mi vecino pero pocas veces nos hemos dirigido la palabra—le comente.
Desde la mañana, Vernon ha sido la persona más paciente, tranquila y buena que he conocido; no obstante puedo decir que en actos de minutos me pregunta cosas sobre Caden o sobre mí que en ciertas ocasiones me resulta incomodas y poco favorables para mencionarlas porque aunque Caden y él parecen conocerse, no puedo decir que me pueda fiar también de Vernon cuando en algún momento llegue a fallarme.
— ¿Cómo es que conoces a Caden?—le pregunte con atrevimiento.
—Nos conocemos desde la infancia aunque Caden es mayor que yo por tres años—no siguió comentando más.
—Pero él parecía no verse alegre al verte—seguí con el mismo asunto.
—Caden es un tanto reservado que no le gusta que personas de su alrededor estén dentro de su círculo de vida—podía entender esa razón.
— ¿Son seleccionadas? Porque su mejor amigo y su amante parecen rodearlo a cada momento—murmuré con desdén.
Él pareció darle risa lo que le decía, es extraño que no haya llegado a defender a Caden por mis palabras pero parecía que comenzaba a coincidir conmigo con respecto al humor de nuestro mismo vecino.
—Adrién es demasiado cercano a Caden, así que será imposible que los veas separados es como su cuartada más fiel y Zöe... cree que estar al lado de Caden la hará convertirse en su mate—rasque mi cuello de forma nerviosa.
— ¿Mate?—dije confundida.
—En nuestro hogar así le llamamos la esposa o la mujer de un... hombre—enarque mi ceja.
—Bueno, supongo que sí. —No podía ser de una mujer porque de eso podía estar segura.
¿Mate? No es la mujer de un hombre lobo. Sería extraño que Vernon lo haya mencionado y de un momento a otro quiso cambiar la conversación, lo cual no me pareció normal.
—Es mejor que volvamos a casa, tengo que estar pendiente de mi amiga—no quería dejar muchas horas solas a Elaine más porque hoy está más cerca de Adrién.
—Está bien.
Tomamos uno de los caminos a casa mientras pensaba que después de darle una mirada a Elaine, descansaría un rato, ya que la noche anterior además de ser casi atacadas por un lobo, me quede vigilando a mi amiga por si ella terminara necesitando mi ayuda, de todas formas, tampoco quería ser una sombra más o una incomodidad en la vida de ella, ya que Elaine siempre ha podido ser independiente, simplemente en ocasiones es bueno darle una mano para que no se descarrile de sus problemas.
(...)
Me di una vuelta en lo que suponía que sería mi cama pero mi mano toco algo extraño que hizo que me levantara; pero en vez de eso, al abrir mis ojos, me encontré en un lugar oscuro, uno en el que desconocía y pronto me di cuenta que no estaba en mi casa, en mi cama y en un sueño.
No sabía cómo había llegado al bosque o qué es lo que estaba haciendo yo en este lugar; no comprendía nada de lo que está sucediendo ni mucho menos lo que puede suceder; mis ojos intentan encontrar una dirección exacta para salir de aquel terreno lleno de árboles, tierra y neblina pero apenas puedo ubicar la sombra de todos los troncos y de otras siluetas que esperaría que de todas fueran solo de arbustos o pequeños árboles; di una vuelta completa a mi alrededor pero algo me decía que quedarme estática en aquel lugar solo sería el comienzo de peligro que corría al estar sola y sin obtener ayuda de alguien; no sabía si gritar serviría de algo o correr sería la manera adecuada para escapar de mis propios miedo, porque por más que intento de darle vueltas al asunto, no tengo una respuesta hacia la duda más importante de mi cabeza...
¿Dónde me encuentro?
No estoy segura si le encuentro en Portland, o en Salem o en Eugene o en otra ciudad que no fuera de Oregón; solo puedo concluir que le encuentro en un bosque, uno enorme que parece crecer cada vez que la luna es cubierta por las nubes grises que se atraviesan en ella dejándome en una penumbra llena de oscuridad y silencio; si no fuera porque aun mis pensamientos sigue a flote en mi cabeza, podría decir que me podría encuentra en un estado de shock del cual no tendría una idea de cómo huir y buscar la manera de encontrar una ruta, calle o autopista que me llevara a alejarme de este lugar.
Sé que estoy en peligro y no por encontrarme a medio bosque perdida, sin una idea alternativa o un objeto que le ayude a focalizarme en qué punto cardinal me encuentro; simplemente, me he dado cuenta como al sentirme nerviosa he empezado a concentrarme en cada detalle del bosque, ni siquiera puedo creer como mis oídos han empezado a agudizarse, mis ojos a adaptarse y a contemplar cada vez más la oscuridad de la noche y de mi nariz a sentir la tierra mojada y el olor a hiervas fuertes como la menta y la hierba buena.
