🏖 ፧ 𝘁𝗿𝗲𝗰𝗲 • ✦⁾

Jongseong compró dos churros antes de regresar a la playa, no pudiendo reprimir su sonrisita al ver la cabecita de ese lindo menor sobresaliendo del agua a unos pocos metros de la orilla, manteniendo la mirada perdida en el horizonte. 

Se sorprendió un poco al notar que Jungwon había llegado más temprano de lo que esperaba, pues normalmente suele tardar un poco. Le pidió que esperara para comprar el desayuno y ahora volvía a su lado, quitándose la camisa en el proceso para dejarla en la toalla y quedar únicamente con el bañador. 

Nunca se imaginó que comería estando dentro del mar, pero era necesario. No quiere dejarlo solo y fue él mismo quien le dijo a Jungwon que se mantuviera en el agua por si acaso a pesar de que Jungwon le dejó claro que no pasaría nada si salía por unos minutos. 

─¿Alguna vez has probado los churros? ─cuestionó luego de tocar su cabecita para hacerle saber que ya había llegado, sacándolo de su trance. 

Jungwon alzó la cabeza algo confundido, y tras soltar un fuerte bostezo, preguntó: ─¿Churros? 

Viendo su confusión, Jongseong abrió la palma de la mano en señal de stop─. Espera, antes que nada, ¿está bien si comes algo de la superficie? 

─Sip. 

Con esa respuesta, el pelinegro se sentó al lado de Jungwon sin importarle que así dejaría toda la parte baja de su cuerpo remojada en el agua y le dejó uno de los churros, aumentando así la confusión de Jungwon por no conocer dicho alimento. 

─Entonces pruébalo, está muy rico ─dijo, mas Jungwon no obedeció hasta que vio a Jongseong comerse el suyo sin pensarlo. 

Dudoso por ser algo que nunca antes había comido, comenzó con un mordisquito pequeño, y automáticamente sus ojitos se llenaron de sorpresa por el inesperado sabor.

─¿Por qué sabe tan... suavecito? ─soltó sin poder encontrar la palabra para definirlo─. ¿Es alguna clase de veneno? 

Jongseong rio─. Nunca te daría veneno, solo es el poder del azúcar. 

─¿Azúcar? Esto no sabe como el azúcar que conozco. 

─¿No? Tal vez lo confundes con otra cosa, el azúcar es el granito para endulzar el sabor ─explicó, pero Jungwon seguía viéndose confundido. 

─¿Endulzar? 

─Ya sabes, lo contrario al efecto de la sal ─dándose cuenta de que el castaño seguía sin comprender nada, Jongseong no pudo evitar preguntar: ─¿Qué comen en el mar? ─con atisbo de sorpresa y curiosidad.

─Mariscos, pescados, sopa, algas, algodón de azúcar, bocadillos, frutas, verduras... ─enumeraba con los deditos a medida que iba recordando, pero se detuvo un momento para bostezar, haciendo que se olvidara por donde iba─. Los menús en el pueblo están bastante limitados debido a la escasez de recursos. 

─Aahh, con razón, casi todo es salado. ¿Pero cómo no sabes qué es dulce si tienen algodón de azúcar y frutas? 

─¿Uh? La fruta del mar es salada, y el algodón de azúcar realmente es algodón de sal procesada, pero como en Atlántida se llama así pues no le hemos cambiado el nombre. 

─¿Fruta salada? Vaya choque cultural, deben tener todo un ecosistema único... ─una vez procesó bien las palabras del contrario, Jongseong casi escupe el trozo de churro que estaba masticando, el cual tragó rápidamente para hablar─. Espera un momento... ¿Dijiste Atlántida? ¡¿Atlántida existe?! 

─Sí, es la ciudad más grande de todos los mares ─respondió Jungwon algo divertido por la exagerada reacción de Jongseong para luego seguir saboreando el alimento. 

─Cada cosa que dices me sorprende más, ¿ahora me vas a confesar que sabes hacer magia? ─bromeó mientras codeaba al menor, haciendo que este riera por el tono divertido. 

─¡Me pillaste! Mira, mira, lo ves ─alzó el pequeño trocito de churro que le quedaba para luego comérselo de un bocado─. Y aghoda no o vesh. 

Verlo con las mejillas abultadas hizo que Jongseong sintiera mucha ternura, pero como sus miradas chocaron, de repente se sintió algo tímido y apartó la vista, confundiendo a Jungwon al no saber a qué se debía el repentino cambio. 

