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—¡¡Won, Won, despiertaa!! 

El mencionado respondió con un leve gruñido molesto por la interrupción de sus dulces sueños para luego voltear su cuerpo hacia el otro lado, acomodando bien la manta con la intención de ignorar al intruso y seguir durmiendo.

—¡Noona se va a enfadar mucho si llegamos tarde! —exclamó el rubio y le quitó la manta de un tirón. 

—JUUUUNGWOOOOON~ —la linda voz de una niña pequeña por fuera de la pequeña casita llegó a sus oídos, causando que el mencionado finalmente se levantara de la cama.

—Ugh, si llego a saber que son así de molestos nunca me hubiera acercado a la familia Nishimura —se quejó el castaño con su usual voz ronca mañanera mientras frotaba sus ojos con cuidado para poder asimilar que ya era de día—. ¿Cómo entraste? 

—Volviste a dejar la ventana abierta. Algún día se te meterán peces en la boca como sigas olvidando cerrarla —Riki se acercó a la ventana mencionada y apoyó uno de sus pies en esta, posando sus manos en el marco—. Date prisa y vístete, que llegamos tarde —informó y se impulsó para salir nadando fuera de la habitación. 

Jungwon suspiró cansado. Se supone que son las vacaciones de verano, ¿por qué Konon aún insistía en darles clase? ¿Acaso ella no tiene tiempo libre? Muy molesto. 

Se cambió con lentitud por las pocas ganas que tenía de empezar el día a pesar de que Riki le dijo que se apurara. Una vez vestido, salió por la ventana de la misma forma que el rubio, flotando hasta quedar al lado de este. 

Al estar bajo del agua, la gravedad funcionaba de manera muy diferente, y se podían permitir dar esos grandes saltos sin riesgo a hacerse daño.

—Buenos días Sola —saludó Jungwon con una sonrisa. 

La pequeña alzó la manita para saludar al castaño—. Bunos dia Yuwon —sólo con eso, Jungwon murió de ternura.

La hermana menor de Riki es un amor, un amor de 4 añitos que aún le costaba hablar bien, pero era adorable de esa forma. Jungwon acarició su cabecita, deseando en lo más profundo de su interior que nunca creciera.

—A mí no me dijiste buenos días cuando quise ser un buen dongsaeng y despertarte, malagradecido. ¿Acaso tienes favoritismo? —cuestionó Riki con fingido dolor.

Jungwon despeinó a Riki con brusquedad—. Por supuesto que tengo favoritismo, ¡soy mayor que tú pero no me respetas para nada! 

—Bueno, serás el mayor pero estás bajito.

Jungwon infló sus mejillas molesto por que le recordara sobre su baja estatura—. Aún tengo 14, estoy cerca de dar el estirón.

—Yo tengo 13 y lo dí  —al decir eso, el rubio sacó la lengua con burla, cosa que Jungwon también hizo en respuesta.

—¡Riki malo! —interrumpió Sola inflando también las mejillas—. No te bules de Yuwon. 

Después de unos segundos asimilando la ternura de la menor, a Jungwon se le iluminaron los ojitos—. ¿Puedo adoptar a tu hermana? 

—Toda tuya —respondió Riki y empezó a caminar. Mientras tuvieran los pies en el suelo podían caminar o correr como si de la superficie se tratara, no se pasan el día nadando como la gente de la superficie los suele representar. Pero claro, eso es algo que ellos no conocen, nunca estuvieron arriba.

El castaño tomó la manita de la menor para caminar juntos—. Vamos Sola, ahora Yuwon es tu hermano mayor. 

—¡Siiii! Yuwo es el mejoo —agarró con fuerza la mano del mayor y aceleró el paso para alcanzar al rubio. 

—Tan fácil me reemplaza —murmuró Riki algo dolido, como si no hubiera estado dispuesto a regalarla hace tan solo unos minutos.

Con tanta cháchara se habían olvidado de que llegaban tarde a la escuela. Seguramente Konon les va a dar una larga charla sobre la puntualidad, cosa que ocurrió nada más esta los vió entrar al aula. 