Trago hondo y me dedico a caminar a paso corto, lento y dudoso por aquel sendero boscoso del cual no existe un camino hasta ahora que me dirija a una salida; no tengo duda que guiarme absolutamente por mi conciente sea la única manera de poder buscar alguna señal que me diga en donde me encuentro y aunque mi piel se erice cada segundo por creer que alguien empieza a seguirme intento no mentalizarme ese tipo de cosas que puedan hacer que pierda un control sobre mi cuerpo.
Miro hacia atrás y no encuentro nada pero al pasar cerca de una roca, primero encuentro una sombra que se despide dentro de la niebla, puedo ver una figura humana, que pronto consigo identificar su género y claro que la altura y los hombros anchos me hacen pronto concluir que es un hombre; al principio pienso que puede ser una ilusión mía por el hecho que no creo que haya una persona viviendo aquí o solo que se trate de un asesino en serie que busque satisfacer su necesidad de matar a alguien inocente; no muevo ni un solo dedo pero no sé si por el miedo o porque posiblemente si intento correr aquel espíritu hecho en mi imaginación o posiblemente una persona de carne y hueso termine por seguirme.
Apenas el vapor que sale de mi boca cuando exhalo el aire es lo único que se observa a través de la oscuridad; ni yo ni aquel sujeto hemos intentado movernos, solo parece como si intentáramos observar quien es el primero en dejar que haga el primer intento de moverse pero en vez de eso, nadie hace nada. No sé sí estaré mal pero la figura parece tan real que no tengo la intención de acercarme para preguntarle que hace ahí.
Escucho un crujido de una rama mientras el aire frío, azota cada copa de los árboles haciendo que varias hojas terminen por caer en mi cabeza; solo un segundo me distraje cuando la esbelta y grande silueta del hombre ya se encontraba a ocho metros aproximado de mí; esta vez sí me llevo un susto de muerte al reconocer que no es una de mis ilusiones y más porque observo como los dedos de su mano se balancean de adentro hacia afuera. Intento retroceder dos pasos pero cuando hago ese movimiento, él es el siguiente en dar la misma cantidad como queriendo no alejarse de mí y mantener la misma distancia.
Trago hondo y puedo sentir como mis manos empiezan a sudar... Bueno, todo mi cuerpo empieza a sudar frío por si solo; me encuentro en esa situación en no saber qué hacer, tengo pocas alternativas y entre ellas encaja la velocidad en que corra y él me pueda alcanzar como también intentar golpearlo pero que él tenga más fuerza que yo.
Intento no asustarme con facilidad pero ese pensamiento se esfuma rápido de mi cabeza cuando observo como el hombre abre sus ojos y estos ante la oscuridad de la noche y la sombra negra de un árbol que hace que oculte todo su cuerpo, hace que el color azul de los ojos resalte como si se tratara de ver las luces neón de una fiesta de algún club nocturno o algo singular.
Ante aquella impresión de ver esos ojos, mi cuerpo deja de moverse hacia atrás mientras intento indagar la información que estoy recibiendo como resultado de mis propios métodos empíricos y teóricos.
Puede que sea... No... O ¿Si?.... Sería una locura si lo fuera... No creo que lo sea... Ellos no existen... Solo son seres mitológicos...
Todo me resultaba confuso e exorbitante.
Antes de poder idealizarme que solo estaba inventando cosas en mi cabeza, termino de suceder lo peor...
El hombre quien se había mantenido de pie, termino por caer al suelo, me imaginaba esa idea porque sus ojos azules dejaron de estar en una postura alta para ir bajando lentamente como si se tratara de ver los ojos de un animal, escuche unos gruñidos y pronto el rasgar de las hojas junto con la tierra... Sentía como si me encontrara dentro de una escena de película de miedo, en donde la chica se encuentra en problemas, aparece una bestia y ella termina por ser devorada.
¡Yo no quería eso!
Hasta ni siquiera podía creer como podía pensar en dónde quedaría mi cadáver al final o cuándo tiempo le tomaría a los oficiales en encontrarme o simplemente qué sorpresa se llevarían mis padres al anunciarles que su única hija fue asesinada por una criatura que acaba de convertirse de hombre a animal.
Esto nadie se lo creería, hasta es posible que cualquier Blogger o Youtuber terminaría por rehacer mi historia para contársela a sus espectadores de la manera brutal de la cual fui asesinada, ganando en cada segundo millones de visitas que se convertirá en una buena plata para ellos, mientras los títulos se encontraran más entre "El misterioso caso de Gemma Hewlett" "El desaparecimiento de la chica de Portland" o "El horripilante final del caso de Gemma Hewlett".
