🏖 ፧ 𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗲 • ✦⁾
Nada más pisar Udo, justo cuando estaba tomando una gran bocanada de aire, Jay fue sorprendido por un fuerte abrazo que casi lo tira al suelo.
Creyó que se trataba de Sunoo por ser quien siempre le recibía así, pero se vio gratamente sorprendido cuando bajó la mirada y notó esas hebras castañas del lindo chico al que tanto quería, así que no pudo evitar achucharlo.
─Bienvenido de vuelta ─musitó el menor.
Wonyoung, quien también estaba esperando a la llegada de Jay, lo saludó con la mano para no interrumpir, a lo que el mayor respondió de la misma forma, pero al momento volvió a achuchar a Jungwon.
─Hola, pececito~ ─no quería soltarlo, solo con su presencia siente que todo el malestar de la angustiante soledad de la ciudad desapareció por completo.
Jungwon se separó un poco para mirarlo con el ceño fruncido─. ¿Pececito?
Jay asintió─. Los peces como tú deben estar en el agua, ¿qué haces andando por aquí? ─preguntó dulcemente luego de golpearle con cariño en el entrecejo.
─¿Eh? Fuiste tú quien pidió que viniera a recibirte. Encima que cumplo tu capricho, eres un malagradecido ─infló las mejillas mientras se sobaba la zona golpeada, fingiendo estar ofendido a más no poder, lo cual hizo reír al mayor.
─Era bromita, pero espero que al menos te mantengas hidratado.
─Tranquilo, encontramos nuestros métodos para que Won pueda estar seguro ─interrumpió Wonyoung, sacando su pistola de agua y disparando al rostro del castaño, quien cerró los ojos por el repentino chorro, pero de resto ni se inmutó.
─¿No te da penita atacarlo así? ─preguntó Jay.
─Nop, es por su salud. Además, no desaprovecharía la oportunidad de poder disparar a alguien sabiendo que no se va a enojar ─dicho esto, Wonyoung disparó de nuevo, esta vez hacia el rostro de Jay.
─Yo no necesito agua... ─se quejó.
─Pero Jungwon sí, ¿¿y dónde está Jungwon?? Contigo, así que agüita refrescante para los dos ─volvió a disparar a ambos.
─¡Se supone que me iba a bañar luego, no ahora! ─volvió a quejarse mientras se frotaba los ojos. Jungwon absorbía el agua rápidamente, pero él no, había quedado todo empapado.
─Tú no vas a la playa, la playa va a ti ─rió el menor.
Jay rodó los ojos y simplemente se sacudió como pudo para al menos no andar goteando─. ¿Y Sunoo? ─preguntó al no verlo.
─Oh, uhm... ─Jungwon jugueteó nervioso con sus deditos─. Cómo explicarlo... Digamos que él está...
─Con su novio ─concluyó Wonyoung.
─¿Qué? ¿Tiene novio y no me dijo nada? ─preguntó Jay con incredulidad.
─Sí, es- ─Wonyoung tapó la boca de Jungwon antes de que soltara el chisme completito y le lanzó una miradita cómplice que el castaño captó al instante, levantando el pulgar en respuesta mientras reprimía una risita traviesa.
─Vamos, tienes que conocerlo ─propuso la chica, y sin dejarle responder, tomó a Jay del brazo para avanzar.
─Esperen, debo dejar mis cosas.
─Vas luego, Park, esto es importantísimo.
No le dejó refutar, simplemente siguió arrastrándolo a su casa. Y claro, Jungwon la ayudó entre risas a base de empujarlo por la espalda.
Jay no pasó por alto lo íntimos que parecían esos dos, así que preguntó: ─¿Desde cuándo se volvieron tan cercanos?
─Me aburro mucho abajo, subía de vez en cuando para estar con ellos ─contestó Jungwon.
Por su parte, Wonyoung frunció el ceño por la cuestión─. ¿De verdad pensabas que no nos veríamos en tu ausencia? ─Jay le dedicó una mirada amenazante de manera inconsciente─. No pongas esa cara, Jungwon es todo tuyo.
Con ello, tanto el mencionado como Jay se ruborizaron levemente, sobre todo Jay, quien al darse cuenta de que por unos segundos se había molestado con Wonyoung, aumentó el ritmo de sus pasos completamente avergonzado de sus pensamientos para adelantarse y abrir la puerta, intentando ignorar el hecho de que se había puesto un poco celoso.
Por suerte, todo eso desapareció cuando vió lo que había en casa de los Jung.