—¿Qué les tengo dicho de la puntualidad? Si las clases empiezan a las 8, deben estar aquí a las 8, no a la hora que les dé la gana. ¿Qué pasa si se acostumbran a llegar tarde? Cuando tengan un trabajo estable, les pueden despedir por eso. 

Riki y Jungwon se sentaban en sus respectivos pupitres mientras escuchaban a la hermana mayor del rubio seguir con el sermón sobre el horario escolar. 

Como Sola aún era muy pequeña, no tenía por qué ir a clases. Aún así, siempre iba con sus hermanos porque le aburría estar sola en casa. Es más divertido quedarse en la mesa de Konon dibujando algo. 

—Noona, Yujin tampoco ha llegado —informó Riki al notar que el pupitre de la chica estaba completamente vacío—. ¿No es mejor posponer la charla para cuando llegue? 

Jungwon afirmó con la cabeza dando a entender que apoyaba la idea de Riki. 

—Su caso está justificado, ya saben que su madre no se puede mover sola, Yujin debe ayudarla. En un rato debería estar aqu- 

Antes de que Konon pudiera terminar de hablar, la puerta del aula fue abierta repentinamente, dejando ver a la chica en cuestión, la cuál se hallaba casi sin aliento por haber corrido hasta allí. 

—¡Disculpen la tardanza! —exclamó Yujin e hizo una reverencia, estando muy avergonzada por su impuntualidad.

—No te preocupes, toma asiento —dijo Konon con una sonrisa amable. 

Cuando Yujin se sentó en su lugar, la clase finalmente comenzó. 

Konon tomó una tiza y empezó a escribir algo en la pizarra. Probablemente la gente de la superficie llegaría a sorprenderse si ven que los del mar usan objetos normales como ellos, y no caracolas o babosas. 

—¿Qué les parece si hoy les doy una clase sobre la historia del mar? 

Jungwon levantó la mano—. Noona, noona, ¿eso no se daba dentro de 2 cursos? 

Konon se mantuvo unos segundos callada mientras pasaba la mirada por toda el aula, viendo todos y cada uno de los asientos vacíos. Aunque la escuela no era muy grande, siempre solía estar llena de niños y adolescentes correteando por los pasillos o pasándolo bien en las aulas mientras aprendían. En cambio ahora solo eran Yujin, Riki y Jungwon, eso sin contar a la pequeña Sola. 

Konon bajó la mirada con tristeza y decidió decirles la verdad. Después de todo se acabarían enterando tarde o temprano—. Van a cerrar la escuela, la convertirán en un hospital para cuidar de los adultos afectados. Por eso intentaré enseñarles todo lo posible antes de que cierren —finalizó fingiendo una sonrisa. 

Yujin no pudo evitar emocionarse. Ama las clases de Konon, pero su madre es una de esas personas afectadas y le alivia saber que podría tener la atención médica que necesita. 

Entre las clases y su madre, obviamente elige a su madre. 

Por otro lado, Riki y Jungwon estaban teniendo un debate interno. 

El castaño se levantó de la silla—. Pero Noona, ¿no es tu sueño ser profesora? ¡Esta es la única escuela de aquí! ¿Qué harás ahora? ¿Cómo vas a seguir con esto? —preguntó con una notoria preocupación. Ya no solo era por Konon, sino por él, que amaba las clases a pesar de quejarse constantemente por lo temprano que empezaban. Si iniciaran un poco más tarde estaría muy feliz, pero eso ya no va a ser posible.

—Jungwon... —Riki estaba asombrado por la reacción del mayor, no se la esperaba. También se levantó de la silla para hablar—. ¿No puedes pedir que al menos mantengan este aula? 

Konon mantuvo su sonrisa, aunque las palabras de ambos la apuñalaran en donde más le dolía. Sí, ella ama enseñar y probablemente es la más afectada con la noticia, pero desde que tiene solo 3 alumnos había perdido la ilusión. 