No me quedo tiempo de seguir observando cuando pronto a la luz de la media luna apareció un lobo mostrándome sus afilados colmillos como preparándose para atacar pero en vez de eso, observe como su cuerpo se llenó de aire para alzar su cabeza hacia arriba y pronto dejo ir un aullido, el aullido fue tan escandaloso y fuerte que casi podía sentir como mis oídos empezaron a doler; tuve que cubrírmelos para evitar el sonido pero como el lobo se encontraba cerca de mí, aún podía sentir el aullido.
Con desesperación, empecé a correr mientras el lobo se entretenía aullando, no sabía qué significado tiene lo que está haciendo pero lo único que puedo hacer es salvar mi vida, no tardó mucho en seguir corriendo entre la oscuridad esperando en no tropezar con alguna enorme piedra o terminar chocando con un tronco, esto hace que tenga que tener todos mis sentidos alerta y a la vez, en no mirar hacia atrás a cada momento que tenga la oportunidad.
No sé cuántos metros he corrido, solo sé que empiezo a cansarme rápido, tanto que el aire de mis pulmones terminan solo por inhalar dos segundos y exhalar los siguientes tres; esto hace que mi cansancio se agrave y tenga que hacer una parada por obligación, apenas me detengo y mi lengua sale de su boca; mis brazos se caen a mis lados y mis piernas terminan por temblar.
Por un momento pienso en rendirme pero mi interior seguía diciendo que siguiera corriendo y no me dejara vencer por ser devorada por una bestia, quisiera que fuera así pero no tengo salida; de alguna manera sé que tuve que entrar al bosque pero si recordara que sucedió conmigo, las cosas cambiarían y quizás así no estuviera dando vueltas por todo el bosque como si caminara en círculos.
No sabía si llorar de la angustia o de la frustración al ver que no tengo muchas soluciones para salir de aquel lugar; casi estoy pensando en esconderme si no fuera porque recuerdo de lo que estoy tratando de esconderme es de un lobo... Bueno, mejor dicho de un ¡hombre lobo! Un ser que tiene más dotados y fuertes sus sentidos del olfato y vista.
Casi me da un ataque al escuchar el nuevo aullido más cerca, eso significaba que podía haberme estado siguiendo las mismas o posiblemente mi olor, si tuviera algo con el cual distraerlo quizás tuviera una nueva oportunidad de huir pero estoy atrapada, el lobo corre más rápido que yo, siente mi olor y solo falta segundos para que llegue a saber dónde estoy.
Porque debo de ser tan negativa en este momento...
A lo lejos de nuevo miro un animal que se encuentra en movimiento pero por supuesto su dirección va hacía mí; así que intento esconderme detrás de una enorme roca para pensar por lo menos que puede pasar desapercibido de cualquier cosa.
Intento desnivelar mi ritmo cardíaco por el miedo, por el hecho de que leí que los hombres lobo pueden sentir ciertas sensaciones tanto de animales como personas y aunque el miedo puede sentirlo cualquier animal al solo percibirlo de una persona; intento bloquear ese sentimiento para que se vaya y yo pueda irme o correr pero al no escuchar un ruido, saco un poco mi cabeza de la roca para ver el lado derecho y no veo nada, así que me voy al otro extremo y por el lado izquierdo tampoco encuentro nada.
Así que me siento aliviada un poco de ver que ya no se encuentre a mí alrededor. Cuando estoy lista para salir detrás de aquella roca y tomar otro camino, siento como un aliento cae en mi cabello y hace que este se alborote por detrás y pronto mi hombro empieza a cubrirse de baba la cual miro con asquerosidad al ver lo pegajoso y transparente que es.
Trago fuerte y miro hacia arriba, es donde descubro el rostro del lobo que empieza a sacarme de nuevo sus dientes y a gruñirme.
Solo me queda el tiempo de temblar porque apenas me levanto, soy derribada por el lobo haciendo que quede encima de mí mientras que yo intento hacerme hacia atrás pero es inútil, solo tengo el suelo cubierto de pasto que hace que ni siquiera pueda moverme.
—Déjame...—mí voz suena cortada.
Pero en vez de eso el lobo saca un enorme ladrido que hace que me asuste más al ver su enorme boca casi abarcar más de mi cabeza; cierro mis ojos y mis lágrimas empiezan a salir por si solas, intento no tener miedo pero es imposible al no sentir que en este instante soy carne fresca; me encojo y cuando abro los ojos, el lobo alza su cabeza y antes de darme una mordida, dejo salir un gripo haciendo que mi garganta se desgarre y pronto me duela.