Tanto Jungwon como Wonyoung estaban más que acostumbrados a la escena frente a sus ojos, pero para Jay era una gran y novedosa sorpresa ver a Riki sentado en el salón tan cómodamente, casi como si viviera ahí, viéndose completamente despreocupado. Tan solo llevaba unos shorts holgados que le "pidió prestado" a Sunoo mientras comía de las papitas que el mismo Sunoo acababa de dejar en la mesa para luego sentarse a su lado.
─Hey ─saludó el mayor con simpleza, haciendo que Riki notara al invitado.
─¿Jay? ─preguntó el rubio sorprendido de verlo─. La puta madre, venías hoy, no me acordaba. Joder, soy un desastre.
─¿Riki? ─Jay estaba un poco sorprendido por las palabrotas, pero en parte se le hacía divertido─. La última vez que te vi parecías un angelito y ahora eres todo un malhablado ─soltó con burla.
─Es lo que tiene salir con Sunoo. Dicen que todo lo malo se pega ─rió.
Jay abrió los ojos del asombro y miró a Sunoo en busca de una respuesta, pero como su boca estaba llena de papas, fue Riki quien le explicó.
─Este de aquí ahora es mi chico ─pasó el brazo por detrás de su novio para acercarlo más─. Díselo, Yeon~
─Egrehs mi chico ─habló con la boca llena, y luego de tragar prosiguió─. No, espera, así no era.
Riki rió para luego plantar un beso en su mejilla y levantarse─. Desgraciadamente, debo irme ya ─avisó mientras se ponía la camisa.
Ahí Jungwon, Jay y Wonyoung notaron los arañazos que había en su espalda, haciendo que la chica se asqueara y los otros dos se miraran confundidos.
─Bienvenido, Park. Me quedaría más rato para saber qué tal estás, pero tengo que cuidar de mi hermanita. Ya nos veremos en otro momento ─dijo el rubio mientras le daba unas palmaditas en el hombro para luego salir de la casa.
Ahora que se había ido Sunoo se permitió soltar un: ─Estoy taaaan enamorado~ ─mientras se dejaba caer hacia atrás, haciendo que su camisa se moviera lo suficiente como para que los múltiples chupetones que había en su vientre fueran visibles, aunque de por sí los que tenía en el cuello ya se notaban bastante.
─No seas asqueroso, al menos disimula y tápate ─regañó la chica─. Espero como mínimo que hayan cambiado las sábanas.
─Nop, y lo hicimos en tu cama.
─Les voy a cortar el pito a los dos como vea algo pegajoso en mi sagrada camita. Con eso no se juega.
Jay no pudo evitar reír al percatarse de lo que había ocurrido─. Te tomaste muy en serio lo de estudiar su cuerpo.
─Al final ocurrió al revés, él estudió el mío, y me enorgullece decir que ya lo conoce a la perfección ─presumió Sunoo─. Lo mejor de todo es que surgió después de conocernos y empezar a salir, no antes. Hice las cosas bien~~, ¿me darán un premio por ello?
─¿C-Cómo pueden hablar t-tan tranquilos de algo t-tan íntimo? ─interrumpió Jungwon completamente ruborizado.
─Cierto, Woonnie aún está chiquito ─dicho esto, le dedicó una seductora mirada al mencionado─. ¿Te apetece trío para que te hagas mayor?
─¡No! ─exclamaron Jungwon y Jay al unísono, haciendo que ambos se miraran confundidos, especialmente Jungwon, pues la pregunta iba para él.
─E-eh, digo... Y-Yo- ─Jay estaba a punto de colapsar de vergüenza por no saber qué decir, pero por suerte Wonyoung interrumpió.
─¡Pues dejen de perder el tiempo si no quieren que el asqueroso de mi primo les una a sus fantasías sexuales! ─gritó mientras les volvía a disparar agua a ambos. Luego disparó a Sunoo─. Tú vas a lavar todas las sábanas.
─Per- ─no le dejó hablar, le había mojado de nuevo.
─Ahora ─demandó, a lo que Sunoo fue a hacer el mandado obedientemente. Una vez se fue, apuntó a la parejita─. Y ustedes dos van a ir juntitos por ahí a disfrutar de un rato a solas ─ordenó destacando el 'a solas'.
Siendo la única cuya vida amorosa estaba más vacía que el monedero de Sunoo, se vio en la necesidad de ser la encargada de mantener a sus amigos a raya, controlando que Sunoo y Riki siguieran por el camino de una relación sana a la vez que trataba de unir a Jay y Jungwon, quienes no dudaron en obedecer por el miedo que les dio la mirada amenazante de la chica.