Le encantaba como era todo antes, cuando la clase estaba llena de alumnos que le hacían todo tipo de preguntas. Aunque se siente bien enseñándole a los 3 adolescentes, no era lo mismo, y sabe que nada volverá a ser como en aquellos tiempos. Es imposible que la escuela recupere a sus alumnos, y era inútil tratar de mantenerla cuando se encontraba prácticamente vacía.

—No podemos hacer nada, la decisión ya está tomada, pero está bien. Puedo trabajar de otra cosa, no se preocupen —respondió con sinceridad. Lo menos que quería en ese momento era romperse delante de ellos—. ¿Tal vez de limpiadora de babas de caracol? ¿O domadora de delfines? ¿Ustedes me ven como domadora de delfines? —bromeó para aliviar el ambiente. 

—Pero... —Jungwon cerró la boca al ver la sonrisa de su profesora. Se volvió a sentar cabizbajo y puños fuertemente cerrados por la impotencia, rindiéndose al instante con el tema. 

Riki no pudo decir nada, solo mantenerse en silencio en el mismo estado que Jungwon.

—Entiendo que estén frustrados, pero ustedes también deben entender que hay mucha gente del pueblo que necesita un hospital por aquí. No pueden estar yendo y viniendo de la superficie a todas horas, el cuerpo tiene un límite —recordó usando el tono de voz que suele usar cuando los regañaba, aunque sonaba algo dolida.

Riki y Jungwon se sintieron avergonzados por no haber pensado en la salud de sus mayores. Era cierto, después de lo que pasaron estaban al borde de la extinción, y todos juntos luchaban por evitarlo. No debían ser egoístas en una situación tan crítica, eso es algo que les estaban inculcando desde pequeños y que por un momento habían olvidado.

—Entonces, ¿podemos alargar algunas clases hasta que cierre? —preguntó Yujin. 

Konon sonrió—. Sin problema. Hoy se quedan hasta las 7 de la tarde. 

—¿Al menos nos darás descansos para no saturar nuestros cerebros? —preguntó Jungwon dramatizando sus palabras al tocar su propia cabeza con una mueca de dolor en su rostro.

—No~, pero prometo que la clase de hoy va a ser suave. Es más, pueden elegir la temática. 

Los 3 jóvenes se miraron entre ellos con una respuesta clara—. ¡La superficie! —dijeron al unísono. 

Konon sonrió ampliamente. Ya sabía que dirían eso pues desde hace tiempo mostraron curiosidad por el tema. Después de todo no sabían absolutamente nada de ese lugar, ellos aún no tenían permitido subir. 

—¿Qué quieren saber exactamente? 

Yujin levantó la mano—. ¿Cómo es el fuego? 

Riki también levantó la mano—. Yo, yo, ¿es cierto que las personas de la superficie pueden pasar días sin mojarse? 

—¿Las estrellas se ven más lindas fuera del agua? —Jungwon preguntó directamente sin levantar la mano. Estaban muy emocionados por el tema.

—¡¡Supeficieee!! —exclamó la pequeña Sola. No entendía nada pero ver a sus mayores tan emocionados la hacía feliz. 

Al recibir tantas preguntas sin darle tiempo a responderlas, Konon supo que el día iba a pasar más rápido de lo que creía. 
 

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Jungwon llegó muy tarde a su hogar, tarareando felizmente cualquier melodía que pasaba por su mente.

Las noches siempre eran lindas bajo el mar, y más en ese pueblo. La sal se acumulaba en grandes cantidades por encima de las casas y los caminos de piedra, dando la sensación de ser nieve. Eso más la leve iluminación que brindan ciertos tipos de medusas que sólo salían por las noches hacía que el paisaje fuera bastante hermoso y relajante. 

—¡Ya volví! —gritó al abrir la puerta, y sin pensarlo dos veces se acercó hacia la mujer que estaba cocinando algo. 

Tenía hambre, mucha hambre, no había comido nada desde el mediodía cuando Konon los invitó a todos a un picnic improvisado. 

Al notar su presencia, la mujer volteó a verle—. Wow, la clase de hoy fue muy larga, ¿no? 