Antes de poder hacer algo, otro aullido se escucha a lo lejos y por inercia, se me ocurre abrir los ojos en el momento en que veo como otro lobo derriba al que tenía encima, haciendo que los dos empiecen a pelear de una forma tan violenta que al agarrar su pellejo se desgarran un par de cabellos, como a su vez, se dan unos arañazos que pueden costarle la vida.
Me levanto pero a la vez me quedo sentada al ver la pelea, el lobo negro que llego a intervenir en mi asesinato parece tener más fuerza, tanto que derriba al lobo gris con blanco.
Esta vez, no importa lo que me suceda, solo sé que busco la manera de levantarme para empezar a correr; pero el dolor de un tobillo torcido y un brazo aplastado hacen que la velocidad con la que antes corría se haya desnivelado. Apenas puedo mantenerme en pie como también en cojear sin caerme, tengo que agarrarme de varios troncos de los árboles para pasarme del uno al otro sin tener que chocar y quedarme en espera de que el dolor se disminuya.
No tengo tiempo para esperar, cada segundo de mi vida está contando con el tic tac de cualquier aguja segundera de un reloj, me sentiría capaz de tomarme un tiempo para no sentir que estoy presionando los músculos y los ligamentos de mis brazos y piernas si no estuviera en peligro.
Lo peor de ello es que no sé si ambos lobos se atacaban para saber quién será el ganador para quedarse con la presa, y es que no soy capaz de imaginarme ser un trofeo de perros solo para ser descuartizada por el que haya tenido mejores colmillos, zarpas y fuerza.
Un aullido nuevo hace que me detenga un segundo y el vello de mis brazos se erice por si solo; mi cuerpo se paraliza al pensar que uno de los dos lobos ya gano la pelea y viene a recoger su recompensa; pronto mi conciente vuelve en sí y me dice que eso no va a suceder.
Con tropiezos y unas cuantas caídas, sigo caminando o lo que parezca que estoy haciendo; mi cuerpo suda del frío que agoniza de nuevo al creer tener de nuevo encima al lobo, de ver cómo me gruñe y pronto intenta matarme incrustando sus afilados dientes sobre mi garganta. Solo con pensar eso me asusto más; mi corazón late a mil latidos por minuto y por si fuera poco mi cuerpo empieza a fallar por el dolor.
Escucho unos pasos al acercarse cada vez más cerca de mí, tanto que es como si me pisaran los talones del zapato, intento correr más rápido pero y cuando siento casi estoy a punto de ser derrumbada por el animal; termino por chocar con algo duro que hace que de un grito pero unas manos se posicionan en mis hombros hasta hacerme abrir los ojos.
—Soy yo, Gemma... Soy yo. —Dijo con esa voz varonil y ronca.
Al verlo aquí es de nuevo llenarme de preguntas pero en realidad no tenía la manera de como dejarlas escapar de aquella boca de la cual ha sido rota por una caída que ha hecho que sangre de un lado del labio inferior.
— ¡Estúpido!—Es lo único que suelto antes de derrumbarme.
Solo sé que lloro, lo empujo, lo zarandeo, lo maldigo y lo golpeo... Pero él en ningún momento interviene ante la horrible fachada que le estoy mostrando. Simplemente se queda inmóvil como un muñeco o una bolsa de arena de boxeo.
Cuando empiezo a calmarme, aún sigo dejando que mis lágrimas resbalen por mis mejillas, tanto que ya no me da vergüenza en mostrarlas solo por el hecho que he pasado el peor susto de mi vida. Tanto que no sabía si al siguiente día podría superarlo y no me imaginaría que terminaría de nuevo en el bosque, perdida y con unos lobos intentando cazarme en vez de que fuera al revés.
—Ya paso, todo termino. Ven aquí—Caden me atrajo más a su cuerpo hasta cubrir mi espalda con sus fuertes brazos y sentir como bajaba y subía sus manos en modo de caricia de consuelo.
Lo abrace solo porque sentía que es la única persona que está aquí para ayudarme, necesitaba alejarme de esta horrible experiencia pero temía que si me separaba de sus brazos, de nuevo mi vida se complicaría a tal grado de no poder encontrar una salida.
Me dolían los pies, me ardían los ojos y mi mente se encontraba en un profundo mar de confusiones; quisiera poder entender todo desde mi perspectiva pero sentía que si sacaba conclusiones ahora mismo, ni yo terminaría de parar de buscar la manera de encontrar más pruebas que confirmaran con lo visto y experimentado.
—Vamos a casa—no fue una exigencia como la última vez, esta vez simplemente lo dijo con cariño.