Es así como salieron juntos de la casa medio nerviositos, aunque se calmaron cuando comenzaron a caminar sin rumbo alguno.
─Ni siquiera pude dejar mi mochila en casa... ─lamentó el mayor, pues llevaba todo el rato cargándola y ya quería quitársela de encima.
─Puedes ir ahora.
─No quiero dejarte solo.
─No te preocupes, tenía pensado regresar al mar. Me estoy empezando a sentir algo seco.
─Vale, pues te acompaño hasta la playa ─lo tomó del brazo para cambiar el camino por el que iban. Y cuando Jungwon abrió la boca con el fin de poder negarse diciéndole que debía descansar del viaje, Jay lo interrumpió rápidamente al preguntar: ─¿Cuándo y cómo es que esos dos comenzaron a salir?
─Si no recuerdo mal fue hace siete meses ─hizo una pausa para tratar de recordar bien la historia─. Sunoo se había enamorado de Riki y un día se lo dijo. Tiempo después, Riki le pidió que sean novios.
─Wow, llevan más de lo que esperaba. Con razón Riki ha cambiado mucho ─pensó en voz alta.
─Sip, ahora es más vulgar, pero se le nota feliz y con más confianza que antes. Estar con Sunoo le sentó genial.
Jay suspiró─. Me dan un poco de envidia... ─murmuró sin pensar, y al darse cuenta de ello, se avergonzó un poco, por lo que decidió cambiar de tema─. P-Por cierto, esta vez solo me puedo quedar una semana. Tengo que estudiar para unos exámenes muy importantes ─informó. Los primos ya lo sabían gracias al chat grupal, pero Jungwon no.
─¿...Una semana? ─el menor bajó la cabeza con un puchero decepcionado en los labios. Se suponía que ese verano iba a intentar hacer un gran avance con Jay, ¿pero una semana sería suficiente?
Solo espera ser lo suficientemente valiente como para poder lograrlo en esos 7 días. Si no, se va a sentir muy arrepentido e inútil por no haber aprovechado el tiempo, y no quiere esperar un año más, al menos no para dejarle claro sus sentimientos.
Y ahí, esperanzado y lleno de motivación gracias a esa idea de querer avanzar, Jungwon se detuvo frente a Jay y lo miró con completa seguridad.
─Jay... ─lo haría, finalmente lo haría. O eso es lo que creía hasta que unos leves reflejos azules por detrás del mayor captaron su atención por completo, unos reflejos de un azul muy específico que conocía demasiado bien.
Al ser llamado con tanta confianza, Jay estaba expectante de lo que diría. Sin embargo, de un momento a otro vió como el rostro sereno de Jungwon pasaba a mostrar puro terror. Sus pupilas se dilataron, y podía parecer que vió algo lindo de no ser porque sus piernas comenzaron a temblar. Jay pudo notar que su piel se volvió más pálida de lo que originalmente es, como si de la nada la sangre dejara de circular por su cuerpo.
Sin saber muy bien que había ocurrido y preocupado por el repentino cambio de Jungwon, volteó a ver donde miraba el menor, encontrando a aquel hermoso hombre de clase alta lleno de joyas preciosas. Era difícil no verlo, ya no solo porque estaba caminando a unos pocos metros de ellos, sino por el reflejo que tenían sus anillos y collares gracias a la luz solar.
Seguía sin entender el cambio de Jungwon, así que volvió a verlo y tomó su mano en un intento de calmarlo, notando como esta temblaba.
─¿También te impacta ver algo tan caro? ─intentó bromear para subirle los ánimos. Viendo que no funcionaba, se puso serio y preguntó directamente─. ¿Qué te ocurre?
Jungwon alzó su tembloroso dedo índice para señalar al señor─. S-Jay, las gemas q-que ese hombre lleva... ─hizo una pausa para tragar duro del miedo, apartado rápidamente la mano por si acaso ese sujeto lo ve señalándolo─...Son ojos de la gente del mar ─informó bajito para luego sujetarse fuertemente al mayor, pues sus piernas comenzaron a fallarle por el temor que sentía y no quería caer, podría llamar la atención de ese tipo.
Para una persona normal es difícil detectar las diferencias entre varias tonalidades de azules similares. Sin embargo, la gente del mar vive rodeada de este color, además de todos tener los ojos de este lindo color, así que podían reconocer la más mínima diferencia, por lo que saben que cada uno tenía un tono distinto por muy iguales que parezcan. Por supuesto, había casos donde la diferencia era mayor, haciéndolos destacar sobre el resto.