—Van a cerrar la escuela, así que no te sorprendas si llego muy tarde hasta entonces. 

—Oh, ¿ya les dijeron? —la mujer se entristeció un poco, desviando su atención de la cocina. No esperaba que les dieran la noticia tan pronto. 

—Señorita Tzuyu, va a quemar la comida si deja de revolver —avisó Jungwon tomando la cuchara para ayudar. Como no podían tener fuego, usaban corrientes de agua hirviendo cuya temperatura podían regular gracias a la vitrocerámica—. Déjemelo a mí —sonrió. 

—Gracias Wonnie. Entonces prepararé la mesa —avisó Tzuyu con un tono de voz muy dulce. 

Con la comida lista y la mesa puesta, ambos comieron juntos mientras tenían una animada charla sobre lo que aprendió Jungwon.

—Al parecer las estrellas se ven más lindas desde aquí. ¡Realmente pensé que arriba se verían mejor! Me decepcioné mucho. 

Tzuyu rió con ternura. Le encantaba que el castaño fuera tan animado a pesar de todo lo que han pasado. 

—Es una pena que ya no vayamos a tener escuela. Pero, ¡hey! Al menos los abuelos Kim podrán estar hospitalizados y así no tengo que escuchar sus quejas sobre los pescadores. ¡Algo bueno se saca después de todo! —exclamó y tomó una cucharada de su comida. 

Mientras observaba al menor comer, Tzuyu decidió hablar tras darle vueltas a la cabeza—. Jungwon, tú... Cuándo cierre... si tienes alguna duda o quieres saber algo me puedes preguntar a mí. No tengo tantos conocimientos como Konon, pero haré lo posible para ayudarte en lo que necesites. 

Jungwon le regaló una cálida sonrisa a la mayor por su consideración—. Muchas gracias señorita Tzuyu. 

Hubo unos segundos de un cómodo silencio, hasta que Tzuyu habló después de procesar de nuevo toda la conversación. 

—Won, ¿te puedo pedir algo un poco egoísta? —preguntó la mujer con nerviosismo y algo avergonzada. 

—Depende, ¿qué quieres? —Jungwon miraba a Tzuyu con curiosidad. Era la primera vez que la mayor le pedía algo desde que esta decidió acogerlo.

—¿P-puedes... llamarme mamá? 

Jungwon abrió los ojos como platos, gratamente sorprendido por esa petición. 

Al no recibir respuesta, Tzuyu se avergonzó más e intentó corregir sus palabras—. Eh, digo... No p-pretendo ser un r-remplazo, s-sabes que jamás podría reemplazar a.... O-olvid-

Jungwon metió la cuchara en la boca de la mayor para callarla, y le volvió a regalar una gran sonrisa—. Está bien, ¿cuántos años han pasado? ¿Seis? ¿Siete? No me acuerdo, pero fue muuucho tiempo —soltó una risita baja—. Incluso antes de aquello te considebara parte de mi familia. No se me hará difícil decirte madre, mamá Tzuyu~ 

La chica solo pudo sonreír como una tonta embobada muy orgullosa. Siempre quiso un hijo y Jungwon era lo más cercano a uno.

—Gracias —murmuró aguantando las lágrimas. 

Una vez terminaron de comer y recogieron todo, Jungwon se fue a su habitación dándole las buenas noches a la Tzuyu, quien permaneció un poco más en el salón.

Se acercó al mueble dónde habían varias fotos enmarcadas, y miró con melancolía la que mostraba a una pareja feliz, tomándola para poder verla mejor.

—Trajeron al mundo a un buen chico —balbuceó mientras sonreía, aunque su mirada estaba triste.

No dejaré que le pase nada malo a Jungwon, se prometió a sí misma cuando una lágrima se disipó en el agua nada más salir.

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Por si alguien no lo sabe, Konon es la hermana mayor y Sola la hermana menor de Riki. En la historia la diferencia de edades es mucha, pero en la vida real creo que se llevan 1 año cada uno aprox.

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