Intente caminar pero el tobillo me lo impidió así que él al notar la horrible apariencia que tengo, solo me tomó en brazos y piernas para yo sentirme más cerca de su rostro; estaba tan inmersa en mi mundo que no conté los pasos o mire las direcciones por las cuales llevaban a la calle y lo decía porque así como si fuera un chasquido de dedos, ya nos encontrábamos en la calle y pude diferenciar la camioneta de Caden estacionado afuera de la acera de la calle.
Abrió la puerta del copiloto y dejo que me sentará hasta agarrar el cinturón y ponérmelo; al tenerlo cerca el olor a madera, tierra y césped de nuevo hizo que me quedará perpleja ante esa extraña sensación.
Subió a su auto, lo encendió y pronto empezó a conducir de manera acelerada por la carretera. Buscaba un rotulo, una señal o algo que me indicara donde nos encontrábamos pero no obtuve respuesta; solo me deje guiar por mi intuición que no nos encontrábamos fuera de Oregón.
— ¿Qué haces a media noche en el bosque?—intenté procesar su pregunta.
— ¿Tengo cara de estar en un bosque a media noche?—dije con ironía.
—Adivinare... No. Pero, ¿cómo llegaste allá?—insistió.
— ¿Crees que lo sé?—volví a usar el mismo tono de voz de duda.
—Te agradecería que colaboraras y que dejaras de responderme con preguntas irónicas que me frustras—negué rotundamente.
—Lo lamento...—murmure—pero si tuviera la respuesta podría contestar todas tus dudas Caden—me acaricie la cabeza y apoye mi codo cerca dela ventana de la puerta.
Se quedó callado por varios segundos hasta que rápido observe un letrero que fue iluminado por las luces del auto y que pronto identifique con las letras de "Está saliendo de Salem, gracias por su visita".
No me encontraba lejos de Portland pero es difícil ubicarme cuando estaba en un bosque, a oscuras de la medianoche, perdida e inconsciente.
—En serio no sabes nada de cómo es que apareciste en el bosque. —Suspiré agotada de dar la misma respuesta.
—No. Desperté y me encontré en el bosque. Ni siquiera puedo decir que soy sonámbula para caminar varios kilómetros de Portland a Salem para ser una maniaca y meterme en el bosque como si intentara reunirme con una secta a hacer una purificación de almas—resalte enfadada.
—Qué extraño. —Escuché que dijo. — ¿A qué horas llegaste a casa?—pregunto con tono importante.
—No sé... sabes que trabajo por la noche, solo que hoy cerramos temprano y llegue antes de la hora. —Enarco la ceja.
— ¿Segura que llegaste hasta tu apartamento?—hice una mueca.
—No lo recuerdo—dije abrumada—. Ni siquiera puedo recordar si tome un taxi, Justin me llevo o camine sola en las calles—comente.
—Y... ¿Si en verdad no fuiste a trabajar?—le di una mirada.
— ¿Qué quieres decir?—suspiró abrumado.
—No quiero parecer un desquiciado pero te fuiste toda la mañana con Vernon y por lo que me quedé todo el día en mi apartamento, no te escuché en ningún momento entrar y salir—empecé a confundirme.
—Vernon no tiene nada que ver en esto...—me interrumpió.
—Eso es lo que tú crees—puntualizo.
— ¿Por qué dudas de él cuando lo conoces?—farfulle.
—Ese es el punto, lo conozco y sé que con su llegada, traería problemas—dijo molesto.
—No tiene sentido—me negué a aceptar esa realidad.
—Esto no sé trata de entender o no, Gemma. —Me dio una mirada pero de nuevo la quito para ponerla a la carretera. —Apareciste en un bosque, sin ser conciente de como llegaste, te persiguió un lobo y estuviste a punto de ser su carnada en noche de media luna...—esta vez yo lo interrumpí.
— ¡¿Y eso qué significa?!—Grite. —Me estoy volviendo loca con todo esto, animales que saltan por los edificios, lobos en la ciudad y ahora un hombre convirtiéndose en animal... Terminare en un manicomio—dije sollozando de los nervios. —No me interesa saber porque siempre apareces cuando estoy en problemas porque de ti ya sé que es anormal pero que estás cosas me sucedan a mí...—negué—Ya no sé qué hacer. —Me derrumbé.
No quería escuchar más sobre esta noche, solo quería relajar mi cuerpo y mi mente, porque para ser sincera, me siento tan mal que hasta no tengo motivos exactos para decir que no quiero ir a casa; mis nervios siguen en pie e intento controlar mis manos que siguen temblorosas, es casi un delirio pedir vivir en paz cuando empezaba a ver un mundo perfecto en Portland hasta que llego Caden y todo pareció cambiar de un día para otro y no es que quiera acusarlo de todo lo que ha sucedido, simplemente desde su fecha, todo lo que he visto y experimentado ha sido en el mismo tiempo y lugar donde se encuentra.