Dos de los anillos de ese señor tenían exactamente el mismo tono azul celeste de su madre, quien era una de las que destacaba por ser la única que contaba con ese azulito brillante que se asemejaba más al cielo que al mar.
¿Y si esas dos hermosas gemas realmente son las de su fallecida progenitora? No sabría dar una respuesta, quiere creer que no, pero de verdad que ella era la única con ese tono en específico, y pensar en ello le daba tanto miedo que se aferró más a Jay, quien se vió extremadamente sorprendido ante esa declaración.
Es difícil de creer algo así teniendo en cuenta que para él los ojos son simples órganos de la vista y no piedras hermosas, pero que el temor de Jungwon fuera tan real le daba a entender que era cierto, además de tratarse de un tema serio, y que el tal Baekhyun andara como si nada portando abiertamente esas joyas por una isla con gente marina lo hacía ver una situación muy sádica.
Pero Jay le daba el beneficio de la duda. Sí, estaba la posibilidad de que fuera una escoria a quien no le importaba la gente del mar; pero también existía la posibilidad que no supiera absolutamente nada del tema y simplemente compró los accesorios a un verdadero sádico que le estuvo quitando los ojos a varias personas de allí abajo. Sea cual sea, ambas opciones tienen algo lo suficientemente turbio como para que Jay se sintiera preocupado por el hecho de que Jungwon y ese hombre estuvieran a tan solo unos pocos metros de distancia, hombre que quizás notó como esos jóvenes le observaban y volteó a verlos.
Jungwon soltó un leve gritito y, acto seguido, Jay lo abrazó, ya no solo para que ese señor no lo viera, sino para darle unas caricias en la espalda y calmarlo.
─No subas a la superficie si no estamos Wonyoung o yo hasta que sepamos que ese hombre no está ─Jungwon asintió sin dudar─. También díselo a Riki, que no ande por aquí sin Sunoo.
─V-Vale...
Jay aumentó un poco la fuerza del abrazo. el señor seguía por ahí y debía avanzar, pero si suelta a Jungwon teme que lo vea (si es que no lo ha notado ya).
Pero ya saben lo que dicen, las situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y lo único que le ocurrió en ese momento es algo un tanto vergonzoso, aunque siendo Jungwon no le importaba.
Lo alzó en brazos, sujetándole de los muslos hasta que las piernas de Jungwon rodearon su cintura para evitar caer a pesar de que Jay lo tenía bien sostenido.
─¿Q-Qué e-estás-? ─el menor se sentía tan avergonzado por la posición que sin querer se mordió la lengua.
─¡Es s-solo hasta la playa! ─explicó el pelinegro igual de avergonzado─. Pido disculpas si es incómodo, pero necesito que escondas la cabeza en mi hombro.
─¡Por Poseidón, Jay! ─primero se iba a confesar, luego casi se le sale el corazón por la boca debido al miedo y ahora estaba en esta vergonzosa situación. Eran demasiadas emociones en tan poco tiempo, Jungwon no podía, su rostro estaba rojo como un tomate.
─¡Ese tipo tiene ojos de tu gente, lo menos que quiero es que vea los tuyos! Entiéndemeeee~~ ─lloriqueó usando un tono de voz aniñado.
No había caído en eso, le estaba ayudando a evitar la posibilidad de formar parte de esa aterradora colección de ojos, detalle que le conmovió. Sabía que Jay jamás le haría ese tipo de daño físico, de por sí le dan ataques de pánico solo cuando sin querer lo tomaba del brazo algo fuerte.
Por eso puede relajarse en sus brazos a pesar del miedo. Jay siempre es y será su lugar seguro, confía plenamente en que él jamás le haría daño.
Al final obedeció a su petición aún con la vergüenza. Escondió su rostro en el hombro del mayor y aprovechó para darse el lujo de disfrutar el contacto al restregar su mejilla en la tersa piel del contrario, intentando sentir aún más el cálido calor corporal de este. Extrañaba sentirlo, le relajaba demasiado.
Si fuera por él se mantendría así durante un largo rato, ya incluso comenzaba a sentirse algo adormilado (culpa a las caricias en su espalda). Pero Jay le soltó con cuidado, y fue al notar sus pies en el agua que Jungwon se dio cuenta de que ya habían llegado.
El sueño le hizo bostezar tan fuerte que Jay casi ríe al verlo─. Regresa a tu casa, ya mañana nos vemos con más calma, ¿vale? ─propuso acariciándole la cabecita.
En respuesta, el menor asintió y se dispuso a obedecer, pero antes de ello, Jay lo llamó.
─Jungwon.
El nombrado volteó a verlo─. ¿Sí?