─Me quedó claro que eres sabes hacer desaparecer las cosas ─rió intentando disimular. 

Una idea algo traviesa se cruzó por la cabecita del menor, y aprovechando que Jongseong no lo miraba se atrevió a llevarla a cabo─. También puedo hacer esto ─con ambas manos salpicó la suficiente agua como para mojarle por completo, y comenzó a carcajear cuando vio el rostro confundido y ahora empapado de Jongseong. 

─Serás... ─Jongseong se levantó─. Me las vas a pagar, Yang Jungwon ─amenazó con un tono burlesco para luego salir del agua. 

─Wow, qué miedito~ 

Escucharlo bien sarcástico hizo a Jongseong sonreír de la misma manera mientras dejaba la bolsita de churros en la toalla por si acaso la dejaba sin querer en el mar. Luego volvió a la orilla corriendo y aprovechó el estar de pie para salpicar a Jungwon al darle una fuerte patada al agua. 

El castaño rió al notar las gotitas en su rostro, pero su piel las absorbió al momento así que realmente no le molestaba─. No seas rencoroso ─dijo con un tono divertido mientras se levantaba para poder preguntar: ─¿Quieres empezar ya las clases de natación? 

Cuando Jongseong finalmente regresó a su lado, por puro impulso llevó su mano derecha hacia el rostro del menor, acariciando con el pulgar las oscuras bolsas que se encontraban debajo de esos orbes azules. El cálido tacto hizo que Jungwon cerrara los ojitos con lentitud, incluso su cuerpo se comenzó a sentir extremadamente relajado por el leve calorcito que notaba. La piel de la gente del mar siempre fue fría, así que era una nueva experiencia. 

─Estaba pensando en dejarlo para otro día ─las palabras de Jongseong hicieron que Jungwon dejara de lado la tranquilidad y se alarmara un poco. 

─¿Eh? ¿Por quééé? ─se quejó con un exagerado puchero. Había esperado toda la noche por esto, hasta llegó a planear una manera sencilla de comenzar para que el mayor se sintiera seguro en el agua. 

─Jungwon, tienes ojeras y has estado bostezando varias veces, ¿dormiste bien? 

Al escucharlo, Jungwon se tapó los ojos algo avergonzado─. Perdón, ¿se notan mucho? Tenía ganas de volver a verte y no pegué ojo en toda la noche... ─admitió sin darse cuenta de sus palabras, pues estaba más ocupado lamentando no haberse puesto baba de caracol marino por la mañana para disimular el visible cansancio. 

Viéndolo tan avergonzado, Jongseong se apresuró a decir: ─No te preocupes, sigues siendo lindo con y sin ojeras.

Bien, ambos habían hablado sin pensar ni procesar correctamente las palabras del otro, y era como si se hubieran dado cuenta de ello a la misma vez, pues de un momento a otro los dos voltearon algo tímidos un tanto ruborizados, uno por exponer lo mucho que quería ver a Jongseong y el otro por recibir esa información además de decirle lindo con total confianza. 

Jongseong estaba en medio de una crisis por no saber cómo retomar la conversación después de ese momento tan vergonzoso. No se había formado un ambiente incómodo, pero el silencio lo ponía nervioso. 

Fue cuando escuchó a Jungwon bostezar de nuevo que dejó todo eso de lado y tuvo la valentía de tomarlo de la mano, llevándolo con cuidado más cerca de la orilla, donde el agua les llegaba hasta los tobillos. Ahí mismo hizo que ambos se sentaran, y luego dio una palmadita en su propio regazo, algo que hizo a Jungwon ladear la cabeza por no comprender lo que quería, mas no tardó mucho en recibir una explicación.

─Ya que no descansaste por mi culpa, me haré responsable ─viendo que Jungwon no se movía, lo tomó de los hombros y cuidadosamente lo recostó en su regazo─. En donde vivo tengo un amigo que durante las épocas de exámenes le cuesta mucho conciliar el sueño, y cuando hago esto se duerme enseguida ─explicó para luego acariciar las hebras castañas del menor. Sonrió ampliamente al recordar cómo Heeseung quedaba profundamente dormido solo con unas simples caricias.

Jungwon mentiría si dijera que no se puso muy nervioso, llegando incluso a notar como sus mejillas ardían, algo inusual que nunca le había pasado. 