(...)
Abro los ojos y es cuando me entero que ya nos encontramos en el estacionamiento del edificio de los apartamentos; me rasco los ojos y doy un pequeño trago de saliva a mi garganta de manera que no la sienta seca, encima de mi cuerpo encuentro una manta azul que tiene un olor masculino reconocible gracias a mi nariz, la manta ha creado un calor en mi cuerpo que apenas me lo quito y puedo sentir como mis brazos han vuelto a estar cálidos.
Antes de levantarme y salir del auto, la puerta se abre de repente haciendo que mire a Caden un poco agotado y a la vez calmado después de la corta discusión que llegue a montar. Su cabello se encuentra alborotado y sus ojos forman unas ojeras que empiezan a ser visibles en su perfecto rostro, estoy tan cansada que sería la primera en decirle que no es necesario que hiciera otra cosa por mí solo para ayudarme después de la horrible noche que tuve.
—Vamos, te llevaré a tu apartamento. Curaré de tus heridas—lo mire sorprendida.
—Caden, no es necesario que hagas eso... puedo hacerlo sola—intente levantarme pero fue imposible ponerme de pie por varios minutos.
—No llegarás nunca con el tobillo torcido si es lo que crees. —Hice una mueca. —Te ayudaré y no recibiré una respuesta negativa de tu parte. —Suspiré.
De nuevo me tomo de los brazos y de las piernas hasta cerrar la puerta de su auto, comenzó a caminar hacia el portón del edificio cuando salió el vigilante donde al darse cuenta que somos residentes del lugar, de nuevo, entro a su caseta para dejarnos entrar con libertad. Caden uso por esta vez el elevador y aunque permití que me dejara en el suelo un momento para que él descansara, apenas de nuevo las puertas se abrieron para él alzarme en sus brazos y caminar hasta la puerta de mi apartamento.
— ¿Tienes las llaves?—preguntó al dejarme en el suelo.
—Hay una copia dentro de ese agujero que tiene la alfombra—le señale para que la buscara.
Tome equilibrio contra la pared de mi apartamento mientras miraba la puerta de mi vecino Vernon, me pregunte por un momento sí él tiene algo que ver con lo que me sucedió pero por ahora prefiero quedarme callada antes de ser la primera en tocar su puerta y salir a la defensiva.
El sonido de la puerta al abrirse hizo que volviera a la realidad y pronto ver como Caden me puso mi brazo detrás de sus hombros para que tomara apoyo sobre él; así que mientras cojeaba con un pie y el otro fue mi apoyo para caminar, es decir, saltar porque así fue lo que estoy haciendo.
— ¿Tú habitación?—le señale el rumbo que debe de tomar.
Le dio un empujón a la puerta de mi habitación para ayudarme a sentarme en mi cama, deje ir un gemido para luego observar como él empezaba a ponerme unas almohada detrás de mí; me quito los zapatos y los calcetines y es donde me di cuenta del enorme moretón que he conseguido al haberme tropezado en el bosque muchas veces.
— ¿Tienes botiquín?—asentí.
—En el baño, es el mismo neceser—le indique.
Camino de manera agilizada al baño hasta escuchar como abrían el neceser y se escuchaba el sonido de los botes de medicamentos chocar unos contra otros; intente tocar el moretón pero los pasos de Caden al llegar hicieron que me detuviera y observara como él se inclinaba para luego a arrodillarse y así poner mi pie en su rodilla.
— ¡Ay! ¡Caden me duele!—gruñí y casi le doy un golpe.
—Lo siento, intento ser cuidadoso—escuché su risa.
— ¡Pues no lo estás siendo!—dije molesta.
—No te prometo nada pero creo que será mejor que te agarres de mis hombros y resistas al dolor—me aconsejo.
—No tengo remedio. —Bufé.
Caden, mi vecino, el idiota que solo me busco para sacarme información y él que parece ser mi peor enemigo; se encuentra en mi apartamento, ayudándome con mis heridas y a darme un masaje en mi pie que me provoca tanto dolor como a la vez tranquilidad.
— ¿Por qué haces esto?—murmuré al sentir lo bien que sentía como Caden hacia movimientos circulares en mi pie.
Se quedó callado como si estuviera analizando e interpretando una respuesta correcta y coherente o simplemente no tenía las ganas o el impulso de decirme la verdad porque puede ser que me duela.
—Sé que no me responderás pero, quiero que me digas ¿por qué siempre estás dónde yo estoy? Pareces como si fueras mi ángel guardián—sonaba tonto pero así lo podía interpretar.