Quería preguntar sobre los ojos, sobre qué tan especiales eran y cómo es que pueden ser joyas hermosas cuando al ver los de Jungwon parecían normales. Aunque no puede negar que a veces se veía un lindo reflejo que hacía pensar que eran diamantes, solo que nunca hubiera imaginado que realmente lo fueran.
Necesitaba indagar sobre el tema, o quizás quería saber más para él mismo tener cuidado de no hacerle daño sin querer. Sin embargo, teme asustarle si pregunta al respecto. Sean gemas reales o no, nunca se le ocurriría arrebatárselas, pero su curiosidad puede ser fácilmente malinterpretada, así que simplemente soltó otras palabras que igualmente también quería decir.
─Me alegra mucho volver a verte ─dijo con una amplia sonrisa.
Las mejillas de Jungwon volvieron a enrojecerse─. Y-yo también me alegro... ─viendo que su voz se puso extraña debido a su inquieto corazón, gritó: ─¡Hasta mañana! ─antes de desaparecer en el agua, donde ya sabiendo que Jay no le veía, se permitió dar vueltas por la arena completamente emocionado y despierto. Ama estar enamorado de alguien tan lindo.
Bien, también se regañó por no haberse confesado, pero ahora estaba seguro de que esa semana lo haría. No permitirá que Jay se vaya sin saber sus sentimientos.
° ✽ ·
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─¿Quieres dejar de pasear por aquí como si nada? Sabes que no eres bienvenido ─soltó Dongwoo nada más ver a su viejo amigo entrar a su despacho con total confianza.
Baekhyun rodó los ojos y mantuvo su sonrisa amable─. Oh, vamos, no seas tan borde, solo estoy comprobando cómo están las cosas. He cambiado.
─Cambiado o no, te pido amablemente que te marches de esta isla y nunca más vuelvas, Byun Baekhyun, ya lo hablamos el año pasado.
La amable expresión del nombrado cambió radicalmente a una prepotente acompañado de una sonrisa socarrona.
─Hace rato vi a un chico del mar por la superficie. Veo que al final si quedaban más ─informó con burla mientras observaba detenidamente los anillos de sus dedos─. Te recomiendo que tengas cuidado con ellos. Todos estarán protegidos en Udo, pero como vea uno de ellos fuera de la isla no voy a dudar ni un segundo en actuar.
El alcalde alzó una ceja con incredulidad─. ¿Me estás amenazando?
─No es una amenaza, es una advertencia ─aclaró Baekhyun a medida que caminaba hacia la salida─. Adiós, alcalde.
Su tono burlón molestó mucho al contrario, pero en vez de maldecir, el temor de que algo malo ocurriera le invadió, así que sacó el teléfono y marcó a los agentes de seguridad de Udo.
─Hola, quiero que vigilen a Byun Baekhyun y me informen cuando se marche. Hasta entonces necesito que la profesora Sola tenga seguridad, pero nada exagerado que la pueda asustar, solo díganle a sus compañeros de trabajo que traten de estar siempre con ella fuera de su horario laboral.
Tras escuchar unas palabras afirmativas de la persona al otro lado de la línea, colgó y volvió a marcar a otro número que por suerte contestó rápido.
─Sunoo, tú tienes controlado los días y horas que sube Riki, ¿no?
─Sí, lo organizamos hace tiempo, aunque a veces es medio aleatorio.
─Procura estar con él nada más salir del agua.
─¿Por qué? ¿Ocurrió algo?
─Hay alguien malo rondando por Udo. No creo que haga algo estando en la isla, pero no puedo evitar preocuparme.
─Oh, con que me estás pidiendo que cuide a mi novio, a quien por cierto ya cuidaba desde antes ─dijo con obviedad para soltar una risita─. De por sí me preocupo de su integridad nada más pisa la superficie, así que te puedo asegurar que lo tengo bien cuidadito y mimado. Nunca permitiría que alguien le hiciera daño.
─Ya veo, entonces es estúpido avisarte ─rió.
─Ajá. Aunque igualmente gracias por la información, tendré especial cuidado si estoy con Riki y veo a alguien medio extraño. ¿Es un viejo verde con pintas de tener fetiches cuestionables con morritas menores de edad?
─Ojalá, así sería más sencillo quitarlo del gobierno de Jeju. Pero no, es un hombre mayor y rico que se mantiene bastante bien.
─Oh, un sugar daddy~, ¿está soltero?
Dongwoo rodó los ojos─. Admiro tu capacidad de mantener el humor en un momento tan tenso.
─Soy un experto en eso~
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