Le gusta mucho tener la atención de Jongseong, que se preocupara por él y ver esas hermosas mejillas que desearía tocar. Sin embargo, nunca había dormido de esa manera con alguien, ni siquiera con Riki. Así que si Jongseong pretende que descansara, está logrando el efecto contrario. ¿Cómo podría dormir cuando su corazón se había acelerado mucho? Hasta siente un poco de envidia por ese amigo, quien seguramente ya estaba más que acostumbrado a esto. Él también quisiera acostumbrarse.

Con ese pensamiento, rápidamente ocultó su rostro con el antebrazo a sabiendas de que su expresión estaba delatando su nerviosismo, y no quería que Jongseong lo malinterpretara como un rechazo o algo. 

─¿E-Está bien que gastes tu valioso tiempo de esta f-forma? ─preguntó sin poder controlar el repentino tartamudeo. 

─Incluso momentos de tranquilidad como este los valoro bastante, sobre todo si tengo una agradable compañía ─murmuró sin pensar mientras disfrutaba de la leve brisa─. Además, en unas horas estaré con un par de terremotos andantes, así que necesito reservar energía ─rió. 

Jungwon no sabe si es por el cansancio o porque se había levantado con el pie izquierdo, que eso para él significa que estaría más sensible de lo que querría. Pero escuchar "agradable compañía" refiriéndose a él le conmovió tanto que de la nada le dieron ganas llorar. Nunca llegaría a imaginar que lograría hacer más amigos además de Yujin y Riki, por lo que sentirse querido y apreciado por Jongseong es una experiencia completamente nueva que le daba una sensación de avance en su vida, y estaba comenzando a gustarle a pesar de no saber cómo reaccionar. Era como descubrir un nuevo nivel en las relaciones sociales, uno donde recién se está dando cuenta de que el contrario resultaba ser mucho más cariñoso que Riki. ¿Existían las amistades así o es una cualidad exclusivamente de Jongseong? Sea cual sea la respuesta, le gustaba, especialmente porque siente el calorcito corporal del mayor, que tampoco sabe si es algo común en la gente de la superficie o solo de Jongseong.

Como había destapado su rostro, al Jongseong verlo lloroso creyó que era porque le molestaba el sol, así que utilizó su mano para tapar los ojos del menor. 

Teniendo esos grandes y suaves dedos en contacto con su rostro, Jungwon cerró los ojos a la vez que las ganas de llorar aumentaron considerablemente. El mayor lo tocaba con tanta delicadeza que se sentía muy seguro y cómodo. Le recordaba mucho a cuando dormía con sus padres; su mamá solía acariciarle el rostro con los nudillos o taparle los ojos si había mucha claridad mientras su papá jugueteaba con sus cabellos rebeldes. 

Jungwon adoraba esos momentos, y quizás fue esa la razón por la cual no se le hizo difícil entrar en un sueño profundo a pesar de la mezcla de sentimientos encontrados que tenía en su interior. Al tener los ojos cerrados, por un momento olvidó todo a su alrededor y centró su atención en el lindo sonido del mar, uno que solo puede escuchar desde la superficie, pues en el pueblo marino suele reinar un silencio absoluto que llegaba a ser angustiante.

Por otro lado, Jongseong se quedó observando el despejado cielo azul celeste, bajando la mirada de vez en cuando hacia el sereno rostro del castaño al levantar un poco la mano para comprobar que estuviera bien, procurando que siga sin darle el sol. 

Hasta dormido parece irreal, pensó luego de fijarse en sus largas pestañas. Un rubor se formó en sus mejillas al darse cuenta de que estaba admirando muy descaradamente al castañito, así que volvió a apartar la mirada a pesar de que este no se estaba enterando de absolutamente nada.

Optó por cerrar los ojos sin llegar a dormir, pudiendo así calmar el rubor. 

No podría estar mucho tiempo en el agua, su piel se arrugaría, por eso se habían puesto más cerca de la orilla. Ni muy hondo, ni muy fuera del mar; solo lo suficiente como para él mantener su cuerpo algo seco a la vez que el de Jungwon puede estar remojado mientras se mantuviera acostado. Así podrá quedarse de esa forma hasta que el menor despierte. 

Y viendo que con Jungwon funcionaba la misma estrategia que usaba para Heeseung, está dispuesto a repetirlo si vuelve a ver al menor cansado. Total, aún tienen todo un verano por delante, así que hay tiempo de sobra para esas lecciones de natación. El bienestar siempre es lo primero para Jongseong, ya sea el de otros o el suyo.

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