—Porque algo en mi interior me dice que debo de cuidarte—me dio una mirada seria—, sé que eso no responde por completo tu pregunta pero el problema es que no puedo...—se terminó por callar.
— ¿Qué no puedes Caden?—se detuvo para luego levantarse.
—Nada. —Suspiró.
Se levantó del suelo para ir al baño, escuché el sonido del grifo abrirse y pensé que debía de estarse lavando las manos.
Intente levantarme y esta vez pude mantenerme más tiempo en pie, aunque hubo un cierto momento en que me siguió doliendo, me quite el suéter que estaba cubierto de tierra para luego buscar una goma para el cabello; me lo sujete y me hice un moño, creí que con lo poco que ya podía caminar posiblemente podría ir a la cocina a traer un vaso con agua pero cuando intente moverme, de nuevo apareció Caden quien sacudía sus manos para secárselas pero cuando se dio cuenta que me encontraba en pie y a punto de escapar de mi habitación, dejo ir un gruñido para ir hacía mí y verlo molesto.
—Debes quedarte en la cama—hice un gesto con la boca.
—Iba por un vaso de agua—murmuré.
—Me lo hubieras pedido—achiné los ojos.
—No estoy inválida, Caden—dije despreocupada—. Además quiero hacer las cosas por cuenta propia—quise moverme pero lo evito.
—Gemma—protesto.
—Caden, basta—me di la vuelta pero cuando casi me marchaba, el pie me fallo haciendo que casi me cayera si no hubiera sido porque Caden me tomó del brazo y pronto termine por chocar con su cuerpo.
Nos quedamos así unos minutos sintiendo como mi corazón empezó a latir rápido al tener a Caden muy cerca de mí; por si solas mis manos agarraron sus brazos hasta que sin esperarlo ambos nos fuimos acercando, su nariz empezó a rozar la mía y podía sentir como dejaba salir su aliento terminando por rozar mis labios.
Trague hondo y mire sus labios desde mi pequeña altura, podía ver como se encontraban casi de un rojo cereza haciendo que cada segundo más deseara besarlos. Puedo ver como él no mueve un solo dedo para acercar sus labios a los míos, así que sin saber si lo que haré es bueno o malo, me termino en poner en puntillas hasta que mi mano va a su cuello de manera desprevenida y le doy un leve empujón hasta sentir ese pequeño choque de labios.
Empecé a besarlo de manera lenta y corta, desee que él tomara la misma iniciativa de su parte también pero al haber actuado de esa manera se había quedado petrificado y a su vez no me había terminado por besar.
Con arrepentimiento y vergüenza por lo que hice, me aleje de él sin querer ver la reacción de su rostro. Solo sentí como mis mejillas ardían y casi como mis ojos casi terminan por llenarse lágrimas. No sé porque fui tan tonta en convencerme que Caden me besaría también pero fue una equivocación hasta llegar al punto de decirme que no tenía que haberlo hecho.
No llegue a saber cómo termine por caminar de mi habitación a la cocina, ni siquiera había sentido el dolor de mi tobillo por el hecho de haber querido desaparecer de aquel lugar aunque termine rápido solucionando el problema y fue que tenía una herida más fuerte que el dolor de un tobillo y ese es mi corazón...
Me retire furiosa una lágrima de mi ojo y me trague ese nudo de emociones que se debatía por salir por medio de cualquier acción triste, estaba mal y solo quería que él se fuera pero no se escuchaba ni un paso de él hasta que me al tener un vaso en mi mano casi lo dejo caer al verlo en frente de mí.
— ¿Por qué hiciste eso?—Preguntó ¿molesto? ¿Serio? ¿Sorprendido?
—Un simple impulso—no dejaría que dañará más mi dignidad y tampoco demostraría mi debilidad.
—Lo dices en serio; porque yo no lo sentí de esa manera—dejo ir una maldición en voz baja e ignoro su creencia al llenar el vaso con agua y tomar de él.
—Pues llévate a tu casa ese pensamiento porque solo fue un estúpido impulso para probarte si realmente tienes sentimientos y no eres duro como una piedra—dije sin una gota de arrepentimiento—y lo confirme todo rápido.
En sus ojos pude ver lo sorprendido que se encontraba al haberle dicho eso, tanto que... Parecía dolido como si le hubiera pisado su ego de grandeza.
—Mientes—se acercó a mí furioso.
—No miento—le dije cerca de su rostro.
—Sabes porque mientes, porque tu corazón te delata—intente seguir firme sin revelar una emoción de sorpresa—, ese beso fue real y no lo hiciste por impulso o probarme si tengo sentimientos—lo asesine con la mirada.
—Y que gano con decirte eso, fue un error mío en haberlo hecho—mi voz se fue rompiendo—. Vete de mi casa Caden, vete. —Le señale la puerta para que se fuera.
—No lo haré sin antes hacer esto. —Cerré los ojos y me importo una mierda saber lo que haría.
Sentí como una mano pronto sujetó fuerte mi cintura hasta hacer que mi cuerpo se moviera y pronto chocara con el de Caden.
—No te bese porque no me gustaras, Gemma. —Lo mire a los ojos aturdida por lo que comenzaba a suceder. —Me encanta todo de ti, tu testarudez, tu valentía, tu humildad, tus ojos, tu piel... ¡Dios! Me vuelves loco a tu manera y que la Diosa me perdone por lo que haré pero es inevitable tenerte cerca y no poder arriesgarme hasta lo último de mí. —Se mordió el labio.
Antes de poder quedar impactada por lo que dijo, no pude reaccionar rápido cuando Caden se acercó a mí y choco fuerte sus labios contra los mío, el beso parece ser deseoso, necesitado, apasionado y lleno de misterio; no entendía su manera de comportarse pero deje de pensarlo cuando intento hacer que yo moviera mis labios contra los suyos y como no hacerlo, sus inquietantes manos se fueron a mi cuello y mi espalda baja que casi podía sentir sus dedos rozar mi trasero; Caden tiene ese poder de hacerme sentir atraída por él y decirme aquellas cosas es lo que menos me esperaba.
Puse mis manos en su cuello y seguí intentando que el beso perdurara más tiempo aunque me estuviera quedando sin aire; su barba que apenas comienza a crecer rozaba mi barbilla y unas pequeñas partes de mis mejillas; aproveche de tocar su piel y sentí como esta se erizaba y se mantenía tibia, una de mis manos subió hasta su cabello oscuro y llegue a sentir lo suave y esponjado que es.
Caden termino por suavizar el beso hasta que agarro mi labio inferior y le dio un jalón para darle una suave mordida que pronto volvió a estar en su lugar.
—No sabes todo lo que me provocas Gemma—acarició mi mejilla.
—Caden...—le di un corto beso en los labios donde él reacciono rápido devolviéndome el mismo beso.
Mis hormonas se terminaron de alborotar por ese simple beso, no sé porque quería que siguiera besándome, que sus manos se adentraran y tocaran mi piel hasta no dejar un espacio sin admirar y casi tengo la imaginación de como Caden puede terminar haciéndome el amor pero...
—Gemma, necesito que te alejes de mí—exploto esa burbuja la cual me había llevado muy alto.
— ¿Qué?—apenas llegue a pronunciar.
—No puedes estar conmigo si es lo que ha comenzado a imaginarte—intente hablar pero me interrumpió—, no soy lo que crees y te juro que al estar conmigo te encontraras en un enorme peligro—empecé a apartarme.
— ¿Por qué?—quise que me diera una explicación.
—Soy diferente que todos y no puedo ponerte en riesgo—negué sin comprender—. Tienes que alejarte de mí, olvidarme y...—me toque la cabeza.
—Entonces, ¿por qué hiciste eso? Hubiera sido más fácil que te fueras para yo ignorarte y así pensar que nada sucedió—dije adolorida.
—Lo hice porque quería...—hice que se detuviera.
—Cállate—intenté no escuchar más—. Solo vete de mi casa y haré como si nada paso pero tú también aléjate de mí. —Empecé a caminar pero note que venía hacía mí para ayudarme— ¡No me toques! No necesito de tu ayuda, puedo sola. —Dije alarmada lo cual se sorprendió. —Cierra la puerta con llave antes de irte. No quiero que vuelvas a pisar este lugar ni porque me esté muriendo.
Me aleje de la cocina para ir a mi habitación, antes de poder sentir de nuevo sus pasos seguirme, preferí cerrar la puerta de mi habitación con llave. Un poco desconcertada y un poco molesta me senté en la cama hasta empezar a llorar, no entiendo como puede ser así conmigo, jugar con mis sentimientos, hacerme sentir confundida y tener que experimentar tantas emociones sin poder quedarme con una.
Escuché que cerró la puerta, solo esperaba que fuera cierto y no un engaño. Caden ha hecho demasiadas cosas que nunca las terminare por comprender y me molesta que yo siempre tenga que caer en ellas.
Lo peor de todo esto, es que con cortas conversaciones, rescates y diversas peleas sin darme cuenta de su resultado empecé a sentir algo por Caden y ahora me encontraba en esa situación de no saber qué hacer con ese sentimiento...
No puedo creer que este enamorada de Caden Dankworth; esto es lo que no tenía que haber sucedido pero ahora solo tengo que aceptar en destruir ese amor para no volver a cometer el mismo error antes que las cosas se intensifique.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top